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Dos rectores detrás de decenas de obras mediocres, caras o ‘fantasma’ en la Usac

La CICIG denunció que durante la gestión de Murphy Paiz como decano de la Facultad de Ingeniería de la USAC (2005-2015) se contrataron 62 obras de infraestructura que no se ejecutaron, que no se pueden encontrar o que se concretaron en procesos irregulares. Además, en la gestión del rector Estuardo Gálvez (2006-2014), se detectaron anomalías en cinco proyectos millonarios que comprometieron los planes de expansión de la Universidad.

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Murphy Paiz fue denunciado por obras durante su gestión como decano de la Facultad de Ingeniería de la Usac, mientras Estuardo Gálvez, durante su gestión como rector.

FOTOS: CARLOS SEBASTIÁN

En el último Jueves de CICIG la Comisión presentó 11 denuncias, y una de ellas relaciona al exrector Estuardo Gálvez y al actual rector de la Universidad de San Carlos, Murphy Paiz.

La denuncia exponen anomalías en contrataciones de obras de infraestructura planificadas para beneficiar a la comunidad universitaria, pero que en la práctica perjudican el patrimonio de la universidad estatal.

Según la CICIG, hay unos 62 eventos que el Ministerio Público debe investigar del paso de Murphy Paiz por la Facultad de Ingeniería, pero en un comunicado de prensa solo expuso los casos más relevantes.

En uno de los casos, según el portal Guatecompras, Murphy Paiz contrató a la empresa Infraestructura General para el Desarrollo Sostenible (Ingedeso) para ejecutar dos obras: Primero, la construcción de un salón de exposiciones y un área de estudio para los estudiantes en el edificio T4. Y segundo, una bodega y un área de estudio abierta en el edificio T3.

La primera obra por un costo de Q855 mil 708.59 y la segunda por Q648 mil 762.51. Pero no hay evidencia de que se hayan ejecutado las obras. En el lugar donde deberían estar las instalaciones acondicionadas para el uso de los estudiantes y el personal de la Facultad de Ingeniería solo hay barillas de metal oxidadas.

En el edificio se debía construir una bodega y un área de estudios para los estudiantes de ingeniería.

Las indagaciones de CICIG apuntan a que, en algunos casos, se hicieron concursos para que varias empresas presentaran ofertas en proyectos de infraestructura y la administración de Murphy Paiz eligió a las empresas que presentaron las ofertas más caras y, además, se presume una sobrevaloración en el costo de la obra.

A la empresa ESROCA Ingeniería y Construcción, propiedad de Estuardo Roderico Cano Vielman, se le adjudicó el proyecto de Q89 mil 704.98 para la remodelación de aulas y área de estudio en el edificio T7.  Otras dos empresas habían ofrecido hacer el trabajo por Q9 mil 204 y Q11 mil 146 menos.

Lo mismo pasó con la remodelación del área de mantenimiento del primer nivel edificio T7 Esta obra se hizo por valor de Q89 mil 630 y fue adjudicada a Jacob Guarcax Joj, propietario de Construservicios Jagua. Otra empresa había ofrecido hacer el trabajo por Q83 mil 773.

Un proyecto más importante fue la construcción de cuatro módulos de aulas, servicios sanitarios, ductos de gradas y área de estudio exterior en el edificio T5. La obra fue adjudicada a la empresa Construcción, Ingeniería y Proyectos S.A. (CIPSA) por Q923 mil 285, aunque otra constructora había ofrecido la construcción por Q173 mil 285 menos.

En este caso, cuando los investigadores llegaron a ver la ‘remodelación’ encontraron en un baño que el lavamanos tenía fugas y, abajo, un cubo para recoger las gotas.

En el baño ‘remodelado’ hay un lavamanos con fugas.

Otros hallazgos de la CICIG en la administración de Murphy Paiz están relacionados con procesos de compra poco transparentes, como la construcción de un área de estudio abierta en el edificio T4. Ese proyecto Q882 mil 282 se adjudicó a Milton Danilo Santizo Carías, propietario de Construsa, en un proceso de cotización y no de licitación, que requiere menos controles y ofrece menos tiempo para fiscalizar.

En el caso de la remodelación de sanitarios para personas con movilidad reducida, la obra de Q75 mil 251 se adjudicó a Servicios de Ingeniería Civil SICSA, de propiedad de Daniel Antonio Álvarez Calvet, y se hizo a través de una compra directa, sin lugar a que participaran otras empresas.

Los investigadores aclararon que en toda la facultad solo se observa una puerta con un ‘posible’ sanitario para personas con movilidad reducida, al cual no se pudo tener acceso por estar cerrado bajo llave.

Además de las construcciones mediocres y de los contratos cuestionables, hay casos de obras fantasma.  La Facultad de Ingeniería contrató a Rubén Isidoro González para construir un edificio de dos niveles y dos bodegas en los terrenos de la “Sección de Prefabricados”.

En total se adjudicaron Q1.82 millones, pero en el lugar donde deberían estar las obras no hay evidencias de construcciones. Y tampoco en otros lugares dentro de la USAC. Los investigadores dicen que se debe averiguar por qué no se hicieron los edificios.

En este lugar se debieron construir los 3 edificios.

Aunque se intentó contactar a Paiz, no respondió los mensajes y llamadas a su celular.

Las obras del exrector Gálvez, bajo la lupa

Estuardo Gálvez, exrector, también está bajo la lupa en las investigaciones que están a cargo del Ministerio Público.

La CICIG identificó 5 proyectos de infraestructura que se delegaron a empresas que ofrecieron los precios menos favorables, también casos en los que se presume sobrevaloración de las obras y otros más en que las obras fueron innecesarias o mediocres.

El primer proyecto es la construcción de un edificio para clínicas, laboratorios y aulas para las escuelas de medicina y odontología del Centro Universitario de Occidente (Cunoc), en Quetzaltenango. La USAC contrató a la empresa Constructora de Obras Civiles, Sociedad Anónima (COCISA), por el monto de Q64 millones 120 mil 730 para ejecutar la obra y le dio un adelanto de Q11 millones 450 mil 130.42.

El problema es que no hay evidencias de que se haya puesto en marcha la construcción y no se sabe qué pasó con el dinero entregado a la empresa.

Otro caso de dinero mal invertido ocurrió en 2011, cuando la Universidad compró un terreno en la zona 17 capitalina por Q26.6 millones a la empresa Viviendas Universales S. A..

Este negocio se ejecutó, a pesar de que había advertencias previas y de estudios técnicos, de que el terreno podía no ser apto para construir y por eso resulta inservible para la USAC.

En la gestión de Gálvez, dentro del campus central también se hizo otro negocio cuestionable. A la Constructora Vides, propiedad de Roberto Mauricio Vides Domínguez se le adjudicó en 2009 un contrato para construir un edificio para la Dirección General de Administración por Q26.4 millones.

Pero el contrato se modificó y el costo aumentó en Q14.1 millones para contratar los servicios de diseño y construcción de un sótano para parqueos, y la supervisión de la obra.

La construcción de un sótano obligó a modificar la obra.

También se cuestionó la rehabilitación del pavimento en el periférico universitario, que costó Q19.9 millones.

La Contraloría encontró ocho aspectos cuestionables de ese contrato con Asfaltos de Guatemala S. A., especialmente la incongruencia en el acta de recepción de ofertas y la falta de supervisión externa de la obra.

Al mismo tiempo que estaba vigente el contrato para renovar el pavimento, se contrataron los servicios de otras empresas para hacer bacheo en el periférico universitario Fueron 6 contratos adicionales por Q383.9 mil; algunas de esas reparaciones se realizarían en el pavimento que paralelamente sería renovado.

La CICIG propone que se investigue por qué se contrató el servicio de bacheo para las áreas que iban a ser renovadas.

La construcción de una cancha de futbol 5 y la remodelación de otra cancha en la Facultad de Agronomía también pasó por la lupa de la CICIG. La Comisión encontró que el proyecto de Q888 mil se contrató el 31 de junio de 2012 y debía terminarse en los siguientes 150 días.

Para enero de 2015, el Consejo Super Universitario informaba que se había iniciado un proceso civil y otro penal contra la empresa, que no había cumplido con el contrato. Pero luego, en 2017, en Faceboook se anunció la inauguración de las canchas.

Las canchas se inauguraron 5 años después del inicio de las obras.

La CICIG pidió que se investigue la responsabilidad que pudieran tener Murphy Paiz y Estuardo Gálvez por las anomalías en la contratación y la ejecución de otras.

Además, entregó al Ministerio Público información sobre el patrimonio —inmuebles y vehículos— de Paiz y Gálvez.

El exrector Gálvez asegura que los casos por los que se le señala fueron auditados internamente por la USAC y en la Contraloría General de Cuentas.

—Ya todo está claro y en orden, dijo Gálvez, cuestionado por Nómada.

El académico dijo que la CICIG hace bien en trasladar sus investigaciones al Ministerio Público, pero consideró que es un error y una “irresponsabilidad” mediatizar denuncias que, a su criterio, no tienen sustento.

El mandato de la CICIG dejará de tener vigencia en Guatemala el próximo 3 de septiembre y a partir de entonces, la Fiscalía Especial contra la Impunidad del Ministerio Público tendrá que hacerse cargo de todas las investigaciones y procesos en marcha.

Murphy Paiz preside de la comisión de postulación para elegir a los magistrados de las cortes de apelaciones. En esa instancia tendrá un papel clave para elegir a jueces que podrían llegar a conocer su caso, en caso de que la Fiscal General promueva la investigación y el expediente llegue a tribunales.

En el caso de Estuardo Gálvez, aunque ya no tiene un papel oficial en las comisiones de postulación, es un operador influyente en el proceso, de acuerdo con fuentes del sector justicia.

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COMENTARIOS

RESPUESTAS

    Anonimo /

    13/09/2020 6:09 PM

    Antes de cualquier cosa deberian de ver las modalidades de compra segun la ley de contrataciones del Estado y con eso no caer en equivocaciones, lean y veran los distintos procesos y cotegen con las fuentes y sus notas a ver si es correcto.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Juan /

    31/10/2019 8:44 AM

    Y Carlos Alvarado? En su administración se gastaba a manos llenas.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Marlon Juarez /

    02/09/2019 8:03 PM

    No es comunista la USAC, señor adorador del bachiller jimmy, lo que es; un santuario para que hagan sus tanes los rateros y criminales, primero se disfrazan de lideres estudiantiles, luego de sus trances avanzan y lo perfeccionan, se tiran a representantes de docentes, siguen los trances y luego para decanos, por ultimo para rectores, pero siguen siendo desde el inicio, tranceros, luego estafadores, por ultimo sacan sus posgrado en DELINCUENTES, luego se asocian y finalmente terminan como Delincuencia Organizada. Eso son no son comunistas, ni socialistas, ni peronistas, usted debe ser hermano del Juan Luis Polo, el que viene a disertar mañana,o nada que ver ya que el que disertara mañana me parece mucho mas inteligente que usted, que solo insulta a los que escriben aca, ante la falta de argumentos e ideas!!!!

    ¡Ay no!

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    ¡Nítido!

    Anónimo /

    01/09/2019 7:43 AM

    Buen reportaje, pero me estresan los errores de ortografía y dedazos. Consideren contratar a un buen editor para mejorar la calidad y de las publicaciones (no sólo de este artículo, sino de todo Nómada).

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    iMorales /

    30/08/2019 8:43 PM

    Vaya............... esta delincuencia es la que está FELIZ de que CICIG se vaya del país.............. SALVE DELINCUENCIA, que aún hay mucho negocio para uds !

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!



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