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El concejal que fue denunciado por violencia sexual

Alfredo Sierra Villegas, ahora concejal segundo de Iztapa, Escuintla, fue acusado de violación por su expareja. En juicio, el sindicado fue absuelto porque en el año 2000 no era delito tener relaciones con una menor de edad.

De izquierda a derecha; Alfredo Sierra Villegas, concejal I; Mario Rolando Mejía Alvaro, alcalde; Rocael Franco Grajeda, concejal III; y Rocael Franco, concejal II.

Foto: Prensa Libre

Los archivos judiciales refieren que el 6 de abril de 2013, Alfredo Sierra Villegas –que entonces no ocupaba un cargo de elección popular– fue detenido y puesto a disposición del juzgado de Primera Instancia de Escuintla. El delito por el cual se giró la orden de captura: violación continuada.

En 2012 una mujer se presentó al Ministerio Público (MP) para relatar que 12 años atrás, en 2000, fue abusada por Sierra Villegas. La fiscalía de ese departamento no proporcionó mayores detalles del expediente “por tratarse de un delito sexual” y “para proteger a la víctima”.

No fue posible contactar a la denunciante. El concejal sí accedió a hablar. Relató que la denunciante fue su conviviente, cuando ella tenía 14 años y él, 36. Sin embargo, en este dato hay una contradicción, porque la fiscalía de Escuintla registra que Sierra tenía 60 años cuando fue detenido. Es decir, era un hombre de 47 años cuando sostuvo relaciones con la menor de edad.

La adolescente se convirtió en madre a los 15 años. Su hija era la prueba para demostrar el abuso. Pero la defensa de Sierra Villegas logró sacarlo de prisión y pidió que se cambiara el delito de violación a estupro. El argumento fue que ella consintió la relación.

El 29 de mayo de 2014, el juez unipersonal de Escuintla que conoció el expediente resolvió a favor de Sierra Villegas.

Así era entonces

Del episodio, Sierra Villegas recuerda: “En 2012 se aprobó la Ley de Femicidio y esa muchacha creyó que con esa ley me iba a fastidiar, pero no tenía pruebas. Sus vecinos atestiguaron que nosotros tuvimos una relación y no como ella me acusó (por violación)”.

Sierra Villegas, ahora concejal segundo de la comuna de Iztapa, Escuintla, vivió junto a la adolescente durante tres años, pero “la relación” terminó cuando ella lo engañó mientras él trabajaba en Estados Unidos. “En ese tiempo (cuando vivieron juntos) había casos que (niñas) de 12 años se iban a vivir con mayores y no era un delito como se ve ahora”, justifica.

“Yo nunca abusé de ella. Dijo que yo la amenazaba con que iba a matar a toda la familia y que por miedo no me denunciaban. Eso no es cierto, ella quería dinero, Q150 mil para ser exactos. Yo soy una persona política que ayuda a la gente. En Iztapa cualquiera puede dar buenas referencias mías”, insiste.

Lo que el funcionario dice no es jactancioso. Porque su rostro, su nombre, su influencia y poder son ampliamente conocidos en el municipio. Desde 2003 ha sido electo como concejal con diferentes agrupaciones políticas. También es primo “lejano” del diputado y expresidente del Congreso, Arístides Crespo Villegas.

Éxito electoral

En septiembre de 2015, por cuarta ocasión consecutiva, Sierra Villegas consiguió ser electo como concejal segundo de la municipalidad de Iztapa, Escuintla. El caso por violación no afectó su imagen ni le mermó votos. Tampoco le perjudicó que ese año se abriera una investigación contra él y otro grupo de personas, por el delito de falso testimonio.

Su historial político comenzó en 2003 cuando participó con el Frente Republicano Guatemalteco (FRG). En 2007 lo hizo con la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), en 2011 con la Unión del Cambio Nacional (UCN) y su última elección, en 2015, fue con el partido Libertad Democrática Renovada (Lider). En el periodo de 2012-2016 no pudo asumir el cargo porque la Contraloría General de Cuentas no le extendió el finiquito.

Le afectó haber formado parte de la corporación municipal de Misael Ávila, que fue condenado en 2010 por malversar Q4.4 millones de la comuna en 2004 y 2005. Aunque quedó fuera del puesto, no se alejó por completo de la actividad municipal. Fue contratado en el renglón 022 con un sueldo de Q7 mil 160, para ocuparse de proyectos municipales con los agricultores.

Ahora que el concejal ha vuelto a su puesto, se topa con una nueva dificultad: ya no tiene partido que lo respalde o lo impulse a un puesto de elección popular. Lider dominó las votaciones de 2015, al ganar cinco de los siete puestos en la municipalidad de Iztapa, pero el Tribunal Supremo Electoral lo canceló en julio de 2016 debido a las constantes violaciones a la Ley Electoral y de Partidos Políticos.

Aunque todavía no sabe con quién se aliará políticamente, Sierra Villegas reconoce que no piensa alejarse de la función municipal. Ahí ha construido un historial de vida, poder y decisión desde hace casi tres lustros.

Iztapa y sus polémicos líderes

En este municipio costeño del país han ocurrido incidentes de todo tipo: desde robos millonarios, enfrentamientos que han terminado en balaceras dentro del edificio municipal, hasta la compra de un vehículo blindado para el nuevo alcalde.

El exalcalde Misael Ávila recibió una sentencia de 10 años de prisión por peculado y lavado de dinero. Aseguraba pagar obra pública millonaria, pero en lugar de construir, desvió Q4.4 millones para su beneficio. A este exalcalde también se le condenó por el asesinato del síndico primero y de herir al primo de este, dentro del edificio municipal en 2008.

Su sucesor, Edwin Rolando Chicas Telón, electo en 2011 y 2015, no pudo asumir su segundo periodo porque falleció en un accidente de tránsito. Tenía abierto un proceso de antejuicio que le inició el MP, por coaccionar a los votantes a cambio de vales por láminas y materiales de construcción durante la campaña electoral.

Mario Rolando Mejía Alfaro, quien era el concejal primero asumió el puesto en enero de 2016. De sus hechos más notables en el cargo destaca la compra de un vehículo blindado para su uso personal, que costó casi medio millón de quetzales y fue pagado con recursos municipales.

Elsa Coronado
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Periodista. SUD, buena para escuchar. A veces bravucona, pero alegre y positiva la mayor parte del tiempo. Promuevo el respeto a los animales.


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