¿Y tú por qué no entiendes el arte?

Por eso, he visto que la respuesta de muchos –tristemente- ha sido resignarse a pensar que somos incapaces de distinguir algo hermoso de algo pobremente ejecutado. Pero sí hay algunos simples lineamientos que pueden ayudar a cualquiera a entender mejor el arte.

Primero hay que hacer un poco esfuerzo y buscar: ¿Quién es el artista? ¿En qué época se hizo la obra? ¿Qué cosas influenciaban su arte, sus pensamientos o sus creencias? ¿Qué técnica escogió para mejor comunicar sus ideas?  Eso ayuda a crear un marco que decodifica el razonamiento del artista al momento de crear. Una obra se puede analizar sin esta información pero definitivamente ayuda saber más sobre su creador.

Inicialmente, el arte se usaba para documentar ya que no existía la fotografía ni el video. Por ejemplo, los retratistas capturaban la imagen más cercana de una persona y, gracias a ellos, sabemos cómo se miraban los personajes principales de antaño. En su obra buscaban plasmar la realidad y el momento histórico para recordar fielmente el acontecimiento. Los artistas tenían que estudiar muchos años y practicar incesantemente para lograr ese nivel de realismo.

Actualmente existen artistas que siguen pintando en este estilo y ellos se pueden categorizar  como imitacionalistas. Sus obras se distinguen por imitar hasta el ultimo punto lo que están observando. Ciertamente, una fotografía siempre va a capturar la realidad mejor que una pintura, pero esa razón no desvaloriza en nada este estilo.

(La obra plástica del artista guatemalteco Chrispapita logra esa perfección del foto realismo. La obra en esta foto está hecha con óleo sobre lienzo.)

Con el tiempo, en un esfuerzo por representar algo innovador pero también por la aparición de nuevas tecnologías, se empezó a crear arte que no representaba la realidad. Lo que buscaban era la belleza o estética a través del diseño y el estudio de los elementos y principios del arte.

En su definición más básica, la estética es el estudio filosófico de la búsqueda de la belleza. Los elementos como la línea, la forma, las figuras, la textura, el color y los tonos dan lugar a los principios del arte. Éstos incluyen un punto focal, la repetición, el movimiento, el ritmo, los patrones, la variedad y la unidad del conjunto. Usados adecuadamente, producen obras balanceadas y armoniosas.

Los artistas que trabajan en este estilo se llaman formalistas. No les importa desapegarse de la realidad o de una representación exacta del sujeto. Buscan complacer los sentidos organizando los elementos básicos para la creación de una obra.

Vemos aquí una obra de un formalista, el artista guatemalteco Roberto Gonzáles Goyri.

Sabemos que esta obra no es una representación exacta de un jaguar, pero estamos dispuestos a aceptar que es una serie de líneas y colores representado un jaguar. La combinación de puntos, tonos, formas y textura nos puede provocar un sentimiento de agrado y armonía.

Por último, existen los emocionalistas. Ellos son artistas que ponen el mayor énfasis en transmitir un concepto, un sentimiento, un estado de ánimo en su obra. Consecuentemente, le dan menor importancia a la estética, provocando el sentimiento contrario a lo sublime. Mucho del arte contemporáneo tiene que ver sencillamente con el sentimiento que a uno le provoca la obra y el trabajo que conlleva crearla. Por eso uno puede ver objetos o cosas que nos hacen dudar de la calidad del arte producido y apreciarlo por el mensaje que transmite.

Un ejemplo del arte emocionalista, es la obra en esta fotografía: “Síntesis neurológica de la abstracción en el eterno conflicto conceptual entre percepción y representación”, por el artista guatemalteco, José Toledo Ordóñez.

El sentimiento que me provoca la obra me hace pensar en algo que está enredado, ejemplificado por el movimiento de los elementos de la escultura. El color anaranjado podría aludir a los colores usados en ilustraciones médicas que modelan las conexiones neurológicas del cerebro y el tamaño de la escultura puede maximizar y potenciar lo terrible del concepto de un “eterno conflicto”. Claro que esta es mi interpretación y habrá muchas diferentes, ya que el arte creado por los emocionalistas da mucho espacio para la libre interpretación. Esto permite que haya espacio para discusión y dialogo.

Para mejor comprender el arte, hay que tener una mente curiosa y estar dispuesto a preguntar. Lo importante no es dejarse intimidar, y reconocer que no hay una sola respuesta correcta. El valor social que nos otorga el arte va más allá de la estética, motiva nuestro pensamiento crítico y nos da nuevas visiones del mundo que nos rodea.