Ser atea en el país de las bendiciones
Ana Raquel Aquino / 18 agosto, 2016
Mi relación con la religión ha sido complicada. Digo complicada por no decir que fue, en su momento, un duelo a muerte; una de las dos debía ceder para que la otra pudiese existir y sobrevivir. Con su muerte vino mi resurrección, por decirlo así.