¿Por qué fracasan los proyectos de infraestructura del Gobierno y la Municipalidad antes siquiera de iniciar oficialmente su funcionamiento? La respuesta es muy simple: porque se necesita pensar y no sacarse cualquier cosa de la manga contal de que la gente crea que se está trabajando.
El Libramiento de Chimaltenango se derrumba antes de su recepción y la “Chula” se descarrila en sus primeras pruebas de recorrido con el presidente, el alcalde y otros pasajeros a bordo. Y el común denominador de ambos proyectos es la inexistente o deficiente planificación.
El enésimo derrumbe
El colapso de un proyecto de Q478 millones antes de ser “recepcionado”, como dice el ministro Benito, no tenía precedente en Centroamérica y la obra que debería tener una vida útil de 100 años, se sigue derrumbando antes de las primeras 100 semanas.
La excusa de las garantías no es válida. La pésima calidad de la obra no puede justificarse con la existencia de fianzas como estas que únicamente tiene vigencia de 18 meses. Después resultará que la obra sólo sirve en verano y que el usuario la debe transitar bajo su propio riesgo.
Las fianzas en proyectos de este calibre suelen durar 60 meses y a como están las cosas, uno se pregunta si no habrá sido que la redujeron a sabiendas del riesgo que existía en el tramo. Y es importante aclararle al Sr. Presidente que el objetivo de las fianzas no es corregir los errores de una obra que se ejecutó con una pésima calidad, sino garantizar que se mantenga el buen estado de la obra cuando ésta se ejecutó con la mejor calidad posible. Ese no es el caso del Libramiento de Chimaltenango.
Como ya comenté antes, la pésima calidad no se limita a los taludes y cortes. Imagínense hasta dónde llega el descaro que dónde deberían haber puentes nos están vendiendo una bóveda que no es más que una tubería gigante.
El descarrilamiento del alcalde y el sr. presidente
Ricardo Quiñones, Jimmy Morales y Alejandro Giammattei buscan desesperadamente ganar la simpatía de la población, en especial de las generaciones que nunca han visto un tren funcionando en Guatemala. Intentan hacer creer a la población que este tren histórico puede funcionar como un tranvía, que ellos denominan y publicitan como un “tren urbano”.
Pero esa improvisación, como está pasando con el libramiento, nos puede salir cara. Incluso puede tener consecuencias mortales para la población. El riesgo al que estarán expuestos los pasajeros ya pudieron vivirlo en carne propia los funcionarios cuando “La Chula” se descarriló a pocos metros de iniciar su recorrido, dejando a ambos gobernantes en ridículo a nivel nacional e internacional.
Por su capacidad, características técnicas (funcionamiento a base de diésel y no electricidad), dimensiones, antigüedad e inexistencia de estaciones adecuadas de abordaje, la “Chula” y su recorrido no puede clasificarse como un servicio de transporte colectivo.
En realidad es un servicio turístico con fines propagandísticos para los proyectos que publicita la Municipalidad de Guatemala, específicamente el MetroRiel.
Y aunque otra vez Jimmy Morales intentó relativizar el penoso incidente argumentando que era únicamente una prueba de recorrido y que era algo que podía pasar, no podemos tomar esto por algo normal.
En países con un sistema funcional ferroviario las pruebas de recorrido se realizan semanas después de haberse concluido los trabajos de construcción o rehabilitación y antes de iniciar las operaciones, es decir sin pasajeros para evitar cualquier accidente que pudiera ocurrir en el recorrido. En este caso lo único que hubo fue publicidad.
En los 10 años que he trabajado como planificador y revisor estructural en el sector ferroviario alemán nunca he visto que un tren se descarrile en una prueba, mucho menos que se realicen con mandatarios a bordo.
La base fundamental del sistema europeo ferroviario es la seguridad de quienes interactúan en él: pasajeros, conductores, transeúntes, etc. Las instituciones de gobierno de los países miembros de la Unión Europea están obligados a verificar que las empresas que prestan el servicio de transporte cumplan con las normativas que regulan el servicio con el fin de minimizar los riesgos inevitables en un sistema tan complejo como éste. En Guatemala, en cambio, la seguridad e integridad física de los usuarios de proyectos de infraestructura no tiene importancia para las instituciones de gobierno.
El descarrilamiento de la “Chula” en varios puntos de su recorrido es alarmante y pone en evidencia el alto riesgo al que se expondrán quienes utilicen este servicio turístico como medio de transporte y el costo que están dispuestos a pagar las autoridades para promocionar sus “megaproyectos”.
A ellos quizás no les preocupe porque una vez inaugurado el tren, seguirán viajando en sus cómodos carros.
Los riesgos de poner en marcha un tren histórico en una vía ferroviaria precaria se hicieron evidentes para todos el fin de semana. Si FEGUA no toma medidas inmediatas al respecto, la “Chula” dejará lisiados, mutilados y muertos a su paso. Un proyecto como éste nunca debió haberse puesto en funcionamiento sin planificación ni rehabilitación del tramo y me atrevo a pronosticar que la “Chula” estará fuera de circulación en el corto plazo y no precisamente por decisiones políticas.
Por favor, no nos acostumbremos a la mediocridad
No son estas el tipo de obras que como ciudadanos merecemos. Un problema tan complejo como el caos vial que se vive a diario en la ciudad de Guatemala no puede resolverse con un tren histórico y un servicio turístico. Se necesita de un Sistema Integral de Transporte el cual necesitaría de muchos años para realizarse, resolver el problema y ver resultados tangibles en las calles de la ciudad.
Y espero, sinceramente, que esto no sea parte del “tren rápido” que Alejandro Giammattei promocionó en campaña como su “megaproyecto”. Por el bien de todos espero que no. Y espero que hagan públicos todos los documentos durante el proceso de planificación para que podemos evaluarlos.
Así podremos evitar, como ciudadanía que fiscaliza, los enormes costos que ya nos significó el Libramiento de Chimaltenango. Ahora debería ser la “junta de recepción”, que debería estar conformada idealmente por profesionales y expertos en infraestructura, la que proteja los intereses del país y no de por recibida una obra en donde existen tantos riesgos. Si lo hacen será un acto “kamikaze” y ellos mismos firmarán su condena si es que la justicia no se ve cooptada.
Lo que nos toca a nosotros es recordarle al Ministerio Público y la Contraloría General de Cuentas que tienen una investigación pendiente y que deben determinar a los responsables. Al menos yo estaré atento cuando hagan público sus informes para revisar la veracidad de estos en el aspecto técnico.
Porque ni la mediocridad es normal ni tampoco tenemos por qué acostumbrarnos a ella.
Juan Pablo Pira /
¿Se descarriló "La Chula" o uno de los vagones que jalaba? No que sea algo terriblemente importante, pero para hablar las cosas precisas...
Miriam /
Excelente artículo.
Lorenzo /
Hola señores y señoras da tristeza ver que las vias del tren pasaran sobre rieles viejos,por seguridad no hay que usarlos, no es que sea uno antisocial. Pero. Mas vale prevenir que lamentar
Guillermo /
En marzo de 1930, es decir hace casi 90 años, allá en Quetzaltenango, se inauguraba el Ferrocarril de los Altos, un tren con vagones para pasajeros y de carga, un tren eléctrico, un tren de verdad! Fue uno de los mejores transportes de ese tipo en toda Centroamérica y el único ferrocarril eléctrico en Guatemala. ESO SUCEDIO HACE CASI 90 AÑOS!!! Y ahora salen esos imbéciles de Ricardo Quiñonez, Jymmy Morales y Alejandro Giammattei con otro acto de circo, con esa mamarrachada de "tren urbano" que se descarrila en la primera prueba!!! Cuánto hemos retrocedido con esa trinca mafiosa de pendejos? Solamente en una "banana republic" pueden pasar esas cosas. Estos tipos se burlan de la gente, se burlan del pueblo y ponen en ridículo a este país. Pobre, pobre Guatemala, le han robado hasta la dignidad.
frank lopez hurtarte /
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CHATARRA PARA "LA PLEBE"
MILLONES PARA EL CACIF
Para el transporte diario de miles de trabajadores honrados, la clase política corrupta saca, literalmente, piezas del Museo del Ferrocarril.
Para que los ladrones de cuello blando de la oligarquía evasora representada en el CACIF se termine de enriquecer, debemos construirles la carretera de Escuintla a Puerto Quetzal, de nuestros impuestos, para que luego nos extorsionen con cobros por peaje, y con recursos que pertenecen a todos los guatemaltecos.
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Qué tal?
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Victor lopez /
En futbol, en politica, en seguridad, etc para eso somos mediocres... pero para lo malo alli si somos "buenos" que no sea para ir a hueviar, por que alli si ... ni dos veces lo pensamos . Por su puesto no todos los guatemaltecos somos asi, es un decir...