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Mientras la gente duerme con hambre en las calles, el presidente pide ayuno

El día después de anunciar nuevas restricciones y pedir que el país se una en ayuno, muchas personas se quedaron en el aire y con hambre. Esas son las historias de algunas de ellas.

Actualidad ciudad COVID-19 Hambre P147

Foto: Carlos Sebastián

Desde hace dos meses se escuchan más los pájaros en los árboles del parque central en la Ciudad de Guatemala, que el zumbido del tráfico que solía saturar las calles del Centro Histórico. Aún más los viernes.

Pero este viernes está más desolado. Ni las campanillas de los vendedores de helados rompen el silencio de este mediodía.

En la sombra de uno de los jardines del parque, Aby Mael está sobando sus pies. En sus tobillos, y en cada dedo de sus pies, tiene ampollas abiertas. No ha comido nada desde ayer por la tarde, y hoy el dueño del cuarto que alquila le pidió que lo desalojara por falta de pago. Tiene 19 años y está completamente sola. Sus padres fallecieron cuando tenía 12 años, es hija única y los únicos familiares que tiene viven en Estados Unidos.

Desde las 7 de la mañana comenzó a caminar las calles del centro con la esperanza de que alguien le apoyara con algo de comer, o con algunas monedas para la renta. El calor y las botas le rompieron la piel de sus pies. Dejó de caminar. “Yo no sé qué voy a hacer ahora”, dice la joven trans, fatigada y con hambre, detrás de su mascarilla.

 

Foto: Carlos Sebastián

“Les pido que en este toque de queda prolongado nos unamos en oración y ayuno”, dijo el presidente Alejandro Giammattei el jueves en la noche desde una realidad paralela, a pocas cuadras del lugar donde Aby Mael, descansa. Con menos de un día de anticipación anunció en su cadena nacional el cierre total del país, suspendió la locomoción y las labores públicas y privadas, con excepción de los negocios que ofrecen algún tipo de servicio a domicilio. Todo eso, para contener la propagación del COVID-19.

Pero el presidente no se pronunció sobre cómo el Gobierno iba a contener el hambre de personas como Aby Mael, Juan Ostuma, y las miles de otras personas de escasos recursos o en condición de calle, cuya situación se fue de mal a peor con la pandemia. Muchas personas que sobrevivían de día en día con lo suficiente para pagar un cuarto y comer poco, tuvieron que unirse a las personas que buscan un rincón en la calle para pasar la noche, y un lugar donde les regalen comida.

Las nuevas restricciones implican también el cierre por obligación de La Olla Comunitaria y otras iniciativas parecidas en todo el país, que durante el Estado de Calamidad se han encargado de entregar comida y víveres básicos, de manera directa y eficiente, a las personas que más los necesitaban.

 

Foto: Carlos Sebastián

Cerca de la Biblioteca Nacional un grupo de señores, ocupan las bancas. Todos eran beneficiarios de La Olla Comunitaria en el Centro Histórico pero hoy llegaron a encontrar la reja del local cerrado.

Juan Ostuma, de 51 años, caminaba todos los días de la zona 5 a la zona 1 para recibir un plato de comida. Día a día, desde el 15 de abril cuando fue despedido de su trabajo como agente de seguridad. El dueño del local que le fue asignado por la empresa, dejó de pagar y de un día para otro Juan Ostuma se quedó sin trabajo y sin salario.

“A uno casi le dan ganas de llorar por esta situación. Yo ya debo un mes de alquiler, y no encuentro ni comida ni trabajo ahora”, dice Juan Ostuma conmovido.

Él no vio la cadena anoche. Cuando se enteró de las nuevas restricciones salió rápido de su casa, pues pensó que aún alcanzaba a recibir un plato de comida. Pensó que iban a abrir hasta las 11, como se les permitió a las tiendas de barrio.

Pero hoy Juan Ostuma, igual que los otros señores, algunos también ex-agentes de seguridad, se quedaron con hambre. Con las miradas perdidas, se quedaron un rato en el parque central para recuperar energía antes regresar a pie a sus cuartos.

Entre ellos también está Lucas López. Perdió su cuarto y duerme ahora en el albergue de la zona 8 de la capital. Ayer por la tarde un repartidor de comida lo atropelló y pasó la noche en el hospital, donde le suturaron y le vendaron su pierna que quedó lastimada. No sabe cómo caminar hasta el albergue en la zona 8 en esa condición, y le han comentado que el otro albergue, en la zona 2, solo tiene espacio para 40 personas y siempre se mantiene lleno.

 

Foto: Carlos Sebastián

Solo en este pequeño cuadro del país, enfrente del Palacio Nacional, abundan los destinos duros de las personas que están huyendo de un ayuno involuntario, esas personas que no tienen cómo pedir servicio a domicilio a algún restaurante.

Cristal, Madison, Jefferson y Génesis también están viendo cómo pasar el tiempo y el hambre. Les regalaron un poco dinero pero ya es casi la 1 de la tarde, y ya no encuentran nada abierto.

“No importa si nosotras comemos”, dice Jefferson, “la prioridad es encontrar algo para la nena”. Su hija, Genesis, tiene 4 años. Cristal y Madison, son trabajadoras sexuales trans. Antes cada una tenía cómo pagar su cuarto pero durante la pandemia su trabajo se redujo tanto que tuvieron que buscar otro lugar donde vivir. Ahora ellas, con Jefferson y su hija, y una amiga más a quien acaban de operar, comparten una sola habitación. Cuesta Q100 y hoy no tienen cómo pagarla.

“Si pudiera trabajar aunque sea algunas horas hubiera ganado suficiente para pagar el cuarto”, dice Cristal.

“Ay, yo no sé, yo ahorita solo puedo pensar en el hambre”, le responde Madison.


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COMENTARIOS

RESPUESTAS

    CARLOS PEREZ GONZALEZ /

    17/05/2020 8:03 PM

    "Ya va siendo hora de que la humanidad sea adulta y empiece a decidir qué cosas no puede hacer"

    El paleontólogo español, premio Príncipe de Asturias y uno de los mayores expertos del mundo en la evolución de nuestra especie, se alarma ante la expansión cual virus del "pensamiento mágico", advierte sobre los peligros de sustituir a Dios con la ciencia y llama a utilizar la razón para solucionar los problemas que plantea la pandemia.

    La pregunta es: "¿Qué es lo que hace que las especies no se extingan?", porque todas las especies están siempre al borde de la extinción. Unas son más resilientes que otras, pero un mundo estable, tal y como se concibe la estabilidad, no es real. El mundo está en permanente inestabilidad.

    Esto nos ha pillado en un momento en el que estábamos convencidos de que podíamos controlar nuestro futuro, tal vez hasta dirigir la evolución, cambiar su curso. ¿Nos pone en nuestro sitio como especie? - Eso me suena a curas, a predicadores. Ya solo falta que nos digan que nos lo merecemos, que es un castigo de la naturaleza. Toda la predicación bíblica que está aflorando ahora me parece lo más grave de esta epidemia. Es la vuelta de los charlatanes, del pensamiento mágico, algo que pensábamos que de verdad había desaparecido. "Arrepentíos", solo les falta decirles. "Es el último aviso".

    Nadie había pensado que se habían acabado las epidemias. Tal es así, que hay una especialidad médica dedicada a ellas: la epidemiología. Hay que utilizar el pensamiento racional para solucionar los problemas. “Vivir es estar permanentemente a punto de morir. La vida de las sociedades, de cualquier sistema, en realidad, es un equilibrio dinámico" - Pero la solución no es un predicador, (que nos advierta que) "es el último aviso, pecadores". La solución pasa por (preguntarnos) cómo lo hacemos.

    Lamentablemente hay “CHARLATANES” – Que manipulan la idiosincrasia religiosa, de las personas para encubrir sus “ERRORES y FRAUDES”… Utilizan estos argumentos como una “cortina de humo”… Para hacer realidad sus fines perversos… Estos falsos lideres necesitan saber que: “Manipular los sentimientos es inmoral” – A estos demagogos hay que ponerlos en su lugar y decirles lo que son: - FARSANTE/S DESCARADO/S – “Guatemala NO necesita “charlatanes” – Guatemala necesita “hombres de bien, personas honradas, políticos comprometidos con su pueblo”… Para acabar con la pobreza y desnutrición crónica.

    ¡Ay no!

    3

    ¡Nítido!

    CARLOS PEREZ GONZALEZ /

    17/05/2020 7:10 PM

    “A cada coche le llega su sábado…”
    Ley de vida… En una época en la vida política del país, en donde terminó de perderse el valor del honor, la dignidad y honestidad, el descaro y la falta de vergüenza apalancados en el poder para hacer y deshacer con abuso y prepotencia, se pasaron sobre los límites de la tolerancia. Nos referimos a la vil y asquerosa corrupción como una forma de vida, establecida, aplaudida y a un paso de institucionalizarla, personajes con poder, prepotentes, abusivos y sin vergüenza. Todo lo compran.
    El presupuesto de la Nación con un país tan rico y productivo como Guatemala alcanzaría perfectamente para atender las prioridades del país con servicios públicos dignos y un desarrollo en infraestructura con incentivo en la inversión. Sin embargo, el despilfarro, gastos estúpidos, el robo, y el mal manejo de personas incapaces y delincuentes, llevan a demandar mayores cantidades que nos han llevado a un endeudamiento insostenible.
    “Y LOS VEINTINUEVE MIL MILLLONES DE QUETZALES QUE ES PATRIMONIO DEL PUEBLO DE GUATEMALA” ¿Qué paso con este dinero?

    ¡Ay no!

    1

    ¡Nítido!

    Lidia Oxí /

    16/05/2020 12:10 PM

    Uno ve lo que quiere en lo que lee; lo que veo es la necesidad, la pena y el dolor de nuestra gente. Nadie quiere por gusto dormir en un albergue, no darle de comer a su hijo. Ni siquiera me imagino la impotencia y frustración de miles de personas por no tener para alimentarse. ¿De quién es la culpa? ¿Por qué estamos tan mal como país?
    Esta es la muestra de como se utiliza nuestra fe, no es una critica a los que lo pueden hacer ayuno, lo hacen y son coherente entre sus acciones y palabras. No es suficiente hacer ayuno si no apoyo a mi vecino, mi prójimo.
    Necesitamos la unidad, empatia, conciencia y memoria.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Mayra Castañaza /

    15/05/2020 10:42 PM

    Es increíble que no puedan comprender lo que significa "ayuno". El ayuno se ofrece y lo hace quién cree. No es solo dejar de comer es algo más que eso... es espiritual. Ahora resulta que hasta "Orar y ayunar" es criticado. La ignorancia es atrevida.

    ¡Ay no!

    6

    ¡Nítido!

      ernesto garay /

      16/05/2020 8:54 PM

      ayunar a la fuerza no es ayunar

      ¡Ay no!

      ¡Nítido!

      Sra. Espinoza /

      16/05/2020 5:29 PM

      yo entiendo por ayuno que es la abstención completa o parcial de comida y/o bebida por un período de tiempo. Quiere decir que cuando decidimos ayunar por un tiempo específico, se sobrentiende que dejaremos de comer o beber completa o parcialmente.

      ¡Ay no!

      2

      ¡Nítido!

      Adolfo Fumagalli miralles /

      16/05/2020 8:07 AM

      El fanatismo es deleznable. Ustedes los fanáticos "cristianos" son lo peor que hay, felices de ir a regalar su dinero a los pastores que viven como reyes y ustedes comiendo lo que ellos desechan...

      ¡Ay no!

      1

      ¡Nítido!

      Guatepeor /

      16/05/2020 5:11 AM

      Ora y ayunar = estupidez pe país subdesarrollado. Basta de tantísimo.

      ¡Ay no!

      1

      ¡Nítido!

    Ulrike Meinhoff /

    15/05/2020 8:59 PM

    El estado es laico, por eso ni ayuno ni oración.

    ¡Ay no!

    2

    ¡Nítido!

    Oscar /

    15/05/2020 6:50 PM

    Que lastima... Hasta para horar y allunar se tiene que criticar que dios bendiga está nación y que ponga en nuestro corazón el deseo de buscar a DIOS y podamos salir adelante.

    ¡Ay no!

    7

    ¡Nítido!

      Señor Jesús /

      16/05/2020 5:13 AM

      Se escribe orar no Horar. Ayuna para que tu dios te mejore la ortografía

      ¡Ay no!

      3

      ¡Nítido!



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