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La mentalidad del dinosaurio versus el emprendedor

Tomar la decisión de renunciar a un trabajo no es fácil. Muchas veces es una cuestión de mentalidad. La investigación de Carol Dweck demuestra cómo un simple pensamiento puede hacer la diferencia entre seguir en la comodidad de tu trabajo o tirarte al agua.

Cotidianidad Opinión P258
Esta es una opinión

Renunciar a mi trabajo me dio libertad y me permitió romper con la mentalidad del dinosaurio.

Imagen: www.gratisography.com, Ryan McGuire

Llevaba ya casi 5 años trabajando donde estaba. Tenía ese gran sueño de empezar lo mío: trabajar con un horario flexible, desarrollar una nueva idea de negocio, dirigir a mi equipo... Pero tenía un gran problema.

Como muchos, estaba cómodo. Estaba metido en el famoso rat race del trabajo. Esa carrera donde te levantas, trabajas, duermes, te vuelves a levantar y trabajar, trabajar... y trabajar un poco más.

No estaba contento, pero ganaba bien.

Ir a la universidad. Conseguir un buen trabajo en una multinacional. Sacar una maestría. Seguir trabajando en otra multinacional. Es lo que muchos esperan de nosotros. Nuestra familia, nuestros amigos y conocidos.

Y después... ¿qué?

La verdad es que me daba miedo renunciar al trabajo.

¿Qué iban a pensar mis papas? ¿La sociedad?

Vivía con miedo. Miedo a fracasar. Miedo a perder la validación de mi familia. Miedo a un cambio. Miedo a salir de mi zona de confort. Miedo a vivir mi vida. Miedo a tirarme al agua.

El problema era que, como muchos, yo pensaba como un dinosaurio...

El pensamiento del dinosaurio

Carol Dweck, profesora de psicología de la Universidad de Stanford y autora del libro Mindset: The New Psychology of Success, encontró –después de muchos años de investigación– que una pequeña creencia puede potenciar a una persona al éxito.

Un pequeño pensamiento puede hacer la diferencia entre quedarte en tu trabajo y tirarte al agua como emprendedor.

“Por más de 20 años, mi investigación ha demostrado que la forma como te ves y piensas puede afectar profundamente la forma cómo lideras tu vida”, dice la psicóloga.

Es la diferencia entre la mediocridad y la excelencia. En creer en ti mismo. En renunciar o no a un trabajo por perseguir tus sueños.

Muchas veces pensamos que las personas tuvieron suerte. O que simplemente eran más inteligentes, con mayores habilidades que nosotros. Esto, según Carol, no es cierto. Ella realizó experimentos que demuestran cómo desde pequeños muchas veces nos enseñan a pensar como dinosaurios.

¿Cómo identificar ese pequeño pensamiento que puede llevarte al éxito?

Una pequeña creencia, una gran influencia

Carol separa dos tipos de mentalidad en las personas. La mentalidad fija –mentalidad de dinosaurio– y la mentalidad de crecimiento –mentalidad del camaleón.

Entender la diferencia y saber cómo pensás vos puede tener una gran influencia en tu vida.

¿Qué es la mentalidad del dinosaurio?

La mentalidad del dinosaurio es estática. Busca siempre probarse a sí mismo y a otras personas. Es una persona que piensa que tiene un cierto grado de inteligencia, personalidad, carácter o habilidades. Piensa que uno nace con ciertas habilidades. Esconde sus deficiencias y siempre está en búsqueda de una aprobación por los demás. Busca tener una validación de otras personas para sentir plenitud.

“La gente inteligente es exitosa”, dice el dinosaurio. Por ende, está en una búsqueda constante del éxito. Si eres exitoso, entonces eres inteligente. El problema con este tipo de mentalidad es que muchas veces busca el camino más fácil. Un camino donde pueda asegurar el éxito. No selecciona el problema más difícil, porque si fracasa, piensa que es un estúpido.

Es una persona que no renuncia al trabajo pese a tener el gran sueño de ser emprendedor, por miedo a fracasar. Miedo a dejar un lugar estable. Miedo a salirse de su zona de confort.

Es una persona que si por suerte empieza a emprender, desde un inicio quiere contratar gente para hacer todo el trabajo. No está dispuesto a salir a la calle y ensuciarse las manos para entender a sus clientes.

Es un emprendedor dinosaurio que tiende a fracasar y no aprender.

¿Qué es la mentalidad del camaleón?

En cambio, la mentalidad del camaleón es dinámica. Cree que puede crecer y desarrollarse por medio de la aplicación y vivencia de experiencias. No cree que va a ser el próximo Einstein o Beethoven –genios innatos–, pero que sí tiene el potencial de cumplir sus sueños.

Sabe que el potencial en cada uno de nosotros es incierto. Sabe que el éxito requiere pasión, esfuerzo, entrega. No tiene una mentalidad de víctima. Sabe que independientemente de su mundo externo, las cualidades básicas que puede cultivar depende de su esfuerzo. Y de nadie más.

“La gente crece y se convierte en una persona inteligente”, dice el camaleón. Es una persona que está en búsqueda de constante crecimiento. Y sabe que uno crece cuando sale de su zona de confort. Por ende, elige los problemas más difíciles, buscando desafíos que se vean imposibles. Porque sabe que no importa fracasar. Es parte de un proceso de desarrollo. Es parte del camino para llegar al éxito.

La diferencia entre estas dos mentalidades es que la primera –el dinosaurio–, piensa que los seres humanos nacemos con habilidades. En cambio, el camaleón sabe que sus habilidades son cultivadas por medio del esfuerzo. Sabe que se puede adaptar a su entorno. Sabe que la inteligencia la adquiere por medio del fracaso. De experiencias nuevas.

Áreas fundamentales donde la mentalidad nos afecta

La mentalidad nos afecta en cuatro áreas fundamentales de nuestras vidas:

1. Tu mentalidad y el fracaso. Cuando tenés una mentalidad de crecimiento, cambiás el significado, definición, importancia e impacto del fracaso en tu vida. No ves el fracaso como fracaso. Ves el fracaso como una etapa para llegar a creer en tu potencial completo.

Eso es algo esencial para un emprendedor: entender que desarrollar un buen producto requiere de muchas iteraciones, muchos fallos antes de encontrar el éxito.

2. Tu mentalidad y el esfuerzo. Dejás de ver el esfuerzo como que no eres bueno para algo y tienes que esforzarte para llegar a ser inteligente o talentoso. En el mundo del camaleón, ves el esfuerzo como un vehículo para llegar a ser talentoso.

3. Tu mentalidad y el mundo. Salís del mundo de qué dirán y dejás de probar ante otras personas que sos inteligente. En el mundo del camaleón, buscás hacer el ridículo ante otras personas. Buscás experiencias que muchas veces te ponen incómodo ante otros con tal de crecer y convertirte en una mejor persona.

4. La mentalidad y tus relaciones personales. La mentalidad afecta también en tus relaciones personales. En lugar de buscar una pareja o círculo de amigos que te validen, buscarás personas con las que podás hablar sobre tus defectos y te ayuden a crecer, te ayuden a convertirte en una mejor persona.

Buscás relaciones donde dejás de echarle la culpa al otro. Buscás personas que aunque muchas veces viven en mundos diferentes, aceptan los errores y diferencias entre unos y otros.

Desde pequeños nos enseñan a pensar como dinosaurios

Al final de un taller o una conferencia, es interesante cuando se hace la típica pregunta “¿Quién tiene alguna duda?” o se sugiere que pregunten si no entienden algún tema.

La mayoría de veces, nadie lo hace. Nos da pena levantar la mano y hacer una simple pregunta. Nos da miedo interrumpir a otros. Entramos en pánico por no saber qué pensarán las otras personas de nosotros. O qué van a decir por la pregunta que haremos.

Lamentablemente este mal hábito nos lo inculcan desde que somos pequeños. Lo mismo pasa cuando crecemos. En el colegio, muchas veces mis amigos molestaban cuando alguien hacía preguntas dentro de la clase. Nos obligaban a callarnos y quedarnos con las dudas.

Carol Dweck realizó varios experimentos con niños y los resultados son fascinantes. Le dio a varios estudiantes acertijos/rompecabezas. El estudio encontró que los niños con una mentalidad de dinosaurio, al tener la opción de elegir el próximo desafío, pedían los fáciles e inclusive hacer los mismos. Querían asegurar el éxito. Optaban por la certeza y no por el crecimiento.

En cambio, los niños con pensamiento de camaleón, cuando les mencionaban que iban a trabajar en otros desafíos, se frotaban las manos y hasta gritaban “¡Amo los desafíos!” Ven este proceso como parte de un crecimiento. No se enfocan en los resultados, sino en el proceso de aprender.

La próxima vez que tengás una duda, ¡hacela! Un simple “No entiendo. Me podés explicar” puede hacer la diferencia en tu crecimiento.

El estudio también habla mucho de cómo instruimos y premiamos a nuestros hijos durante su crecimiento. Muchos papás tienden a premiar la inteligencia y el talento, mas no el proceso, estrategias y forma de selección entre diferentes opciones. Remunerar la inteligencia fomenta la mentalidad de dinosaurio. Premiar el proceso fomenta el desarrollo y crecimiento en los niños para desarrollar una mentalidad de camaleón. Hacerles ver a los niños que caerse es algo normal. Que no se trata de no cometer errores, sino de aprender de ellos y seguir adelante.

¿Puede uno cambiar la mentalidad de dinosaurio?

Yo lo creo. Para mí renunciar a mi trabajo y ver qué jodidos iba a hacer fue el primer paso. Me dio libertad de tiempo y me forzó a pensar en cómo iba a sobrevivir. Al final, entendí que todas esas habilidades que pensaba que no tenía pueden ser desarrolladas por medio de la práctica y mucho esfuerzo.

Si sos una persona a la que le da miedo el riesgo, buscá experiencias que te saquen de tu zona de confort. Experiencias que te pongan incómodo –ojo, no ponerte en riesgo físico–, experiencias donde te sintás vulnerable.

Es ahí cuando realmente crecerás como persona. Si te da pánico hablar en público, buscá oportunidades para hacerlo. Yo lo hice, y no fue fácil.

Todavía recuerdo el primer evento que tuve que facilitar en donde no había electricidad, no teníamos materiales para las presentaciones, ni sillas donde se sentaran los participantes. Estaba en Colombia y dije pitchear sin saber que allá esa palabra significa coger. Dije “Están listos para empezar a pitchear?” Todos hicieron cara de pánico. Me puse rojo como un tomate, pero todo salió bien. No fue una experiencia fácil, pero fue el primer paso para aprender cómo hablar en público.

La clave está en dar ese primer paso. En dejar de pensar y hacer.

Conforme pasa el tiempo, te empezarás a dar cuenta de que esas debilidades se vuelven fortalezas. Cómo esas experiencias que antes te daban pánico, ahora son parte de tu rutina. Dejás de esconder tus deficiencias y las sacás a relucir, porque entendiste que es la única forma de crecer.

Conclusión

La tecnología ha creado un mundo donde nuevas industrias nacen y viejos imperios mueren en poco tiempo. Muchas veces es cuestión de meses. Pienso que la mayor habilidad que podemos tener hoy día es el poder adaptarnos al cambio.

Esto requiere que cambiemos la forma como educamos a nuestros hijos. Cómo los nutrimos e instruimos para que dejen de pensar como dinosaurios y sean más dinámicos. Cómo les damos desafíos para que vean el fracaso como una oportunidad de crecer y aprender, no como una situación que demuestra debilidad. Cómo los impulsamos a que entiendan el fracaso como algo motivador e inclusive como un motor de crecimiento.

Es cuestión de dejar de pensar en el éxito como “el establecimiento de superioridad, simple y pura” y ver “el éxito personal cuando trabajás lo más duro para llegar a ser lo mejor que podás ser”.

Para muchos ya no nos queda más que hacerlo. No es cuestión de que nos instruyan o alguien más nos lo enseñe. No podemos regresar en el tiempo para ser niños nuevamente. Se trata de creer en uno mismo.

Para nosotros los dinosaurios, se trata de agarrar huevos, dejarse de ahuevar y tirarse al agua, como diría el buen chapín.

Diego Ríos
/

Le apasiona crear comunidades, viajar y el #SwimBikeRun. Es co-fundador de Splash, un startup que ayuda a los PYMES a dar un salto a la economía móvil y digital por medio de la educación. Es también facilitador de Startup Weekend para LATAM y miembro de Global Shapers Guatemala Hub.


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COMENTARIOS

RESPUESTAS

    JP /

    27/09/2016 10:53 PM

    Pienso que el emprededurismo, no siempre se refiere a fines laborales, económicos o académicos, ésta mentalidad superficial que aferra al persona a fines o recompensas y no a la trascendencia crea una vida hermética y rudimentaria con experiencias y justificaciones simplistas,
    entonces que sentido tiene seguir buscando?

    Pero en realidad cuesta ser emprendedor cuando se esta desconectado de la realidad, pero con el simple hecho de saber que es lo que se quiere y a dónde se quiere llegar, se busca la oportunidad que pueda permitir cierta plenitud deseada.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    David /

    27/01/2016 12:44 PM

    Eso, sigamos con la deserción universitaria en un país en el más del 70% de empresas que se abren en un momento determinado, sólo alrededor del 10% prospera por la falta de condiciones que aseguren la competitividad (certeza jurídica, apertura del mercado, sanción del monopolio). Hay cosas que no son cuestión de actitud, sino de saber estudiar el mercado en el que se quiere incursionar, las condiciones socio-económicas del país y cuestiones básicas de administración y contabilidad.

    ¡Ay no!

    1

    ¡Nítido!

      Diego /

      03/05/2016 12:14 PM

      Tambien se me olvido comentar, en ningun momento estoy diciendo que no estudien. Que renuncien a la universidad. Creo que en un pais como guatemala la educacion es mas importante que nunca. Por eso empezamos Splash.

      Esto no quiere decir, que nos programen simplemente para estudiar y trabajar. Creo que tenemos que evolucionar a sonar mas. Pensar diferente. Trabajar diferente.

      Esto veo clave para generar un cambio positivo en el pais!

      ¡Ay no!

      ¡Nítido!

      Diego /

      03/05/2016 12:12 PM

      Hola David! Poder lanzar un negocio definitivamente depende tambien de poder entender el mercado, generar un producto, encontrar un problema que valga la pena resolver, definir un mercado que quiera tu producto y este dispuesto a comprarlo. Todo esto tiene que ver con generar buenos modelos de negocio que ayuden a minimizar el riesgo de y ayuden a incrementar el % de exito.

      La realidad es que empezar un negocio es dificil. No solo en Guatemala pero en todo el mundo. 1 de 9 negocios fracasan y la mayoria no sobrevive el valle de la muerte en los primeros 3 anos. Personalmente, no creo que esto sea por falta de competividad o las 3 razones que mencionas, simplemente creo que hace falta nivel educativo y acceso a informacion en como lanzar un negocio de una forma mas rapida, barata y con herramientas digitales que ayuden a las personas en minimizar el fracaso de sus ideas o negocios.

      Por otro lado, creo que la idea es una parte. Pero algo mas importante es la actitud de una persona que quiere empezar un negocio. Una idea evoluciona si la mentalidad de la persona no crece. Generar ese cambio es clave y fundamental para alguien que quiere empezar un negocio. No es un camino facil pero importante entender que estos pequenos cambios en las actitudes de las personas son sumamente importante e influencian en la propabilidad del exito.

      Saludos!

      ¡Ay no!

      ¡Nítido!

    Carolina B /

    27/01/2016 12:15 AM

    No estoy deacuerdo. El ser emprendedor no es para todas las personas, no tiene nada de malo querer un trabajo estable que te permita planificar, ahorrar y tener seguridad financiera. Eso no hace a una persona conformista o dinosaurio como tu lo llamas. No por nada se dice que el Recurso Humano es el activo mas valioso de una empresa.
    Ser emprendedor o empresario no es sinónimo de tiempo libre, no tener jefes o hacer lo que se me dá la gana. Es todo lo contrario, implica mucha mas responsabilidad, compromiso y entrega y ya no vela uno solo por si mismo sino que también por las personas que trabajan con uno.
    Lo importante es estar feliz con lo que uno escoja sabiendo que todo tiene ventajas y desventajas.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

      Diego /

      03/05/2016 12:00 PM

      Hola Carolina! Estoy totalmente de acuerdo contigo. Pienso tambien que emprender no es para todos. Ni tampoco el trabajar en una empresa te hace a un dinosaurio. Por experiencia propia, mi historia si esta relacionada con el emprender y por esa razon hablo mucho sobre el tirarse al agua. Ya que si vemos muchas personas con ganas de empezar un negocio pero es simplemetne la mentalidad la que los detiene en hacerlo.

      Creo que las personas son una parte esencial y lo mas importante en cualquier empresa. Admiro por igual a las personas que se empenan y desarrollan grandes cosas dentro de una empresa. Independientemente de esto, creo que me intersa mas el cambiar las actitudes que tenemos en Guatemala. Dejar de ser conformistas (como emprendedores o trabajadores) y realmente tratar de salirnos de nuestra zona de confort y generar un cambio.

      Pienso que en Guatemala, la mentalidad es lo que nos detiene muchas veces en generar un cambios positivo. Pensamos que las cosas son imposible, cuando realmente es nuestra cabeza la que nos detiene.

      Ese mensaje trato de dar con esta publicacion :)

      ¡Ay no!

      ¡Nítido!

    Lucía Escobar /

    26/01/2016 12:22 PM

    ¿te fuiste o no te fuiste del trabajo? ¿renunciaste?

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

      Diego /

      03/05/2016 5:48 AM

      Hola Lucia! Si me fui del trabajo :)

      ¡Ay no!

      ¡Nítido!

    Alejandra /

    25/01/2016 4:43 PM

    Excelente texto.

    ¡Ay no!

    1

    ¡Nítido!



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