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Un país para los justos, no para los "vivos"

Guatemala vive una realidad, que parece más sacada de una novela del realismo mágico, escrita por el buen Gabriel García Márquez.  Lo que Miguel Angel Asturias escribió en El Señor Presidente, sigue teniendo una validez casi intacta 100 años después.

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Esta es una opinión

Las condiciones del sistema hospitalario y educativo son precarias. Eso, cuando al menos hay un hospital cerca.

Foto: Carlos Sebastián

Guatemala vive una realidad, que parece más sacada de una novela del realismo mágico, escrita por el buen Gabriel García Márquez.  Lo que Miguel Angel Asturias escribió en El Señor Presidente, sigue teniendo una validez casi intacta 100 años después. Aquel que les conté se parece a Don Meme (Manuel Estrada Cabrera). Como diría Miguel Angel Asturias: ¡En Guatemala, solo se puede vivir bien bolo!

¿Que hacemos en esta Guatemala?

Yo no sé nada de derecho (por aquello que salga alguno a discutir sí tengo razón o no), pero sé que la corrupción en el país nos ha llevado a pasar hambre, miseria, muerte y destrucción. Sé que es vivir en la Guatemala profunda que sufre, que vive la pobreza extrema, y que en vez de salir adelante, se hunde más y más.

Sé también lo que es tener familia hospitalizada en el sistema de salud pública. Que los médicos te pidan comprar la medicina y los implementos médicos afuera, para que el paciente pueda ser atendido de la manera más digna. Eso, si se tiene la suerte de tener un hospital cerca. Si no, hay que caminar mucho para buscar la atención necesaria. La realidad que se vive en los pueblos, en donde el sistema de salud tiene abandonados a los más indefensos de la sociedad.

Conozco el sistema de educación pública. Sé de sus grandes deficiencias y de las carencias en infraestructura, personal, servicios básicos para las chicas y chicos que estudian en esas escuelas. Es un sistema educativo que vuelve a condenarnos a la pobreza.

CICIG, la luz al final del túnel

¿Cómo no pensar en la CICIG como una tabla de salvación, en un mar en que zozobra cualquier intento de hacer las cosas correctamente? Uno que promueve la cultura de la corrupción: que valida la viveza del corruptor y la sella con la frase perversa "¡el mundo es de los vivos!"

Al escuchar el informe de gobierno, casi parece que vivimos en una realidad alterna. En dónde hay bienestar para todos, cuando la realidad es que este es para unos pocos y para el resto, queda una condena a la exclusión.

¿Qué me queda? Encender unas candelas y pedir a Ajaw Creador y Formador que se cumpla la justicia tan anhelada en este país. En donde el justo reciba lo justo y el corrupto reciba el castigo por sus acciones.

No pedimos venganzas, como diría el discurso ceremonial, sólo pedimos justicia cuando encendemos nuestras candelas.

Quiero habitar en un país en donde el buen vivir es la norma.

Julio David Menchú
/

Maya K’iche’, Ajq’ij o contador del tiempo, aprendiz de Aj Poronel (el que quema las ofrendas). Padre de dos hijos que le enseñan más de lo que cree. Pro vida y casado con una mujer que le tiene muchísima paciencia. Ama la Historia y se dedica a su enseñanza.


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COMENTARIOS

RESPUESTAS

    Roxana /

    17/01/2019 10:09 PM

    Que buen análisis. Me.gusta.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Víctor López /

    16/01/2019 9:13 PM

    Lástima que a las elites no le importemos como pueblo , esta gente ya no se compone... Ha corrido mucha tinta, ( y sangre) y ello les da igual... Lo que les importa es cuidar sus monopolios y especular con los precios ... Y encima de eso todavía se roban el billete .., como no vamos a estar en la miseria...

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Juan Carlos /

    16/01/2019 4:38 PM

    Me parece sencillo y directo tu artículo! no hay mas ciego que el que no quiera ver. En Guatemala el pueblo sufre a costa de la corrupción y estos políticos y empresarios no quieren perder su status quo.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!



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