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Guatemala: Así se expresa el odio contra indígenas y mujeres en las redes sociales

Como en la vida real y tangible, el odio se esparce en el espacio virtual a través de las redes sociales. Pero estas expresiones no son inofensivas. Los insultos y la creación de estereotipos en contra de los pueblos indígenas y de las mujeres generalmente van acompañados de actos de violencia y crímenes de odio que pueden terminar en el derramamiento de sangre.

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Las mujeres indígenas que reciben más ataques de odio en las redes sociales.

Foto: Carlos Sebastián

En esta investigación intentamos resaltar cómo se producen los discursos de odio, prácticas racistas, prejuicios y estereotipos raciales dirigidos en contra de los pueblos indígenas y de las mujeres en Guatemala, entre abril y septiembre de 2019, y analizar cómo se reflejan en las diferentes redes sociales y medios digitales, en función de las coyunturas y los momentos de mayor tensión entre los ciudadanos y el Estado. Utilizaremos para ello la herramienta para el análisis cualitativo de datos Qdaminer, el análisis crítico del discurso y la elaboración de Pirámides de Odio que visualicen estas expresiones de odio y mecanismo de estereotipación.

Agradecemos a DW Akademie y Guatecambia, y especialmente al equipo de la Fundación María y Antonio Goubaud, Regina Fuentes y Ricardo Contreras, por la ayuda recibida para la realización de esta investigación y posterior publicación en el libro: Las Pirámides de Odio y en discurso racista en las redes sociales de Guatemala, Guatemala, FyG editores, en prensa.

Gramsci y la teoría que sustenta el estudio

Como fundamento teórico, hemos seleccionado un marco conceptual que nos permite explicar cuál es en el espacio intermedio entre el Estado y la sociedad civil –ese espacio que Gramsci denomina sociedad política–. Ese espacio en donde se dirime la disputa por la hegemonía político-cultural y en donde se producen una serie de pugnas o desafíos –desde los movimientos sociales, los partidos políticos, el derecho, la educación, la iglesia, los medios o el propio Estado– por alcanzar la hegemonía.

Gramsci sostiene que la lucha por la hegemonía se produce en el terreno ideológico-cultural, y de allí la importancia de los medios y de las redes sociales en la creación de la opinión pública:

 

Gráfica No.1. Estado, sociedad civil y sociedad política Análisis de la hegemonía y contrahegemonía en Gramsci. Fuente: elaboración propia con base en los datos del estudio.

Gráfica No.1. Estado, sociedad civil y sociedad política Análisis de la hegemonía y contrahegemonía en Gramsci.

Como se observa en el gráfico, la sociedad civil y la sociedad política están en constante interrelación, una y otra se retroalimentan, siendo en la sociedad política en donde se forma la opinión pública. Este duelo permanente entre la sociedad civil y el Estado es lo que Gramsci llama la sociedad política.

Se trata de un espacio, el de la sociedad civil, donde se produce el diálogo y el consenso, y los intelectuales están llamados a facilitar la realización de este consenso, ya sea a través de la negociación o del enfrentamiento ideológico-político.

En este caso y para este estudio, nos centraremos en la lucha por la hegemonía en los medios.

Es por ello por lo que hemos dividido los discursos, artículos y noticias de medios o blogs, por un lado y los comentarios y respuestas a estos en redes sociales por el otro. Y lo hemos dividido también entre aquellos que luchan por mantener la hegemonía de la clase dominante y el status quo, y aquellos que luchan por subvertir el orden establecido y proponen cambios que permitan mejorar a los sectores más desfavorecidos y vulnerables y ampliar los marcos de la democracia.

Dentro de esta última disputa, quienes luchan por mantener la hegemonía de la clase dominante lo hacen a través de la ideología y de los discursos, por medio de la búsqueda del diálogo y el consenso, o por la coacción o la coerción, que ejerce el Estado a través de los aparatos represivos como único medio para mantener el poder.

El discurso contrahegemónico es aquel en el que los intelectuales orgánicos de las clases subalternas luchan por disputar la hegemonía político-cultural con otros argumentos y estrategias, con el fin lograr por la vía del diálogo, del consenso o de la ideología, formar parte o compartir el bloque de poder.

Estos intelectuales orgánicos, influencers cívicos y políticos, en la nueva era digital, luchan desde los medios, los movimientos sociales y las organizaciones no gubernamentales, enfrentándose a esta ardua tarea:

Contra argumentar los discursos hegemónicos, pelear por la hegemonía y desarrollar nuevas ideologías que se adapten al momento histórico que vivimos o que den una explicación al conjunto de la sociedad civil y política para obtener instrumentos de lucha para el diálogo la negociación o para alcanzar la hegemonía.

En la sociedad política de Gramsci, el duelo permanente entre la sociedad civil y el Estado, la ideología juega un papel preeminente, como apunta Piketty.[1]

Se trata de un desafío que, a pesar de que no consigue cambiar la correlación de fuerzas ni volcar la balanza hacia el lado de las clases subalternas, es esencial afrontarlo para que se consolide el nuevo bloque de poder.

Vamos ahora a explorar las pirámides del odio.

Las Pirámides del Odio

La Pirámide a continuación muestra comportamientos sesgados/prejuicios, estereotipos de etnia y género y cómo en la medida en que crecen, se naturalizan y se incrementan.

Van escalando de abajo hacia arriba.

 

Infografia: Diego Orellana con base en los datos del estudio.

Infografia: Diego Orellana con base en los datos del estudio.

Aunque los comportamientos en cada nivel tienen un impacto negativo en los individuos y los grupos, a medida que uno se mueve hacia la cúpula de la pirámide, los comportamientos actitudes y practicas racistas y discriminatorias de etnia y género tienen consecuencias más peligrosas para la sociedad en su conjunto porque ponen en peligro la supervivencia de las personas, y su seguridad física y emocional.

El discurso de odio de los netcenters y en redes sociales puede parecer inofensivo, pero la historia muestra que los grados de violencia de una sociedad están directamente relacionados con la escalada verbal de la violencia.

Esa escalada verbal en el debate público ahora es cibernética, con las prácticas racistas y discriminatorias, y con el acoso y maltrato hacia las mujeres como dos de las columnas para mantener la hegemonía en un país con la historia que tiene Guatemala.

De hecho, el genocidio del año 2018 contra los musulmanes rohingya en Birmania/Myanmar fue incitado desde Facebook, como publicó The New York Times y como Facebook misma admitió.

El camino va por aquí:

Las actitudes y comportamientos repetitivos y reincidentes, que reproducen y difunden las ideologías racistas y machistas, provocan una escalada que pasa del insulto, acoso y la expresión de odio a justificar una agresión humillación o explotación y de allí a actos de violencia o violación individuales o masivos.

Y, por último, inducen o provocan crímenes de lesa humanidad, genocidio, femigenocidios o feminicidos.

Estas prácticas racistas y discriminatorias y estas conductas que inician con agresiones verbales como las que estamos presenciando en las redes sociales, a través de los net centers, terminan justificando una violencia sistemática y un sistema de dominación.

Las palabras tienen una intención: justificar crímenes de odio

“La Pirámide de Odio demuestra que el odio del genocidio se construye a partir de la aceptación de comportamientos descritos en los niveles inferiores de la pirámide”, sostiene la Anti Defamation League, ADL. (Una periodista serbia de MDIF me contaba que decididió trabajar de periodista porque fue en los medios, con el discurso de odio, en donde se cultivó el genocidio serbio. En las radios de Ruanda se incentivó el discurso del odio para justificar el genocidio. [2]

Para el caso de Guatemala, las élites de poder y el Estado capturado que tenemos, a través de sus aparatos ideológicos, escuelas, medios, net centers, legislación; y a través de sus aparatos represivos, fuerzas armadas y otros grupos represivos paralelos; tienen una gran responsabilidad en la reproducción de estas prácticas y actitudes racistas y discriminatorias. Ya sea porque las financian y las dirigen desde sus net centers,[3] o porque las dejan existir con total impunidad.

Estos net centers construyen y le dan fundamento a esta violencia verbal y violación de los derechos humanos por medio de la ideología racista o machista. Lo hacen con total impunidad para sus perpetradores.

Lo hacen con la intención de provocar o justificar crímenes de odio.

Las elites de poder, tanto las económicas como las políticas, en lugar de contribuir a establecer lazos y puentes entre los diferentes ciudadanos, grupos étnicos y de género, refuerzan favorecen y reproducen esta ideología racista y discriminatoria de etnia y género, con el fin de continuar asegurándose un sistema de explotación, opresión y dominación.

En algunas ocasiones, los grupos subalternos radicales perdiendo el panorama global de la lucha contra la subalternidad del conjunto de la población, le hacen el juego a las elites de poder.

Las redes sociales hegemónicas también han contribuido a mantener un sistema de dominación en donde se reproduce y exacerba el racismo, la discriminación, y se justifican los niveles de violencia en contra de los pueblos indígenas y de las mujeres.

A continuación, mostraremos qué palabras son utilizadas en el discurso público en redes sociales y medios, y cómo empatan con las Pirámides de Odio[4]:

La Pirámide del Odio en Facebook

 

Infografía: Diego Orellana con base en los datos del estudio.

Infografía: Diego Orellana con base en los datos del estudio.

A pesar de las enormes similitudes que hay en las cuatro redes sociales que hemos analizado –Facebook, Twitter, YouTube e Instagram–, sí podemos ver diferencias que nos permiten observar el diferente comportamiento de los usuarios en función de la red que utilizan, teniendo en cuenta dos elementos:

– La mayoría de los usuarios en Guatemala tuvo su primer acceso a internet a través de Facebook, y es un caso de estudio a nivel global por la identificación que tiene la mayor parte de la sociedad con esta red. Facebook ocupa el primer lugar en función del número de usuarios en Guatemala. Es el paquete que más se vende en el mercado y es más barato que ofrecen las únicas tres empresas, Tigo, Claro y Movistar, que desde 2020 son ya solo Tigo y Claro. El número de usuarios en Facebook asciende a 7.2 millones.

En segundo lugar, porque es la que permite mayores posibilidades de conversación y relacionamiento con otras redes, amigos, conocidos, y público en general, aunque es más restringida que Twitter. Además, arrinconada por permitir el uso de su plataforma para crear discursos de odio a favor de Donald Trump, del Brexit, del NO a la paz en Colombia o de Jair Bolsonaro, e incluso el genocidio rohingya en Myanmar en 2018, Facebook ha decidido prohibir ciertos vocablos y términos de odio, que inducen a la violencia, a la criminalización y al genocidio. Eso sí, ha decidido mantener las noticias falsas, fake news, que son un elemento clave “en la billonaria campaña de desinformación para la reelección de Donald Trump”. Una campaña que incluye la criminalización de los guatemaltecos y el resto de centroamericanos.

En términos generales, y por ser la más utilizada, podemos decir que su comportamiento y actitudes y discurso de odio, son bastante similares que los de Twitter, en donde el insulto, el prejuicio y el estereotipo en Guatemala se traducen en disparos verbales en contra de los pueblos indígenas y de las mujeres.

Los viejos y el nuevo insulto contra los indígenas en Facebook

 

Infografía: Diego Orellana con base en los datos del estudio.

Infografía: Diego Orellana con base en los datos del estudio.

En el caso de las respuestas globales por plataforma, prevalecen los insultos y descalificaciones, siendo el de, “india resentida”, el más recurrente y los estereotipos y prejuicios más comunes, están relacionados con vocablos como, tontos, manipulados y/o acarreados.

El vocablo de resentido/a aparece masivamente a raíz del juicio de 2013 contra el exdictador Efraín Ríos Montt por genocidio ixil de 1982-1983, es utilizado en referencia a las mujeres indígenas, ya que antes era prácticamente inexistente en el vocabulario cotidiano.

No obstante, en los últimos 6 años y en las últimas elecciones del 2019 aparece con mucha fuerza, sobre todo dirigido a los pueblos indígenas.

Los demás son más comunes y tradicionales desde la colonia que empezó en 1524. Considerar que los indígenas eran vagos, tradicionales, borrachos o maleantes. Pero recientemente, los insultos y estereotipos van más dirigidos a criminalizar a los indígenas ya sea por sus ideologías y por sus acciones de lucha, ya sea por su resistencia como Pueblos y como mujeres.

Los insultos contra las mujeres en Facebook

 

Infografía: Diego Orellana con base en los datos del estudio.

Infografía: Diego Orellana con base en los datos del estudio.

Uno de los aspectos más delicados es que en los últimos años, y en especial desde 2016 en Guatemala, los discursos de odio en las redes se han disparado y diseñado por los net centers y fábricas de trolls del gobierno y corporaciones, con campañas de hostigamiento y acoso dirigidas hacia personas, instituciones y grupos que no son afines al gobierno o que se oponen a las elites de poder.

De manera especial van dirigidas hacia los pueblos indígenas y hacia las mujeres que tienen como finalidad no solo el desprestigio y descalificación personal o colectivo, sino justificar una agresión verbal o provocar actos de violencia individual o colectiva.

En esto coincidimos con otros estudios recientes[5].

Esto es parte de lo que hemos llamado la criminalización de los pueblos indígenas o específicamente algunos influencers (o líderes de opinión) mayas y mujeres. Se utilizan epítetos como ladrones, delincuentes, desestabilizadores, que suelen ser los más comunes en esta red, seguido de una permanente acusación a los pueblos indígenas de socialistas, guerrilleros, izquierdistas y comunistas.

Una ideologización trasnochada

La utilización permanente de la dicotomía trasnochada entre comunismo y anticomunismo y que aparece desde el derrocamiento de Jacobo Árbenz y de toda la campaña desarrollada por la CIA en 1954, es tan vieja como caduca, tanto que incluso un gran escritor liberal como Vargas Llosa la pone en entredicho y opina que esta dicotomía ha sido nefasta para toda América Latina, sumiendo a toda la región en una falsa polarización y en una pobreza ideológico-política irreversible.[6]

Esta ideologización trasnochada entre izquierdas y derechas, buenos y malo, nosotros/ellos, es una forma de criminalizar y justificar cualquier tipo de crímenes de odio o de violencia colectiva en contra de las demandas y de las luchas de los pueblos indígenas. Ya sea por su soberanía territorial o por los problemas surgidos con las hidroeléctricas y la minería a cielo abierto que tanto daño están causando en las comunidades indígenas.

A juicio de los estudios citados anteriormente, este nuevo racismo ideologizado o la utilización de términos encubiertos como delincuentes, terroristas, criminales, bochincheros, pone a los grupos más vulnerables  –pueblos indígenas, mujeres, defensoras de derechos humanos o líderes de opinión (influencers)– en una situación de peligro e indefensión. Es una herramienta que justifica la utilización de la agresión, acoso y violencia por parte del Estado y de las elites de poder en contra de dichos grupos o instituciones.

Uno de los epítetos que más nos llama la atención –y que además obedece a una total falta de la realidad– es llamarles ignorantes, tontos, o manipulados, que aparece en casi todas las redes en un porcentaje relevante.

 

Infografía: Diego Orellana con base en los datos del estudio.

Infografía: Diego Orellana con base en los datos del estudio.

Llamarles tontos, ignorantes o manipulados es una acusación tan alejada de la realidad que solo hace falta ver que los influencers analizados por nosotros, sumado a los 20 o 30 periodistas o intelectuales que escriben en los medios online, observamos que ambos grupos, periodistas e influencers que tienen un discurso contra hegemónico, tienen muchísimas veces una maestría o un doctorado.

Por otra parte, los que escriben en los medios hegemónicos tienen en un gran porcentaje carencia de estudios de pregrado o postgrado.

Lo mismo ocurre en otros campos y profesiones que hemos analizado en este estudio, en donde la cualificación de los Pueblos indígenas, especialmente la urbana, empieza a competir con la media de la población mestiza-ladina y eso les genera una gran angustia. Otro ejemplo es la cantidad de alumnos universitarios en los campus de la Universidad Rafael Landívar en Quetzaltenango o Cobán, en donde los estudiantes de origen maya competían hasta hace unos años en cantidad con los estudiantes mestizos-ladinos.

En cuanto al vocablo de, manipulado, acarreado, engañados, pobrecitos, que dibuja a los pueblos indígenas como títeres o muñecos manipulados por las ONG o el comunismo internacional, nos damos cuenta de la disonancia cognitiva que supone no darse cuenta de que los Pueblos indígenas, son dueños y responsables de su propia vida y de su historia y que nadie los manipula ni los acarrea. Son ellos los que se organizan, luchan y resisten por preservar sus tierras, el medio ambiente y su forma de vida y cultura. Es una incapacidad y una miopía de estas élites de poder, a parte de un desconocimiento profundo, desconocer el profundo cambio y transformación que se ha producido en la sociedad guatemalteca.

La Pirámide del Odio y los gráficos nos sirven para ejemplificar el riesgo que supone la utilización de esos discursos de odio en internet. Pero especialmente cómo esos insultos y creación de estereotipos en contra de los pueblos indígenas y de las mujeres, generalmente van acompañados de actos de violencia y crímenes de odio que pueden terminar en masacres colectivas como en el pasado o en feminicidios, como sucede en la actualidad.

En cuanto al maltrato de las mujeres indígenas, los vocablos de, india resentida ocupan el primer lugar, seguido de envidiosa y pobrecita, y en tercer lugar, acarreados e ignorantes, similares epítetos que los utilizados durante el periodo liberal. Todo ello, prueba, una vez más, la intencionalidad de provocar una descalificación y una humillación al Otro. Esto porque el racismo se define como la valorización de una serie de rasgos reales o imaginarios, en detrimento de la víctima, con el fin de justificar una agresión, una humillación, una explotación o un sistema de dominación. En estos discursos en línea encontramos los rasgos para catalogarlos como odio y racismo en las redes sociales.

La Pirámide del Odio en Twitter

La pirámide de Twitter tiene sus diferencias porque es una red más puntual y mordaz, además de ser un microblog público. Es la herramienta más inmediata y la red social que los políticos y personas con poder han puesto de moda para lanzar desde ahí su comunicación pública, que en los casos más nocivos incluye ataques a sus enemigos políticos o descalificar aquello que no les gusta, así como lanzar bulos o fake news. El caso de Trump, cuyo gobierno y país que se mueven todas las mañanas a golpe de tuits es uno de los ejemplos más peligrosos y de mayor impacto.

Por ser un espacio público de discusión ‘más intelectual’, es el espacio idóneo para el camuflaje de los net-centers y bots.

 

Infografía: Diego Orellana con base en los datos del estudio.

Infografía: Diego Orellana con base en los datos del estudio.

En términos generales, si en Facebook predominan los insultos, en Twitter lo hacen las alusiones ideológicas como: izquierdista, comunista, chairo y terrorista y la criminalización hacia los pueblos indígena, alcanza un 46%  del total de los estereotipos y prejuicios volcados en Twitter. Nos parece que la criminalización de las elites de poder y del net centers va más dirigida a descalificar a los pueblos indígenas y a implicarlo dentro de las ideologías políticas para acusarlos de terroristas, comunistas, delincuentes o ladrones de energía.

 

Infografía: Diego Orellana con base en los datos del estudio.

Infografía: Diego Orellana con base en los datos del estudio.

En Twitter la criminalización está cargada de alusiones ideológicas como: comunistas, chairos, guerrilleros, izquierdistas, zurdos seguido de: ladrones, terroristas, delincuentes, bochincheros y criminales, de modo que la intencionalidad de los net centers es la de implicar a los pueblos indígenas en acciones criminales dirigidas por “el comunismo nacional e internacional”, que atentan contra la propiedad privada y el Estado de derecho. O recurren a la vieja y trasnochada dicotomía entre comunismo y anticomunismo, ya de por sí falsa, una distorsión de la realidad o un bulo que lanza la United Fruit Company para derrocar al gobierno de Árbenz en 1954. A juicio del novelista Vargas LLosa, estos bulos han jugado un papel ideológico-político determinante en el ejercicio de la violencia, la violación de los derechos humanos, hasta alcanzar el genocidio, especialmente fundamentado en la contradicción falsa y anacrónica entre comunismo y anticomunismo.[7]

Pareciera que la intencionalidad de los discursos de odio en Twitter fuera más dirigida en este sentido ideológico político de clase que propiamente étnico o de género, dado que los estereotipos tienen un carácter menor de discriminación racial o étnica y más de clase, con epítetos menos racialistas como ignorantes, pobrecitos, estúpidos, imbéciles y un largo etcétera de descalificaciones.

 

Infografía: Diego Orellana con base en los datos del estudio.

Infografía: Diego Orellana con base en los datos del estudio.

Esta preeminencia ideológica puede deberse a tres factores:

1) El primero es la pugna que la elite de poder y el Gobierno mantienen con los pueblos indígenas por la defensa de sus derechos, la preservación de la soberanía territorial y la oposición a las hidroeléctricas, minería y otros negocios extractivos que dañan profundamente el medio ambiente, pero que, ponen en riesgo sus intereses y prerrogativas como clase dominante, extractivista y propietaria del suelo y el subsuelo. Es por ello el ataque despiadado aludiendo al respeto a la Constitución, al Estado de Derecho y a la igualdad ante la ley.

2) El segundo arece radicar, según otros estudios que han podido comprobarlo, en que Twitter es la red más utilizada por los net centers y los hater,s y la que han utilizado en múltiples ocasiones los gobernantes y los empresarios para desacreditar a sus opositores, como lo hizo para expulsar a la CICIG, empleando varias centros de fake news, durante la campaña electoral, con más del 200 personas trabajando como haters y construyendo bulos y campañas de hostigamiento y de acoso a políticos, personajes molestos, defensores/as de derechos humanos o periodistas y que, finalmente, muchos de ellos han sido acosados, agredidos o asesinados. [8]

3) Y un tercer factor es que los net centers, blogs y páginas dirigidas a excluir estos discursos de odio han sido prohibidas y sacadas de Twitter y Facebook como, la Fundación contra el terrorismo,[9] “por alimentar el odio y la intolerancia y por degradar, intimidar y promover prejuicios y discursos de odio”. Todo ello ha hecho variar el discurso hacia vocablos que aparentemente tengan una carga racial menor y una descalificación étnico-racial y de género más neutra, y que Facebook y Twitter aún no las hayan penalizado o considerado como discursos de odio.

 

Infografía: Diego Orellana con base en los datos del estudio.

Infografía: Diego Orellana con base en los datos del estudio.

En cuanto a las mujeres el patrón es muy similar al de Instagram, pero en ellas resalta el vocablo de ladrona, en referencia a la candidata Thelma Cabrera, por el supuesto robo de la energía de CODECA, pero se sigue repitiendo el de india resentida, tortillera y marimacha, además de fea, en clara alusión a la candidata presidencial y a crear un estereotipo de mujer que se aleja y rechaza ese modelo diseñado por las redes y sus usuarios. Si la comparamos con los insultos y vejaciones que reciben las mujeres en un medio como Instagram, nos damos cuenta de que los insultos y humillaciones tiene un cariz más racialista y vejatorio equiparado a casi todas las mujeres con la idea de que son indias inferiores y putas.

En Twitter, estas son las palabras más usadas contra las mujeres:

 

Infografía: Diego Orellana con base en los datos del estudio.

Infografía: Diego Orellana con base en los datos del estudio.

La Pirámide del Odio en Instagram

Esta red social, propiedad de Facebook, tiene como público principal a los jóvenes por la apropiación de Facebook por parte de muchos baby-boomers y por reivindicar la curaduría de la imagen como centro. La utilización de imágenes facilita la reproducción del racismo y del patriarcado y favorece su utilización por la juventud porque legitima, descalifica y construye imaginarios sociales.

 

Infografía: Diego Orellana con base en los datos del estudio.

Infografía: Diego Orellana con base en los datos del estudio.

Aparecen memes de humor, pero en realidad son ataques violentos contra mujeres y mujeres indígenas, por ejemplo, colocar a la premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú y más recientemente a la líder política Thelma Cabrera. Las fotografías en apariencia humorística de mujeres mayas de tortilleras y su contraste con ser alcohólicas o prostitutas, es más burla machista y misógina, porque es una forma de desacreditar y denigrar el ser social de cada una de ellas a través de la imagen y de mensajes breves. El patriarcado y el racismo se presentan en los mensajes que utilizan como íconos para ridiculizar a los pueblos mayas a través de las mujeres, porque portan su indumentaria y porque representan esa otredad.

Las connotaciones patriarcales y racistas en esta red son mucho más fuertes y violentas.

Hay una tendencia a la violencia en la imagen, en el trato a las mujeres por ser indígenas. Esa violencia se torna en odio, rechazo y desprecio por lo indígena. Rigoberta Menchú como icono de ese odio a través de su fotografía y mensajes basados en la aparente forma de hablar mal el castellano.

En general los niveles de violencia de una sociedad están directamente relacionados con la escalada verbal y cibernética, con las prácticas racistas y discriminatorias y con el acoso y maltrato hacia las mujeres. En general, estas prácticas racistas y discriminatorias y estas conductas y actitudes, que inician con agresiones verbales como las que estamos presenciando en las redes sociales, terminan con provocar una violencia sistemática y a un sistema de dominación.

En las gráficas y fotogramas que mostramos a continuación podemos observar la enorme carga racista, machista y homófoba de esta red que sin duda contribuye a la generación de crímenes de odio contra mujeres y pueblos indígenas.

 

Infografía: Diego Orellana con base en los datos del estudio.

Infografía: Diego Orellana con base en los datos del estudio.

La Pirámide de Odio de Instagram muestra comportamientos, actitudes y prácticas racistas, misóginas y homofóbas más fuertes y es una pirámide en donde los prejuicios, estereotipos de etnia y género en contra de los pueblos indígenas y de las mujeres, son más abundantes.

 

Infografía: Diego Orellana con base en los datos del estudio.

Infografía: Diego Orellana con base en los datos del estudio.

A juicio de la ADL, en la medida en que crecen, se naturalizan los prejuicios, estereotipos e insultos y se incrementan los ataques en contra de un grupo determinado, van escalando de abajo hacia arriba y sin duda conducen o propician crímenes de odio, feminicidio y/o genocidio[10], como ocurrió en 2018 en el genocidio en Myanmar.

 

La Pirámide del Odio en YouTube

YouTube, propiedad de Google, es una plataforma en la que basta con tener un correo de los servicios de Gmail para ser dado de alta. El modo de interacción entre usuarios es el de comentar y darle me gusta o no me gusta, al contenido publicado por las personas o canales. La expectativa por el contenido publicado periódicamente por usuarios del sitio ha generado el fenómeno de los youtuber, que se dedican a crear contenido en forma de vídeos en la plataforma y además pueden percibir alguna ganancia por sus publicaciones.

 

Infografía: Diego Orellana con base en los datos del estudio.

Infografía: Diego Orellana con base en los datos del estudio.

Es importante señalar que en YouTube hay muchos usuarios que se identifican con pseudónimos. Lo anterior podría complicar el análisis del comportamiento de un usuario de YouTube.

YouTube es una de las páginas más visitadas del mundo, porque la mayoría de las páginas suben aquí sus vídeos para luego compartirlos en su propio sitio. YouTube es el gran servidor de vídeos de internet. En Guatemala, su utilización es menor por el precio de los datos que consume, esto hace también que el número de seguidores sea más bajo que el de las otras redes sociales, aunque cambios en la oferta podrían revertir esta situación.[11]

El elemento común de YouTube en relación con todas las otras redes es la utilización de estereotipos como el de ignorantes, pendejos e inútiles para denominar a los pueblos indígenas, muy similar a Twitter que utiliza casi los mismos epítetos, con menor carga racial y étnica. Sin embargo, YouTube es la red social que más utiliza insultos como shutes, pendejos y animales, a diferencia de las otras. En Twitter se utiliza el término india de forma despectiva, solo comparable con Facebook, cuando se refiere a las indias resentidas, como uno de los vocablos más frecuentes.

El hecho de que sea una red basada en la imagen y en el video, hace que los cometarios tengan más carga de burla y de chistes, como Instagram, en donde los indígenas y las mujeres son el objeto principal de su burla y de su comentario.

 

Infografía: Diego Orellana con base en los datos del estudio.

Infografía: Diego Orellana con base en los datos del estudio.

► YouTube Guatevisión - Plan de Gobierno Thelma Cabrera

► YouTube Prensa Libre - Pobladores abuchean al presidente Jimmy Morales en Quiché

► YouTube Noticiero El Vigilante - CODECA QUIERE OTRA VENEZUELA EN GUATEMALA

En cuanto a las dicotomías de izquierda/derecha, no parece haber casi ninguna diferencia con las otras redes sociales, los epítetos de, izquierdista, comunista y guerrillero o exguerrillera se repiten casi en la misma proporción que en Facebook y Twitter.

La mayor diferencia en relación con el resto de las redes es el tratamiento de las mujeres que son catalogadas en su mayor parte como incapaces, seguidas de, tortilleras, analfabetas, víctimas y viejas. El hecho de la descalificación permanente de las mujeres y de ponerlas como ejemplos de incapaces e inferiores nos hace pensar que esa desvalorización en el fundamento básico del machismo y de la homofobia en un país en el que el asesinato y violación de las mujeres llega a unos porcentajes tan altos como los de México.

Conclusiones alarmantes y una novedad esperanzadora

Por último, queremos resaltar tres consideraciones que se desprenden de esta investigación:

El discurso de odio, en las redes sociales, las respuestas y los comentarios, está, sin duda atravesados por el racismo y el machismo como ideologías dominantes y hegemónicas, siendo permanentes las alusiones a los “indios” y a “las mujeres”, como seres inferiores, desechables o incapaces, cuando no inútiles y manipuladas.

Ambas ideologías de inferiorización y descalificación del Otro, sumadas a los prejuicios y estereotipos de carácter étnico- racial y de género, dominan casi todos los discursos de odio y todas las redes sociales y representan, sin duda, la región dominante de la ideología hegemónica racista, racialista y machista y sin duda contribuyen a la creación de un clima de violencia y a la justificación de asesinatos y crímenes de odio.

Un clima que es muy peligroso por ser un paso previo a la violencia, como hemos visto en otros países como el genocidio de 2018 en Myanmar y en crímenes de odio latinoamericanos como el asesinato en 2018 de la concejal negra, lesbiana e izquierdista Marielle Franco en Río de Janeiro. O como los expuestos en este especial de Nómada en 2019: Periférica.

Sin embargo, queremos resaltar un elemento novedoso y esperanzador:

Frente a estos discursos de odio, las respuestas de afinidad y apoyo al sujeto u objeto de agresión o discriminación son muy altas y las respuestas de rechazo a estos comentarios, agresiones e insultos es también considerable y resulta, a todas luces, mayoritaria en casi todas las redes sociales, lo cual supone la aparición de una nueva franja de usuarios que ya tienen una conciencia crítica y responsable de la utilización de las redes sociales y del abuso de las fake news y de los netcenters.

La aparición de nuevos medios digitales en las últimas décadas que reproducen las voces y palabras de otros discursos contrahegemónicos, como Nómada, Plaza Pública, Prensa Comunitaria y otros de menor tirada, así como medios tradicionales que han abierto sus espacios para discursos contrahegemónicos, con la presencia de influencers e intelectuales jóvenes mayas y mestizo/ladinos de mucha incidencia y con un gran número de seguidores, hace que los argumentos tengan mucho más enganche, tirada y aceptación y sean más coherentes y convincentes que los que sustentan el discurso hegemónico, pero sobre todo, tengan mucha mayor capacidad de convicción y movilización, por las temáticas manejadas, por el interés y fundamento de sus argumentos, lo cual nos permite afirmar que la batalla en el campo de la hegemonía político cultural se está inclinando hacia los sectores subalternos.

Estos intelectuales jóvenes en redes, medios contrahegemónicos y en otros medios con distintos grados de independencia, bien formados con niveles académicos más altos que los periodistas tradicionales, y que sustentan otros argumentos de mayor vigencia y relevancia, como el pluralismo jurídico, los derechos humanos, los derechos culturales, medioambientales y de género, parecen estar ganando al menos esta batalla ideológica.

Que a pesar de toda la inversión en net centers desde 2016 hasta 2019, todavía a finales del año pasado haya continuado un apoyo arriba del 70% de ciudadanos, es una muestra de cómo actores personales e institucionales que forman la opinión pública pueden tener una incidencia determinante para la disputa de la hegemonía político-cultural incluso en una sociedad política como la de Guatemala.

 

Bibliografía

Casaús Arzú, Marta. Racismo, genocidio y memoria. Guatemala: F & G editores, 2019
Casaús Arzú, Marta y Amílcar Dávila E. (coords.). Diagnóstico del racismo en Guatemala, Investigación interdisciplinaria y participativa para una política integral por la convivencia y la eliminación del racismo. VI volúmenes. Guatemala: Vicepresidencia de la República, 2007.
Castillo, Toni. "Lo sabíamos y Facebook lo reconoce: las redes sociales pueden “corroer la democracia”, aunque no todo es malo". Genbeta, 23 de enero de 2018.
CICIG. “Informe: Bots, net centers y el combate a la impunidad. El caso de Guatemala”. CICIG (blog), 20 de mayo de 2019. Disponible en https://www.cicig.org/cicig/informes_cicig/informes-tematicos/bots-net centers-y-el-combate-a-la-impunidad/.
Contreras, Ricardo. "Introducción a las redes sociales en Guatemala", en Marta Casaus, Las Pirámides de Odio en las redes sociales, op cit., en prensa
Darmstadt, Alina; Mick Prinz; Franziska Rocholl; Oliver Saal. Hate Speech und Fake News. Fragen und Antworten. Berlin: Amaeu Antonio Stiftung, 2018, p. 2. Disponible en https://www.amadeu-antonio-stiftung.de/w/files/pdfs/hate_speech_fake_news.pdf.
Furlán, Luis. “Guatemala, una pequeña historia de internet”. Entrada de blog Historia de internet en América Latina y el Caribe, 9 de enero de 2007. Disponible en: https://interred.wordpress.com/2007/01/09/una-pequena-historia-de-internet-en-guatemala/
Gramsci, Antonio. Introducción a la filosofía de la praxis, Barcelona: Península, 1974.
Piketty, Thomas. Capital e Ideología. Barcelona: Deústo, 2019.
Portelli, Hughes. Gramsci y el Bloque Histórico. México: Siglo XXI, 1995.
Sas, Ángel y Coralia Orantes. “Así nos espía el gobierno”. Nuestro Diario, 6 de agosto de 2018.
______. “Cómo se han metido en celulares y Facebook”. Nuestro Diario, 6 de agosto de 2018.
______. “Invasión a medios de comunicación”. Nuestro Diario, 7 de agosto de 2018.
Van Dijk, Teun. Racismo y discurso de las elites. Barcelona: Gedisa, 2003.
_______ (coord.). Racismo y discurso en América Latina. Barcelona: Gedisa, 2007.
Vargas Llosa, Mario. Tiempos Recios. Madrid: Alfaguara, 2019.

 

[1] Thomas Piketty. Capital e Ideología. Barcelona: Deústo, 2019.
[2] La Pirámide del Odio de la Antidefamation Leage, fue creada por esta institución para explicarse el holocausto y los crímenes de odio en contra de los judíos y de la población afroamericana y ahora contra los inmigrantes. Nosotros la estamos adaptando a la realidad de Guatemala y al trabajo sobre racismo en redes sociales. Véase ADL Pyramid of hate https://www.adl.org.
[3] Luis Sas y Coralia Orantes. “Así nos espía el gobierno”. Nuestro Diario, 6 de agosto de 2018; William Oliva. “Gobierno de Guatemala y partidos políticos manipulan las redes sociales, advierte informe global”. Prensa Libre, 26 de septiembre de 2019. CICIG. “Informe: Bots, net centers y el combate a la impunidad. El caso de Guatemala”. CICIG (blog), 20 de mayo de 2019.
[4] Para ser más específicos, emplearemos la imagen y la metodología de la pirámide para visualizar en las diferentes redes sociales cómo se expresa y se manifiesta el racismo y las expresiones de odio, en todas sus variantes y hacer la comparación de los diferentes epítetos y orientaciones que posee cada red en función de los usuarios y haciendo énfasis en aquellas redes que tienen mayor número de ellos y mayor utilización de las plataformas digitales.
[5] Ver informes de la CICIG y de Amenaza invisible, op.cit.,2019.
[6] Vargas Llosa, Mario Tiempos Recios, Alfaguara, Bacelona,2019.
[7] Vargas Llosa, Tiempos Recios, op cit., pp.26 y 27
[8] Ver por ejemplo: Así se fabrió el #JimmySeQueda, el netcenter de Rodrigo Polo, Méndez Ruiz y Pirulismo: https://nomada.gt/pais/entender-la-politica/asi-se-fabrico-el-jimmysequeda-el-netcenter-de-rodrigopolo-rmendezruiz-y-pirulismo/
[9] La cuenta de la Fundación contra el Terrorismo dirigida por Ricardo Méndez Ruiz fue suspendida temporalmente en abril del 2019, después de muchos avisos por autoridades nacionales e internacionales de su discurso de odio y de sus campañas de hostigamiento. La de Rodrigo Polo fue suspendida indefinidamente.
[10] A juicio de la ADL, Antidefamation League, es el origen de éstas prácticas racistas y discriminatorias étnico raciales o de género y estas expresiones de odio, lo que conduce al genocidio, etnocidio y feminicidio. “La Pirámide de Odio demuestra que el odio del genocidio se construye a partir de la aceptación de comportamientos descritos en los niveles inferiores de la pirámide”.
[11] Contreras, “Introducción a las Redes…”.
Marta Elena Casaús Arzú
/

Es socióloga, historiadora, catedrática y escritora guatemalteca, radicada en España. Casaús es doctora en Ciencias Políticas y Sociología, profesora titular en la Universidad Autónoma de Madrid.


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COMENTARIOS

RESPUESTAS

    Jairo Santay /

    13/06/2020 10:56 PM

    Grácias por la gran y distinguida investigación....

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    aki /

    03/06/2020 11:59 AM

    que estupides de titulo enfatizan toda una sociedad, que estupides de articulo. perdida de tiempo.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Gab Mana /

    29/02/2020 7:38 PM

    Buena perspectiva, un tema que a muchos les parece extraño sin darse cuenta que son partícipes del rechazo hacia la multicultura de Guatemala.
    Lo importante es que hacemos como individuos, los pueblos, los menos estudiados, no tienen la culpa, puede ser el gobierno corrupto que necesita tener a un pueblo oprimido.

    Para no alargarme, que hacer para solucionar . Pues amar a los demás, aceptarlos, no somos mejores ni peores, cada individuo es distinto y tiene un nivel de evolución diferente.

    Al final de nuestras cortas existencias, el único ser que realmente se puede mejorar es uno mismo, para poder ayudar primero hay que ayudarse. Para juzgar primero juzguemos nuestro actuar. Es bueno visualizar un futuro más justo para todos, eso ya vendrá pero en el presente, "yo soy lo que decido ser".

    Lo único que llevamos después de la muerte son nuestros aprendizajes de vida. Nuestro desarrollo interior. Paz.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Federico /

    27/02/2020 7:11 AM

    Vaya estupidez de artículo, realmente le sobra mucho tiempo, mejor siga adoctrinando milenials sin vida.
    Por otro lado, ¿desde cuándo ser guerrillero dejó de ser sinónimo de ser delincuente?

    ¡Ay no!

    9

    ¡Nítido!

      Milton P. /

      04/03/2020 9:55 AM

      El no leer ni comporender la historia, nos convierte en una sociedad tal cual se expresa en este artículo..... espero no sea su caso...

      ¡Ay no!

      ¡Nítido!

      Willi /

      29/02/2020 3:32 PM

      Como que hay carencia de materia gris para expresar una opinión diferente. En cuanto a tu pregunta, creo que una respuesta válida sería: Desde que los políticos, los militares y los jueces se convirtieron en delincuentes, mareros ynarcotraficantes, o no?

      ¡Ay no!

      ¡Nítido!

    Cris /

    26/02/2020 4:40 PM

    Hay gente que toma esto en serio? Las redes sociales son un lugares viles y cáusticos. Se puede cuantificar "odio" con cualquier grupo no solo mujeres, no solo indigenas.

    ¡Ay no!

    4

    ¡Nítido!

    Edgar Batres /

    26/02/2020 7:36 AM

    Siempre sorprendente los aportes, de una intelectual guatemalteca que permite comprender las dinámicas del poder. Ante ello es vital socializar los aportes para que se moldear el imaginario del guatemalteco, y con ello generar una oportunidad para las generaciones que utilizan las redes especialmente.

    ¡Ay no!

    1

    ¡Nítido!

    Victor lopez /

    26/02/2020 6:22 AM

    Ofrece buena información, es para leerlos dos veces, hay un por de cosas que no me convencen , pero esta bien ...

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Nepomuceno Chur /

    26/02/2020 5:41 AM

    Tanta m¿#%@ pa' c@#/* aguado...

    ¡Ay no!

    4

    ¡Nítido!

    Rosario Luna /

    25/02/2020 3:37 PM

    Siempre Leo nómadas.
    Estas bastante bien documentado.
    No me gusta que polariza mucho.
    define las posturas de los sectores muy radicalmente, cosa que yo no veo en la realidad.

    ¡Ay no!

    5

    ¡Nítido!

    OTONIEL TORRES /

    25/02/2020 3:28 PM

    Mas creo que el hombre dejo de creer en Dios como unico lider y dueño de todo. Esto es claro uds defiende a los izquierdistas que han esclavizado a nuestros hermanos creando odio con estos artículos asi de sencillo se ve a leguas

    ¡Ay no!

    8

    ¡Nítido!

      hector hernandez /

      25/02/2020 8:08 PM

      Cállate vos polo, ya deja ese indigno "trabajo" no jodas, en todos lados apareces con diferente alias.

      ¡Ay no!

      2

      ¡Nítido!

    Xxxxx /

    25/02/2020 3:15 PM

    Los términos definitivamente son la técnicas utilizadas en forma verbal y escrita por los por lo residuos de las cárceles de España e hijos de María Magdalena para mantener la represión, violencia y el poder, basada sobre el pensamiento egocéntrica, tiene razón de pensar de esta forma porque, fueron concebidos y mamaron de la violencia y quieren seguir mamando de ella, Y esta es la brillantez de su conocimiento y cultura, Llamada odio, Porque nunca lo tuvieron. La historia juzgará, el ayer fue ayer, hoy es el presente, no entiendo porque unos verdaderos parásitos manipula a un estado completo. Y como sus crías se dejan influenciar por sus pendejadas.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Víctor Manuel Cuté /

    25/02/2020 12:12 PM

    Interesante toda la información de esta investigación. Lamentablemente el sistema educativo público y privado, no ayuda a desarrollar conocimiento, debate y análisis sobre esta realidad, que se traslada de generación a generacion

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Rolando Carias /

    25/02/2020 10:54 AM

    El que mas insulta en las redes sociales a los indigenas es el despreciable net center de Rodrigo Polo, este sucio y asqueroso ser que está vendido a las mafias del país.

    También agrede a las señoras de la tercera edad y a todo aquel que se manifieste en contra de la corrupción e impunidad, po esos insultos le cancelaron durante un tiempo su Twitter.

    Como me encantaría ir al velorio de este polo.

    ¡Ay no!

    3

    ¡Nítido!



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