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Westworld, videojuegos y violencia sexual

¿Puede una serie con tanta desnudez y violencia contra las mujeres tener una perspectiva feminista?

Volcánica volcanica

Westworld 1

Debo confesar que no tenía ganas de ver Westworld. La ciencia ficción y las historias de robots eran lo que me atraía, pero el impulso de verla desaparecía al pensar que la historia se desarrolla en un parque inspirado en el Lejano Oeste. Pensé que era otra historia de antihéroes machos en la que las mujeres son solo damiselas en peligro o prostitutas que sufren de violencia sexual sin consecuencias. Me alegra decir que estaba equivocada. Aunque no sea una serie perfecta y tenga una tendencia excesiva hacia los plot twists y los misterios, Westworld es mucho más de lo que parece a primera vista.

Westworld es un parque temático futurista al que la gente va a escapar de la realidad y a vivir sus fantasías, no importa qué tan oscuras o destructivas sean. Allí pueden disfrutar del mismo tipo de poder sin ley que se encuentra en juegos como Grand Theft Auto (donde te dan puntos extra por matar a una prostituta). En la fase de preparación para la serie, sus creadores, la pareja de Jonathan Nolan y Lisa Joy, jugaron GTA, Bioshock y Red Dead Redemption y en ellos encontraron inspiración.

En los videojuegos, el término NPC significa “Non-Playable Character”, o sea, cualquier personaje que no está controlado por el jugador. Usualmente están diseñados para explicarte cosas de la historia, para ser tus acompañantes o simplemente para que el mundo del juego parezca habitado. Suena igual a Westworld, ¿no? Así como los NPCs de los videojuegos, los anfitriones de Westworld están ahí para servirle al huésped. Así los visitantes quieran dárselas de héroe o de villano, los anfitriones son personajes en la narrativa del jugador, no en las suyas propias. Están construidos para ser asesinados y revividos por los ingenieros del parque para que vuelvan a sus rutinas sin memorias de sus experiencias. Pero aunque en un videojuego le disparas a alguien y desaparece, Westworld se pregunta qué pasa con estos NPCs y nos obliga a reflexionar qué tan inocentes son estos placeres violentos.

La forma en la que se mostrara la violencia sexual era lo que más me preocupaba de ver Westworld. Mi primer impulso fue pensar que una serie con tanta desnudez y violencia contra las mujeres no podría ser feminista. Pero en Westworld la violencia no ocurre porque sí, tiene significado para la audiencia y para los personajes. En una entrevista con Fast Company, la co-creadora Lisa Joy habló acerca de que el género western siempre ha sido hipermasculino y que por eso ellos querían ser fieles a lo que un parque con esta temática sería. Pero al mismo tiempo Joy dijo que ella y su esposo se preocuparon mucho por la manera en la que representaban los actos de violencia sexual.

Comparemos cómo usa Westworld el sexo y la violencia con cómo los usa otra serie de HBO, Game of Thrones. Aunque la violencia sexual es parte de Westworld, casi nunca la muestran. A diferencia de Game of Thrones, donde vimos las violaciones y las casi violaciones de muchos personajes femeninos, en Westworld no vemos que violen a Dolores. La vemos gritando mientras la arrastran, pero no vemos desnudez ni la violación en sí. Esa fue una decisión tomada conscientemente.

Game of Thrones es una de mis series favoritas de la historia pero tengo claro que es muy problemática. La serie más popular de HBO ha sido objeto de muchas críticas por usar la desnudez y la violencia sexual de forma banal o sensacionalista. Westworld me sorprendió porque aunque hay mucha desnudez, solo un pequeño porcentaje de esa desnudez es sexualizada. La desnudez en esta serie tiene un propósito: deshumanizar a los anfitriones, tanto ante los ojos de los humanos que los controlan como ante los ojos de la audiencia.

En una entrevista con el Daily Mail, Thandie Newton, quien interpreta a Maeve, mi personaje favorito, dijo que en Westworld se sentía más cómoda desnuda porque para ella el difraz que usaba era una de las formas más potentes de objetivación de la mujer; con los senos apretados, la cintura diminuta, las medias de malla y los tacones, es una invitación al sexo. La actriz dijo que se sentía más empoderada desnuda que con la ropa de taberna porque con el disfraz obtuvo una especie de atención indeseada y lasciva en el set, mientras que en sus escenas de desnudos la trataron con mucho más respeto.

Al centrar la historia en los anfitriones, especialmente en Dolores y Maeve, Westworld usa robots para contar una historia de la autonomía de los cuerpos femeninos. Las dos han sido usadas por los humanos para satisfacer sus peores fantasías y son la personificación de los arquetipos clásicos de la vírgen y la prostituta. Al hallarse a sí mismas, aprenden a tomar sus propias decisiones (¿aunque qué tan suyas son realmente si fueron programadas?) para levantarse en contra de los hombres que crearon el sufrimiento que las define. Arnold, uno de los fundadores del parque, dijo que es el sufrimiento el que crea las bases para nuestra conciencia, por eso Dolores, Maeve y las ideas feministas de Westworld tienen que pasar por un ciclo de sufrimiento femenino para después poder romper el ciclo.

A menudo, las violaciones y la explotación sexual son el centro de las historias de las mujeres en televisión, pero Westworld examina el efecto que esta violencia tiene en los personajes y en su humanidad, si es que se le puede llamar así. Cuestiona a los que van a Westworld a buscar violencia y sexo y critica una industria que saca provecho económico de estos vicios. Al criticar a los visitantes y a dueños de Westworld que ven las violaciones como entretenimiento, nos levanta un espejo al frente y nos obliga a examinar nuestra relación con la violencia sexual como entretenimiento.  

Aunque Westworld intente voltear los clichés del género western y critique las fantasías de poder masculinas, no es una serie que esté libre de momentos problemáticos. Por ejemplo, está Armistice, la pistolera que tiene un tatuaje gigante de culebra. Ella es la típica strong female character, la dura que se comporta como estamos acostumbrados a ver que se comporten los hombres. Pero la primera vez que la vemos en la serie es a través del male gaze, desde una perspectiva masculina: ella se está bañando en un río desnuda y el personaje de Ed Harris la mira desde lejos. La cámara se mueve por sus ojos: tetas, torso, cuello, culo. Sí, es una chica ruda, pero la cámara invita al espectador a echarle un ojo porque, obvio, también está buena.

Es difícil quejarse contra este tipo de personaje. Cuando lo he hecho, he recibido respuestas del tipo: “ay, definitivamente estas feministas no están satisfechas con nada. O sea, al menos un par de personajes femeninos cargan armas y disparan, ¿no debería ser eso suficiente?”. No, no es suficiente y de una serie de este nivel hay que esperar más.  

Por ejemplo, esperaba ver experiencias o puntos de vista de las visitantes mujeres. Al principio vemos a dos humanas conversando sobre por qué no quieren tener sexo con Teddy; resumen: porque él es muy bueno y ellas prefieren tener sexo con un robot bad boy. Pensé que ese era el momento para explorar las nuevas relaciones de género, para mostrar cómo en este futuro las mujeres exploran su sexualidad y usan trabajadores sexuales robóticos, pero no pasa. Las mujeres se ríen y la escena es una especie de chiste que parece sacado de Sex and the City. Los deseos femeninos humanos no vuelven a mostrarse, excepto cuando Charlotte Hale se coge  al robot interpretado por Rodrigo Santoro, pero esto es solo dura unos pocos segundos. La serie tiene muchas escenas de hombres humanos teniendo sexo con las robots, pero muy pocas escenas de mujeres humanas con robots.

Eso me deja con muchas preguntas que sería interesante que la serie explorara. Preguntas como, ¿por qué querrían una mujer, un nativo americano o un negro pasar varios días en un parque que es la versión romantizada de un lugar en el que cualquiera que no sea blanco y heterosexual es tratado mal? ¿Qué cambios han ocurrido en el mundo para que este tipo de fantasía de poder masculino atraiga a tanta gente y genere ganancias? Westworld transcurre en un futuro distante en el que todas las enfermedades han sido curadas, entonces ¿qué otras cosas han cambiado? ¿El trabajo sexual es legal en ese futuro? ¿Cómo han cambiando las relaciones de género y las actitudes hacia el trabajo sexual? ¿Cómo han cambiado las relaciones raciales? ¿Siguen existiendo las mismas formas de opresión estructural?

Westworld es una serie con muchísimo potencial, con un diseño de producción impecable, un grupo de actores muy talentosos y escritores capaces de cualquier cosa. Este domingo se estrena la segunda temporada en HBO y ahora que ya las reglas están establecidas y que la mayoría de misterios están a la luz, la serie tiene la oportunidad de alejarse de los plot twists innecesarios que buscan sorprender al espectador como sea y concentrarse más en el desarrollo de sus personajes y de las relaciones de poder entre ellos. Westworld, así como sus personajes, ya dio los primeros pasos hacia la conciencia de su naturaleza; ahora falta que termine de acabar con los clichés de género y cree una verdadera revolución.

Juliana Abaúnza
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Lleva varios años escribiendo sobre series de televisión y cine para revistas como Diners, Shock y Bacánika. Vive en Bogotá y es capaz de identificar la temporada según el corte de pelo de Buffy.


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