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Niñas escriben cómo han sufrido acoso sexual callejero

Al menos 200 testimonios de estudiantes evidencian el acoso sexual callejero en Guatemala. En los textos escritos por adolescentes de entre 12 y 16 años se lee el miedo que las niñas tienen al salir a la calle. Explicamos aquí este proyecto y las propuestas para combatir este fenómeno social.

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Uno de los testimonios.

Foto: OCAC

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“A veces me ha pasado que me andan molestando. Ya ni quiero salir a la calle, me siento mal cuando me pasa eso. A veces hasta quisiera no existir como mujer sino como hombre. Ya me cansé de que los hombres hagan esto, quisiera una solución para este problema, pero no hay ninguna. Voy a cumplir los 14 y voy a seguir sufriendo el acoso callejero.”

Una adolescente que quisiera ser hombre, en vez de mujer, porque así no tendría que enfrentar el acoso sexual callejero. El testimonio evidencia el efecto de la realidad que cada día viven las niñas y adolescentes al salir a las calles en Guatemala.

El anterior es solo uno de 200 testimonios de alumnas de 12 a 16 años de diferentes institutos en la zona 1 capitalina que fueron recolectados a principios de este mes por el Observatorio Contra el Acoso Callejero (OCAC) como parte de su primer proyecto enfocado en la educación llamado La Calle.

El acoso a las niñas y adolescentes

El OCAC fue creado por cinco mujeres en 2015. Desde entonces el observatorio trabaja para visibilizar el acoso sexual callejero en Guatemala y cambiar el discurso existente para que se entienda que el fenómeno constituye otro tipo de violencia contra las mujeres y no un “piropo”.

Cualquier persona que sale de su casa puede ser víctima del acoso sexual callejero, dice Lidia Guerra, fundadora del OCAC. Pero es documentado que las víctimas son mujeres, y los victimarios hombres. Igual que los delitos de violación y agresión sexual, el acoso sexual callejero no solo afecta a las mujeres adultas, también a las niñas y adolescentes.

Foto: OCAC

Foto: OCAC

“Cuando voy por la calle hay hombres que se me quedan viendo o silbando La verdad, eso me hace sentir incómoda porque yo soy una adolescente y ellos son adultos. Eso a mí no me gusta”.

Para ninguna de las 200 niñas y adolescentes que participaron en el ejercicio del OCAC el acoso era algo desconocido. Dos tercios de ellas decían haberlo vivido de forma directa, mientras el resto de las participantes había observado que sus amigas u otras mujeres sufrían el acoso. Todas lo describen como una práctica que les hace sentirse incómodas, amenazadas y asustadas.

Un tema importante que salió en los testimonios fue el acoso sexual callejero de parte de agentes de la Policía Nacional Civil.

“Los policías son los que tienen que cuidarnos, y son los que nos molestan en la calle.”

La calle donde quiero ser libre

Es un fenómeno social que no respeta la edad de las víctimas, y tampoco es una práctica que se aprende hasta ser mayor de edad. Por lo mismo se vio la necesidad de comenzar el proyecto La Calle para abordar el tema del acoso con las y los jóvenes, y apostarle a la educación para tener un impacto a largo plazo, explica Guerra.

—Nosotras sabemos que dentro de las aulas hay un tipo de acoso, que empieza cuando los chicos pasan a la pubertad y la adolescencia. En nuestro trabajo siempre hemos recibido comentarios de hombres que nos dicen “pero yo así conocí a mi novia”. Por eso quisimos enfocarnos en la sexualidad como uno de los temas del proyecto. Cómo vivir esa sexualidad y cómo conocer nuevas personas sin acosarlas.

El proyecto comenzó el año pasado con la producción del libro “La calle donde quiero ser libre” y un manual de trabajo para maestros con el apoyo de ONU Mujeres y el Fondo Centroamericano de Mujeres. El libro ya fue entregado a estudiantes y maestros de algunos institutos con interés en trabajar el tema.

Para abordar el acoso sexual callejero el libro se enfoca en cuatro temas principales; la violencia como un fenómeno social, la violencia contra las mujeres, la violencia en los espacios públicos y la sexualidad.

Originalmente el plan de OCAC era distribuir el libro a todos los institutos de la capital y darle acompañamiento a los maestros. Pero el observatorio ha encontrado resistencia, cuenta Guerra.

–Algunos maestros, sobre todo hombres, han puesto resistencia. Empezando con que las ilustraciones del libro no son acordes a lo que ellos quieren. También hay un tema generacional. Nos dimos cuenta que estos maestros tienen más de 50 años, entonces es una generación diferente a la nuestra y la de los estudiantes.

Las ilustraciones que causaban controversia, era una de un joven que tiene arete, y otra de una joven con un peinado estilo afro. “No representan a los estudiantes”, decía uno de los maestros, a pesar de tener dos alumnas en su aula con afro.

Los temas de sexualidad en este país sigue siendo un tabú a pesar de que es obligatorio dar educación sexual integral. Muchos maestros reaccionaron mal por una página específica en el libro que explica la diferencia entre el sexo y el género.

—Esa página casi la querían arrancar del libro. Tiene que ver con eso de que la sexualidad es un tabú y que es una generación diferente. A veces puede ser más complicado cambiar los paradigmas y la mentalidad de la gente adulta.

La semana internacional contra el acoso sexual callejero

“Sí he pasado por el acoso callejero. Hace poco yo iba en el bus y a la par mía se sienta un borracho. Y como yo iba con el uniforme el señor me empezó a tocar la pierna.”

Foto: OCAC

Foto: OCAC

Una parte importante del ejercicio de trabajar los testimonios de las alumnas fue aprender a reconocer el acoso y resaltar que no están solas. Es un fenómeno que afecta a la mayoría pero que aún es difícil hablar por lo que muchas de las alumnas escogieron compartir su testimonio de forma anónima. El uso actual de las redes sociales también influye, aclara Guerra.

–Son historias que no han podido contar a nadie más. Y ahora las redes sociales también se convierten en una forma de hostigar, intimidar y avergonzar a las personas cuando se sabe algo. Ellas saben eso.

En estos días se celebró la 9ª Semana internacional contra el acoso sexual callejero. Es la tercera vez que el OCAC Guatemala se une al esfuerzo para visibilizar que este problema no solo existe en Guatemala y el resto de Latinoamérica sino en todas partes del mundo. Espera motivar motivar a la población guatemalteca a actuar contra el acoso callejero.

Foto: OCAC

Foto: OCAC


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COMENTARIOS

RESPUESTAS

    Luis Paraiso /

    13/04/2019 11:55 PM

    "Youtuber que vendió pornografía infantil es beneficiado con fianza de Q3 mil David Alejandro Pascual Argueta, de 19 años, alias Valdroxx, acosaba a sus víctimas para que les compartiera fotos íntimas con las que armaba contenido en Youtube y lo vendía a pederastas."
    (Prensa Libre)

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Miriam /

    12/04/2019 5:52 PM

    Gracias Pia, por este tipo de artículo. Hay que tratar los "temas incómodos" y hacer ver que los piropos son acoso callejero, el acoso es violencia y no por estar normalizado se debe aceptar. Las niñas, jovencitas y mujeres adultas queremos sentirnos libres y sin miedo .

    ¡Ay no!

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    ¡Nítido!



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