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México y su estrategia del silencio no detiene el aliento de los hondureños

La histórica caravana de hondureños se disgregó en México: unos cruzaron con las condiciones del gobierno, la mayoría lo hizo en balsas por el río y se encaminan a Tapachula, hay quienes volvieron a Honduras exhaustos y otro grupo numeroso espera como refugiado en Tecún Umán.

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México cerró su paso. Permitió el ingreso a un grupo reducido, mientras el resto de la caravana de hondureños permaneció durante horas en el puente sobre el río Suchiate.

Foto: Gabriela Ríos

Sin soltar a su bebé de ocho meses, una mamá mexicana de 18 años observa la llegada de un bus lleno de hondureños. Parada delante de la estación migratoria Siglo XXI, un centro de detención temporal de migrantes en Tapachula (Chiapas), se pregunta cuándo podrá ver a su novio, el padre de su hija. Él está incomunicado dentro del edificio hace más de 24 horas. Su pareja, un joven de San Pedro Sula (Honduras) fue detenido en la frontera de Tecún Umán con Ciudad Hidalgo, y nadie le da información. “Los policías me dicen que lo van a deportar”, dice Leslie García, quien pide proteger su identidad real.

La tensión por no lograr pasar legalmente a México, provocó un fuerte enfrentamiento el 19 de octubre entre los policías antimotines de México y los hondureños que integraron la caravana migrante que cruzó Guatemala en dirección a Estados Unidos durante la última semana. Un grupo de unas 200 personas, sobre todo mujeres y niños, pasó legalmente por la valla con apoyo del gobierno.

Algunos hombres que pelearon o fueron golpeados por los agentes, pasaron a la oficina migratoria. Uno de esos fue el novio de Leslie García. Otras cuatro personas llegaron con ella el día antes a reclamar. La respuesta fue ninguna.

Aunque vivía en Ciudad de México, hacía seis meses que acordó con su pareja que su hija conociera a su abuela, en San Pedro Sula. Al ver la caravana por la televisión, ambos decidieron regresar así a México. Se posicionaron frente a la valla mexicana y ambos pasaron. Ella tenía prioridad porque iba con su bebé. Él, porque se había enfrentado a la policía.

Lea: La caravana de hondureños según los niños que los acompañan (fotos)

Un día después, sigilosamente, el bus blanco que Leslie García ve llegar, recorre los 32 kilómetros que separan Ciudad Hidalgo de Tapachula custodiado por dos automóviles de la policía federal. En su interior, alrededor de 60 personas hondureñas. Su destino: la estación migratoria Siglo XXI, un edificio sin acceso y sin vocero al que pedir información.

Un niño sostiene la bandera de Honduras. Después de atravesar Guatemala, la caravana intentó llegar a México por el puente internacional Rodolfo Robles.

Un niño sostiene la bandera de Honduras. Después de atravesar Guatemala, la caravana intentó llegar a México por el puente internacional Rodolfo Robles. (Foto: Carlos Sebastián)

El autobús se llenó en la última apertura que México hizo a la caravana el día 20 a la una de la tarde. Solo para 300 mujeres, niños y hombres enfermos que estaban en las puertas del puente que une Ciudad Hidalgo (México) con Tecún Umán. Allí más de 4,000 hondureños esperaban desde hace más de 48 horas a que el gobierno accediera a dejarlos pasar después de una semana de viaje.

Hace más de treinta horas que en la caravana nadie sabe nada de las primeras personas que subieron a los buses. Como el novio de Leslie García. De todos los pasajeros de los últimos dos días, no hay información pública. Son más de 380 personas registradas para obtener el estatus de refugiado temporal en México, según la agencia de la ONU para refugiados (Acnur).

En estos días, Acnur ya visitó la estación migratoria Siglo XXI y la extensión del edificio en una nave de un parque ecológico de Tapachula. Pero no ha dado declaraciones. También lo intentó la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Al menos dos oenegés han solicitado acceder para ver a los hondureños y el "no" fue la respuesta inmediata. El silencio oficial impidió confirmar si el espacio que se amplió servirá para llevar a quienes cruzaron de manera ilegal y sean capturados en el camino.

—Realmente no se sabe quiénes están en la estación y quiénes en los refugios—, afirma Marcela Alonso, de la Red Jesuita Por Migrantes en México.

México montó un operativo con la Policía Federal para interrumpir el paso de la caravana de hondureños, esto desde el mediodía del viernes 19 de octubre.

México montó un operativo con la Policía Federal para interrumpir el paso de la caravana de hondureños, esto desde el mediodía del viernes 19 de octubre. (Foto: Gabriela Ríos)

Lea: Para los hondureños de la caravana regresar a su país no es una opción

Horas de desesperación

El miedo a que si se subían a un bus, iban a ser deportados a Honduras, marcó la opinión de una caravana que empezó el sábado 13 de octubre en San Pedro Sula, y que en una semana, experimentó muchos cambios. Organizada originalmente por el exdiputado del partido Libre, Bartolo Fuentes, llegó a la frontera con México sin su principal líder, después de que fuera detenido en la frontera entre Honduras y Guatemala. Sin liderazgos confiables y con mucha falta de información, la gente ayer en el puente pensaba que por apuntarse un número en una hoja de papel, como si fuera una ficha, eso ayudaría a pasar a México.

La incertidumbre y desesperación se apoderó de los hondureños sobre el puente. Se anotaban en listas para ordenar el supuesto paso a México. (Foto: Carlos Sebastián)

La incertidumbre y desesperación se apoderó de los hondureños sobre el puente. Se anotaban en listas para ordenar el supuesto paso a México. (Foto: Carlos Sebastián)

De la captura de Bartolo habló ayer Jimmy Morales, rodeado por sus ministros de confianza, como si fuera una victoria. Y aunque agradeció la solidaridad de las guatemaltecos, fue muy duro al dirigirse a las personas que migran de manera irregular. Luego habló de la muerte de una persona hondureña de la caravana que cayó de un carro que le ayudaba a avanzar. "No arriesguen su vida", dijo Morales dirigiéndose desde muy lejos a un grupo segmentado que parte ahora de Ciudad Hidalgo para seguir el viaje.

Había dudas de si el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, visitaría el puente para hablar con sus compatriotas. Pero eligió hacerlo lo más cerca que políticamente pudo permitírselo: en Ciudad de Guatemala, con Jimmy Morales. Hernández ofreció sin concretar ayuda a los que decidieran volver.

—En Honduras y en Centroamérica siempre ha existido migración y no únicamente de Centroamérica, sino también se da el paso de seres humanos que vienen de Sudamérica, del Caribe, inclusive de África—, dijo Hernández antes de admitir que la caravana fue un hecho sin precedentes.

Los presidentes Juan Orlando Hernández y Jimmy Morales presentaron un plan para retornar a los hondureños. (Foto: Lenin Patá)

Los presidentes Juan Orlando Hernández y Jimmy Morales presentaron un plan para retornar a los hondureños. (Foto: Lenin Patá)

Ambos mandatarios criticaron la movilización de personas huyendo de sus países y se atrevieron a asegurar que existen "motivos políticos". Juan Orlando Hernández incluso fue más allá, hasta decir que "se aprovecharon de la necesidad de estas personas".

Con la mediática respuesta a la caravana, la Secretaría de Gobernación (Segob) de México desafió a su propio mandato sobre estaciones migratorias. Entre los derechos de los detenidos está poder comunicarse, llamar y recibir visitas de familiares. La mayor parte de los migrantes quiere llegar a Estados Unidos, pero la posibilidad de solicitar refugio en México por 45 días, al menos para viajar, pareció una opción viable.

Fueron más de 24 horas las que pasaron para que el gobierno de México abriera el paso, pero no fue para todos. Mujeres, niños y algunas familias completas como prioridad. No fueron más de 300 personas a las que se les permitió el ingreso por esa vía. (Foto: Carlos Sebastián)

Fueron más de 24 horas las que pasaron para que el gobierno de México abriera el paso, pero no fue para todos. Mujeres, niños y algunas familias completas como prioridad. No fueron más de 300 personas a las que se les permitió el ingreso por esa vía. (Foto: Carlos Sebastián)

Por eso, mientras Leslie García jugaba ayer con su bebé, llegó una familia de La Ceiba a la estación migratoria Siglo XXI con idea de pedir refugio. Sabían de la caravana de Bartolo desde agosto, pero tuvieron que huir en septiembre, antes de lo previsto, porque la  pandilla Mara Salvatrucha (MS), la más peligrosa del mundo según el presidente estadounidense Donald Trump, les acosaba con el pago de extorsión y con la exigencia de que su sobrino, al que habían criado, se uniera a la pandilla.

Lea: Trump amenaza, México se arma y Guatemala captura a líder de la #CaravanaDeMigrantes

La fiesta de la balsa

En el puente ha quedado  poca gente. Han hecho una especie de campo de refugiados donde esperan que México les permita pasar. El PDH de Guatemala, Jordán Rodas, visitó el lugar este domingo para verificar la situación de los hondureños en Tecún Umán y para asegurarse que tengan los servicios de atención mínimos.

Quienes se quedaron en el puente o cerca de él hicieron champas con plástico para esperar las horas, no se sabe cuántas más, para pasar al lado mexicano. (Foto: Carlos Sebastián)

Quienes se quedaron en el puente o cerca de él hicieron champas con plástico para esperar las horas, no se sabe cuántas más, para pasar al lado mexicano. (Foto: Carlos Sebastián)

Varios centenares, asustados por los acontecimientos de las últimas horas, regresaron a Honduras en buses gratuitos desde Tecún Umán. La mayoría cruzó el río Suchiate en las balsas que normalmente se usan para transportar contrabando y vecinos de un lado a otro. En Tapachula se vuelve a formar la caravana para continuar con el intento de llegar a Estados Unidos.

Miles de hondureños pagaron para pasar ante una policía federal que solo impidió el paso por la oficina migratoria, no por suelo mexicano. Quieren continuar ahora el largo camino a Estados Unidos, que durará al menos cuarenta días. Por eso, probablemente, la noche del sábado, parecía una fiesta de lado a lado del río. Hondureños entusiastas se animaban a gritos ahogados para cruzar en lo que parecía la fiesta de la balsa.

Las balsas, por donde a diario transportan contrabando y vecinos del lugar, fueron utilizadas por cientos de hondureños para cruzar por su cuenta, sin la ayuda de México. (Foto: Carlos Sebastián)

Las balsas, por donde a diario transportan contrabando y vecinos del lugar, fueron utilizadas por cientos de hondureños para cruzar por su cuenta, sin la ayuda de México. (Foto: Carlos Sebastián)

Los hondureños que cruzaron por el río animaban al resto de la caravana para que hicieran lo mismo, dada la negativa (y silencio) de México para que continuara la caravana por su territorio. (Foto: Carlos Sebastián)

Los hondureños que cruzaron por el río animaban al resto de la caravana para que hicieran lo mismo, dada la negativa (y silencio) de México para que continuara la caravana por su territorio. (Foto: Carlos Sebastián)

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COMENTARIOS

RESPUESTAS

    Cesar A. /

    22/10/2018 12:38 AM

    ¿No les remuerde aunque sea un poco la conciencia (si aún la tienen)? Vender su opinión disfrazada de noticia al mejor postor (Soros en su caso), eso es un acción de mercenarios, ojalá el sufrimiento de estas personas les persiga a ustedes por el resto de sus vidas.

    ¡Ay no!

    5

    ¡Nítido!



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