¿De qué hablar ahora? Me encuentro buscando teorías y razones por las cuales escribir un artículo, mi tendencia perfeccionista de mujer Virgo me condena muchas veces a dejar de hacer ciertas cosas por la búsqueda constante de eso que me traerá satisfacción.
Pero hoy no tengo mucho por decir. Hoy solo tengo una historia que compartir.
Y compartiré lo que he aprendido en los últimos años acerca de la verdadera solución que me ha brindado el yoga en el día a día.
Dicen los yoguis en la India que la herramienta más importante que nos brinda el yoga es la habilidad de mantener una conexión constante con el corazón. Con Dios, con el Universo o conocida también como la fuente de amor infinita.
En lugar de alimentar los pensamientos que nos llevan siempre hacia el pasado o memorias, o al futuro siendo pura imaginación, es realmente trabajar con mantener una conexión con el ahora. Y realmente el único trabajo que vale la pena hacer.
Personalmente esta conexión la siento en el corazón y en el estómago. Cuando siento miedo, automáticamente las ganas de comer se me van y la ansiedad recorre todo mi cuerpo. Ayer me encontraba en una de estas situaciones que generan incertidumbre de que algo que aprecio salga de mi vida.
Prendí una vela, me acosté, puse incienso, música para sanar el 3er chakra o Manipura chakra (320 hertz) , hice un mudrá (gesto reflexológico con las manos), coloqué un citrino (cristal amarillo) en mi vientre y cerré los ojos. Comencé a visualizar un fuego creciente en el estómago y a decir las siguientes afirmaciones: soy suficiente, mi trabajo es suficiente, confío en mi Auto Poder, expreso mi identidad sin poner mi voluntad ante los demás, estoy en armonía con lo que me rodea.
Sabía que la ansiedad venía desde esta continua confusión mental. Mucha confusión. Este chakra está conectado con la energía de la mente, del ego y por ende, del miedo. Estaba vibrando en la frecuencia del miedo y sin darme cuenta, estaba atrayendo mis más profundos miedos a mi presente. Tenía mucho miedo de perder esta posesión e inconscientemente me encontré en la situación que tanto pensaba que quería evitar.
Entonces, me calmé. Comencé a sanarme. Y funcionó.
En el presente no hay sufrimiento. Los yoguis de la India dicen que uno mismo es el mantra. El mantra es más conocido como un canto u oración en sánscrito, pero también puede ser una simple afirmación en español. Sucede que muchas de estas afirmaciones pueden ser inconscientes, como por ejemplo: no soy suficiente.
Pero cuando uno adopta y mantiene este mantra, siendo uno el mantra, uno puede mantener esta conexión con Dios o el Universo siempre.
El yoga me ha dado esto: la solución está a mi alcance, en el silencio, en mi cuerpo y en mi constante trabajo con mantener esta conexión, esta llama de fuego que necesita alimento constante se la doy yo, con consciencia y amor. Somos nosotros mismos los que nos bloqueamos de sentir el amor infinito al pensar que lo encontraremos en el pasado o futuro. Al pensar que lo obtendremos de algo externo. Pero está aquí, en este momento es tuyo. Lo único que necesitas es creer.
Jose Gonzalez /
Excelente! Gracias por compartir.