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Así fue el día de la masacre en la embajada de España

El 31 de enero de 1980 fue un día que marcó la historia del país. Hay que hacer memoria, recordar, puntualizar los hechos para que estas tragedias nunca más se vuelvan a repetir.

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Esta es una opinión

Fuerzas de seguridad alrededor de la Embajada Suiza, 29 de septiembre de 1978. Fuente: Archivo Histórico de la Policía Nacional

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No puede entenderse lo que sucedió el 31 de enero de 1980 en la embajada de España, sin revisar la historia. Desde 1979 pobladores de Quiché habían denunciado hechos de violencia a manos del Ejército. Por ejemplo, el caso de 7 campesinos que fueron detenido, vestidos de verde olivo y luego emboscados.

Sus cadáveres fueron encontrados el 6 de diciembre, mientras el ejército aseguraba que se trataba de guerrilleros. Los campesinos sufrían controles, presencia militar masiva, cateos a las casas y detenciones arbitrarias.

Todo ello está documentado por la Comisión para el Esclarecimiento Histórico (CEH) en su caso ilustrativo N°. 79, que recoge una serie de testimonios. Entre ellos se documenta que la Iglesia católica había apoyado a la población, lo que los habían convertido también en víctimas de la represión. 

Varios sacerdotes y catequistas habían sido perseguidos y asesinados. Como muchos de los sacerdotes eran españoles, el entonces embajador de España viajó a la zona para ofrecerles protección y sacarlos del país si se sentían amenazados.

Mientras tanto los campesinos se habían cansado de denunciar la represión y de que sus palabras se las llevara el viento. Incluso les negaron el ingreso al Congreso de la República cuando intentaban que este organismo interviniera para frenar la represión. Buscaron a los medios de comunicación pero fue en vano ya que había temor por la reacción que pudiera tomar el gobierno.

La única puerta que se abrió fue la de la Universidad de San Carlos (USAC), principalmente gracias a estudiantes organizados en el Frente Estudiantil Revolucionario Robin García (FERG) y al sindicato de trabajadores.

Se diga lo que se diga, los campesinos intentaron las vías legales antes de buscar acciones de hecho. Frente al cierre de los espacios institucionales debatieron sobre el impacto que podría tener la ocupación de una iglesia o una sede diplomática para hacer presión nacional e internacional. Optaron por la segunda opción.

Cuando el embajador español estuvo en el norte de Quiché solo se reunió con los sacerdotes españoles, lo que implica que se ha mentido al decir que él había regresado a la capital ya con la planificación de la toma de la embajada.

 

Observadores alrededor de la embajada de España, 29 de septiembre de 1978. Fuente: Archivo Histórico de la Policía Nacional.

 

El día de las llamas

El jueves 31 de enero, un grupo de 27 personas, entre campesinos y estudiantes, ingresaron de forma pacífica a la embajada de España para hablar con el embajador y que este los apoyara. El embajador tenía una reunión con tres personalidades guatemaltecas, Adolfo Molina Orantes (excanciller), Eduardo Cáceres Lenhoff (ex vicepresidente) y Mario Aguirre Godoy (profesor universitario); este último salió ileso de la situación porque aprovechó un descuido de los campesinos en el momento en que las fuerzas de seguridad comenzaron a ingresar a la sede diplomática. 

Casi inmediatamente la embajada fue cercada por elementos de la Policía Nacional. El embajador trató de negociar con el Gobierno guatemalteco para que retirara a los agentes y también pidió la presencia de la Cruz Roja para sacar a las mujeres que se encontraban adentro.

Intentó por todos los medios que el Gobierno escuchara las solicitudes de los campesinos, pero muchas de sus llamadas no fueron respondidas. Mientras tanto los policías nacionales estaban fuertemente armados, acompañados de policías judiciales y miembros de la inteligencia militar. En cuestión de minutos las líneas telefónicas fueron cortadas.

La orden del presidente Romeo Lucas García, según relató un testigo a la CEH, fue «sáquenlos a como dé lugar». Eso no dejaba ninguna duda a quienes habían estado dirigiendo la represión, de que no había ningún espacio de negociación ni consideración con los ocupantes de la embajada. Otra persona declaró que el presidente había conversado con el jefe del Estado Mayor Presidencial, Héctor Montalván, para tomar la decisión sobre qué hacer. 

Según los testimonios, el propio ministro de Gobernación, Donaldo Álvarez Ruiz, habría considerado que eran campesinos y no guerrilleros, diciendo que si hubieran sido guerrilleros, habrían arrojado un primer cadáver como muestra de fuerza. 

El gobierno sabía que era campesinos, estudiantes y pobladores los que se encontraban Hubo posibilidades de evitar la masacre, de dialogar y negociar para que las personas que estaban dentro de la embajada salieran. Nada de eso sucedió.

Alrededor de la una de la tarde, dos horas después del arribo de los campesinos, las fuerzas policiales comenzaron la invasión de la sede diplomática. El embajador intervino y avisó a quien dirigía el operativo policial que los ocupantes iban a abandonar pacíficamente el lugar. A la policía no le importó. Intentò abrir una vía de negociación pero sólo recibió como respuesta un “les damos dos minutos”, lo que no daba espacio para dialogar o evacuar.

La policía ya tenía la orden de atacar y, como era una característica de las fuerzas de seguridad de la época, estaban ansiosos por derramar sangre. No atendieron la petición del embajador y asaltaron la sede, irrespetando el principio de inviolabilidad territorial.  

Los ocupantes se refugiaron en el despacho del embajador. La policía abrió un orificio en la puerta del despacho y desde ahí dispararon lo que se cree que haya sido un lanzallamas o un «expulsor de gas inerte».

La CEH documentó que no se hizo un peritaje sobre el origen del incendio (el cual le correspondía al Organismo Judicial en esa época); las investigaciones periciales españolas identificaron que lo más probable es que hubieran usado gas inerte o algo similar, que «produce parálisis inmediata del atacado», porque las personas se encontraron petrificadas en posturas incompatibles con un incendio producido por gasolina, por ejemplo, donde las víctimas se retuercen en la agonía.

El testimonio del embajador es claro al mencionar que “cuando la puerta se derribó… se produjo una enorme llamarada en la puerta, después de una explosión…” Está claro que la explosión y la llamarada vinieron de afuera del despacho del embajador, es decir, de las fuerzas policiales.

La CEH concluyó que «las fuerzas policiales… utilizaronn un lanzallamas o un lanzador de gas inerte contra todas las personas que se encontraban dentro del despacho del embajador». Como las personas ocupantes llevaban cócteles molotov, estos automáticamente se incendiaron con las llamas provocadas por la policía; pero la CEH, así como los peritos españoles, no considera que el fuego que quemó a estas 37 personas fuera consecuencia de las molotov.

La policía no hizo absolutamente nada para detener el fuego o para rescatar a los ocupantes. Los bomberos y la Cruz Roja no pudieron intervenir de inmediato. Según testigos, el fuego habría durado apenas 3 minutos, pero hasta pasados 10 minutos se permitió que los bomberos actuaran.

El embajador había logrado escapar de las llamas y fue recibido agresivamente por los policías, quienes trataron de detenerlo, lo que se evitó por la intervención del personal de la Cruz Roja, logrando su traslado a un hospital, ya que se encontraba quemado de las manos y la cara.

Las fuerzas de seguridad del Estado de Guatemala cometieron una masacre contra población civil que se encontraba protestando en la embajada de España en Guatemala. Fallecieron 37 personas, entre las cuales incluso había diplomáticos españoles.

 

Toma de la Embajada española. Fuente: Archivo Histórico de la Policía Nacional

 

Gregorio Yujá, el sobreviviente

Aunque se quieran inventar otras versiones, el asalto a la embajada se realizó bajo las órdenes del entonces ministro de Gobernación, Donaldo Álvarez Ruiz; el director de la Policía Nacional, Germán Chupina Barahona; y el jefe del Comando 6, Pedro García Arredondo. Además, desde la presidencia, Romeo Lucas dio la orden de entrar, violentando el derecho internacional que garantiza la inviolabilidad del territorio extranjero en cualquier otro país.

La única persona que sobrevivió a la masacre fue Gregorio Yujá Xoná, uno de los campesinos, porque había quedado debajo de los cuerpos de los demás. Fue trasladado a un hospital privado con graves quemaduras en todo el cuerpo. 

A Gregorio Yujá lo secuestraron al menos 20 hombres armados, sacándolo del hospital, el 1 de febrero. El 2 de febrero, apareció terriblemente torturado y ejecutado frente a la rectoría de la USAC.

Al embajador lograron sacarlo del país gracias el acompañamiento de varios embajadores que fueron testigos del operativo contra Yujá Xoná y, temiendo por su vida, buscaron su salida inmediata del país. El Gobierno guatemalteco intentó desacreditar tanto al embajador Cajal como a quienes ocuparon la embajada. Las autoridades españolas rompieron relaciones con Guatemala, mismas que se restablecieron cuatro años después, cuando el Gobierno guatemalteco reconoció la responsabilidad del allanamiento y la violación de la Convención de Viena. El mundo entero condenó los hechos.

El entierro que terminó en ejecución

El 2 de febrero se iba a realizar el entierro de las víctimas de la embajada, cuyos féretros se encontraban en el Paraninfo Universitario. Al momento de salir del lugar, fue atacado un grupo de estudiantes. 

Las fuerzas de seguridad ejecutaron a Gustavo Adolfo Hernández, presidente de la Asociación de Estudiantes de Medicina, y a Jesús España. Poco más tarde, durante el cortejo fúnebre, fue secuestrada la estudiante Liliana Negreros, cuyo cuerpo fue encontrado si vida el 20 de marzo en un cementerio clandestino cerca de Comalapa, Chimaltenango. 

El 20 de enero de 2015, 35 años después de la masacre, un tribunal condenó a Pedro García Arredondo por la quema de la Embajada y la muerte de 37 personas. Nunca se esclareció la responsabilidad por el secuestro, tortura y asesinato de Gregorio Yujá, ni por el asesinato y de los estudiantes universitarios.

 

Familiares y amigos de las víctimas de la quema de la embajada hicieron una ceremonia maya después de la sentencia.

 

En el asalto a la embajada de España murieron: Gavina Morán Chupe, Edgar Rodolfo Negreros Straube, Felipe Antonio García Rac, Francisco Chen Tecu, Francisco Tun Castro, Gaspar Vi Vi, José Angel Xoná Gómez, Juan José Yos González, Juan Chic Hernández, Juan López Yac, Juan Tomás Lux, Juan Us Chic, Leopoldo Pineda, Luis Antonio Ramírez Paz, María Pinula Lux, María Ramírez Anay, María Ramírez Anay, Mateo López Calvo, Mateo Sic Chen, Mateo Sis, Regina Pol Cuy, Reyno Chiq, Salomón Tavico Zapeta, Sonia Magaly Welches Valdez, Trinidad Gómez Hernández, Vicente Menchú Pérez, Victoriano Gómez Zacarías, Adolfo Molina Orantes, Eduardo Cáceres Lenhoff, Jaime Ruiz del Arbol, María Teresa de Villa, Felipe Sáenz Martínez, María Lucrecia Rivas de Anleu, Nora Adela Mena Aceituno, Miriam Rodríguez Urrutia, María Wilken de Barillas, y María Cristina Melgar.  

En los meses siguientes fueron asesinados el padre Juan Alonso Fernández, en Uspantán; el padre Faustino Villanueva, en Joyabaj; y el padre José María Gran, en Chajul, a quienes el embajador Cajal había ofrecido su apoyo frente al peligro que corrían sus vidas.


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COMENTARIOS

RESPUESTAS

    jose contreras /

    04/02/2020 1:08 PM

    Ustedes que lo vivieron tienen su versión propia. Yo nací en 1986 y solo me puedo guíar por lo que se ve y se lee. Lo malo es que hay mucho y muchas versiones y no he encontrado una sola que no sea completamente imparcial. Este texto es muy bueno, pero también omite ciertas cosas, a mi entender.

    1. Yo estoy seguro que no eran "pacificos" ocupantes. Incluso recuerdo en alguna entrevista con JLF en canal antigua, haber escuchado a Rigoberta admitir que sus familiares "sí eran combatientes."

    2. El hecho de llevar bombas molovot (aunque no se hubieran usado) denota que la toma era violenta.

    3. Admitir que Mario Aguirre Godoy logró salir "por un descuido de los campesinos" hace inferir que estaban allí secuestrados, por la fuerza.

    4. El hecho que al sobreviviente lo hayan secuestrado, torturado y asesinado claramente indica que las fuerzas del gobieron querían ocultar algo.

    Yo que no viví el conflicto he sacado 2 conclusiones:
    1. El Gobierno abusaba de la fuerza, asesinaba y torturaba a víctimas inocentes, pero muchos de ellos no eran "inocentes" sino "combatientes". No eran unas mansas palomitas.

    2. Nada de esto se puede repetir.

    P.D Viva Guatemala

    ¡Ay no!

    2

    ¡Nítido!

    Daniel Cifuentes /

    03/02/2020 8:33 PM

    Maximp Cajal era una rata sicia y traidora. Dejo vendidos a todos y salio con la suya. Que arda en el infierno.

    ¡Ay no!

    4

    ¡Nítido!

    Victor lopez /

    03/02/2020 6:44 PM

    Mariano rossel , era un furibundo anticomunista, era alero de los chafas y oligarcas . Tiene razón don don Walfre Garcia no todos eran inocentes, hubo traidores que se vendieron ... don rossel es uno de ellos ...

    ¡Ay no!

    1

    ¡Nítido!

    Mario Monterroso /

    03/02/2020 3:23 PM

    Lo que sucedió en la Embajada de España fue una atrocidad. Es evidente que las fuerzas de seguridad eran dirigidas por criminales. Se olvida de mencionar en el artículo a Manuel de Jesús Valiente Tellez, jefe de la policía Judicial, igual de criminal que Arredondo. Curioso que a Donaldo Álvarez en su momento se le dejara partir tranquilo del país y ya nunca se supo nada de él. Nada justifica lo que se hizo.
    Por otro lado, es importante señalar, para poder reconstruir la historia de este país, que entre el Comité de Unidad Campesina (CUC), el Frente Revolucionario Robin García (FERG) y otras organizaciones de base hubo coordinaciones. Ignoro si con conocimiento de las bases, pero sí de sus líderes, se sabía que eran organizaciones vinculadas al Ejército Guerrillero de los Pobres. Luego de lo de la Embajada de España el EGP creo el Frente Popular 31 de Enero (FP 31), dentro del cual se aglutinaban, además de las organizaciones antes mencionadas, a organizaciones vinculadas al movimiento de pobladores y de religiosos de base.
    Yo inicié mis estudios de Derecho en 1980 y justo durante la primera semana de clases vimos en lo que en ese entonces era el edifico "P", como estaban reunidos los campesinos que luego tomarían la embajada. El FERG les brindaba cobijo y coordinaban trabajo político con ellos. Los patios del edificio se usaron para cocinarle a los múltiples campesinos que estaban aquí en la capital para denunciar los ataque que el ejército estaba haciendo en Quiché. Esa semana estuvieron allí y luego partieron para la toma. Después del incendio los militares fueron a tirar el cuerpo de Xuja Xoná a la universidad de San Carlos y la gente del FERG lo enterró en la parte posterior del edificio P. Muchos años estuvo allí la tumba. Ignoro si aún contínúa allí.
    Es justo decir que si bien es cierto las demandas de los campesinos eran justas y fueron desoídas por autoridades, prensa y otras instancias, también es correcto indicar que ya para ese entonces existía una coordinación de estas organizaciones amplias con diferentes grupos de la guerrilla, en este caso específicamente con el EGP.
    Seguramente lo que digo incomodará a diversa gente, pero no podemos pretender mirarnos como país si no decimos las cosas como son y nos atrevemos a decir lo que realmente pasó.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    ligia soto tzul /

    03/02/2020 2:43 PM

    De esto hay mucha tela que cortar, también se cuenta que los guerrilleros que secuestraron la Embajada junto con las personas civiles ajenas al conflicto armado. También se dice que fueron ellos en contubernio con el embajador (ya que España apoyaba a la guerrilla)
    los que dispusieron detonar la bomba.

    ¡Ay no!

    2

    ¡Nítido!

      Jose Garcia /

      22/03/2021 9:21 AM

      ¿Cómo España podria apoyar a una organización terrorista? Grandísima imbecilidad

      ¡Ay no!

      ¡Nítido!

    Walfre Garcia /

    03/02/2020 6:56 AM

    1. La historia no ha identificado los nombres de los guerrilleros muertos en combate y dónde están enterrados. Quiere decir que cualquier persona muerta puede ser víctima.
    2. Insinuar que por ser sacerdotes eran inocentes y no participes de política es forma de manipular un editorial. Es altamente conocido la inferencia de la iglesia en la política.
    3. No existe historia del uso en combate del uso de lanza llamas por parte del ejército durante el conflicto armado interno. Falso que se usará en la embajada. Solo en el juicio de la embajada se planteó la idea de que fue este aparato el que mato a la gente y no las bombas Molotov. Para los que vivimos esas épocas, bombas Molotov eran muy comunes en el conflicto.
    Ahora solo falta que digan que también estuvo don Quijote peleando molinos de vientos en la trajedia.

    ¡Ay no!

    3

    ¡Nítido!

    Victor lopez /

    31/01/2020 8:56 PM

    Totalmente de acuerdo con este articulo, es la realidad y no hay contradicción...

    ¡Ay no!

    1

    ¡Nítido!

      Daniel Cifuentes /

      03/02/2020 8:29 PM

      Farsa total

      ¡Ay no!

      2

      ¡Nítido!

    Marlon Suarez /

    31/01/2020 4:10 PM

    Me va a disculpar la escritora de esta nota pero ella misma se contradice y sesga completamente todo el contexto, a saber:
    "El jueves 31 de enero, un grupo de 27 personas, entre campesinos y estudiantes, ingresaron de forma PACIFICA a la embajada de España para hablar con el embajador y que este los apoyara."

    "Como las personas ocupantes llevaban COCTELES MOLOTOV, estos automáticamente se incendiaron con las llamas provocadas por la policía; pero la CEH, así como los peritos españoles, no considera que el fuego que quemó a estas 37 personas fuera consecuencia de las molotov."

    Que alguien me explique cómo en una protesta pacífica iban con bombas o cócteles molotov?

    Esto solo me dice que la toma NO era pacífica, ya que los ocupantes llevaban bombas incendiarias y llevar ésto en esos tiempos significaba que esta gente iba dispuesta a todo, aún inmolarse. Si al final lo hicieron ellos o los quemaron son otros 20 pesos, pero lo cierto es que hay una clara contradicción malintencionada de la escritora.

    Que en ese tiempo estábamos en guerra esto también es cierto, que hubieron excesos de ambos bandos los hubieron.

    ¡Ay no!

    14

    ¡Nítido!

      Danorl Cifuentes /

      03/02/2020 8:27 PM

      Ud es u mediocre traumado que vive de la limosna internacional. Traiga pruebas sea coherente y use argumentos y no estupideces para opinar.

      ¡Ay no!

      2

      ¡Nítido!

        Marlon Suarez /

        04/02/2020 7:08 AM

        Yo no soy un HDP como vos, contesta lo que pregunta sino mejor no ladres, imbeciel.

        ¡Ay no!

        ¡Nítido!

      Mario Paredes /

      02/02/2020 5:29 PM

      Me podrias explicar por que siendo una embajada y no siendo invitados la policia entro a la fuerza?Por fa hacelo como si se lo explicaras a un niño de 6 años.

      ¡Ay no!

      4

      ¡Nítido!

        Marlon Suarez /

        03/02/2020 4:44 PM

        Simple, estábamos en guerra nadie respetaba nada ni el ejercito ni la guerrilla. Te pregunto, en que guerra hay respeto?

        Y de la misma forma me podrías decir como es que las personas entraron bombas molotov si la toma era pacífica? Con el apoyo de quien las entraron?

        ¡Ay no!

        2

        ¡Nítido!

        Rodrigo Polo /

        03/02/2020 7:29 PM

        Simple, vos sos un chairo comunista que de plano desde la montaña mandaste a esos indignas para que se inmolaran y culparan al noble y glorioso ejercito de Guatemala.
        Gracias al ejercito vos y tus izquierdistas no tomaron el poder, Andate a Venezuela o Nicaragua chairo...

        ¡Ay no!

        1

        ¡Nítido!

        Marlon Suarez /

        04/02/2020 7:10 AM

        Vos tu madre HDP!

        ¡Ay no!

        ¡Nítido!

    julio /

    31/01/2020 3:29 PM

    embajada suiza ? pongan atencion mucha no escriban por escribir

    ¡Ay no!

    3

    ¡Nítido!

      Moises Lopez /

      31/01/2020 9:28 PM

      Julito yo creo que ni un cuento de 3 lineas podrias escrivir, mucho menos un articulo como este. Mejor pon atencion al dolor de los familiares de esta gente.
      Por eso chapinlandia esta como este, con burros como vos,
      Vos si escrivis por escribir idioteses.

      ¡Ay no!

      5

      ¡Nítido!

    julio /

    31/01/2020 3:27 PM

    embajada suiza ?

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!



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