Por qué Norma Torres (y su agenda para Guatemala) se pueden quedar hasta el 2022 en el Congreso de EE.UU.

1. El terreno en disputa

Estados Unidos tiene una representación de 435 congresistas en la Cámara de Representantes –House–, que se eligen cada dos años. El número de congresistas no es el mismo en cada estado y depende de la población en cada área administrativa o distrito electoral. Por ejemplo, Wyoming solo elige un congresista y California elige 53.

California está dividida en 53 distritos electorales y Norma Torres compite contra el republicano Mike Cargile por el escaño del distrito número 35. Tiene su sede en Inland Empire e incluye las comunidades de Chino, Fontana, Montclair, Ontario, y Pomona, que se encuentran en los condados de San Bernardino y Los Ángeles.

2. La experiencia de 4 campañas (y más)

Norma Torres ya ganó las elecciones en el distrito 35 de California como congresista en 2014, 2016 y 2018. Este 2020 está en marcha su cuarta campaña electoral.

Su experiencia empezó mucho antes. Entre 2000 y 2005 fue miembro del Ayuntamiento de Pomona y luego, entre 2005 y 2008 fue la alcaldesa de la localidad. Después, entre 2008 y 2013, integró la Asamblea del Estado de California y posteriormente, entre 2013 y 2014 fue senadora en el Senado de California.

3. El electorado hispano

El distrito 35 de California tenía en 2018 una población 769 mil 589 habitantes, según datos del censo. Y de esos, cerca del 72 por ciento se consideran latinos o hispanos, mientras que la edad media es de 32 años. Eso da una franca ventaja a Norma Torres, quien a los cinco años migró a Estados Unidos, pero mantiene una identidad hispana y progresista, lo que la conecta con el electorado.

Mike Cargile, el candidato republicano, es un hombre blanco y conservador, así que difícilmente se puede conectar con el electorado progresista. Pero aún al competir contra republicanos de origen hispano, Norma Torres ha ganado con amplia ventaja. En las elecciones de 2018 su contendiente fue Christian Leonel Valiente y solo obtuvo 31% de los votos, mientras que la demócrata consiguió 69%.

La Comisión Electoral Federal de Estados Unidos señalaba a inicios de julio que Torres ha recibido $425,657.91 en aportes para la campaña de 2020, mientras Cargile solo ha conseguido $7,645.

4. Congresista viendo a Centroamérica

En sus seis años como congresista, Norma Torres ha mantenido una firme agenda enfocada en el electorado de California, pero también ha manifestado su preocupación por la seguridad y la democracia en Guatemala, El Salvador y Honduras.

Cuando fue integrante del Comité de Asuntos Exteriores del Congreso impulsó iniciativas para respaldar a la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala y la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras, logrando el apoyo de demócratas y republicanos.

Norma Torres también creó el Caucus de Centro América y desde esa posición cuestionó al secretario de Estado, Mike Pompeo, sobre su postura en torno al uso que hizo el gobierno de Jimmy Morales de los jeeps J8 donados por Estados Unidos a Guatemala, con los que intimidaron a civiles que manifestaban contra la impunidad; también exigió al gobierno de Estados Unidos que respondiera con firmeza al gobierno de Juan Orlando Hernández, en Honduras, cuyo hermano está acusado de narcotráfico.

5. Las promesas contra la corrupción

Uno de los momentos en los que quedó más clara la agenda de Norma Torres fue su visita a Guatemala en 2019, junto a una comisión de congresistas demócratas encabezada por Nancy Pelosi. Entre lágrimas, la congresista dijo: “Es muy difícil decir adiós reconociendo que 70% del pueblo los apoya (a la CICIG)”.

A pesar que Norma Torres lamentó que el gobierno de Jimmy Morales no extendiera el plazo de CICIG, tampoco se quedó cruzada de brazos. En el 2020, como parte del Comité de Apropiaciones, propuso para el próximo año una enmienda en el presupuesto para incluir partidas dirigidas a Centroamérica:

$45 millones para esfuerzos anticorrupción y de estado de derecho
$20 millones para programas de protección a mujeres y niños.
Un reporte de personas corruptas en los países del Triángulo del Norte.

El borrador de ese proyecto tiene algunas condiciones para, al menos, el 50% de los fondos de cooperación. EE.UU. quiere asegurarse que los países de Centroamérica combatan la corrupción, trabajen a favor de la democracia y contra la pobreza.

La contienda

Las elecciones del 3 de noviembre de 2020 definirán si Norma Torres sigue por dos años más representado al distrito 35 California, hasta 2022. Expertos en política y relaciones internacionales consideran que la continuidad de la congresista tiene una incidencia directa sobre Guatemala.

Roberto Wagner, analista político y profesor universitario, destaca que Norma Torres “ha hecho toda una carrera política ascendente” y además, por sus orígenes, entiende lo que es ser migrante y se identifica con la población hispana, especialmente de segunda generación -hijos de migrantes-, lo que le da ventaja entre su electorado.

En cuanto a su política hacia Guatemala, Wagner dice que Norma Torres “resultó ser una figura polémica para muchas personas porque se involucró en el tema de la CICIG, que dividió a la opinión pública entre detractores y seguidores”.

Según el experto, habrá temas importantes en la agenda de la congresista si se confirma su reelección, como la migración centroamericana en el marco del Covid-19 y la cooperación para el combate a la impunidad y la corrupción en la región.

La impunidad del pasado y del presente

Anamaría Diéguez, exviceministra de Relaciones Exteriores, considera que en la historia familiar de Norma Torres hay “paralelismos” entre su niñez, cuando tuvo que migrar de Guatemala a Estados Unidos y en la actualidad, cuando es una congresista preocupada por Centroamérica, una región golpeada por la corrupción y la impunidad:

“En la década de los 80, en medio del conflicto armado, no había respeto a la libertad ni la vida de las personas. Su padre tuvo que migrar para resguardar su integridad y eso llevó a la Congresista Torres a llegar a Estados Unidos como niña. Ahora, en el siglo XXI estamos en un país polarizado, separado por conceptos de esos años, donde la lucha por la justicia, en contra de la corrupción y de la impunidad se considera anatema. Hemos visto develada la realidad detrás de la elección de las altas Cortes”.

Según Diéguez, la preocupación de Torres por la corrupción y la impunidad tiene sentido porque esos grandes problemas afectan el desarrollo del país y los guatemaltecos se ven obligados a migrar ante la falta de oportunidades. En un país donde no prevalece el Estado de Derecho las inversiones y la actividad económica se ven gravemente afectadas.

La Congresista Torres ha estado muy activa para denunciar la injerencia de Gustavo Alejos en la cooptación de la justicia. El papel de esta persona llevó a la administración estadounidense a declararlo “non grato” y prohibir que él y su familia puedan llegar a Estados Unidos. “Por eso es tan importante el llamado para entender que el combate a la corrupción no es una cuestión ni de izquierdas ni derechas”, apunta Diéguez.