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Construir un acuerdo social e invertir recursos en el agua para el desarrollo sostenible de Guatemala

En el 2008 empecé a insistir de manera pública en una idea que hoy es evidente para todos: la crisis del agua en Guatemala. 

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Esta es una opinión

Foto: Carlos Sebastián

Dicha crisis hídrica que se instaló hace al menos 15 años implica problemas de cantidad y de calidad del agua que perjudica a los múltiples usuarios del recurso y al desarrollo humano, económico y ambiental del país.

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La débil respuesta del Gobierno Central, Municipal, el Organismo Legislativo y de la ciudadanía, es palpable a nivel local-puntual, municipal, departamental y nacional. Mientras tanto, mucha gente y empresas con conocimiento, vemos la enorme necesidad y la escasa o nula inversión en soluciones y opciones de trabajo.

La crisis, en un inicio local, se ha convertido en anarquía del agua generalizada en toda la República.

1. ¿Qué es lo que está sucediendo con el agua en Guatemala?

El régimen de lluvias ha sostenido el modelo de país: el balance hídrico nacional oficial (Segeplan, 2006) estima que se dispone de 97,120 millones de metros cúbicos anuales de agua (cerca del 35% es agua subterránea), lo que “equivale a una cantidad siete veces mayor que la establecida como límite de riesgo hídrico de acuerdo con el estándar internacional de 1,000 metro cúbico/habitante/año”.

Desde el cielo todo bien. Pero en territorio guatemalteco, la precipitación pluvial se encuentra con mucha deforestación, suelos impermeabilizados en ciudades, aguas residuales y basuras en el 100% de los ríos y lagos, aguas debajo de cualquier gran ciudad.

Es decir, el ciclo hidrológico que aborda los movimientos y los almacenamientos de agua en la tierra, está afectado en Guatemala tanto en los indicadores de calidad hídrica de los cuerpos de agua, como en el rompimiento de las condiciones que regulan la respuesta rápida, media y lenta de las cuencas hidrográficas.

Para comprender la complejidad les presento un análisis comparativo basado en evidencias de casos internacionales que estudié en mis años de formación fuera de Guatemala:

• Madrid, España: 450 mm de lluvia al año. Una empresa pública brinda 24 horas de agua al día los 365 días del año y la gente bebe el agua de los chorros.
• Ciudad de Guatemala: 1,250 mm de lluvia al año. "Pozos propios" colapsando, 48% de habitantes con abastecimiento municipal, zonas/barrios con 9 horas de agua/semana , periurbe pagando Q18/m3 de agua (Ramos et. al., 2019) y ¿Usted bebe el agua de cualquier chorro público?

• Cuenca del río Adra (España): 366 mm de lluvia al año (Pulido, 1994) en el valle de Almería conocido como “la huerta de Europa”, región árida que sostiene su creciente economía en la producción de vegetales bajo riego en invernadero para exportarlos a la Unión Europea.
• Cuenca del río Madre Vieja (Escuintla): 1,000 a 2,000 mm de lluvia anual en la llanura Costera del Pacífico y hasta 4,000 mm de lluvia al año en la parte media de la cuenca (ICC, 2017), zona de gran producción agroindustrial y ganadera, pero que en cada época seca experimenta grandes limitaciones de agua para el riego y el consumo humano; en 2016 (Fig. 1; ver anexo) la escasez de agua en los ríos provocó fuerte conflictividad local entre pequeños y grandes usuarios del agua (Gobernación de Escuintla; ACH; ICC, 2017)

• Japón: En los años 50 se contaminó el agua de ríos de Minamata con metilmercurio, la población reaccionó de forma contundente para erradicar el problema. El lago Biwa, sufrió múltiples problemas de contaminación, en especial cianobacteria, pero por la contundente acción del gobierno hoy un recurso hídrico principal para diversas ciudades japonesas: Osaka, es una de ellas, y gracias a sus procesos de alto estándar fue el primer servicio público de agua del mundo (Fig. 2) en obtener el certificado ISO 22000 (gestión de la seguridad alimentaria).
• Guatemala: Hace 14 años ya se estimaba oficialmente (SEGEPLAN, 2006) que solo el 5% de las aguas residuales del país reciben tratamiento y que el origen de dicha contaminación es 40% de los hogares, 13% industrial (tóxicos, metales, colorantes, orgánica), 7% agroindustrial (puntual, agroquímicos) y 40% agropecuaria (difusa, agroquímicos). La situación actual es similar.

(Ejemplos que estudié en España y en Japón, durante mi doctorado y especialidad en calidad del agua).

[De acuerdo con el Censo 2018 (INE, UNFPA, 2018) a nivel de hogar, las fuentes principales de agua del país son: 58.9% tubería dentro de la vivienda, 14.8% tubería fuera de la vivienda (Fig 3), 12.2% pozo perforado. Y los principales tipos y usos de servicio sanitario son: 44.9% inodoro conectado a redes de drenaje, 32.3% letrina o pozo ciego, 10.6% inodoro conectado a fosa séptica. En 2016 revisé datos de análisis de calidad del agua de más de 5,500 hogares de Altiplano Occidental generados por cooperación internacional (EMEPAO, 2015) que mostraban que el 96% dio positiva la prueba de presencia de coliformes en fuentes de agua y el 34% dio positiva la prueba de E. coli en agua para beber. Los números hablan por sí mismos].

Al analizar estos ejemplos, usted puede deducir que el problema en Guatemala no es de falta de agua sino falta de “gestión del agua (en cantidad y calidad)” y débil “protección del bien hídrico”.

Guatemala es una gran fábrica de agua mal administrada y contaminada.

2. ¿Cómo avanzar en las soluciones de la situación del agua en Guatemala?

En países avanzados el agua tiene un valor fundamental, que es reconocido por los ciudadanos: un valor para la vida de las personas y la naturaleza y para la producción económica. Esto es el punto clave de inicio: la conciencia ciudadana, la formación de valor, el diálogo entre actores.

El diálogo debe fortalecer lo que ya se hace bien; en la medida de lo posible la solución debe ser local y autosostenible, incluyendo las prácticas de costumbre y el ejercicio del conjunto de garantías constitucionales individuales (Morales-de la Cruz y Colom, 2019), o normativas municipales y de mancomunidad de municipios que respondan a los retos del agua.

La acción local tiene un límite y requiere complemento de acciones de carácter centralizado para cumplir con objetivos nacionales de desarrollo social-económico-ambiental, favorecer el arbitraje entre usuarios del bien hídrico (pequeños y grandes) o cuando la naturaleza del problema, conflictividad y soluciones requiere ámbitos espaciales mayores (como la Región Metropolitana, la cuenca del lago Amatitlán, Atitlán o Motagua, los proyectos de los grandes usuarios del agua con fines productivos —riego, hidroelectricidad, industria—).

Para estos casos, sin ley general del agua no hay solución viable y en paz social.

Se requiere de un acuerdo social para avanzar una agenda mínima de temas vinculados con el agua; ello es la clave para que se avance y apruebe la ley general del agua que brinde el sistema legal de derechos de agua para la certeza y seguridad jurídica de los múltiples aprovechamientos en el territorio nacional.

La ley también es el fundamento para planificar la satisfacción de la demanda hídrica de los múltiples usuarios, alrededor de cuencas y sistemas hidráulicos.

Estos indicadores de la gobernanza del agua son obligados para caminar en la senda de países desarrollados que valoran, aprovechan y protegen el bien hídrico, y que poseen planes hidrológicos nacionales y sistemas de obras hidráulicas para el uso conjunto, matemático, de aguas superficiales y subterráneas.

Mientras ello se logra, es urgente coordinar las 20 instituciones de gobierno central que poseen presupuesto, institucionalidad y marco jurídico vigente relacionado con el agua y que en la actualidad están dispersas y sin una estrategia ordenada y conjunta; el Gabinete Específico del Agua (Guatemala, 2008) es un mecanismo legal que demostró resultados contundentes para tal fin.

Por otro lado, el Congreso mediante la fiscalización de la ejecución del presupuesto puede jugar también un rol importante. Así, el Ejecutivo y el Legislativo pueden unirse en esfuerzos de modernización, coordinación, fiscalización y ejecución ágil y transparente de la inversión pública en temas de agua; como ejemplo se cita lo siguiente:

a. En el año 2013 de acuerdo con DTP-Minfin y Segelpan (Villagrán, 2013) se tenía asignado para atender el tema de  Agua un total de Q.1,539,075,966.00 (41% para funcionamiento y 59% para inversión) pero con el indicador de ejecución presupuestaria del primer cuatrimestre 2013 era muy bajo (a penas entre el 2.6% y el 14.6%); el problema no es falta de recursos sino de capacidades de ejecución.

b. El préstamo de Banco Mundial “Crecer Sano Nutrición y Salud” con US$100 millones enfocado en 7 departamentos y que incluye mejorar el acceso al agua potable y saneamiento.

c. Los recursos del sector forestal en Inab y Conap asignados a la protección de zonas de recarga hídrica.

La fuerte inversión de recursos públicos y privados en la “seguridad hídrica” requiere ejecución profesional técnica en dos vías indispensables y complementarias: la protección del bien hídrico que se logra con “infraestructura verde” y la gestión del agua con “infraestructura gris y tecnologías asociadas”.

El enfoque de la “infraestructura verde” es proteger el ciclo hidrológico, las fuentes de agua, los bosques y la acción en el territorio de las cuencas. El enfoque de “infraestructura gris” es gestionar el agua, tratarla, reusarla y transportarla a donde se necesita; el tratamiento de aguas residuales y de basuras juega un rol fundamental para que la calidad del agua superficial y subterránea no se vea comprometida o se constituya en riesgo para la salud.

Sin una ley general del agua será inviable la “planificación hidrológica y la gestión del agua” para administrar el recurso con criterios político-técnicos que conjuguen la oferta hídrica disponible con las demandas de los múltiples usuarios en una misma “cuenca hidrográfica” o un mismo “sistema de recurso hidráulico”.

Siempre escuchará usted a los técnicos guatemaltecos hablando de “cuencas” y a casi nadie de “sistema hidráulico”, precisamente porque es lo que hace falta y en donde ha habido poco o nulo mercado laboral: infraestructura gris para la regulación artificial del agua, la gestión conjunta de agua superficial y subterránea mediante obras hidráulicas y sistemas automatizados.

***

Referencias:

• Devtech, 2015. Encuesta EMEPAO en área WHIP. USAID.
• Guatemala. 2008. Acuérdase crear el Gabinete Específico del Agua. Acuerdo Gubernativo 204-2008, Diario de Centroamérica, Guatemala, 3p.
• Gobernación de Escuintla, ACH, ICC. (2017). Sistematización de la experiencia de las mesas técnicas de los ríos Madre Vieja y Achiguate en el departamento de Escuintla. Guatemala,  47 p.
• ICC. 2017. Caracterización de las cuencas del Pacífico: cuenca del río Madre Vieja. Guatemala. 46 p.
• INE; UNFPA. 2018. Censo 2018 de población y vivienda.
• OECD. 2018. Implementing the OECD Principles on Water Governance: Indicator Framework and Evolving Practices. París: Oficina de publicaciones de la OCDE.
• Morales de la Cruz, M., & Colom, E. 2019. Plan director de la mesa técnica del río Madre Vieja. Guatemala: ICC/ACH/Centrarse/CEPREDENAC/UE.
• Pulido Bosch, A. 1994. Los recursos hídricos de la provincia de Almería. P 65-89.
• Ramos, S.; Villagrán, X.; Hernández, O. 2019. Anarquía y privatización: Datos y rostros de la desigualdad del agua en Guatemala.
• SEGEPLAN. 2006. Estrategia para la gestión integrada de los recursos hídricos de Guatemala: Diagnóstico. SEGEPLAN, Guatemala, 83 p.
• Villagrán, H. 2013. Primer Informe Cuatrimestral del gasto público del año 2013, enmarcado en el Artículo 18 del Decreto 30-2012 para la Agenda Nacional del Agua. Programa Conjunto Gobernabilidad en agua y saneamiento con el pueblo Mam. Gobierno de Guatemala/FODM.

Marco Morales de la Cruz
/

Marco Morales, Ph.D. El Doctor del Agua. Doctor en Ingeniería Hidráulica y Medio Ambiente. Maestría en Planificación y Gestión del Agua. Especialista en Análisis de Sistemas de Recursos Hídricos. Director de la empresa AguaInfo, S.A.


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COMENTARIOS

RESPUESTAS

    Otto Morán /

    02/04/2020 2:38 PM

    Doctor del Agua Marco Morales De La Cruz:
    Interesante y oportuno su planteamiento sobre el agua.
    Soy un apasionado del agua y mi experiencia dando servicios durante 22 años, me permite preguntarle su opinión y hacerle algunos comentarios:

    1. Su tesis sobre la ley de aguas, es una utopía en la Patria del Criollo, donde el egoísmo ha embrutecido a los del Cacif y la ignorancia de nuestros pueblos mayas, que quieren resolver el problema, solo conservando los bosques.

    2. La crisis viral podría mover a la población, pero el gobierno prefiere subvencionar la energía eléctrica, para darle circo a la población y que el mercado de vanidad, mantenga el consumo.

    3. La subvención al agua por la mayoría de municipalidades, no permite aumentar la oferta, ni cubrir a los mas aislados. La gente dice que prefiere tener agua a no tener luz, pero no quieren pagar lo que vale llevarla a sus casas, aunque gasten mas en medicinas.

    4. Guardar agua de lluvia en pozos de absorción hechos a mano, daría mucho trabajo al problema del desempleo y mejoraría los niveles freáticos.

    Atentamente: Ing. Otto Morán. omorangalvez en fb

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

      Marco Morales /

      21/04/2020 8:30 AM

      Gracias por su respuesta. El artículo es un planteamiento que aporta luz entre tanta oscuridad.

      Uno consigue lo que quiere y lo que es capaz de visualizar (o al menos deja la senda marcada). Limitarse con las propias palabras es muestra de debilidad (anímica, lógica o de actitud; hay que trabajarlo).

      ¡Ay no!

      ¡Nítido!



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