Para empezar, como decía alguna vez una canción “a estas alturas, ya debiste escoger tu juguete preferido para esta Navidad...” Aunque momento, si estamos pensando en regalar a un niño hay muchos factores que debemos tomar en cuenta.
El regalo perfecto para los hijos, sobrinos y todo aquel que entre en el rango de la niñez
1- Súper importante: regala de acuerdo a la edad. Y cuando digo de acuerdo a la edad, es porque existen juguetes desde 0, 2, 3, 5, 6 o más años. No regales nunca, jamás algo que no entre en el rango de edades, podría ser muy peligroso para la integridad del bebé/niño o podría quedar guardado y no ser jugado.
2- Recuerda que los niños están formando sus gustos y no los tienen tan definidos. Hoy pueden amar a Paw Patrol y mañana pueden pasar a la historia si se enamoran de un nuevo personaje. Es mejor que regales de acuerdo a lo que les gusta ahora, no pienses regalar algo por ejemplo de My Little Pony, solo porque el año pasado le gustaba. Pregunta a sus papás sobre qué les gusta ahora, incluso si les gustan juguetes coleccionables, puedes contribuir a que encuentren el que les hace falta.
3- Lo más caro o más grande, no es lo que precisamente más quieren. De niña siempre me agradó pintar, me gustaba el olor a crayón de cera y así como yo seguramente muchos niños practican un deporte u otra actividad que les apasiona, pueden existir niños que les apasiona cocinar y ser grandes chefs, niñas que les apasiona la galaxia y los dinosaurios, pequeños que disfrutan más un libro o un rompecabezas a una muñeca o un juguete de acción.
Los adultos
Regalar a un adulto es más fácil. Sus gustos ya están definidos desde hace mucho. Tenemos marcas a las que les somos fieles y tenemos, en su mayoría, rutinas definidas que nos hacen consumir productos muy específicos.
La clave entonces es comprar para esa persona y no para uno. No ponernos a imaginar qué cosas diferentes o gustos particulares les podría gustar a los demás, sino concentrarnos en lo que en verdad utiliza y agrada a esa persona. Desde colores hasta improntas personales, como los pasatiempos y las colecciones.
Los certificados de regalo pueden ser una salida segura si sabemos que las o la persona consume en ese lugar. Comprar a pequeños productores locales productos de calidad es un regalo que tendrá el plus de estar ayudando directamente a la economía de una familia.
Los abuelos hermosos:
Muchas veces oirás la frase de boca de ellos: “no me regalen ya nada, no quiero nada”, pero igual les queremos regalar y a ellos hay que darles el irresistible regalo: desde latas de durazno en almíbar, ponchos extra suaves, hasta esas galletas libres de azúcar que siempre desean comer. Si no tienes abuelitos ya, seguro sabrás de algún asilo donde te sorprenderás de escuchar que aman el yogurt o quieren específicamente un gorrito de un color.
La pareja:
Tantas veces se nos va la plata en todos los demás miembros de la familia y los amigos, que de último quedas tú y tu pareja. Quisieras darle ese PlatyStation o ese par de tacones tan caros pero quizás ya no alcanzó. Pero sabes, allí tienes lo más valioso, lo conoces perfectamente y sabrás buscar algo no muy costoso pero que encaja perfectamente y es justo lo que siempre ha querido.
La mascota:
Allí está bien fácil, todo animal adora comer y comer eso rico que no es concentrado. Siempre y cuando entre en la cantidad adecuada, comprale ese alimento húmedo que tanto le gusta. Con mucha nostalgia recuerdo a mis dos perritas que ya cruzaron el arco iris.
De más está recordarles que las mascotas no son regalos, requieren un compromiso*.
Para ir terminando, una advertencia. El DIY, (do it yoursef) no es para todos así que si no eres “handy” ni “crafty”, mejor déjaselo alguien más.
Y por último y lo más trillado y a la vez lindo de la época. Todos esos buenos deseos, todos esos lindos recuerdos que te haz metido al corazón y todos esos momentos que forman parte del rompecabezas de la felicidad, atesoralos con fotos, con besos y carcajadas, porque el tiempo no se compra.
Ping Pong /
“La mascota:
Allí está bien fácil, todo animal adora comer y comer eso rico que no es concentrado. Siempre y cuando entre en la cantidad adecuada, comprale ese alimento húmedo que tanto le gusta.”
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...en una Guatemala con 50% de sus niños desnutridos.