El antiguo refrán “hace referencia a la idea de que cada quien debería opinar sobre aquello que sabe y abstenerse de manifestarse en aquellos asuntos que no le incumben o no entiende”. Lo mismo debiera aplicarse a todos los cargos públicos, especialmente a los ministros, tal como lo manda el Artículo 113 de la Constitución: “…capacidad, idoneidad y honorabilidad”. ¿Les suena?
Veo con tristeza, impotencia y cólera cómo el gobierno actual no es más que el menú agrandado de las corruptelas anteriores. En este caso me referiré al ambiente, porque, siendo consecuente (de acuerdo a mi capacidad), es el tema del cual tengo cierto dominio.
Los primeros intentos realizados en la búsqueda de preservar el ambiente surgen a través de la creación del decreto 4-89, que da vida al Consejo Nacional de Áreas Protegidas –Conap-, el cual tiene bajo su cargo la conservación de la diversidad biológica del país y el Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas –Sigap-, que comprende aproximadamente el 33% del territorio nacional.
Once años más tarde se creó su hermano mayor: el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales –MARN- para garantizar “la adopción de un modelo de desarrollo que logre satisfactoriamente el equilibrio ecológico, sistematice la gestión ambiental, prevenga la contaminación del ambiente y permita la sostenibilidad, conservación, protección y mejoramiento de los recursos naturales, evitando su depredación y agotamiento”.
Curiosamente, el país sólo invierte el 0.13 del PIB para el cuidado del ambiente, como quien dice le falta poco para ser nada. Esto denota la escasa visión estratégica que tenemos como sociedad en términos de sostenibilidad ambiental.
Si se invirtiera de manera adecuada, el Estado podría ahorrarse anualmente Q3 mil millones anuales, que son las pérdidas estimadas por causa de fenómenos naturales extremos, o los millones destinados a la curación de enfermedades asociadas a la contaminación ambiental. ¡Cuánto no haríamos por los guatemaltecos y el ambiente reinvirtiendo esa plata!
Sin embargo, el MARN se ha reducido es a ser una agencia de tramitación de Estudios de Impacto Ambiental, además de un nido de corrupción derivado de la aprobación irregular de los mismos, entre otras cosas.
El Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap), por su parte, es visto como la piedra en el zapato del MARN y del Ministerio de Energía y Minas, por eso lo han reducido paulatinamente a su mínima expresión. Lo ahorcaron con poco presupuesto (0.7% del presupuesto nacional) y con nombrar autoridades que se doblegan a la voluntad del corrupto de turno. Quienes no se doblegan son obligadas a renunciar.
El tema ambiental ha sido ignorado a conveniencia porque muchos ganan si se mantiene el status quo, aunque sea a expensas del ambiente. Desde los ministros o alcaldes que reciben las comisiones para autorizar contratos lesivos de explotación de los bienes naturales, hasta el empresario que desvía ríos para su plantación o presiona para favorecer a una minera, pasando por el narco-ganadero que coacciona a pobladores para invadir áreas protegidas y la compra-venta de ilusiones “a precio de quemazón” por parte de las industrias dedicadas a monocultivos extensivos.
A ello se suma la falta de interés por informarse, por tener una visión nublada, viciada y dudosa del concepto de desarrollo, por promover un modelo consumista destructivo y olvidarse que hay millones de personas esperando una solución a su situación de pobreza.
La otra cara de la moneda es el desperdicio del dinero que la cooperación internacional invierte en generar políticas, estrategias, agendas, planes, entre otras herramientas, para orientar acciones de la cartera ambiental. Lastimosamente son hijos que nacen muertos debido a la falta de presupuesto para su implementación, y evidencia de la falta de interés y voluntad política de todos los gobiernos.
Además, cuando vemos las calidades y cualidades de quienes tienen en sus manos los ministerios, secretarías e institutos, nos topamos con personas que admiten cínicamente desconocer del tema, denotando que han sido nombradas por amiguismos, compadrazgos, pagos de favores y nepotismo.
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La institucionalidad ambiental necesita una reforma urgente y una limpieza profunda: lo mismo que no dejaríamos una intervención quirúrgica a un zapatero, tampoco deberíamos permitir que las instituciones que velan por la nuestra vida y la de nuestro ambiente estén dirigidas por gente incapaz, sin honor y sin idoneidad. Los guatemaltecos merecemos gozar de todos los bienes y servicios que provee el tener un ambiente sano.
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Peter lim /
Demasiado blandito el señalamiento a la cooperación. Desconozco el monto de cooperación que ingresa al país en materia ambiental pero eso mucho más que para un par de enchiladas.
El MARN y demás entidades publicas en materia ambiental son un gran fracazo, pero eso no es solo gracias a Alonso Alonso. Esa ineptitud es señalada por Ongs locales e internacionales y juegan a las puertas giratorias. La cooperación les otorga millones y lo despilfarran en estudios o proyectos que nacen muertos como bien dice la autora. Muchos de esos proyectos y estudios son dados a "dedo" y otros ganados por competencia. Pero la mayoria elaborados por biologos y ambientalistas. Asi que esto se trara de un sistema podrido en donde todos son participes! Estoy revisando ahora mismo la pagina del programa de la ONU para el desarrollo y veo muchos proyectos en materia ambiental y solo en el portal de adjudicaciones hay uno de 188.9 mil USD para arcas; 215 mil USD para fundacion defensores, y muchos otros más. Que hacen con tanta subvención?
Sharon van Tuylen /
Gracias por el comentario! Hay mucha tela que cortar en el tema ambiental y un punto que es importante tratar a profundidad es justo el del apoyo y los vicios que se generan derivados del financiamiento de proyectos de cooperación internacional y también sobre el papel que juegan las ONGs "ambientalistas" en el manejo de los fondos y el ambiente. En 4500 caracteres es difícil profundizar o discutir un tema tan amplio y con tantas aristas. Pero se toma la nota para una siguiente publicación ;)
Claudia García /
Muy buen artículo, solo hay que actualizar el dato de 19 países megadiversos a 20, ya que Etiopía se unió en la pasada COP13 del CDB.
Sharon van Tuylen /
Gracias por el comentario! Tomo el dato.
Saludos!
Sharon van Tuylen /
Tomo el dato. Gracias por el comentario!
Alejandra /
Con relación al párrafo que dice "Los primeros intentos ...",
yo diría que el origen de todo esfuerzo en materia ambiental es un GRAN logro y una fortaleza que no se ha sabido aprovechar: la actual Constitución incluyó principios y garantías sobre el ambiente, agua, reforestación, patrimonio natural, equilibrio ecológico, aprovechamiento racional de los recursos no renovables, etc. Pero vivimos en un Estado en el cual lamentablemente ni siquiera la garantía mínima del derecho a la vida se respeta.
Todavía antes que la Ley de Áreas Protegidas, en Guatemala se aprobó el Decreto 68-86, Ley de Protección, Conservación y Mejoramiento del Medio Ambiente, un esfuerzo pionero a nivel mundial, pero al que no se le dio la importancia debida y le faltó el desarrollo de los reglamentos que hicieran esta ley operativa.
En cuanto al paupérrimo presupuesto citado, es importante hacer ver que el tema reforestación recibe al menos el 1.5 % del Presupuesto General de Ingresos y Egresos del Estado, y que los resultados de ese presupuesto, desde el año 1996, son que anualmente perdemos cobertura boscosa en vez de ganarla!
La reforma a la institucionalidad debería comenzar por integrar y aglutinar todas las instituciones dispersas en el MARN, y que de allí se ejerza la rectoría sectorial que le corresponde, claro, con un Ministro no sólo capaz, honorable e idóneo, ahora se necesita que sea honrado y sepa dirigir con visión estratégica la política ambiental de uno de los países más vulnerables ante los impactos del cambio climático, porque de esas decisiones va a depender la sobrevivencia de más de la mitad de los guatemaltecos en unos cuantos años.
Miriam /
Muy buen artículo y excelente reflexión.
Sharon van Tuylen /
Muchas gracias!
Rony Trujillo /
Calidad Sharon! Me gustó mucho este párrafo: "La otra cara de la moneda es el desperdicio del dinero que la cooperación internacional invierte en generar políticas, estrategias, agendas, planes, entre otras herramientas, para orientar acciones de la cartera ambiental. Lastimosamente son hijos que nacen muertos debido a la falta de presupuesto para su implementación, y evidencia de la falta de interés y voluntad política de todos los gobiernos." Gracias por poner el dedo en la llaga, ya que prácticamente nadie habla de este problema dentro del gremio ambiental; y por obvias razones, ya que esa dinámica disfuncional representa una importante fuente de empleo dentro del gremio.
Sharon van Tuylen /
Hola Rony! Gracias por el comentario. Hay mucha tela que cortar en el tema ambiental y un punto que es importante tratar a profundidad es justo el del apoyo y los vicios que se generan derivados del financiamiento de proyectos de cooperación internacional y también sobre el papel que juegan las ONGs "ambientalistas" en el manejo de los fondos y el ambiente. Y no discuto que los proyectos son fuente de trabajo para el gremio (o para algunos del gremio)... (esta frase va seguida de un montón de peros...)