Así está intentando salir el Presidente del pantano por el #casoSAT

1. El nuevo amor por la CICIG, pero a medias

El presidente Pérez Molina aseguraba que todo dependía del documento de evaluación que él le había encargado a una instancia difícil de recordar por  su nombre (Instancia Coordinadora de Modernización del Sector Justicia, ICMSJ). De su dictamen dependería si el Gobierno renovaba el mandato de la CICIG por dos años más después de septiembre.

La entidad, formada por Ministerio Público, Defensa Pública, Organismo Judicial y Ministerio de Gobernación, tiene una mayoría que no aparenta tener ninguna independencia respecto de la voluntad del Presidente. Y tenía que entregar el documento el 10 de mayo. Pero el caso de la mafia aduanera del 16 de abril obligó a la instancia a correr. Ayer, 21 de abril, estaba listo.

El documento recomienda dos cosas. Prórroga de dos años al mandato de la CICIG, sin cambios ni modificaciones, dejando queesacomisión(que investiga estructuras paralelas al Estado) que funcione como los últimos siete años. Y, páginas después, sugiere que la continuidad de la Comisión será mejor aún si la Instancia le apoya en sus investigaciones. “Elaboración conjunta de un plan de trabajo que defina las áreas de investigación criminal”, reza el texto dejando abierta a la interpretación el papel que jugará a futuro la Instancia de siglas imposibles de recordar.

La CICIG estará en Guatemala hasta el año 2017. Hoy antes de medio día el Presidente anunció que solicitará a la Organización de Naciones Unidas que prorrogue el mandato dos años más. Sin cambios ni modificaciones. Justo una semana después de la desarticulación de la estructura La Línea. El caso estalló semanas después de que el gobernante dijera que la Comisión no había desmantelado estructuras paralelas al Estado. En la conferencia donde lo anunció lo respaldaron sus ministros y Roxana Baldetti.*

2. Publicidad del gobierno apoyándose en Iván Velásquez

Desde la semana pasada la publicidad gubernamental se ha empeñado en decir que el gobierno siempre ha querido combatir mafias y que fue casi por obra y gracia del Presidente que salió a luz toda la mafia aduanera —que involucra a la oficina de la Vicepresidencia y a dos jefes de la SAT—.

La realidad parece más bien ser que fue una bomba que le explotó en las narices al Gobierno y que ahora trata de controlar daños (su credibilidad en los suelos, su proyecto partidario acabado, la Vicepresidente en el ojo del huracán, los ciudadanos pidiendo su renuncia).

En los 93 días que la Instancianecesitó para elaborar el documento de evaluación de la Comisión (18 días antes de lo previsto), destaca el caso SAT como determinante para valorar la continuidad de la CICIG.

También menciona otros casos como el del ex presidente Portillo, la limpieza social en Pavón, el caso Rosenberg, la mafia de policías-narcos en Amatitlán, etcétera. Ocho casos en total en siete años de trabajo. No mencionaron el caso que más molestó al presidente Pérez Molina y a Roxana Baldetti: el caso Presidios, liderado por el preso militar más poderoso de Guatemala, Byron Lima, que dictó al ministro de Gobernación, Mauricio López Bonilla, que nombrara como director del Sistema Penitenciario a Edgar Camargo, con quien presuntamente se repartía la plata para trasladar reos.

Tampoco se menciona una palabra de Gudy Rivera y la investigación que la CICIGtrató de iniciar contra el jefe de bancada del PP por interferiren el proceso de elección de las Cortes.

3.  Las mentiras para explicar el regreso

El presidente insistió molesto en que Baldetti no debe ser investigada. Ayer en una conferencia de prensa Otto Pérez Molina se echó la culpa y defendió a la vicepresidenta. Él mismo dijo el viernes que la funcionara regresaría el domingo, que estaba haciendo todo por volver antes. Pero después de que se filtró su registro migratorio, el vocero presidencial confirmó que Baldetti estaba en el país desde el viernes. Baldetti misma ironizó y dijo que había regresado, según unos, jueves o viernes. Pero apareció en conferencia de prensa el domingo.

Pérez Molina intenta desdecirse y negar que mintió: “Hubo una falta de comunicación, yo asumo mi parte de no chequear los reportes que me hicieron llegar en su momento (...) cuando hablé con la Vicepresidenta para ella era viernes y yo asumí que volvería en dos días”. Así trató de cerrar el asunto. Ahora se cuestiona si Juan Carlos Monzón en realidad viajó con ella a Corea. No hay ninguna foto de él junto a la vicemandataria.

Pero con la conferencia de prensa sola el domingo pasado y la confirmación del vocero presidencial de que había mentido sobre su regreso, algunos analistas empiezan a especular sobre si Pérez Molina la dejó sola y está dispuesto a sacrificarla políticamente.

4. La jueza que liberó a los líderes

Hay otra batalla para salir del pantano. La judicial.

La madrugada del martes la jueza Marta Sierra de Stalling resolvió otorgar una medida sustitutiva a dos de los más altos rangos de la mafia aduanera, conocida como La Línea. Es decir, que no se queden en la cárcel, sino que pudieran pagar una fianza para salir en libertad.

Los personajes claves, el Teniente Jerez y Salvador González (del medio Siglo 21) están libres por el módico precio de Q200 mil. Ambos fueron imputados por el MP de controlar la estructura superior y por influir en el nombramiento de Omar Franco como superintendente de administración tributaria (SAT). Una decisión que no entienden en las organizaciones civiles, ni en la Fiscalía  porque las investigaciones aún continúan.

5. El intento de mostrar unidad en el Partido

Tras el escándalo de la mafia aduanera era poco probable que el PP pudiera sobrevivir como proyecto político. Pero necesitaba una estocada final. Ocurrió cuando renunció Alejandro Sinibaldi, tercero en liderazgo en el partido después de Pérez y Baldetti, y candidato presidencial del PP.

En respuesta a Sinibaldi, en el PP hicieron una conferencia de prensa encabezada por Gudy Rivera, el diputado que intentó influenciar a una jueza para que evitar que el TSE suspendiera a Baldetti. Rivera, el diputado que no dejó que la pareja de Otto Pérez junior fuera candidata a diputada. Junto a él estaba Emilene Mazariegos, repleta de acusaciones de corrupción. Y también otro diputado acusado de abusos sexuales. U otro que intentó sobornar a un periodista. Y brillaba por su ausencia el ministro de Gobernación y subsecretario general, Mauricio López Bonilla.

6. El intento por reconciliarse con la comunidad internacional

Durante tres años, el gobierno ha permitido que se hostigue a los países cooperantes, y ha ninguneado sus ofrecimientos de continuar financiando a la CICIG. Hasta el lunes, cuando los convocó para pedirles apoyo para la captura de Juan Carlos Monzón, el secretario privado de Baldetti que viajó estrambóticamente entre Madrid, Estados Unidos, Colombia y Honduras, en donde presuntamente está prófugo.

7. Campañas negras para evitar la manifestación

La población está inconforme y desesperada. Se han convocado a manifestaciones pacíficas para pedir la renuncia del binomio presidencial durante toda la semana. Pero la más grande parece que se organizará para este sábado 25. Hay 30,000 asistentes confirmados por ellos mismos desde redes sociales. Un sentimiento anti-Baldetti parece dominar los ánimos ciudadanos. La cabeza visible de la crisis es la vicepresidente, a la que las escuchas telefónicas presentadas en el juicio dejan ver como la jefa de la estructura –junto al presidente Pérez Molina–.

Y han empezado a circular por redes sociales y whatsapp campañas negras convocando a manifestaciones violentas para el lunes en la ciudad. Muy al estilo de las campañas que circulaban en el lejano y cercano 2009, cuando la clase media y la derecha política (incluido el PP) intentaban forzar la renuncia de Álvaro Colom.

Parece que en este caso, la crisis es más grave.

* Éste párrafo fue agregado a mediodía del 23/4/15, después de la conferencia de prensa del presidente Pérez Molina.