La UFM en Madrid, una auténtica aventura
El mes pasado, en Madrid, fue inaugurado el campus de la Universidad Francisco Marroquín, una casa de estudios guatemalteca desconocida en España de no ser por un muy reducido círculo de profesores y activistas liberales. El acto pasó desapercibido en la prensa local, cubierto apenas una entrevista en una emisora de radio de carácter conservador y una reseña en un diario digital.
Inaugurar una nueva universidad no es algo extraño. En Madrid hay 17 instituciones, entre públicas y privadas. La más antigua es la de Alcalá de Henares, fundada a finales del siglo XV en tiempos de los Reyes Católicos. La más moderna es la Eclesiástica San Dámaso, dependiente del arzobispado y que obtuvo la licencia universitaria hace sólo siete años pero funcionaba ya como centro de estudios y seminario conciliar.
Todas estas universidades procuran títulos oficiales reconocidos en España y en la Unión Europea a través de los convenios suscritos en el Espacio Europeo de Educación Superior. Las titulaciones oficiales en España llevan el sello del rey Felipe VI, quien de manera simbólica concede el título. Esta es una manera directa de saber si un título es oficial o es propio del centro, que algunas universidades también expiden, especialmente para los estudios de posgrado.
La UFM no tiene carácter oficial, es tan solo una universidad extranjera operando en España, algo perfectamente legal y que sólo requiere una autorización administrativa que no es difícil de obtener. Los títulos que expida, por lo tanto, no son oficiales ni estarán concedidos por el rey Felipe. Tampoco serán reconocidos a la par de los que obtienen los españoles en la propia España o en cualquiera de los 27 países integrantes de la Unión Europea.
Acceder a la condición de universidad con titulación oficial en España es relativamente complejo y bastante costoso. Es necesario cumplir una regulación muy estricta. Quien quiera abrir una universidad debe pasar antes por trámites que pueden alargarse mucho en el tiempo. La administración justifica todas estas diligencias previas en la calidad educativa; quiere, en suma, colocar el listón bien alto para que sólo los que van muy en serio y tengan la solvencia adecuada puedan expedir títulos.
No sucede lo mismo en Guatemala, país en el que la educación superior está apenas regulada y es mucho más sencillo abrir una universidad, ponerla a funcionar y crear titulaciones propias. Además, cuentan con la ventaja de que las universidades están exentas del pago de impuestos, lo que convierte a esta actividad en algo que puede llegar a ser muy lucrativo. De este esquema de funcionamiento no podrá beneficiarse la UFM en Madrid. En España las universidades pagan impuestos igual que cualquier otra empresa. Los impuestos, además, no son precisamente bajos.
Los requisitos académicos en Guatemala tampoco son muy estrictos. Vayamos con un ejemplo muy ilustrativo. Gabriel Calzada, rector de la UFM, era en España un simple profesor interino de la Universidad Rey Juan Carlos, en la que, además, llevaba muy pocos años. Antes de eso no había enseñado en universidad alguna.
No tenía, y sigue sin tener, un curriculum académico destacado. Apenas cuenta con publicaciones en su campo -la economía- que no van más allá de algunos informes menores y artículos en prensa. Su índice H (indicador que mide la cantidad de citas que han recibido sus artículos científicos) es 4. Su índice i10 (indicador que mide las publicaciones que se han citado al menos 10 veces) es 2. Los de Javier Ramos, rector de la URJC, son 19 y 31. Por poner sólo un caso de edad similar.
El vicerrector de la UFM, Javier Fernández-Lasquetty, no es siquiera doctor. No hizo carrera académica. Fue político del Partido Popular durante 30 años. Empezó en 1984 en las juventudes del partido y terminó en 2014 como consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid con Ignacio González, hoy sindicado en graves casos de corrupción.
Es altamente probable que en una universidad española, Calzada y Fernández-Lasquetty no hubiesen llegado a ocupar esos cargos. Tampoco es del todo razonable que los ocupen en Guatemala. ¿Es concebible que un político guatemalteco de segunda fila, uno que ha pasado media vida rodeado de corruptos, llegue a vicerrector en la universidad más cara de España? ¿O a un profesor auxiliar de la San Carlos sin méritos académicos alcance la rectoría en la prestigiosa Universidad de Navarra? No, no lo es.
Porque la UFM es muy cara para los baremos guatemaltecos, pero a la vista de las clasificaciones, no destaca por su excelencia. En el QS Latin America University Rankings está en el fondo de la tabla. Tampoco destaca dentro de la propia Guatemala. En el mismo índice figura por debajo de la Universidad San Carlos (pública) y de la Universidad del Valle (privada). En el World University Ranking ni siquiera aparece, lo que constituye prueba inequívoca de su irrelevancia. Tampoco lo hace en el UniRank.
¿Es esto malo? No, igual que con los equipos de fútbol, hay miles de universidades en el mundo y sólo unas pocas están llamadas a la parte alta de las clasificaciones. En Madrid, además, se puede estudiar en varias universidades extranjeras con titulaciones no oficiales, pero esta carencia la compensan con el prestigio de la institución, tal es el caso de la New York University, la Saint Louis University, la Suffolk University o el ESE de la University of Buckingham. Todas cuentan con campus propio en la ciudad.
Las casualidades desafortunadas
La UFM acaba de entrar como vemos en un mercado muy competitivo y exigente en el que no lo va a tener fácil, una auténtica aventura que le exigirá grandes dosis de paciencia y un importante desembolso económico sostenido en el tiempo, que los fiduciarios de aquella institución tienen que descontar desde ya. A eso, hay que sumar que quizás adentro de la UFM, muchos se cuestionen ya si algunos de sus amigos españoles son los más convenientes, tanto los expatriados en la propia Guatemala como los de la propia España.
El campus de la UFM en Madrid tiene su sede en un pequeño edificio dentro de las instalaciones de una escuela de negocios llamada EUDE, una casa de estudios cuya oferta educativa es básicamente de masters, algunos oficiales y otros propios. Los oficiales los certifica la Universidad Rey Juan Carlos. El nombre EUDE ha salido varias veces en prensa a cuenta de dos casos de corrupción muy célebres en España: el caso Púnica y el caso Lezo. El antiguo administrador único y consejero de EUDE, un tal Óscar Sánchez Moyano, está siendo investigado por ello.
¿Qué relación hay entre EUDE y la UFM? Es un misterio. Pongamos antes algunos datos sobre la mesa. Como apuntaba más arriba, el actual vicerrector de la UFM es antiguo miembro del gabinete de Ignacio González, éste último imputado hoy en el caso Lezo. Pero no es la única coincidencia.
Por la UFM se han dejado caer destacadas personalidades del PP de aquella época, hoy asediado en los tribunales. Lucía Figar, consejera también de Ignacio González, estuvo por allá en 2014. Dos años después, fue acusada por la Guardia Civil de fraude, tráfico de influencias y malversación. Esperanza Aguirre, ex presidenta de la Comunidad de Madrid y madrina política de Ignacio González, estuvo en 2016, meses antes de retirarse de la política. Fue la invitada estrella del Foro Latinoamericano de la Libertad.
Podría tratarse de pura casualidad, y lo de la UFM y EUDE no ser más que una coincidencia puramente postal. De cualquier modo, no harían mal en aclararlo. Todo emprendimiento debe empezar con buen pie y prestando atención a los detalles que, como es bien sabido, es por donde siempre anda el diablo.
Francisco /
Creo que la coincidencia de espacios entre UFM y EUDE es casual ya que EUDE no es el dueño del edificio donde se ubica la UFM.
Eude lo tuvo alquilado pero lo dejaron hace varios años.
Los investigados por casos de corrupción ya no tienen nada que ver con EUDE ya que hace tiempo hubo cambio accionarial y del equipo directivo.
Momo /
El artículo hace sentido solamente cuando se termina completamente la lectura y se ve quien es el autor. Solo digo.
Miguél /
Mucho odio en este artículo. Huele mal, incluso siendo una investigación (si así fuera) hay mucho desprecio.
Nómada perdió la imparcialidad hace mucho tiempo.
Carlos José Cintrón /
Una de las características de los guatemaltecos es que tendemos a minimizar y menospreciar lo que somos.
Si bien es cierto, somos un país con múltiples problemas, esos mismos nos hacen siempre ver el lado negativo de las cosas lo que nos mantiene en un estado perenne semi depresivo.
Esta tendencia hace que las cosas positivas para el país las minimicemos, las cuestionemos y tratemos de destruir.
Este artículo es precisamente un claro ejemplo de esa destrucción sistemática que mantenemos hacia nuevas iniciativas o acciones que pueden convertirse en cosas interesantes para el país.
Lo curioso es que el que escribe no es guatemalteco, pareciera por tanto, de haberse contagiado de ese pesimismo tan nuestro.
Es cierto que TODO NUESTRO SISTEMA EDUCATIVO ES DEFICIENTE, pero que una entidad se anime a buscar nuevos horizontes, con todas las limitaciones que puedan existir es en si una acción que se aplaude y se debe de motivar pues de lo contrario seguiremos condenados a la mediocridad que nos rodea.
En esta línea, sería interesante saber que emprendimiento de éxito mayor ha tenido el columnista en su carrera para entender que quién critica estas nuevas ideas tiene la solvencia moral de haber creado cosas grandes con impacto mayor en alguna rama de la actividad humana.
Ximena /
Excelente artículo!
Anónimo Díaz /
1. Díaz Villanueva carece de autoridad para hablar del tema porque fue despedido de la UFM en Guatemala con escándalo por lo que se dedica a desprestigiar la universidad desde entonces.
2. Díaz Villanueva miente, miente y miente por ser, además, ignorante en muchos temas. Por ejemplo, él se ha hecho la idea de que en Guatemala fácil abrir una universidad (lo que es falso) y no sabe siquiera que para hacerlo se tarda años si no décadas para que el CEPS apruebe la solicitud. Y que de cada 10 solicitudes de nuevas universidades quizá aprueba solo 1 o 2. En fin...
Fernando Díaz Villanueva /
1. No fui despedido. No estaba en la plantilla de aquella universidad, sino mediante un contrato de colaboración por lo que no pudo haber despido. El contrato se resolvió amistosamente el 5 de septiembre de 2015. Retráctese de esto o tendrá que responder a las consecuencias penales por esta calumnia.
2. No miento. En Guatemala la regulación universitaria es infinitamente más laxa que en España.
Anónimo Díaz /
A propósito, para que se vea que VIllanueva es un pajero. LLegó a hablar de los "despedidos" de la Marro y siempre menciona que Trujillo y Thomas fueron "sepultados" (en términos de Villanueva quien creó un meme con sus tumbas), osea, despedidos. Eso prueba que Villanuevita busca protagonismo y venganza. Ni Trujillo, ni mucho menos Thomas han sido despedidos. Es más, Fritz Thomas espresidente del consejo de fiduciarios de la UFM D)
Anónimo Díaz /
Villanueva,
1.Fuiste despedido y punto, eso saben muchos en la UFM. No estabas prestando servicios profesionales sí tenías contrato fijo que fue rescindido porque te echaron.
2. No tienes ni idea de cómo funciona en Guatemala abrir una universidad.
3. Eres un mentiroso y nefasto. Además de mediocre. Y punto
Anónimo /
Vaya que te duele ese comentario no?
José Rodriguez /
Según tengo entendido, la UFM no tiene planilla de catedráticos, puesto que facturan sus servicios mensualmente.
Juan Carlos /
Independiente de eso. De lo que si qué hay evidencia es del puesto en el Ranking mundial de universidades. Eso es comprobable sin necesidad del artículo. Esa parte es totalmente cierta.
Anónimo Díaz /
En el ranking mundial de las universidades participan las universidades estatales en su mayoría y las privadas que aceptan participar en este estudio. La Marro nunca ha aceptado participar en los rankings puesto que está en contra de sus principios (según la UFM, el único ranking válido es el mercado que pone las cosas en su lugar)
Juan Carlos /
Si, bueno, igual, aparece.
frisca /
Resentido por haber sido despedido de la mejor universidad de Latinoamérica, la UFM. jajajajajaja
Hugo /
Otro al que están estafando y no se ha dado cuenta ja ja ja ja y ja ja
julian Orteman /
Cabal, eso mismo digo yo mientras Juan Fra, y Zapeta alaban esa nueva sede como la ultima maravilla del mundo, me pregunto alla en España, quien se atrevera a matricularse en una universidad que al final solo en España o Guatemala sus graduandos seran reconocidos. O profugos de la justicia autoexiliados en España, o hijos de corruptos que pueden mandar a sus retoños a Guatemala a expander sus negocios....
M.C /
Me pregunto quien en ira a estudiar la UFM en Madrid? Los titulos no valen en Espania. Solo en Guatemala. Y la UFM no aparece internacionalmente bien posicionada.
Ha de haber otro trasfondo a esto. En fin, al ser una institucion privada, que hagan lo que quieran con su dinero.
Igual que en Espania deberian las universidades en Guatemala pagar impuestos ! (tema y discusion aparte. Tambien los colegios deberian de pagar impuestos).