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El primero en renunciar fue Jorge Antonio Orellana, alcalde de Guastatoya. Aseguraba que en medio de la pandemia de COVID-19, la ANAM no había intervenido para dar asesoría o coordinar esfuerzos entre las municipalidades. Mucho menos explicar cómo generar los listados de trabajadores informales que el gobierno central requirió para poder entregar el programa de apoyo.
Antonio Orellana, mejor conocido como “Congo”, ganó las elecciones con la UNE y en enero pasado perdió la contienda para presidir la ANAM.
El segundo alcalde que renunció fue Neto Bran. El mixqueño publicó, el 8 de mayo, una carta de renuncia desde su página de Facebook. Aseguró que el presidente no brinda la información adecuada para que las alcaldías puedan tomar decisiones sobre su territorio y que la ANAM en vez de intermediar, está plegada a los intereses del mandatario.
Desde que en campaña electoral, apoyó a Sandra Torres, la relación de Bran con Giammattei no ha sido la mejor. La tensión se incrementó en medio de la pandemia con los reclamos del edil ante la falta de información sobre casos en Mixco y sus críticas a las disposiciones presidenciales.
Si bien solo ellos dos han renunciado, no son los únicos ediles con molestas. Otro es el caso de Elmer Ordoñez, de Santa Catarina Barahona, molesto sobre todo porque los programas no están llegando a la población local: “Aquí en Sacatepéquez los alcaldes nos preguntamos: ¿te llegó la ayuda? Aquí del gobierno no nos ha mandado pero ni una mascarilla”.
Según Ordóñez la nueva presidencia de la ANAM es centralista y asegura que muy pronto la asociación “se va a desquebrajar”.
Desde la presidencia de la ANAM
Miguel Ovalle, alcalde de Salcajá por el partido VAMOS llegó a la presidencia de la ANAM en enero de este año. Su postura es sencilla: hay que acatar las órdenes de Alejandro Giammattei sin ninguna oposición.
Pese a los reclamos de los ediles, para Ovalle no hay mucho que la ANAM pueda hacer durante la crisis sanitaria. Admite que está en contra de cómo se manejan algunos programas sociales, como el bono de la economía informal y, aunque cree que habría sido mejor gestionarlo desde los municipios, remarca que acatará sin cuestionar.
”Nosotros debemos seguir las disposiciones del presidente. Si se equivoca, él se tiene que hacer cargo de enmendar sus errores”, asegura Ovalle. Eso sí, aclara que al menos ha dado algunas sugerencias a presidencia.
Sobre la renuncia de los dos alcaldes asegura que uno lo hizo por no ganar la presidencia (Jorge Antonio Orellana, alcalde de Guastatoya) y el otro por problemas personales contra el mandatario Alejandro Giammattei (Neto Bran, alcalde de Mixco). Sin embargo apunta que no se aceptará la renuncia de ambos y que la decisión “sentará un precedente para cualquier otro alcalde que quiera salir de la ANAM”.
Desde afuera del conflicto
Enrique Godoy, experto en temas municipales, asegura que la ANAM no tiene por qué hacer un papel mediador entre los alcaldes y el Ejecutivo. Expone que esta asociación tiene como fin agrupar a las municipalidades para que tengan representación en el Plan de Prestaciones del Empleado Municipal, el Instituto Nacional de Energía o el Instituto de Fomento Municipal, además de dar una “imagen de hermandad entre municipalidades”.
Algo incuestionable es que la ANAM, por tradición, ha sido una plataforma política que usan sus presidentes para ganar popularidad, sobre todo con programas de asesoría para el desarrollo de proyectos municipales.
Edwin Escobar, exalcalde de Villa Nueva y expresidente de la ANAM, explica que es preocupante que el presidente de la ANAM este plegado a los intereses del Ejecutivo y que la institución debería ser un canal para mejorar la comunicación entre alcaldes y presidencia. Sin embargo señala que la decisión tomada por los dos alcaldes que salieron de la ANAM es incorrecta y que, ante el descontento con el presidente, la mejor opción es convocar a una asamblea extraordinaria para elegir a un nuevo presidente o esperar a las nuevas elecciones.
JOSÉ del CID /
Unidad requiere el país y no distanciamiento
Jorge Suarez /
Ojala que le acepten la renuncia de estos dos, el de Guastatoya, porque es obvio que no ganó y esta dolido, todos quieren poder, el EGO de decir Yo soy el mando o el que da las ordenes, tipico de cualquier politico 3er mundista, el otro, todavía mas facil, este solo los tontos en algunos casos, otros lamentablemente muy pobres que les regaló comida y llevaba a sus empleados hasta altas horas de la noche regalandole frijolitos tortillas en resumen pan y circo y el resto lamentablemente gente ignorante lo llevó a la alcaldía de Mixco. Que tiene problemas personales con el presidente, no solo con el presidente, con la mayoría de población de Mixco, muchos comites de Barrios Asociaciones de vecinos y cocodes, quieren gestionar algunas obras si se puede directamente con el EJECUTIVO, con este señor RIDICULO, solo para vestirse de Ironman, bombero, cucurucho, de boxeador frustrado, etc, etc. etc, OJALA LE ACEPTEN ISOFACTO LA RENUNCIA !!!!
Kristhoper Lemke /
Y no solo eso, que disuelvan esa nefasta Asociación que es el brazo político de cada presidente. Basta recordar como apoyaron al payaso corrupto y ladrón, quien desea realmente apoyar a Guatemala deben señalar que esa Asociación no sirve de nada a la población.