Es otra modelo, Mara Martin, luciendo un bikini dorado, con el cabello largo y húmedo cayendo sobre su espalda. Y aunque el resto de modelos está en ropa de baño muy pequeña, digamos que Mara Martin muestra más de lo que a muchos les gustaría que se expusiera en público, porque quizás no es lo suficientemente sensual para ser publicado.
Su seno derecho cuelga fuera de la prenda de baño y aferrado a él está su hija Aria, de 5 meses.
Y así se desata otra polémica respecto a amamantar en público.
¿Cómo se atreve a desfilar una pasarela, en bikini, en un espacio de sensualidad para hombres, cumpliendo con lo que manda la naturaleza para las mujeres?
Me parece increíble que dentro de los miles comentarios que Mara Martin recibió en su cuenta de Instagram hay quienes la acusan de cometer un acto ‘inapropiado’.
Ni siquiera puedo calificar ese pensamiento como prehistórico o antediluviano. No son suficientes esas palabras para describir lo cavernario de esas ideas.
No comprendo la fobia al seno de una madre, y digo madre, porque es obvio que la sociedad no teme la exposición de senos dentro de un contexto sexual, ¿o no?
Cuánto más enseñemos, cuánto más apretada la blusa y cuánto más grandes las tengamos, mejor. Claro, siempre y cuando no las expongamos a la hora de querer alimentar a nuestros hijos.
Además hay quienes cuestionan la ‘falsedad’ del acto.
Acusan a Mara Martin y los organizadores del desfile de ser farsantes. Tanto ella como directivos de Sports Illustrated niegan que fue planificado y aclaran que se dio de forma espontánea al ver que la bebé, con hambre y ajena a los prejuicios, se aferraba al pecho de su madre minutos antes de salir a la pasarela.
Algunos acusan a la modelo de sugestionar que el dar pecho es algo glamuroso y no algo que es parte de nuestra realidad.
En lo personal nunca disfruté el período de lactancia con mis dos hijos. No aguanté la incomodidad de sentir el pecho hinchado y adolorido; ver mis pezones irritados y sangrando me atemorizaba. Opté por extraer leche y dar ‘pacha’ (como decimos en buen chapín). Pero una cosa es no desarrollar el gusto y otra el impedir que otras madres tengan acceso a gozar plenamente y como les plazca su lactancia. Siempre he admirado a quienes sacan el pecho y hacen lo que es natural al descubierto.
En tan solo 10 segundos, la modelo nos hizo dar un paso adelante para dejar atrás un debate que en mi opinión no debería existir. Las mamás no tendríamos porque estar pidiendo permiso ni peleando por nuestro derecho de alimentar a nuestros hijos en público.
No sé si fue planificado o no, pero yo aplaudo el momento. Bien por Mara Martin. Bien por Sports Illustrated. Bien por los bebés bien alimentados y bien por nosotras, las mujeres.
Manuel Franco /
Estoy totalmente de acuerdo con este articulo de nomada, por que nuestra sociedad se ha vuelto hipocrita, le llaman malo a lo bueno y bueno a lo malo.
Manuel /
Exelente publicación no sé por qué la gente se sorprende tanto de algo natural y necesario habiendo muchas cosas cosas que en realidad si dan pena y habria que corregir.
Adilis Calderón /
Desde la niñez, usando el transporte colectivo recuerdo haber visto muchas veces a madres amamantando a sus bebés, sin a que a nadie le causara estupor. Por supuesto no es comparable a una pasarela, en donde el propósito es atraer la atención, pero como al parecer la intención era promover la lactancia, pues creo que el mensaje trascendió.
Marlon Suarez /
A mi me gusta la teta, pecho, chiche, seno, etc. en cualquier forma y circunstancia en la que se encuentre.
La mayor parte de gente es doble moral por qué le fascinan los topples pero cuando mujer dan lactancia allí pegan el grito en el silencio, simplemente son personas imbéciles.