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Black Panther: una posibilidad para la resistencia

Las mujeres de Black Panther son modelos duraderos para el futuro de la cultura pop y más allá.

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Black Panther no es únicamente una película sobre un súper héroe negro, Black Panther es una película sobre representación, sobre identidad y es la oportunidad de ver una gran producción de Hollywood contando una historia que no recurra a los mismos estereotipos de siempre sobre los hombres y las mujeres racializados. Black Panther ES sobre todo, una película NEGRA.

El súper héroe creado por Stan Lee y Jack Kirby aparece por primera vez en 1966 y después de haber recorrido nombres como Black Leopard o The Panther, se establece en la franquicia del cómic actuando solo, acompañando brevemente a Daredevil y posteriormente haciendo parte del ensamble de Avengers.

La película nos muestra a un T´Challa (Techala) que no encarna el arquetipo del macho alfa que tradicionalmente representa a los súper héroes; en cambio, la película (que cuenta con un reparto impresionante, una banda sonora increíble) logra ser un relato convincente, compasivo, emotivo, pero sobre todo, que se sale de los cánones establecidos por los últimos diez años y 18 entregas el universo extendido de Marvel.

T’Challa es un personaje que confía en las mujeres que lo rodean, escucha y se preocupa por la preservación de la identidad de su pueblo y sus tradiciones, representadas en el culto a la diosa Bast, en la importancia de la ancestralidad y en el uso de la tecnología para mejorar las condiciones de vida de la población; aunque tenga que sacrificarse por ello.

La producción del director Ryan Coogler y de su equipo, quienes como son en su mayoría personas racializadas como el guionista Joe Robert Cole, la diseñadora de producción Hannah Beachler y la diseñadora de vestuario Ruth E. Carter, se concentra en el viaje emocional de T´Challa hacia la madurez que requiere gobernar el universo afro-futurista de Wakanda. Esto, después de la muerte de su padre y en el medio de la aparición de tres “villanos” casi tan carismáticos como él mismo, dejando de lado trasfondos recurrentes en películas similares como: las historias de amor, la hipersexualización de los cuerpos femeninos o la incapacidad del protagonista de controlar sus impulsos sexuales, (sí hablo contigo, Tony Stark).

La película además cuenta con un reparto femenino estelar con Lupita Nyong'o, Danai Gurira, Angela Bassett, Letitia Wright y Florence Kasumba que nos muestran que es posible ver en la gran pantalla personalidades complejas, únicas, fuertes y con voz, rompiendo los esquemas unidimensionales para las actrices negras, leídas solo en tanto que su sexualidad, su potencial romántico, su capacidad como cuidadora –en el arquetipo de la mammy- o su sentido del humor. Las mujeres de Black Panther no están definidas en torno a T’Challa, sino que cada una de ellas tiene una algo que contar y lo hace sin el temor de las repercusiones que eso pueda tener debido al color de su piel. Esto sucede en la medida en que habitan un espacio para el desarrollo de cultura y su identidad que no está atravesado por la raza como condición de opresión. La discriminación la experimentan únicamente cuando salen de Wakanda y esto las moviliza de manera distinta, de acuerdo a las diferencias y a la postura política que habita cada una. Y es que, tener la posibilidad de ver tantas mujeres, tan diversas y con posturas políticas y culturales tan definidas, dentro de la narrativa de los y las super heroínas es algo que no habíamos tenido la posibilidad de ver antes en ninguna película de super héroes. En Black Panther, además,  todo esto sucede atravesando cuerpos racializados, los que históricamente han sido cuerpos oprimidos y cuestionados incluso en su identidad como mujeres. Las mujeres de Black Panther son modelos duraderos para el futuro de la cultura pop y más allá.

Quizás la única queja, es que la narración falla al mostrar la relación entre Okoye (Danai Gurira) y Ayo (Florence Kasumba), miembros del Dora Milaje o fuerzas especiales y protectoras de Wakanda, quienes en World of Wakanda, cómic escrito por Roxane Gay y Yona Harvey, son representadas como mujeres lesbianas, pero Marvel, se acobarda a la hora  de mostrar tan públicamente otras formas de amar y de vivir la sexualidad en cuerpos de mujeres negras y valdría la pena preguntarse ¿cuánto tiempo más vamos a tener que esperar por la posibilidad de ver amores y sexualidades queer en lo público?

Y otra: que a lo largo de la historia se presenta una dicotomía entre la manera cómo se desarrollan los ejercicios políticos de resistencia. Por un lado se critica una postura radical y se le define por estar atravesada por el el miedo, la venganza, la violencia y la amargura y así se termina por glorificar al oprimido que decide fundirse en la identidad del opresor, para construir con él un supuesto pacifismo. Como ocurrió en el caso de Martin Luther King y Malcom X, ambos hicieron parte de movimientos de resistencia y de búsqueda de la garantía de los derechos fundamentales de su comunidad desde dos lugares políticos completamente diferentes, pero igual de válidos y necesarios para las comunidades que cada uno de ellos representaba.  

Y no es que esté mal, sin embargo, es vital comprender que todas las comunidades oprimidas tienen la posibilidad de escoger cómo vivir su activismo político y que en muchos casos el beneficio para la comunidad está en ella misma y que las ideas radicales lo son porque como diría Angela Davis, van a la raíz, y no son malas per se, son diferentes y necesitan tanto trabajo como cualquier otra, y es que, tratar de silenciar a los oprimidos y la manera cómo viven su activismo ha sido una estrategia para que este desaparezca, como sucedió con el Black Panther Party, a comienzos de los años 80, cuando después de casi una década de resistencia un poco más de la mitad de sus miembros fue asesinada, mientras que la otra mitad permanecía en prisión, detrás de un discurso de criminalización de la raza y la pobreza, generando miedo y confusión en el resto de la población y desligitimando una posición política que llevaba años trabajando de cerca con la comunidad y persiguiendo la garantía del ejercicio de las libertades en condiciones de igualdad para toda la población negra de la época.

La cultura pop es un reflejo de lo que sucede en todas las esferas sociales y políticas, es por esto que frecuentemente encontramos historias protagonizadas por personas blancas, y que son el reflejo de lo que el sistema nos ha permitido contar. Para los demás es un poco más difícil encontrar personajes que nos representen y es por esto que Black Panther es importante, porque relata la humanidad que habita esos cuerpos que detrás de los siglos de opresión han sido narrados por otros, que nos han puesto en la posición de ciudadanos de segunda y que impiden que otros y otras puedan relacionarse con nosotros de manera empática. Relación que en el clima político actual es casi una necesidad. Black Panther nos muestra que hay una revolución posible desde nuestros cuerpos y desde nuestras historias, pero también es la muestra de que estamos listos para empujar esa revolución asumiendo con seriedad el activismo y la resistencia.

Andrea Sañudo Taborda
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Andrea Sañudo Taborda es abogada exiliada, profesora, aprendiz de la radio, yogui o doméstica y vegana. Leo poesía en voz alta, escribo cartas de amor y bailo hasta dormida.


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COMENTARIOS

RESPUESTAS

    WSS /

    01/03/2018 5:46 PM

    no vi la pelicula ni me interesa, si los gringos se sienten comodos o con culpa colectiva por los negros muy su rollo abrazar y aceptar... pero lo que si estoy seguro darle poder a minorias es un caos o una mierda... indigenas con poder? es lo peor, indigenas profesionales se sienten los reyes los dueños de empresas y hasta intocables, por un puesto medio alto en una empresa y se vuelven egocentricos, altaneros, prepotentes (si como cualquier guatemaltecto, pero en ellos es peor) y peor aun con un titulo profesional... lo mismo pasa con esos negros... asco

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!



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