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1. Comunicación del Estado con los ciudadanos y aprendizajes:
En el 2004 Taiwán estableció el Centro Nacional de Comando de Salud, después del brote del Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS), que apareció en China en 2002. Esa experiencia la usaron en 2010 cuando ocurrió el accidente nuclear de Fukushima, y todos los ciudadanos y habitantes recibimos alertas a nuestros celulares con información sobre el protocolo a seguir, a dónde comunicarno por alguna emergencia y en dónde buscar información oficial. También es evidente su aprendizaje de los terremotos y otras catástrofes naturales. Podríamos aprender de nuestras catástrofes.
2. Eficiencia y prevención (integración de Análisis de Big Data):
Inmediatamente después de que la Organización Mundial de la Salud fuese notificada el 31 de diciembre de 2019 sobre el coronavirus, Taiwan movilizó e institucionalizó pasos específicos para identificación de casos, contención y asignación de recursos para proteger la salud pública. Aquí también aprovecharon la información de su base de datos de su Seguro Médico Nacional (universal para todos los ciudadanos y extranjeros), y fue integrado a su base de datos de migración y aduanas. Lo que significó alertas en tiempo real sobre visitas clínicas basadas en su historial de viaje y síntomas. A través de esto se busco a personas con síntomas respiratorios severos pero que dieron negativo para influenza y fueron reevaluados con COVID-19.
3. Acciones concretas:
Taiwan inicialmente implementó una lista de 124 actuaciones que incluyen control de fronteras, identificación de casos, cuarentena de casos sospechosos, asignación de recursos. Acceso a información, educación sobre el tema mientras peleaban contra la desinformación (no es exclusivo de Guatemala o Centroamérica), seguidas de la formulación de políticas para escuelas y negocios.
[Leé el Liveblog con la última información sobre la emergencia del coronavirus en Guatemala]
4. Transparencia y cooperación interinstitucional:
Altos funcionarios del estado; vicepresidencia, ministro de salud y otros funcionarios han brindando información y recomendaciones a la población. Es evidente que la población tiene acceso a la información correcta a través de diferentes medios. La rápida respuesta y cooperación entre diferentes instituciones-ministerios, sector público y privado fue clave, pues no se limitó a la responsabilidad de un solo Ministerio de Salud. También es importante resaltar la capacidad y experiencia de los que lideran estas organizaciones.
5. La respuesta de la población:
Destaco la respuesta y colaboración de los taiwaneses; responsables y respetuosos de la ley y del prójimo. Me gusta compartir el ejemplo simple de la mascarilla, el cual uno debe de portar al tener síntomas de gripe o tos, no por temor de ser contagiado más bien por evitar contagiar al prójimo. Esto no es nada nuevo para los taiwaneses, es un buen hábito que ayuda en el tema de prevención.
[Leé también: La Semana Santa que no debió ser, por Fernando Barillas]
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Debemos de aprovechar la experiencia de nuestro aliado para encarar el coronavirus porque es obvio que nuestro país no está preparado y no tiene los recursos. No tenemos un Seguro Médico Nacional universal, hospitales equipados con tecnología de última generación, personal suficiente, centros de investigaciones, abastecimiento de medicamentos, etcétera.
Taiwán es un ejemplo a seguir y, aunque no es parte de OMS, el sistema de salud de Taiwán ha sido calificado como el mejor del mundo en el Índice de Asistencia Sanitaria 2019. En mis cinco años de vivir en la Isla de Formosa tuve acceso al Seguro Médico Nacional el cual es universal (agricultores, estudiantes, maestros, etc); nunca fui discriminada por ser extranjera, es fácil de acceder en cualquier parte del país. A pesar de que en ocasiones el idioma es un reto, no obstante siempre había personal bilingüe y siempre se me trató con respeto e interés genuino por mi bienestar. Nunca me encontré con algun caso de falta de medicamentos o citas a las que tuviese que esperar más de un mes para ser atendida.
Obviamente tenemos una crisis encima con el primer caso en el país y las limitantes en el sistema de salud, pero aprendiendo del Estado de Taiwán y asumiendo las responsabilidades individuales (enfermo, padre, docente, servidor público, empresario, trabajador, etc.) podemos contribuir y minimizar los riesgos.
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