¿Existe una solución a nuestro caos vial? Bienvenidos a la ciudad del futuro

De las alternativas actuales de transporte público que existen en la ciudad (buses urbanos, Transurbano y Transmetro), únicamente el Transmetro ha comprobado ser funcional para una parte de la población, sin embargo no ha sido capaz de solucionar el problema del transporte de manera integral.

Esto se debe a que cubre únicamente una serie de arterias de la ciudad y no representa una oferta atractiva para quienes actualmente utilizan otro tipo de medio de transporte (vehículo particular, motocicleta, etc.). Además no es un sistema rentable, ya que genera pérdidas millonarias anualmente para su funcionamiento.

Actualmente el costo del pasaje asciende a Q1 pero según la Municipalidad debería costar Q3.5 para no generar pérdidas. Sin embargo este dato en realidad está siendo subestimado porque no toma en cuenta la inversión en planificación, control de la seguridad, supervisión e inversión en nuevas rutas, un tema completamente desconocido por nuestras autoridades.

Según la Municipalidad de Guatemala el Transmetro no ha logrado solucionar el problema vial debido a que no existe un sistema de redes y rutas alimentadoras que lo complementen. La promesa electoral de la Municipalidad para mitigar el problema fue crear un sistema de Teleférico denominado AeroMetro. Un proyecto que según la comuna cubrirá 8.9 km y beneficiará a 216 mil usuarios diariamente.

Como es costumbre en todas las instituciones gubernamentales de Guatemala se pretende licitar en un solo paquete planificación, ejecución, operación y mantenimiento del proyecto con el fin de imposibilitar un proceso ordenado y transparente para inflar los costos como ya han hecho antes. Acá un ejemplo y acá pueden encontrar otro.

Consulté a la Municipalidad acerca de los costos del AeroMetro y de los criterios técnicos para evaluar la calidad, factibilidad e idoneidad de las ofertas a presentar para este proyecto y no pudieron proporcionar ningún dato, porque no existe una planificación completa en donde se hayan estimado costos, ni existe tampoco una estrategia clara y transparente para evaluar técnicamente las ofertas.

Si se hubiera hecho un estudio serio de prefactibilidad o factibilidad con el fin de resolver el problema de transporte en la ciudad y no uno específicamente para legitimar la venta de un producto específico ante la población, se hubiera llegado a la conclusión de que un Teleférico no es la solución adecuada para solucionar este problema. La razón principal es que este tipo de sistemas se utiliza en áreas en donde la topografía imposibilita otro tipo de medio de transporte como lo es el caso del Metrocable en Medellín.

Sin embargo, lo más preocupante de esta propuesta es su lesividad a mediano y largo plazo. Las torres de un Teleférico tienen cimentaciones profundas y cableado aéreo, lo cual significa un obstáculo para otras alternativas de transporte más adecuadas, como lo son un tranvía o un subterráneo.

La corrupción hizo de nuestro transporte público un desastre y la Municipalidad capitalina ha sido incapaz de generar soluciones al tráfico.

Sistema Integral de Transporte Colectivo

El problema del transporte en la ciudad va más allá de la capacidad que pueda tener un alcalde. La solución es más bien un Sistema Integral de Transporte Colectivo (SITC) para la ciudad de Guatemala y los municipios vecinos que integre buses (convencionales y articulados), tranvía, subterráneo y ferrocarril. Este proyecto de nación se implementaría en tres fases:

1. Generar una masiva migración de aproximadamente un millón de usuarios al transporte público a través de una oferta atractiva y funcional de transporte (SITC). Esto tendría como consecuencia inmediata una mejora de la calidad de vida de todas las personas que circulan en la ciudad, reduciendo los recorridos diarios y la saturación de las calles.

2. Regular la circulación de vehículos en la ciudad. Esto conlleva controles regulares del estado de los vehículos y la regulación en la importación de vehículos usados, por ejemplo aumentando el impuesto a la importación dependiendo de la antigüedad del vehículo. Tomando en cuenta que más del 60% de los vehículos tienen más de 10 años de antigüedad, se puede deducir que por lo menos la mitad de los vehículos se encuentran en mal o pésimo estado. Si existiese un control del estado físico de los vehículos en Guatemala, aproximadamente 750 mil vehículos tendrían que salir de circulación.

3. Implementar un sistema de fomento estatal para el transporte a base de energía limpia, eliminando o disminuyendo significativamente el impuesto para quienes intercambien su vehículo usado de más de 5 años de antigüedad por uno eléctrico. Además, el Estado debe incentivar al sector privado a que ofrezca a sus empleados horarios flexibles y la posibilidad de trabajar en casa (“home-office”) con el fin de reducir el tránsito en horas pico.

Uno de los componentes principales del SITC es el Tranvía. A diferencia del Transmetro, una unidad de Tranvía puede tener una longitud indefinida, permitiendo así la ilimitada movilización de personas en una sola unidad. Además, esta flexibilidad en sus dimensiones le permite designar áreas específicas para personas con movilidad limitada (personas en sillas de ruedas y personas con visibilidad limitada), de madres con carruajes para bebes y niños pequeños y bicicletas. Otras ventajas son la reducción del tiempo de recorrido, la puntualidad del servicio, la comodidad del transporte y la posibilidad de trabajar dentro de la unidad (“work-on-the-way”).

Las rutas del Tranvía recorrerán las vías principales de la ciudad de Guatemala, iniciando en otros municipios y contribuyendo así a la movilización efectiva de 1.5 millones de personas que ingresan diariamente a la ciudad. La conexión a las estaciones de abordaje del Tranvía se lograría a través de buses articulados que cubrirán las vías secundarias.

Si todos los medios de transporte público trabajan en conjunto se podría implementar un sistema integral de prepago funcional. Los usuarios tendrían la posibilidad de comprar sus boletos en cajeros automáticos en las estaciones de abordaje o en línea con tarjeta de débito o crédito. Lo único que controlaría el personal de servicio en las unidades sería la validez del boleto.

El usuario podría viajar dentro del perímetro de la ciudad en un período de tiempo establecido (por ejemplo una hora) con el “city-ticket”, sin importar si necesita dos buses articulados y un tranvía para llegar a su destino. Además, las personas que utilizan el transporte público para dirigirse al trabajo podrían comprar un ticket mensual o anual por un precio menor al precio regular.

El Transmetro, cuando funcionó en su esplendor en 2008. Ahora tiene miles de piezas sin utilizar en galeras.

¿Y cuánto nos costaría?

Para tener una idea de los costos reales de un servicio funcional de transporte colectivo podemos mencionar dos ejemplos: uno latinoamericano y uno europeo. En Colombia el boleto del metro en la ciudad de Medellín tiene un precio de entre 2,750 y 3,690 pesos, es decir 6.5 y 8.7 Quetzales. En Alemania el boleto de transporte público para movilizarse dentro de la ciudad de Berlín durante un período de tiempo de dos horas tiene un precio de entre 2.8 y 3.4 Euros, es decir 24.3 y 29.5 Quetzales.

Las tarifas de un Sistema Integral de Transporte Colectivo en Guatemala deben calcularse con base en un estudio serio de planificación, el cual no existe a la fecha. Sin embargo, se puede asumir que el precio de un boleto para movilizarse dentro de la ciudad en un periodo de tiempo de una hora (“city-ticket”) podría costar 12.5 Quetzales, tomando en cuenta que se deben cubrir los costos de abastecimiento, operación y mantenimiento de las de las unidades de transporte, así como la planificación, ejecución y mantenimiento de la infraestructura, lo cual no ocurre en Guatemala. Actualmente el precio cubre únicamente una parte de la operación precaria de las unidades.

Este precio estimado se encuentra muy por encima del actual e impagable para quien depende del salario mínimo en Guatemala. El aumento al precio del transporte público representa un tema central y extremadamente sensible para la población en general debido a la vulnerabilidad económica de la mayoría de guatemaltecos que necesitan de este servicio. Este principal obstáculo puede resolverse a través de un sistema de Tarifa diferenciada. Tomando en cuenta que el transporte público es una necesidad básica, se pueden definir tres tipos de Tarifas:

1. Tarifa Libre para personas de la tercera edad, estudiantes y enfermos con recorridos y horarios específicos a la escuela, universidad, hospital o centro asistencial.

2. Tarifa Reducida para quienes devengan menos de Q5,000 mensualmente con rutas específicas al puesto de trabajo.

3. Tarifa Completa para el resto de usuarios.

Dos tercios de las personas que circulan diariamente en la ciudad de Guatemala lo hacen para dirigirse a su trabajo. Los gastos de transporte pueden ser cubiertos parcial o totalmente a través de “Job-Tickets”. Este es un beneficio que el Patrono ofrece a sus empleados como parte de la remuneración de sus servicios. Reconociendo su responsabilidad de manera voluntaria el empleador se presenta como una oferta interesante en el mercado laboral. Además el Estado incentiva al sector privado reduciendo impuestos a quienes participen activamente en este tipo de iniciativas.

¿Qué se puede hacer en 600 horas?

Freddy R. es un ingeniero industrial de 29 años que utiliza su vehículo particular para dirigirse a su trabajo. Su recorrido inicia en Colonia Monte María y finaliza en Cuatro Grados Norte.

Por la mañana necesita aproximadamente una hora para llegar a su trabajo. Por la tarde, 1 hora y media más para regresar. Gasta cerca de Q280 mensuales en gasolina y Q600 en parqueo. A eso le suma los Q3 mil que invierte en servicios del vehículo al año y otros Q2 mil anuales en reparaciones. En total cada mes gasta Q1,300 para movilizarse al trabajo.

Pero no sólo gasta dinero, también gasta tiempo. Todos los días pierde 2.5 horas en el tráfico, lo que en un año son 600 horas sentado en su vehículo que podría haber dedicado a su familia, estudios o a practicar algún deporte.

Freddy R. podría transportarse en bicicleta pero no hay vías seguras para hacerlo en la ciudad. Podría utilizar Transmetro para ahorrarse Q1,260 mensuales pero las unidades suelen estar llenas y apenas se ahorraría media hora de tiempo.

Si el Sistema Integral de Transporte Colectivo se encontrara en funcionamiento, Freddy R. necesitaría 20 min. para transportarse en Tranvía de la estación de abordaje a la estación de destino. Es decir, que Recuperaría casi 2 horas diarias perdidas para realizar otras actividades. Como Freddy R. gana más de Q5,000 al mes pagaría la Tarifa completa. Sus gastos de transporte serían de Q500 al mes, es decir Q800 menos de lo que gasta actualmente. Además, su hermano pequeño y su abuelo gozan de la Tarifa libre, es decir viajan gratis.

Qué diferente sería su vida, ¿no cree?

Implementación técnica

La implementación del SITC como vía de desarrollo requiere el trabajo en conjunto de varios presidentes, de varias legislaturas, de varios alcaldes y de la población en general. Un proyecto tan ambicioso como éste requiere de 3 a 4 períodos democráticos para llevarse a cabo.

Para proteger los intereses del Estado y garantizar una competencia comercial transparente y justa, se debe hacer una clara distinción entre infraestructura y servicio en este tipo de proyectos. La infraestructura que se ejecute para habilitar el SITC (rieles, conexiones de rieles, carriles exclusivos o compartidos, puentes, estaciones de abordaje, líneas de energía eléctrica, señales de tránsito, líneas de comunicación, sistemas de seguridad, etc.) le pertenece en un 100% al Estado de Guatemala.

El abastecimiento, operación y mantenimiento de las unidades de transporte (Tranvía y buses articulados) puede ser contratado con base en una licitación pública internacional con lineamientos y especificaciones claras y detalladas. Quien presta el servicio está obligado a mantener las unidades en un estado funcional y seguro durante toda la duración del contrato que debería tener una duración limitada, por ejemplo de 10 años.

La adquisición de la infraestructura, el cumplimiento de las obligaciones del Estado y la coordinación de las municipalidades se puede hacer a través de una nueva institución estatal creada para este propósito: la Empresa Nacional de Transporte. Ésta podría delegar ciertas funciones a las municipalidades pero la reglamentación del servicio y la planificación de nuevas rutas seguiría siendo su responsabilidad.

La situación vial en la ciudad de Guatemala es insostenible y tendrá como consecuencia lógica la restricción vehícular de una u otra forma en el mediano plazo. La implementación de proyectos cortoplacistas y populistas no solucionan el problema, únicamente pretenden generar un sentimiento de alivio en la población. El costo del tiempo perdido de todos los guatemaltecos en el tráfico (600 horas x 3 millones de personas) es inimaginable y representa un obstáculo inmenso para el desarrollo del país.