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El antiguo aliado (y tímido opositor) es el único que puede destronar al unionismo en la Muni

Roberto González, ‘Canela’, intenta por tercera vez derrotar al unionismo y convertirse en el alcalde de la Ciudad de Guatemala. Perdió contra el sempiterno Álvaro Arzú en dos ocasiones en 2007 y 2011, después prefirieron aliarse en 2015. Ahora, con Arzú fallecido, es el único que puede vencer al heredero y alcalde sustituto, Ricardo Quiñónez. Para lograrlo se presenta con una carrera y una propuesta técnica, pero también con un récord y un planteamiento con conflictos de interés.

Municipalidad de Guatemala P147 partido CREO Roberto González

Roberto González.

Ilustración: Diego Orellana

• WikiElectoral: todo lo que necesitás saber antes de votar

– El único que puede quitarle la Muni al unionismo es Canela. Está claro que a muchos votantes a lo mejor no les gusta del todo y podrán sentirse frustrados porque no es radicalmente distinto al unionismo y no les representa, pero votar por cualquier otra opción implicará que gane el unionismo.

El politólogo Daniel Haering explicaba en el programa Sin Filtro de Guatevisión la disyuntiva en la que se encuentran los capitalinos después de cuatro elecciones consecutivas ganadas por Alvaro Arzú durante los últimos 16 años. En este último gobierno municipal, el alcalde se radicalizó desde que fue acusado en octubre de 2017 por la CICIG y el MP de dirigir un sistema municipal de corrupción, se puso al frente de la alianza contra la Comisión y murió de un paro cardíaco en abril de 2018. Con esta antesala, las elecciones municipales están por primera vez abiertas y hay un empate técnico según las encuestas, entre Canela y el heredero unionista, Ricardo Quiñónez, quien está casado con una sobrina de Arzú.

Aunque Canela tiene una propuesta técnica distinta, unas críticas ante casos de nepotismo y una visión conservadora más moderada, el problema que enfrenta para conquistar a más opositores al arzuísmo es que en el pasado han sido como primos políticos.

Vamos a hacer un recorrido por su vida y su trayectoria.

“Soy Roberto González y estoy aquí en la zona 18 para que juntos, usted y yo, sintamos lo que sufren miles de vecinos a quienes les falta el agua todos los días antes de ir a su trabajo. Son las 4 de la mañana y me bañaré como ellos en el patio de esta casa para que nos demos cuenta de la realidad que tenemos que enfrentar”.

Esas son las líneas de Roberto en el spot publicitario que lo hizo famoso, durante la campaña electoral del 2007, cuando se bañó con un guacal. La imagen fue tan potente que es la misma que sigue usando 12 años después en su campaña.

 

El impacto probablemente ocurrió porque ningún capitalino blanco y de clase media-alta o alta, como  Roberto González Díaz-Durán, ha tenido que bañarse a guacalazos ni montarse en un bus rojo del transporte público durante dos horas para llegar a trabajar.

Su apellido materno tiene orígenes aristocráticos y carrera política. La historiadora Marta Casaús Arzú los describe en la obra clásica Linaje y racismo como “modernizante y poco conservadora. La red de los Diaz-Durán y su amplia alianza interoligárquica colaboró de forma decisiva en el proceso de transición democrática (de Guatemala) y en la recomposición del bloque hegemónico contribuyendo a salir de la crisis orgánica  en que ésta se encontraba desde 1980”.

Es decir, González también viene de una familia de la élite como los Arzú, pero es una rama menos central y más modernizante, a diferencia de sus ‘primos políticos’ contemporáneos. Los hijos del fallecido exalcalde, Roberto Arzú (candidato presidencial) y Alvaro Arzú Escobar (candidato a diputado unionista), resultaron de los más ultraconservadores del espectro nacional.

Este conservadurismo moderado de Roberto González probablemente se debe a su formación escolar. En vez de ir al Colegio Americano como los Arzú, se graduó del jesuita Liceo Javier. Ahí fue un estudiante destacado, deportista —campeón nacional de tenis—, con fama de travieso y líder estudiantil. De esa época adquirió el apodo de Canela, usado en Guatemala para referirse a los niños y las niñas que son ‘canela fina’ por su intensidad y picardía.

Su maestro y guía escolar fue el jesuita Roque Carrizo, quien le influyó tanto que sopesó dedicarse al sacerdocio y que su tesis de economía en la Universidad Francisco Marroquín tuvo como título: “Liberalismo y religión católica”, en el que intentó conciliar las ideas libertarias de la universidad, con las ideas católicas progresistas de su colegio. Así resume esta combinación.

—Mi filosofía moral antecede la filosofía económica. Tengo muy firme mi referente ético moral. A mi moral la influye mucho mi fe porque me da un marco de referente superior a un referente mundano. Por ejemplo, yo puedo entender cómo la pena de muerte puede inhibir delincuencia pero el valor de la vida es superior en mi marco de valores éticos.

El arzuísmo y el bergeísmo, dos ramas de un mismo tronco

Desde el retorno a la democracia, en la derecha empresarial guatemalteca ha habido dos líderes históricos: Alvaro Arzú y Óscar Berger. Ambos fundaron el PAN en los años 80. Ambos fueron alcaldes capitalinos. Ambos fueron presidentes. Y ambos perdieron el PAN y fundaron sus propias agrupaciones políticas.

Roberto González estudió la secundaria junto a uno de los hijos de Berger. Y así, mientras estudiaba la universidad, fue invitado por el entonces alcalde Berger a ser parte de su gobierno municipal y después de su Presidencia. Por eso Roberto González ofrece a los votantes experiencia de 17 años en la Municipalidad y el Gobierno.

Canela describe a Berger como su mentor, de quien fue mano derecha hasta 2007. “Lo admiro y lo quiero muchísimo, es un tipazo, me atrevo a meter las manos por él, a donde iré daré fe de que esas personas (Berger y su familia) son extraordinarias”.

Empezó como subgerente de la Empresa Municipal de Agua (Empagua) con 23 años. Su cercanía con Berger le permitió ir a estudiar un posgrado a la Universidad Católica de Chile y mantener el puesto. Después ascendió como gerente. Más tarde fue nombrado gerente de la Empresa Municipal de Transporte (Emetra).

Quique Godoy, quien llegó a ser vicealcalde unionista y sustituyó a Canela en Emetra, da referencias aceptables:

–Él dejó más o menos planteada la base para la generación de un sistema integral de transporte.

También fue quien dirigió la compra y concesión de los conocidos buses rojos, en 1998, un proyecto criticado después porque no eran precisamente buses de la mejor calidad. Sin embargo, ninguna auditoría demostró anomalías.

Ahora, Roberto González presume en varios de sus folletos y volantes (en forma de guacal), que uno de sus mayores logros fue la introducción de los taxis rotativos a la ciudad. Y junto a esos éxitos anteriores, ahí viene uno de los primeros conflictos de interés.

La única empresa que existe de taxis rotativos amarillos en la Ciudad hasta el día de hoy es la su antiguo candidato vicepresidencial, Rodolfo Neutze, secretario general de CREO y candidato a diputado.

–Antes de eso no se había facilitado el marco regulatorio para que cualquier persona pudiera inscribir una empresa de una manera simple, que pudiera prestar el servicio de taxi. Uno venía y tenía que caminar bastante para buscar un taxi, asegura González.

—¿Cómo explica que no hay otras marcas de taxis rotativos como Taxis Amarillos de Neutze en el mercado? ¿Es por la alianza de facto Unionista-CREO?
—Cualquier persona puede utilizar los medios que estén a su disposición para tratar de servir a un cliente o vecino. Yo tengo entendido que Taxis Amarillos quiso tener una diferenciación a través de un sistema de call center pero eso compite fuertemente con miles de guatemaltecos que salen con taxis blancos, rojos, verdes. Él ha tenido una estrategia de diferenciación, él pone un call center y son gastos grandes. Lo que yo hice fue el impulso de crear otra forma de movilidad que fue exitosísima. Si fuera para beneficiar a Rodolfo Neutze, que compite conmigo ahora contra los unionistas, ¿usted cree que la Muni no hubiera modificado ese marco jurídico? Ellos, si tienen lo que tienen, es por una decisión empresarial de dar un servicio diferenciado. Y sí tiene competencia: son todos los taxis que pasan ahí, los uber. Usted tiene el derecho de plantear una hipótesis, pero no hay nada y la mejor prueba es ir allá afuera. No hay ningún privilegio. En ese entonces ni siquiera tenía amistad con él, nos hicimos amigos en la fase política.

 

Roberto González en un foro de candidatos a la Alcaldía de Guatemala. Foto: Carlos Sebastián

Roberto González en un foro de candidatos a la Alcaldía de Guatemala. Foto: Carlos Sebastián

En el Gobierno: la reacción lenta tras una tragedia en 2005

Al ser electo presidente, Óscar Berger no dudó en incluir a Roberto González en su gabinete. Empezó como Ministro de Energía y Minas en una administración que creyó que la minería sería un motor de desarrollo —a pesar de la conflictividad que provocó, y la pobreza dejó la mina estrella durante el Gobierno, la Mina Marlin—. González había asesorado proyectos de energía, pero no tenía mucha experiencia. Y ambientalistas recuerdan que como ministro se opuso a elevar el impuesto a la minería, que es de 1%.

Cuando González dejó el Ministerio de Energía, fue convertido en gerente de la Presidencia. Estaba ahí cuando la tormenta Stan azotó el Altiplano guatemalteco en octubre de 2005 y le encargaron el manejo de la crisis. Según sus críticos desde la oposición de entonces y desde adentro del Gobierno, por sus errores de administración había sido retirado del puesto. Él les rebate y dice que su intervención estaba destinada a ser puntual, en la primera fase:

—Siempre dicen que yo soy "el reconstructor", pero no se reconstruye nada desde la Presidencia. Yo tuve el rol de diagnóstico y planificación tras el desastre (para que después intervinieran secretarías y ministerios).

Un informe elaborado por Acción Ciudadana (AC) cuestionó su lentitud:

“Para los procesos de contratación pública realizados en el marco de la emergencia durante el año 2005, no existió una normativa mínima que los regulara, quedando a criterio de las autoridades administrativas superiores de las entidades contratantes, la definición del procedimiento a seguir”.

 

Roberto González, en entrevista con Nómada. Foto: Carlos Sebastián

Roberto González, en entrevista con Nómada. Foto: Carlos Sebastián

Una propuesta técnica, y una crítica por conflictos de interés

En estos 12 años entre derrotas electorales, González ha trabajado en tres lugares.

—La primera, en la empresa Plaza Turín, que es una de las empresas de un centro logístico que se construyó con mi familia política para poderle construir a la empresa Procter&Gamble. Mi familia y yo hemos vivido fundamentalmente de ese proyecto las últimas décadas. Además, como abogado, pero un abogado no dice quiénes son sus clientes por ética profesional. Doy asesorías a compañías o personas de la iniciativa privada, doy asesorías de evaluación de proyectos y de estrategia de gobernanza. Y mi tercera fuente es académica, que es simbólica.

En estos 12 años, a diferencia de 2011, cuando no tenía un plan de trabajo impreso, esta vez Canela parece haberse preparado técnicamente. Su plan luce bastante completo y está basado en seis pilares: a. Desarrollo Urbano b. Habitat Inclusivo b. Convivencia Armónica c. Movilidad Integral d. Ciudad Eco Sostenible e. Impulso Económico.

Puede encontrarse en este enlace:

El centro de su propuesta es evolucionar la Municipalidad de la Ciudad de Guatemala hacia un Distrito Metropolitano, con el equivalente a trazos de nuevos anillos periféricos. Hay uno de Norte a Sur, y otro de Este a Oeste.

Pero en el de desarrollo urbano tiene una propuesta con un conflicto de interés evidente.

–Para mejorar la vialidad haremos un metro de superficie, extender el transmetro y construir un corredor este-oeste, que conecte Mixco, desde El Naranjo, a Cayalá y zona 15. El beneficio particular puede generar desarrollo para que salpique a alguna comunidad, resumió Canela en una entrevista en la radio.

Su excontrincante Juan Solórzano Foppa encontró un conflicto de interés:

–(Canela) hace esta propuesta porque el señor Richard Lee, concejal 1 en la planilla de Creo, tiene inversiones inmobiliarias en el condado El Naranjo. Esto significa que al realizar esta obra, sus inversiones van a aumentar millones de quetzales.

Richard Lee, candidato a concejal primero, rebatió a Foppa:

–Sí, trabajo en IDC. Sí, IDC administra el proyecto El Naranjo. Pero esta idea no es de IDC, viene de la cooperación japonesa desde los años 90, fue incluida en el plan de trabajo de la municipalidad actual y lo que haremos nosotros será convertirla en una prioridad para que la ciudad no siga colapsada de tráfico. Invitaremos a los mejores técnicos a que presenten cualquier propuesta que tenga mayor impacto en la mejora de la vialidad, que no sea esta (Corredor El Naranjo, zona 15). Y de encontrarla, reemplazaría esta prioridad. La Ciudad no puede seguir solo con el corredor Este-Oeste de la Roosevelt-Liberación-Próceres-Carretera a El Salvador. Necesita un segundo corredor y los beneficios no serán solo para los puntos de entrada y salida sino para todo el distrito metropolitano. Será una obra que realizaremos con los más altos estándares de transparencia y bajo protocolos de licitación internacional.

 

Imágenes del estudio.

Imágenes del estudio de factibilidad.

Sus apuesta por ser la nueva antítesis al arzuísmo

Quizás por su cercanía como ‘primos políticos’, la oposición del bergeísmo en el Concejo Municipal de Arzú, primero como Gana y después como Creo, ha sido cuanto menos discreta. Entre 2004 y 2007, Canela fue concejal de oposición, aunque sin fiscalizaciones memorables.

–Cosas puntuales no llegan a discutirse en el concejo, no recibimos información sobre contrataciones, esos temas no pasan por el concejo, justificó.

El exvicealcalde unionista Quique Godoy lo rebate y dice que los concejales bien pueden involucrarse en denunciar anomalías, compras sobrevaloradas, contrataciones anómalas, nepotismo, entre otras acciones cuestionables.

Aunque es cierto que nunca ha habido una investigación con tantas evidencias como la de 2017 de la CICIG y el MP, que titularon: La Caja de Pandora.

La investigación determinó que la Municipalidad de Guatemala, a cargo de Arzú, le pagó a Byron Lima –sentenciado por el asesinato de monseñor Juan Gerardi– por propaganda, bienes y servicios para la campaña electoral unionista para la alcaldía en 2015. Para eso se usaron fondos del Fideicomiso de Apoyo a la Planificación Urbana, a través de la síndico primero Luisa María Salas y Zorayda Hericx, subdirectora de Atención a las Comunidades Precarias.

El contacto con Byron Lima se hacía a través de su hermano Luis o su pareja Alejandra Reyes, quien estaba encargada de conseguir facturas en blanco para entregarlas a la Municipalidad, donde las llenaban con datos y gastos que no ocurrieron y solo eran parte de una forma de esconder el destino del dinero, según las evidencias de la investigación del MP y la CICIG.

Además, la CICIG encontró plazas fantasma para las parejas de los sentenciados por la muerte de Gerardi y Byron Lima forzaba a mujeres familiares de reos a asistir a mítines del partido Unionista.

Roberto González asegura que desde Creo sí han sido opositores desde el Concejo Municipal.

–Nuestro concejal Rodolfo Neutze ha presentado oposición visible importante, que han cubierto los medios de comunicación. Por ejemplo, oponerse a ciertos proyectos donde no había transparencia, por ejemplo, la construcción en las paradas del Transmetro. A lo largo del tiempo donde se ha visto alguna opacidad lo han hecho los concejales. Rodolfo fue la voz de oposición. Ahora yo en lo personal he manifestado mis discordancias en muchos temas de la administración municipal, he mencionado mucha opacidad, falta de información. También he mencionado que la municipalidad también ha tenido programas positivos. La oposición que hemos tenido sumada a medios de comunicación, han expuesto los mismos temas que siempre se criticaron de la administración. El grado de oposición que los tiempos requieren ahora después de casos de la CICIG, nos toman los últimos tiempos pero sí hemos tenido posición. ¿Cómo no voy a ser opositor si llevo 12 años presentando campañas para competir contra él? Nuestro estilo ha sido muy mesurado y  muy responsable de intentar tener pruebas para presentar nuestros argumentos.

Este año, aumentó los decibeles de las críticas:

“La caja chica municipal de la que usted ha vivido, terminará pronto”, tuiteó Roberto González a Alvaro Arzú Escobar.

–Lo peor es la opacidad y el uso de los recursos públicos para intereses personales y políticos. Compito contra el aparato público de la municipalidad. Todos los recursos materiales, humanos y hasta contra los colores. Se apropiaron hasta del color y hasta en el escudo del municipio de Guatemala se ha usufructuado y hay opacidad. No puedo tener los papeles de los comités técnicos de los fideicomisos; se ha pedido muchas veces, pero no se sabe. Además, cosas técnicas muy serias. Como que el Transmetro no se extendiera a las ciudades dormitorio.

 

González y el resto de candidatos a la alcaldía durante un foro. Foto: Carlos Sebastián

González y el resto de candidatos a la alcaldía durante un foro. Foto: Carlos Sebastián

En su plan de gobierno añade el tema de desechos, de agua y de transporte público y vialidad.

–Criticar ahora al unionismo pero haberse aliado hace cuatro años es contradictorio, se le cuestionó.
—Hace cuatro años enfrenté un dilema ético. La alianza Creo-Unionista viene para competir contra Manuel Baldizón y Alejandro Sinibaldi, esa sociedad perversa entre Líder y PP. Entre el unionismo y eso (PP-Líder), optamos por la alianza. Optamos por dejar los intereses personales y sumar. Consideramos que esa alianza electoral podría ser planteada pero eso no implicó jamás que hiciéramos una unión de principios o de filosofía. El día que terminó la elección cada quien continuó con sus esfuerzos ideológicos y sus puntos de vista.

—¿Por qué es tan crítico ahora? ¿Qué cambió en estos 4 años en el unionismo?
—Ahora yo lo que he visto es que muchos de ellos, en supervivencia política han violentado principios morales que yo no había visto antes. Ya la tolerancia de tener relaciones políticas con personajes que no tenían una reputación más que de corruptelas, nos separó todavía más. Han cambiado mucho. En mis competencias con Alvaro Arzú, el uso de recursos municipales no fue lo burdo que fue ahora. Pero ahora los que dejó Arzú están en una supervivencia, jamás había visto tal falta de pudor, tan poco recato en cuanto al uso de los recursos municipales. No había tan poca vergüenza. Hoy lo que cuento es que competí contra el aparato electoral público de la municipalidad, en las anteriores contiendas no. En las anteriores hubo más recato.

El sprint final

En las elecciones municipales no hace falta ganar el 50% de los votos más uno, ni tampoco una segunda vuelta. El candidato que obtenga más votos es quien se queda con la municipalidad cuatro años. Así, Roberto González está en la recta final para arrebatar la comuna al unionismo después de 16 años. Es el único que tiene posibilidades.

 

Roberto González durante su gira en la colonia de La Florida. Foto: Carlos Sebastián

Roberto González durante su gira en la colonia de La Florida, zona 19. Foto: Carlos Sebastián

El sábado 25 de mayo, Canela y una comitiva de unas 10 personas llegaron con volantes y altoparlantes al mercado La Florida, en la popular zona 19. Pantalón de lona, camisa formal con las mangas recogidas y sonrisa entre amable y nerviosa.

Lo reconocen todavía por el anuncio de hace 12 años. “¿Y dónde está mi guacal?”, pregunta una de las vendedoras del mercado. Otros pasan por alto su presencia y siguen caminando.

“La tercera es la vencida”, le dicen algunas vecinas.

Roberto González avanza en medio de la gente. Se detiene a saludar a quienes le sonríen, les da la mano, les da una palmada en la espalda.

– Qué tal, soy Roberto González, estoy para servirle, ahora sí para hacer un cambio en la Municipalidad.

En estrechos corredores del mercado, le habla a una señora de avanzada edad que camina con su carga al hombro. Lo voltea a ver y le sonríe.

– ¡Ay Dios, ojalá pues!

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Martín Rodríguez Pellecer
/

(Guatemala, 1982.) Es el fundador de Nómada. Fue director y CEO entre 2014 y 2019. Es guatemalteco, perseverante y alegre. En 2020, cedió parte de sus acciones a trabajadores, periodistas de prestigio y vendió el resto a uno de sus maestros, Gonzalo Marroquín. Fue periodista 20 años y ahora se dedica a hacer consultorías para personas, instituciones y empresas. Es políglota y escritor. @revolufashion


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COMENTARIOS

RESPUESTAS

    Víctor López /

    13/06/2019 10:06 PM

    Da lo mismo, sacamos a los arzu (Mara 18) para que lleguen los Días Duran (MS) , esta gente lo que les interesa es continuar con los negocios ,
    seguir enriqueciéndose la suerte esta echada ... La corrupción seguirá con diferente careta...

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

      - /

      14/06/2019 2:50 PM

      Vos mejor hace shooooo........cuachic traidor a la patria, evadido, pasapartes y cantimplora. El "roble de oro" y la "placa de combatiente" te salio en un tortrix.....araña.

      ¡Ay no!

      ¡Nítido!

    frank lopez hurtarte /

    13/06/2019 3:51 PM

    .
    .
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    QUE PIERDA EL PEOR..!

    Le rebato a este corrupto que se refiera a los Berger como "personas extraordinarias". Solo algunos sabemos que hizo un gobierno corrupto, apalancado por su concuño Gonzalo Marroquín cuando éste estuvo a cargo de Prensa Libre.

    Con González, Cantel se irá para arriba.

    Mientras que fue Juan Francisco Solórzano Foppa el creador de la frase: "la caja chica de la mafia Arzú García-Granados y Arzú Escobar"

    Mi conciencia me dice que debo votar por Alvaro Véliz, con la mejor preparación académica, experiencia municipal, humildad y sencillez a toda prueba.

    Entre González y Quiñónez me quedo con "que pierda el peor".
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    ¡Ay no!

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    ¡Nítido!



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