¿A dónde irán las niñas expulsadas de San Bartolomé Milpas Altas?

La casa hogar en San Bartolomé Milpas Altas, Sacatepéquez, fue inaugurada el pasado 15 de julio  con 36 adolescentes. Tenían diferentes perfiles, habían sido víctimas de violencia, abuso sexual y otras sufrían de adicciones. Nómada publicó el 1 de agosto cómo la comunidad de San Bartolomé Milpas Altas rechazó a estas adolescentes a pesar de ser menores que necesitan de la protección de la Secretaría de Bienestar Social (SBS).

Conocé las historias de tres de las menores en la casa hogar aquí.

Con la ayuda y presencia del alcalde de San Bartolomé Milpas Altas, Rubén Ernesto Axpuac, y el diputado por Sacatepéquez, Julio Ixcamey —ambos de la UNE— los comunitarios organizaron una manifestación el 26 de julio afuera de la sede de la SBS para manifestar su rechazo al hogar a pesar de que las condiciones eran excelente para las niñas. La presión continuó y sus esfuerzos tuvieron una respuesta.

Después de cuatro meses, la SBS decidió desalojar la residencia.

El subsecretario de Protección y Acogimiento a la Niñez y Adolescencia, Marwin Bautista Gutiérrez, explica que la SBS considera que mantener las adolescentes en la casa sería exponerlas a maltratos e insultos por parte de los comunitarios.

—Nosotros sí quisiéramos continuar en la casa por el ambiente: es amplia, ventilada y tiene espacios para la recreación y los talleres. Lamentablemente, los mismos residentes del lugar no nos permiten continuar en la casa. Nosotros no podemos correr el riesgo de vulnerar a las adolescentes, porque hay un rechazo. Es un tema de discriminación. Tomamos la decisión de mejor trasladarlas.

Bautista Gutiérrez asegura que el traslado de las menores no se debe únicamente a la presión de los vecinos, también es para cumplir con un nuevo modelo de protección para las y los adolescentes bajo la tutela de la SBS.

—Una de las nuevas propuestas que dio esta nueva administración asumida en abril fue una perfilación adecuada de los adolescentes, tanto hombres como mujeres. En este sentido, la residencia (en San Bartolomé Milpas Altas) fue una alternativa inicial a la situación que se estaba viviendo en las residencias en las cuales ellas habitaban anteriormente.

"Empezar de nuevo", uno de los mensajes para motivar a las niñas en uno de los hogares Zafiro.

Por hacinamiento, el grupo de menores —en ese entonces eran 24— fue trasladado en abril de una casa en la 18 avenida de la zona 1 de la capital a otra casa en la misma zona, pero también era pequeña. La SBS ya estaba buscando otra opción en San Lucas Sacatepéquez, pero los vecinos se opusieron y la institución decidió ya no alquilarla.

De julio a octubre el grupo creció a más de 50 adolescentes.

El nuevo modelo de protección que la SBS está implementando tiene como objetivo evitar los 'mega hogares', como el Hogar Seguro Virgen de la Asunción, y garantizar una atención especializada y personalizada según el perfil. Cada casa acogerá solo un tipo de perfil y tendrá máximo 15 adolescentes.

Para definir qué tipo de perfil tienen los adolescentes, la SBS creará un centro donde pasarán las primeros 72 horas después de ser institucionalizados para evaluar su condición y definir a qué casa irán.

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¿Por qué rechazan a los menores más vulnerables?

El traslado de las menores de San Bartolomé Milpas Altas ya comenzó. La SBS logró hacer acuerdos para alquilar tres residencias en la zona 1 de la capital. Entre septiembre y octubre dos grupos de 15 menores de entre 13 y 18 años fueron trasladadas a dos residencias para el perfil Buen trato para menores que han sido víctimas de maltrato y violencia.

A finales de octubre, otras 15 menores con el perfil Autonomía progresiva fueron trasladadas a una residencia que se especializa en preparar a menores de 16, 17 y 18 años —que no cuentan con un recurso familiar— para una vida independiente cuando sean mayores de edad y el Estado ya no las apoye.

En la residencia de San Bartolomé Milpas Altas queda un último grupo de 26 menores con el perfil de Consumo. Están a la espera de ser trasladadas porque la SBS no quiere correr el riesgo de dejarlas en una comunidad hostil.

Aunque Bautista Gutiérrez califica el rechazo y la discriminación hacia los menores bajo protección del Estado como un problema social, confía que en las zonas 1 y 2 las menores no vivirán el mismo rechazo como en San Bartolomé Milpas Altas porque se encuentran estables y contentas en las nuevas residencias. Antes de inaugurar las nuevas residencias, el personal de la SBS pasó de puerta en puerta para explicar quiénes son las menores y así sensibilizar a los vecinos.

Las menores se encontraban en una residencia en San Bartolomé Milpas Altas, pero la comunidad, el alcalde y un diputado las expulsaron.

—De las 14 residencias que tenemos, solo en la zona 14 han reaccionado los vecinos por los hechos lamentables de desestabilización de algunos adolescentes. Nosotros hemos notificado a los vecinos que llegaremos, que pondremos una residencia en un espacio determinado y no hemos tenido ningún problema. La única situación que se genera de manera esporádica es relacionada a la conducta de los adolescentes. Solo en Milpas Altas tuvimos problemas por el hecho de poner la casa.

El subsecretario ve con preocupación el aumento de menores institucionalizadas en el área metropolitana. Durante los meses de julio, agosto y septiembre de 2017, ingresaron 10, 17 y 23 menores al sistema de protección de la SBS. Este año ingresaron 76 menores en julio, 61 en agosto, y en septiembre la cantidad subió a 86.

—A nosotros nos preocupa considerablemente el tema del aumento de la institucionalización porque, por más residencias especializadas que abramos, se siguen llenando por el alto número de chicos institucionalizados que estamos teniendo.

Las tres residencias nuevas ya llegaron al límite de 15 adolescentes. ¿Qué pasaría si el juzgado de niñez y adolescencia institucionaliza a otra menor antes de abrir una residencia adicional? La SBS no respondió a esto.

Los nuevos hogares se ocuparán con menores según el perfil que se determine en la SBS.

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Tres Zafiros en el Centro Histórico

Nómada visitó las tres residencias nuevas en la zona 1 llamadas Zafiro II, III y IV. Las menores expresan estar contentas en los nuevos espacios que son amplios y cuentan con lugares no solo para recreación, también para talleres, y clínica de enfermería, psicología y trabajo social.

Javier Luna, el encargado del equipo de trabajo social, explica que la zona urbana tiende a ser más receptiva por tener un ambiente más diverso. Las menores salen a diario a estudiar y a diferentes talleres, y Luna agrega que la ventaja de la ubicación de las nuevas residencias es que todo queda cerca. Esto facilita que las menores tengan contacto natural y permanente con el entorno.

Mientras hacen un recorrido en las nuevas casas se reitera —varias veces— que este traslado será el último para estas adolescentes.

Las tres nuevas casas visitadas por Nómada tienen espacios amplios para atender a las menores. Se espera que cada hogar sean ocupados con 15 adolescentes.

Los espacios son acondicionados para que las menores institucionalizadas tengan bienestar.

Pasillos amplios, limpieza, iluminación y espacios para recreación fueron considerados para la renta de los inmuebles en zona 1.

Algunos de los principios que rigen en las casas hogar y los que intentan que las niñas sigan para la convivencia pacífica.

Las niñas se sienten cómodas en los nuevos espacios. Fueron sacadas de una comunidad hostil que rechazó su presencia.

Las niñas reciben también atención médica y psicológica durante su estancia en la casa hogar.