5 MIN. DE LECTURA

Actualidad Entender la política La corrupción no es normal Somos todas Identidades Guatemala urbana Guatemala rural De dónde venimos Blogs Ideas y soluciones
11 Pasos

Ir y regresar en bici

Hace unos días iba en bici para mi trabajo. Salí de la zona 1 por la 12 avenida, pasé por la zona 5 y al llegar a la Guardia de Honor crucé a la derecha para llegar a la Reforma e irme por la ciclovía. Iba en el carril derecho, junto a los carros, crucé la calle y al llegar a la ciclovía me detuve para esperar a que cambiara el semáforo y seguir mi camino en dirección a la zona 14. Un señor estaba esperando el mismo cambio de semáforo y cuando me vio llegar me preguntó si no sentía todo el tiempo que me iba a matar un carro.

Blogs Opinión P369
Esta es una opinión

Foto: Jeff Klugiewicz/Pixabay.com

Tomé aire y le respondí que a veces sí, mientras le deba los buenos días y cruzaba la calle, pero que uno se acostumbra. Alcancé a escuchar que decía con cierto asombro ¿uno se acostumbra? Conforme me alejaba me di cuenta de que es una afirmación terrible, aunque no deja de ser cierta en algunos casos.

Empecé a usar la bici hace casi un año. Los primeros días me preocupé por buscar una ruta donde pasaran pocos buses y la manera más rápida de llegar a la ciclovía. Me conseguí un casco, luces y una chumpa reflectiva. Leí el reglamento de tránsito. Retaqué mi mochila con todo lo que pudiera hacerme falta. Hacía muchos altos que no me tocaban y temblaba cuando un carro pasaba muy rápido a mi lado. Poco a poco mi mochila se ha ido haciendo un poco más ligera y he ido aprendiendo a que también tengo derecho a usar la vía.

El reglamento de tránsito no dice mucho respecto a los ciclistas. En general, uno debe ir por el carril derecho en los lugares donde no hay ciclovía o un camino específico para bicicletas. Las banquetas son para los peatones, esos seres fascinantes. Cuando era pequeña acompañaba a mi mamá a comprar telas a los almacenes del centro. Salíamos con bolsas enormes y pesadas y debíamos ir a tomar una camioneta a la 20 calle para regresar a la casa. Mi mamá me enseñó a caminar rápido e ir atenta. Cosa que muchos peatones no aprendieron nunca. Hay muchísima gente que camina en la calle como si estuviera en un sueño y hay que hacer gala de equilibrio, físico y mental, para esquivarlos porque algunos ni siquiera se mueven aunque se los pidás amablemente.

En teoría la ciclovía va del Hipódromo del Norte al monumento al Papa, pero tiene algunos puntos donde desaparece y no queda más que usar la calle. Con la práctica uno va aprendiendo a moverse entre los carros y a tener cierta seguridad en sí mismo. Yo nunca me he animado a ir en bici a la Roosevelt, por ejemplo, y pasar por El Trébol porque ese recorrido requiere más fuerza, templanza y experiencia de la que yo tengo. El reto no es solo físico, tenés que poder ir a cierta velocidad, mantenerla durante cierto tiempo y tener la agilidad para esquivar lo que esté en el camino o lo que se ponga enfrente. Un recorrido así requiere que comprendás que tenés derecho a tu lugar en la calle y que no te acobardés para reclamarlo.

Cuando uno sale en carro compite contra sus iguales por el espacio, por el uso de la calle. Sé que en algún momento todos nos hemos encontrado fantaseando con tener un tanque para pasarle encima a los abusivos que hacen doble o triple carril, a los que no respetan los altos o a los que se te atraviesan sin algún tipo de prudencia. Los que salen en moto tienen la ventaja de un motor que los hará ir rápido en un vehículo pequeño, aunque sin duda tienen que darse a respetar. Los que salimos en bici, vamos a competir por el espacio con vehículos más grandes y más potentes. Uno de los retos es ganar la confianza en nuestras habilidades para resolver problemas y llegar con bien a nuestro destino. El otro es aprender que si un carro se cierra a la derecha porque no te mira a pesar de las luces y los reflectivos, no es personal.

La bici te da una perspectiva distinta de la dinámica en la calle. He visto baches que no pensé que fueran relevantes al ir en carro y me he dado cuenta de lo intimidantes que pueden ser los bordes desiguales en la calle, porque significan la posibilidad de caer. Es interesante ver que calles que pensaba que eran planas y fáciles de recorrer, no lo son. A veces necesitamos salir de nuestra zona de confort para comprender un poco mejor el mundo en que vivimos. Todos tenemos pequeños privilegios y de vez en cuando ejercemos ciertas dosis de poder, aunque sean mínimas.

Imaginen una avenida con una carga vehicular alta, los carros están prácticamente detenidos en uno de los sentidos de la vía. Hay carros en un retorno intentando incorporarse a la avenida. La ciclovía atraviesa muchos de esos retornos y los ciclistas deben pasar frente a los carros para seguir su camino. A pesar de que el tránsito esté detenido y los carros en el retorno no puedan avanzar no falta el automovilista que acelera el carro y avanza diez centímetros hasta pegar su bomper con el carro de adelante con tal de no dejar que pase la bici. Ese gesto es el despliegue de una mínima dosis de poder. Tampoco falta el que para y deja que las bicicletas pasen, porque un pequeño gesto puede lograr grandes cambios. Así que no todos los días son iguales, ni los conductores o los ciclistas son iguales, ni están conscientes de su lugar respecto al resto de personas. Lo que importa es tratar de ver la foto grande y ver qué hace cada uno de nosotros en la dinámica de la calle.

Hay días en que sí he sentido que los carros me van a tirar, lo sentí particularmente en los días cerca de Navidad, quizás porque la gente andaba en la calle con esa hostilidad que se genera para las fiestas. Hay días en que prefiero dejar la bici porque es más fácil así. No es que me rinda, es que hay días más cansados que otros. Todos tenemos batallas personales que debemos enfrentar cada día. La carrera cuando uno va en bici no es contra los carros, peatones u otros ciclistas, es contra uno mismo aunque haya factores externos que compliquen las cosas.

Vivir en Guatemala es tener miedo en muchos contextos y uno se acostumbra a vivir así. Sé que esa afirmación también es terrible, pero quizás admitirlo sea el primer paso para que cambiemos las cosas. No escribo esto para que todos saquen la bici y se tiren a la calle, sino para que pensemos en nuestras batallas personales y en cómo usamos nuestras pequeñas dosis de poder.

Avatar
/

Conoció los cómics porque un día se empachó de literatura, aunque nunca dejó de creer que se puede cambiar al mundo un lector a la vez. Ama el cine y los dulces de anís.


Hay Mucho Más

20

COMENTARIOS

RESPUESTAS

    Juan Carlos /

    27/07/2018 11:53 PM

    Es muy interesante conocer tu punto de vista como usuario de la bicicleta y la verdad nunca pensé en las experiencias y retos que conlleva el hacer uso de la misma en el día a día.
    Admiro mucho lo que haces y sobre todo me hace más cociente de mi forma de actuar y de apoyar a quienes usan este medio de trasporte. Excelente artículo.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Antonio Munoz /

    27/07/2018 10:50 PM

    Llevo mucho tiempo queriendo utilizar la bicicleta como medio de transporte diario ya que me encantaría utilizar menos el carro, al igual que lo mucho que me puede ayudar en mi salud. Al igual que muchos comentarios que vi, no estaría dispuesto a hacer el cambio a la bicicleta sin saber experiencias de otros. Siempre que lo he comentado con mi mamá, me comenta de todos los peligros (asalto, ser atropellado, no estar en forma para lograrlo) y no puedo negar que muchos me dan miedo. Pero creo que nunca dejaré de pensar que sería increible poderlo hacer.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Luis Aragon /

    26/07/2018 10:07 PM

    Supongo que cada quien tendrá expectativas diferentes del ciclismo en función de su experiencia personal. Yo quiero empezar a hacerlo y antes de aventurarme a la jungla de cemento quisiera saber sus recomendaciones de lugares cerrados para empezar a practicarlo. Gracias.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    María José Castellanos /

    02/06/2018 2:33 AM

    Felicidades a todos los que montan bicicleta en la ciudad pues aportan su granito de arena a que haya menos tráfico y contaminación. Creo que es importante promover el ciclismo urbano para que más gente se anime.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Felipe Torres /

    26/02/2018 11:42 AM

    Quizá no sea parte del artículo, pero veo que nosotros los ciclistas tenemos poca o nula atención de parte de las municipalidades aparte de andar promoviendo "bicitours". Las ciclovías son inútiles, querés incorporarte a ellas después de arriesgar el pellejo para alcanzarlas y te das cuenta que está lleno de peatones, doñitas paseando perros o carruajes y hacen que sea más fácil bajarte y empujar la bici. No hay rutas exclusivas realmente y para llegar a ellas desde los barrios habitacionales simplemente hay que usar las peligrosas calles y avenidas. Políticamente a éstas administraciones no les conviene que hayan más ciclistas. Hay mas negocio vendiendo repuestos, carros usados y gasolina y luego hay mucho billete de por medio atendiendo gente que padece del corazón, colesterol alto, obesidad y catarros (en bici nunca me he enfermado de la gripe)

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Gian Paolo Grazioso A. /

    26/02/2018 9:53 AM

    Hola Adelaida: Merecen mi felicitación aquellos que han dejado el carro para usar la bicla. Son pioneros de un estilo de vida que nos traerá muchos beneficios. Se requiere valor rodar por esta selva vehicular.

    Por otro lado, vivo en carretera a El Salvador, me saca de onda cuando veo ciclistas con equipo completo y tremendo colero subiendo en cámara lenta por Muxbal a las 8am. Ahí sí que me gustaría tener el tanque, apuntar y...

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Fernando Cano /

    21/02/2018 9:47 PM

    El artículo me parece excelente soy ciclista urbano desde hace 3 años y contabilicé los primeros 2 años 6,000 kms recorridos, enfermo menos, me mantengo más sano que antes y feliz de no sufrir el tráfico y me siento menos vulnerable a los ladrones de motocicletas que asaltan vehículos. Para aventurarse al tráfico antes debes tener la habilidad necesaria para evitar ser lastimado especialmente en los cruces de las calles. Siempre , siempre me coloco en primera fila para evitar que te tiren los autos y siempre a mi derecha. La ciclovía un oasis pero con cuidado en cada cruce pues siempre , SIEMPRE pienso y asumo que el auto no parará eso me ha salvado muchas veces. Si vives a 10km de distancia de tu lugar de trabajo puedes moverte en bici. Animo.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    José Enrique Jo /

    21/02/2018 7:31 AM

    Recomiendo adicionar al equipo de ciclista un espejo retrovisor. Por experiencia propia se sentirán mucho más seguros!
    Kit esencial de todo ciclista urbano en orden de prioridad: casco, luces, espejo retrovisor.
    A pedalearnse ha dicho!

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

      andres /

      22/02/2018 11:43 PM

      yo voy en bici al trabajo y justamente estaba pensando en comprar el retrovisor.

      ¡Ay no!

      ¡Nítido!

    Caro /

    20/02/2018 9:00 AM

    Yo en algún momento de mi vida fui una apasionada de la bicicleta
    Un par de caídas me hicieron temerosa
    Les admiro el valor de rodar en esta ciudad
    Yo, confío más en mis pies ahora
    Corro y troto cuando se puede y me siento tan satisfecha de alejarme del tráfico con ello
    Sigo soñando con volver a tomar la bicicleta, después de leer esto, trataré

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Ricardo /

    20/02/2018 8:44 AM

    Excelente artículo, yo he considerado muchas veces optar por la bicicleta ya que como todos sabemos el tránsito acá en la ciudad cada día está peor y estoy a una distancia relativamente corta de mi casa a mi lugar de trabajo, 7 km. Pregunta para los que usan bicicleta para llegar a su trabajo ¿Cómo lidiar con el sudor al llegar al trabajo por la mañana? Yo no cuento con una ducha en mi oficina ni nada por el estilo.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

      José Enrique Jo /

      31/03/2018 8:09 AM

      Bicicleta eléctrica! Siempre hay que pedalear pero con menos esfuerzo y menos sudor. Por eso Son tan populares en Europa!

      ¡Ay no!

      ¡Nítido!

      Felipe Torres /

      26/02/2018 11:36 AM

      Desde el 2010 voy a trabajar en bici. El primer punto es que en el lugar de trabajo pues te deben tolerar ése "privilegio" de llegar sudado. Como mi trabajo es administrativo y no de frente a clientes, nunca he tenido complicaciones con los jefes por eso. Siempre llevo una playera para sudarla, y en mi mochila, doblada la camisa que voy a usar en el trabajo o desde el lunes llevo 3 o 4 camisas para usarlas a diario de una vez. Pantalón no hay problema, el mismo formal con tal de que la cadena no te lo masque podés usar elástico en las mangas del pantalón o un cubre-cadena. En invierno hay que saber comprar ropa especial contra el agua pero que te permita transpirar a través de ella como el goretex. Sea como sea, usá sillón cómodo y prostático. Con los años una mala postura o equipo poco ergonómico pasan factura.

      ¡Ay no!

      ¡Nítido!

      Fernando Cano /

      21/02/2018 9:40 PM

      Hola Ricardo, yo empecé a movilizarme de mi casa en z.7 a z.10 en bici, paso por el trebol y z.8 , parque de la Industria, Reforma. Z.10 hasta llegar a mi destino muy cerca de Oakland. Son 7.4km de ida y otros. 7.4 de retorno. Llevo 3 años, en verano, invierno y uso el automóvil solo en caso extremo. Me siento seguro y FELIZ, no temo a que me pongan los motocacos, no me afecta el tráfico siempre avanzo y voy en promedio de 15 a 20kms x hora. Por las mañanas llevo en mi mochila mi camisa, saco o corbata y llevo puesta una camisa para hacer ejercicio en bici (millote) . Al llegar a la oficina voy al baño y allí me aseo y me pongo mi camisa de trabajo, eso evita malos olores, me siento fresco. Ya de retorno no me cambio pues llego a casa y puedo asearme con comodidad. Para tener la habilidad necesaria y manejar con seguridad te sugiero participar en bicitours urbanos unos 3 meses antes de salir en la ciudad o busca a un compañero ciclista con experiencia. Eso evitará que tengas un accidente. Animo y ojala te animes.

      ¡Ay no!

      ¡Nítido!

        Vanessa Morales /

        29/05/2018 5:12 PM

        Que buena sugerencia eso de participar en los bicitours antes de aventurarse en el tránsito de la ciudad. Yo vivo por Montserrat y trabajo en zona 4 por la muni, y me ha entrado una inquietud por venir en bici a la oficina, lo único es que cada vez que imagino ciertos tramos me invade el miedo también, pero bueno, intentaré con la idea que das acá.

        ¡Ay no!

        ¡Nítido!

      Hugo /

      20/02/2018 8:13 PM

      Con el tiempo sudas menos, al llegar al trabajo uso papel de manos para quitar sudor y listo.. casi 1 año de bicicletear y 0 quejas de mal olor jajajaja

      ¡Ay no!

      ¡Nítido!

    Francisco /

    19/02/2018 11:02 PM

    Hola! Me pude identificar con muchas cosas, yo también acompañé a mi mamá por telas a la zona 1 toda mi infancia y nos transportábamos en camioneta, caminar en el centro histórico cargado de cosas te da una viveza increíble para andar en la calle y que a mucha gente le falta. Aun hoy sigo caminando al ritmo casi de trote que mi mamá me enseñó. También estoy a punto de meterme al mundo del ciclismo, ya tengo la bici, solo me falta agarrar confianza para ir entre los carros! Saludos a todos!

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Alejandro Cofiño /

    19/02/2018 12:49 PM

    ¡Lindo artículo! Soy ciclista apasionado desde hace casi 27 años. La he usado como transporte y por deporte. Y sí, así es. El ciclista en cualquier parte del mundo, en algunos menos o más que otros, es desafiante y siempre que sale a la calle con su casco e idealismo de libertad y fuerza motora, se enfrenta a lo desconocido. Independientemente si es por transporte, recreación o ejercicio, los pedales son peligrosos por la prepotencia generalizada de los automotores. Lástima porque la bici es noble, sana, pura y muy alegre. Esa sensación de poder moverte solo sin ayuda de nadie o nada externo y generar movimiento con tu propia fuerza es inigualable. ¡Te felicito por tu valentía, por dar ese mensaje positivo y ejercer tu dosis de poder desafiante y descarada!

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Odiseo /

    19/02/2018 12:05 PM

    Llevo como 7 años en la bici en la ciudad. Incluso antes de que apareciera la ciclovía. He ido a todos lados en ella, a San Cristobal desde la zona 10, a zona 1 desde la zona 13, a Cayalá desde la zona 2 y más. Y una vez he tenido un accidente, en la Ciclovía, un señor decidió cruzar y me atropelló. Odio la ciclovía, personalmente siento no es para las personas que usamos la bici como medio de transporte, sino para los que la usan de hobby.
    ¿Miedo? claro, pero me motiva saber que el tiempo se triplica en bus o en carro.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Walter López /

    19/02/2018 11:35 AM

    Coincido completamente casi en todo. Yo tengo dos años de usar la bici en un recorrido de 5km, siempre de día. He visto de todo. Desde gente que te tira agua con el dispensador de su auto cuando te pasa por un lado, que te cierra el paso a propósito o el que pasa gritando "ciclista de mier...". También existe gente que da paso y es amable, son los menos. Es todo un reto, aun así, es mi mejor opción. Lo hago con mucho temor y cuidado, pues hay quienes están dispuestos a ejercer el poder que le otorga su tipo vehículo sin importar las fatales consecuencias, pues muchos "accidentes" quedan en la impunidad. Excelente artículo.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!



Secciones