El interés por la lectura no discrimina ni género, ni edad, ni gustos personales. Leer un libro es una actividad que no solo se reconoce por ser un medio inmediato para adquirir nuevos conocimientos sino también por ser una ocupación que entretiene, permite descubrir nuevos mundos, nuevos universos y vivirlos en carne propia.
1. Comienza con libros cortos
Para comenzar, tienes que tomar en cuenta que los libros no siempre deben poseer un mensaje espeso, confuso y profundo. Tampoco tienen que rebasar las 400 páginas. Comienza con un libro sencillo, ameno y agradable, que a lo sumo contenga entre 50 y 80 páginas. Después puedes ir aumentando este número. De otra forma, únicamente lograrás aburrirte y quizá provoques la reacción contraria: odiar la lectura.
2. No te guíes por la recomendación de un amigo
Los gustos de las personas son muy diferentes y puede ser que, siguiendo su consejo, el primer libro que leas te parezca horrendo. Si lo tuyo son las novelas policiacas no intentes que alguien más te convenza con la idea de que leer una historia de ciencia ficción es lo mejor.
3. Encuentra el tipo de lectura que se adecue a tus gustos
Hay distintos géneros literarios: dramático, lírico y narrativo; y distintas temáticas: la novela romántica, el cuento de terror, el realismo sucio o la poesía erótica. Ubica un libro que se adapte a tus intereses y rechaza la idea de que “la literatura son únicamente los autores clásicos”.
4. Que tus hijos te vean leyendo
Si buscar inculcar la lectura en tus hijos, el mejor consejo es predicar con el ejemplo. No puedes decirles que tomar un libro y devorar cada una de sus páginas es una experiencia única e inolvidable cuando tu solo te sientas todas las noches a cambiar canales en la televisión.
5. Busca el lugar ideal y pon tu celular en modo avión
Encuentra un momento de tranquilidad para leer con tus pequeños, vayan a un parque, a una plaza o una biblioteca pública. Si prefieren quedarse adentro, quizá por el clima o quizá por ahorrar tiempo en un día ajetreado, encuentren un rincón cómodo en un sillón, sobre un cojín o una sábana. Determina un espacio exento de la bulla y distracción que implican los celulares o pantallas electrónicas.
6. Deja que los niños elijan
Si tus hijos a penas pueden hablar, busca libros que estén llenos de colores y tengan letra grande. Toma en cuenta que hay historias que se leen a través de las ilustraciones. Ahora bien, si tus hijos ya están adentrándose a la adolescencia y solo les interesa películas de acción y series de zombis, encuentra para ellos una lectura que desarrolle esas temáticas, una historia que los conmueva y que los atrape; ese es el propósito.
7. Escucha al librero
No es lo mismo tener 12 años y leer La Odisea, que tener doce años y leer Harry Potter. No es lo mismo tener 50 años y leer a C.S. Lewis, que tener 50 años y leer a Saramago. Comienza una lectura que tenga contenidos divertidos y fáciles de asimilar. En la mayoría de librerías hay expertos que te pueden guiar en cuanto a temas, pero siempre recuerda mencionarles tu edad y cuáles son tus intereses.
8. ¡Visita la feria de libro!
En este lugar no solo puedes encontrar libros de diversas casa editoriales, sino múltiples actividades que giran en torno a la lectura y el amor que existe por ella. Haz de esta visita un viaje interesante, pide a un amigo o a un familiar con quien te gusta pasar el tiempo. Revisa el calendario de actividades y atiende a las que te llamen la atención.
9. Nunca salgas de casa sin tu libro
Recuerda que la clave es la constancia. No tienes que dedicar cinco horas al día para terminar un libro, puedes invertir diez minutos cada noche, el tiempo que te tardas en llegar a tu trabajo en bus, las veces que haces cola en el banco, etcétera. Carga un libro siempre en tu mochila y, cada vez que te sientas aburrido, lee una o dos páginas, no te atormentes. Eso sí, intenta repetir esta dosis cada día y cuando menos sientas, ya terminaste de leer una historia completa.
10. Un solo libro no basta
El último consejo y no por eso menos importante: no te quedes con una única lectura, ve y busca la siguiente, pues somos lo que hacemos repetidamente.
ALVARO /
Excelente artículo. El hábito de la lectura es algo que comienza desde niños, mas allá de visitar Ferias de Libros, es necesario crear el hábito en los padres de llevar a los niños a librerías de manera constante y no esperar un año entre feria y feria para que ellos escojan sus libros.
Lucia, sería interesante que conozca un nuevo concepto de librería para niños que esta en Plaza Concepción en Carretera a El Salvador, si le interesa conocer le puedo poner en contacto.
Diego ICoj /
Nada más sabroso que leer...