Cuando al fin aprendí a pedirle yo a mis amigos que bailaran aunque fuera una vez conmigo, sentía esas mariposas en el estómago que vienen de tener otro cuerpo cerca que se mueve a un ritmo complementario con uno.
Luego, en mis veintes, viajé a Colombia y sentí que estaba en el paraíso. ¡Todo el mundo baila! ¡Bien! ¡Todo el tiempo! Me quedaba sentada, pero para verlos moverse. Parecía que flotaban de lo suave que se torcían, esa quebradura de caderas que tienen ciertas mujeres y que lleva a admirarles sin remedio el lugar que apoyan para sentarse. Alguno de los colombianos del grupo se compadeció de mí y tuvo la paciencia de guiarme. Casi me enamoro. De todos.
Bailar bien, con alguien que sabe hacerlo, para mí, es volar agarrada de algo. Hay una mano firme que marca la dirección, una pierna que se mete entre las de uno para sostener ciertos movimientos, otra mano en la cintura que aprieta y suelta y empuja y hala. Y una encuentra el ritmo entre el ir y venir, entre voltearse, alejarse, pegarse… Dejarse soltar y atrapar.
La música sirve como un río por el cuál dejarse llevar. Ni siquiera se necesita ser bailarín de concurso. Dos pares de pies que no se machuquen, brazos que se sostengan y ojos que se miren. Pocas cosas más bonitas que ese balanceo.
De allí, a una caricia en la cadera, un beso, un acercamiento hasta que la ropa estorbe, queda muy poco. ¿Quieren hacer algo diferente con su pareja? Pongan un par de canciones lentísimas, abran una botella de vino o dos y sáquense a bailar. No hay nadie viéndolos. Es un placer sólo para dos.
Suena If I Ain´t Got You de Alicia Keys y uno se recuerda que hay romance en el mundo y declaraciones absolutas. Es un poco exagerada, pero alguna vez se sintió uno así y es bonito regresar a eso.
Luego sale Sade, con Ordinary Love y la cosa ya se va poniendo más seria. “Te di todo el amor que tenía, te di todo lo que podía dar, te di amor”, en esa cadencia tan lenta y sólo queda pegarse más, porque la música lo envuelve a uno.
Pero se mete Tesla con Love Song y uno se ríe, porque es una de la adolescencia y la canta. Es un buen rompe tensiones. Las cosas iban demasiado rápido.
Norah Jones vuelve a acercar a los dos cuerpos que se separaron un momento con Come Away With Me, cantando imágenes de lluvia sobre techos de metal y tardes de amor.
Un poco de doble sentido con Amor Papaya de Carlos Sadness le da un brillo pícaro a los ojos que ya se miran con hambre.
I Can´t Go on Without You de Kaleo y ya uno quiere llorar porque no se quiere soltar jamás.
El último empujón viene con Feelin´ Love de Paula Cole. Si no se mojan con esa canción, es porque no tienen corazón. Imposible no bailarla con una pierna metida entre la ingle y manos que se escapan de los lugares comunes para tocar y apretar y desnudar.
Cada quien tiene un playlist para ponerse en el humor correcto. Yo tengo una que se llama “Para Sentir”, porque “Para Coger” sonaba muy feo y todavía me da un poco de pena, aunque no parezca. https://open.spotify.com/user/225v3l74ejwak22j46bvxgzzq/playlist/47dv0NdUWuUX44wpm572fK
Ya una vez uno está pegadito, moviéndose juntos, respirándose la piel, las bocas muy cercanas, el resto de la noche se va solito. Si tan fácil que es dejarse llevar por la música.
Ce /
OK. a mí me pasó pero al revés... yo invitaba a bailar y no querían,, costaba mucho.. entonces,, a ver,, un día te invito a bailar y de pronto aceptás.
frank lopez hurtarte /
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SI, PERO...
... te faltó la más sexy de todas las sexies, Serge Gainsburg y Jane Birkin "Je T´aime", una canción donde el estudio de grabación se traslada a la intimidad de la cama. Y luego zoom -anatómico- de soda stereo: sexy, sí y solo sí se le presta atención. Y a una amiga le compartí Never Tear Us Apart de INXS, y me dijo "me excité".
Pero está bien. Vivir más y las palabras salen a borbotones.
Mercedes Escoto /
Me encantó!!, me encantó!! en verdad gracias!!! Amé el nombre del playlist!!