Desde hace unos meses recibía mensajes a mi whatsapp de un número misterioso. Estos mensajes eran declaraciones de amor de un completo desconocido; o eso creía. Luego de varios mensajes la persona reveló unos detalles que me ayudaron a ubicarla en un grupo determinado. Solo sabía que era de un lugar en específico pero no qué persona en específico; aunque tenía sospechas. Algunas veces contesté preguntándole quién era, otras lo ignoraba.
Para intentar averiguar quién era la persona guardé el número en mi celular con el nombre “J”, con la esperanza que un día apareciera en whatsapp su fotografía de perfil. No fue así. Luego de unos meses paró y ya no recibí más mensajes. Incluso se me había olvidado todo el asunto. Hasta hace unos días.
Entraron a mi celular dos notificaciones de whatsapp: un texto que decía “así amanecí hoy” y una imagen. El nombre que mostraba la pantalla bloqueada eran letras que no hacían sentido, parecía el nombre de una empresa, así que lo abrí.
Todo sucedió muy rápido. En una milésima de segundo mi campo visual fue invadido por un pene erecto. Para mi sorpresa, no tan sorpresa, tenía guardado el contacto. Se llamaba “J”. El valiente había aparecido de nuevo y había decidido darme un regalito.
Comencé a sentir indignación. No era ver un pene lo que me había molestado. Era que una persona, con la cual no tengo ningún tipo de relación, haya asumido que enviarme una foto de su erección estaba bien. Que estaba bien sexualizarme fuera de su imaginación sin mi consentimiento.
Intenté ponerme en el lugar de la persona. ¿Qué estaría pensando? ¿Qué respuesta esperaba? Imaginé que en su escenario ideal yo iba a responder con un “que rica la tenés” o algo en ese estilo, lo cual iba a ser precedido por una serie de textos sexuales. Este juego iba a continuar durante todo el día y en algún punto iba a ser yo la que mandara fotografías con textos sugerentes y poca o nada de ropa. Pero no. Provoca exactamente lo opuesto.
A falta de autoridades confiables o contactos en las telefónicas o ganas para averiguar quién es el individuo, ésta es mi protesta en contra de todas esas formas de atención no solicitada, de acoso: los fastidiosos piropos en la calle, la mano que agarra nalgas en las aglomeraciones de gente, el jefe “cariñoso”, los “amigos” demasiado amorosos y por supuesto las fotografías de penes que no se han pedido. Alto. Deténganse.
A pesar de tomar la experiencia con gracia y reírme con mis amigas sobre la foto; siento que debo reflexionar sobre esto. Hay tipos de acoso sexual que no son peligrosos a nivel físico, como la historia anterior. La tecnología y las aglomeraciones ofrecen anonimato pero también distancia. Todo sucedió a un nivel virtual. El problema es cuando ese acoso virtual se convierte en físico, en “mamita” en la calle.
Como en este video que se hizo viral en internet porque es la realidad de muchas. En Nueva York la actriz Shoshana Roberts se grabó durante 10 horas caminando por la ciudad para comprobar la cantidad de piropos que le hacian, recibió más de 100.
Y en Guatemala es peor.
Según datos del INACIF (el instituto nacional de ciencias forenses, muy técnico y efectivo) sólo en el departamento de Guatemala hubo 1,870 violaciones reportadas en nueve meses, al 30 de septiembre del 2014. Que lo reportaron. El peligro es real. Este peligro inicia cuando los acosadores creen que una relación sexual no es de dos. El consentimiento debe existir desde las palabras que se cruzan, hasta lo que se tocan y como se tocan.
¿Entonces cómo le hacemos frente a este problema? La violencia sexual es un tema complejo y profundo, es el punto más alto y peligroso de los acosos, de la violencia contra las mujeres. Quizás podemos comenzar por los otros tipos de acoso. Los virtuales, los de palabras.
En los últimos años han surgido movimientos sociales para denunciar y pelear contra el acoso, específicamente el callejero. En Chile existe El Observatorio Contra el Acoso Callejero, una organización que trabaja por que el espacio público sea seguro para los grupos vulnerables. Y que sabe que como en la campaña #élporella, no es sólo una cosa de mujeres.
Artistas crean cómics y dibujos acerca del tema y como responder a este tipo de situaciones.
En Francia hicieron un cortometraje sobre cómo sería el mundo al revés.
Y así alrededor del mundo, este tema se ha convertido en parte de la agenda.
Yo comienzo hoy, diciéndole al valiente que no quiero fotos de su pene. Ni hoy ni nunca.
Porque la soberanía sobre el sexo es nuestra. Porque si queremos acabar con celibatos impuestos por chikungunya y la distancia, lo decidimos nosotras.
Lo primero mandar un gran saludo y darte la enhorabuena por la redacción de la pagina, francamente me parece que has tenido un gran acierto con ella.
Ahora, en referencia al tema en cuestión, estoy de acuerdo en la mayor parte de lo expuesto, como hombre es algo que aprecio y es innegable que una parte de la población masculina ( pienso que no forma parte de una mayoría cuantitativa, por lo menos no como hace cincuenta años gracias a la lucha constante en terreno de igualdad, sino mas bien de una mayoría que por su actitud tan marcada hacia un extremo destaca) se cree en poderío de una situación no ya de igualdad sino de superioridad y, bajo ella, de poder exigir demandas, recalco el termino demandar, sexuales a su genero opuesto.
Ahora bien, me gustaría matizar una distinción en todo este asunto, obviando el tema del por que sucede esto y de como evitarlo ( personalmente opino que es todo fruto de una educación dirigida, pero no es el tema de este articulo) me gustaría dar mi personal opinión, obviando los casos como el que has citado y otros similares ( acoso directo, violaciones, etc) no creo que sea tanto problema de que se dice sino del como. Me clarifico con un ejemplo, hace poco hablando con una compañera de carrera ( Sociología ) me argumentó que era machista lo que le había sucedido días atrás, un chico se le acerco para comentarle que le había encantado su fular y felicitarla por su buen gusto. Sinceramente, creo que estamos extremando demasiado los casos y generalizando, bajo mi opinión personal no veo que esta actitud sea criticable, me ha sucedido lo mismo pero intercambiando roles y he estado gratamente sorprendido de que, la chica en cuestión, se acercase a hacerme tal comentario.
Creo que en ciertos colectivos se esta integrando la idea de ¨Si me lo dice un hombre, es machismo¨ y esta es una batalla que no debemos librar desde el odio, nunca se ha ganado ni respetado nada legitimandolo por la opresión, miedo u odio ( y sabemos mucho de ello después de tanto tiempo siendo oprimida la mujer)
¿ Hay que luchar por una sociedad mas igualitaria ? Sin lugar a dudas, una sociedad sin miedo, donde hombres y mujeres nos desplacemos como iguales es una sociedad en la cual amaría estar, ahora bien, luchemos con cabeza, no desde el odio sino desde la razón. Aprendamos a comprendernos, no a odiarnos.
Un gran saludo
ANONIMO /
[…] me hace involuntariamente ponerme en el lugar de todas aquellas que han sido acosadas, como Flora la semana pasada. Y me he confirmado que la “Guatemala que está adelante” sigue siendo machista y […]
Rodolfo Esoveel /
Interesante articulo, pienso que como dice el dicho, hecha la regla hecha la trampa, he visto como en la calle las chicas son manoseadas y quisiera tener un corpulencia física superior e incluso poder para darles sus merecido a esos idiotas, pero es triste nuestra cultura, nos quejamos de tanta violencia y en la TV que es lo que pasan? novelas que incitan la infidelidad y el acoso, noticieros donde las presentadores salen casi en pelota, y así queremos que el país no tenga pervertidos? y es mas triste aun, las mujeres no se dan a respetar en su forma de vestir, hoy por ejemplo iba para el trabajo y sin querer se me cruzo una chica con un vestuario tan provocativo que sin darme cuenta creo en mi un deseo carnal, es mas cuando la chica bajo del bus mi carnalidad intento verla pero evite eso y note como muchos mas hombres la miraban con cara de deseo sexual; no digo que se sea un mojigato para vestirse, pero respeto para ellas mismas y así reducir el deseo en la gente que no lo puede controlar. Salgo a la calle y veo cada cosa, Mamas sintiéndose orgullosas de enseñar su cuerpo, hombres que se sienten orgullosos de mostrar a su esposa y eso es lo que ven los niños, regueton en la TV mostrado a toda hora del día, e incluso en Centros religiosos llenos de ¨hermanas¨ que hasta da gusto ir a la iglesia por que hay muchas ¨nalgas¨ que ver. Esta en nuestra decisión reducir eso, en uno de hombre esta ser fiel, leal y honesto hacia una mujer y esta en la mujer demostrar su belleza a través de la suavidad de su carácter.
Bea /
Es una vergüenza que haya marichulos tan inseguros y cobardes que tengan que estarse probando que son hombrecitos a través de fotos anónimas. Deben tener muy baja autoestima. Estoy segura que en su próxima vida reencarnarán en cerdos.