Gastro: Hasta La Victoria siempre

Era sábado y a una amiga se le había arruinado la llanta de su bicicleta. Ofrecí llevar su bici a un taller cercano a su trabajo en mi carro. Mi premio fue una invitación a comer. Había calor, entonces queríamos algo fresco. Me habló de un restaurante increíble de comida peruana en la zona 10 llamado La Victoria donde vendían muy buenos sandwiches y ensaladas. Entonces nos dirigimos a la 14 calle y 4ta avenida esquina.

El restaurante es temático peruano y agradablemente estético. Tiene un parqueo pequeño a un lado. Está distribuido con un área para sentarse adentro y afuera, y un baño con un espejo increíble para tomarse selfies de cuerpo completo.

El menú consistía de una variedad de panes de distintos sabores. Por recomendación opté por Cerdo Glaseado Nikkei –lascas de cerdo agridulce con salsa Hoisin, jengibre, encurtido de cebolla morada y ají amarillo–, el cual venía acompañado de una ensalada Inka pequeña, además pedimos una porción de yuca frita y, por curiosa, una gaseosa Inca Kola.

La ensalada fue lo primero que nos sirvieron. Una fresca combinación de maíz frito, lechuga, tomate, zanahoria rallada, quinoa y un delicioso aderezo. Luego llegó el sanguche que al morderlo hacía explotar sabores agridulces en el paladar.

Luego de una genial plática y devorar todo lo que se pudo del platillo, pedimos el resto para llevar. Salimos con el estómago lleno y el corazón contento. Los precios están entre Q45 y Q125, pero vale la pena cada centavo.

La experiencia fue tan increíble que tengo toda la intención de volver y probar más del menú que, además, tiene entradas, postres, bebidas y piscos, 20 tragos distintos con ese aguardiente de uva.