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Me gradué de maestra de educación preprimaria y trabajé bastantes años de mi vida dando clases en diferentes instituciones, organizaciones y colegios privados. Estoy rodeada de amigas maestras y soy mamá de un niño de siete años.
Es por eso que escribo esta columna, por la contradicción que me provoca la educación en esta pandemia.
El lunes recibí un correo del colegio donde estudia mi hijo, con los lineamientos de las “clases en línea”. Luego de enviar algunas tareas que consistían en ver videos de Youtube y hojas de trabajo en PDF, llegó por fin la iniciativa de las videoconferencias para niños de tres, cinco, siete y trece años en ZOOM. ¿Basta con esto para hablar de aprendizaje significativo?
La educación a distancia es nueva para todos: niños y padres, docentes y centros educativos.
Los docentes, que con suerte fueron capacitados alguna vez sobre TICS (Tecnologías de Información y Comunicación), rebuscan videos para ejemplificar los temas del día, envían correos y aprenden cómo preparar sus clases en plataformas como Google Classroom.
En este escenario inesperado, maestros y maestras intentan adaptar una rutina en la que los niños, detrás de la pantalla, se ven forzados a vestir su uniforme con el fin de no “perder” la rutina escolar. Los ponen a realizar actividades en las plataformas de videoconferencias con mucho entusiasmo, aunque la misma falle por la mala conexión a internet que existe en la mayoría del país.
Esta labor de los maestros también incluye, de paso, educar a los padres en el uso de la tecnología porque no falta el o la que interrumpe, a media clase de matemáticas, para preguntar dónde se enciende el micrófono. Los docentes están dando lo mejor de sí para adaptarse a este proceso tecnológico de enseñanza-aprendizaje, que a decir verdad, es desconocido e inusual para una sociedad como la nuestra. Y lo hacen además porque, entre otras cosas, no quieren perder su trabajo.
Las mamás y papás, en tanto, seguimos lidiando con los desafíos cotidianos. Algunos ya comenzaron a sufrir el desempleo; otros intentamos lidiar con el teletrabajo, con las obligaciones de casa y además con acompañar a nuestros pequeños en sus videoconferencias, mismas que suelen coincidir con los horarios laborales.
Y por último tenemos a los colegios, intentando que cancelemos las cuotas mensuales completas para poder pagar a su personal, a quienes a su vez presionan para aprender de manera pronta sobre TICS y dar clases hasta de educación física a distancia.
Si bien algunos centros educativos, en consideración por la crisis, diluirán los pagos de estos meses a lo largo del año -como se acordó en el decreto 12-2020-, no tiene sentido que a estas alturas exijan el pago de cuotas de natación o servicio de bus. Esta rigidez, paradójicamente, parece no sufrir ningún cambio en beneficio de los ya angustiados padres y madres de familia.
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¿Qué va hacer el Ministerio de Educación para apoyar de manera sustancial en esta crisis además de lanzar un programa televisivo para continuar con las clases en un país donde no todos tienen acceso a telecomunicaciones? ¿Tendrá capacidad para supervisar los métodos que utilizan los colegios privados y de paso, para evitar sus abusos?
Es necesario admitir que no todos estamos en la misma situación aunque estemos juntos viviendo esta pandemia. El COVID-19 vino a evidenciar muchas desigualdades en nuestro país y en la educación. Una de ellas es la brecha digital: la desigualdad en el acceso a la tecnología.
Por lo mismo, creo que debemos admitir que no estamos listos. Nuestro Currículo Nacional Base no está hecho para el e-learning. Nuestro sistema educativo está atravesando, como todos, la crisis del Coronavirus. Y está bien, ninguno de nosotros estaba preparado pero debemos ser conscientes que todas las partes estamos dando lo mejor de nosotros mismos para salir de esta crisis.
Solo asumiendo nuestra verdadera realidad lograremos impulsar cambios significativos para todos. Replanteemos las carencias del sistema, aceptemos que vivimos en un país desigual, comprendamos las limitaciones de los docentes y de los padres de familia. Asumamos que nuestros intentos de enseñar en casa durante este confinamiento aún no son la educación a distancia ideal.
Procede que seamos solidarios e intentemos buscar soluciones que nos beneficien a todos, pues resulta totalmente injusto para niños, docentes y padres de familia tener que responder a metodologías inevitablemente improvisadas para seguir justificando, de alguna manera, que los cobros se mantengan igual en tanto todo esto pasa.
Elizabeth de Lopez /
Tiene razón b, durante el año hemos tenido problemas con acordar forma de pago y no se pudo, ahora un incremento para el otro año sin saber la dinámica, el mineduc no esta supervizando yo me acerque por el exceso de trabajo y forma de dar clases que pasaron únicamente el horario igual del cole a casa, no rs posible!! Y me contestaron quejese en diaco.... Solo una observación.. Conosco el cnb lo he estudiado un poco y encontre que en la mayoría de instituciones y maestros y profesores no entendieron o comprenden como usar cnb, porque esta diseñado para ser flexible, y muy adaptado para este tiempo, lo que sucedió fue una mala implementación, en mi humilde opinión como profesora y madre... Me husta su columna... Bendiciones
Carlos /
Somos un país desigual, pero es no es malo. Por la misma desigualdad natural del ser humano, es decir, todos somos únicos, es que al educación y formación debe individualizarse, es decir liberarse de estructuras rígidas como un currículo Nacional Base ( es decir, todos los niños aprenden lo mismo, aún sabiendo que cada uno es único?... no es lógico ni eficiente!). Creo que la educación y formación en general va a transformarse y la única forma es aceptar, tanto ministerio, centros educativos y padres ( los alumnos por naturaleza ya lo han aceptado) que debemos abrazar la tecnología y que en el futuro serán la inteligencia artificial quien guía el aprendizaje de nuestros hijos de acuerdo a sus intereses, gustos y deseos. Por cierto, tengo a mis hijos en homeschooling desde hace 8 años porque me di cuenta que aún los colegios privados no se acomodaban a las particularidades de mis hijos, y es una decisión que no me arrepiente, porque ahora son jóvenes independientes en su aprendizaje y forma de pensar.
Elizabeth de Lopez /
Estamos buscando esta opcion de homeschool, es posible para primaria? Donde puedo optar por ella, gracias
Beatriz Palomo /
el problema de la educación a distancia puede mitigarse si el gobierno llama a las mejores cabezas que hay para diseñar un plan de emergencia. Ya en los años se 60 del siglo pasado se hicieron ensayos que eran bastante buenos y desistieron, por falta de financiamiento. Los chapines somos pilas. Se acuerdan cuando había sólo una tele en el barrio y se ponía en una ventana? Se pueden poner las clases en línea para que las personas que no puedan acceder a las clases "live" puedan hacerlo en horarios alternativos.Dar instrucciones precisas a los padres para que apagan la radio y demás aparatos mientras sus hijos están en clase. A veces hay solo una compu y tres niños que están en diferentes grados. Los maestros que trabajen en equipo para que una "clase modelo" pueda ser usada por varios grupos y luego una reunión virtual para resolver dudas. El ministerio en lugar de exigir y amenazar que aprenda a cooperar con las instituciones educativas y que den lineamientos claros. Eso de que ganen por decreto no se vale. Si necesitan apoyo pídanlo. A personas capacitadas.
Nydia Fuentes /
¡Excelente aporte! Muchas gracias.