Coronavirus y religión
José María Tojeira / 25 marzo, 2020
En tiempos de riesgo y amenaza, la reflexión es indispensable. Y la religión, cuando olvida su parte reflexiva y se deja invadir exclusivamente por la influencia de los sentimientos, puede llevar a opciones que no son las más convenientes. Para el cristianismo, reflexión y sentimiento tienen que ser coherentes con la fe de aquel en quien creemos: un Dios a quien llamamos padre, que es amor en sí mismo y cuya palabra viva es la persona de Jesús de Nazaret, el Cristo, el Señor. Frente al desastre, el miedo o la amenaza, el amor nos lleva siempre a la solidaridad y al servicio. En el libro de Tobías en la Biblia se nos cuenta que este judío piadoso enterraba a sus compatriotas muertos, condenados a ser pasto de las alimañas, contra las órdenes del rey. En cada circunstancia de la vida la persona realmente creyente pasa siempre a la acción solidaria, aún en medio del riesgo y la dificultad.