El mismo día que Jimmy Morales se preparaba para presentar su informe de Gobierno y que el hijo del alcalde Álvaro Arzú tomó posesión de la presidencia del Congreso, apareció en la Plaza Central una intervención artística de una cabeza gritando al cielo.
Una cabeza de más mil 500 libras de peso y dos metros de altura, hecha de metal y ubicada desde las siete de la mañana frente al Palacio Nacional en el aniversario de la toma de posesión de un presidente que en dos años tiene a familiares, asesores, ministros y diputados acusados o investigados por corrupción y que él mismo tiene dos casos por los que el Ministerio Público ha pedido que se le retire la inmunidad y se le capture.

Óscar Porras, el artista de la obra: "El grito invisible".
El artista Óscar Porras supo plasmar un personaje que carece de género y que denominó como El Grito de lo Invisible. Con una cabeza sin género y sin letras logró incomodar a las autoridades y los primeros agentes de la policía que llegaron observaron con detenimiento la escultura para descartar que fuera un artefacto explosivo.
La escultura estuvo hasta el lunes 22 de noviembre en los ojos de quienes pasaban por la Plaza y fue trasladada a la Escuela Nacional de Artes Plásticas mientras se gestiona otro espacio público para exhibirla.
Esto pasó por la cabeza del artista
– ¿Cómo conceptualizaste esta escultura?
– La idea es el grito de protesta porque en alguna manera todos los artistas tenemos la obligación de pronunciarnos ante lo que acontece, no podés quedarte complaciente. Creo que el arte tiene la posibilidad de manifestar; yo me tomo a la tarea de representar un grito que tenga la posibilidad extensa que pueda ser el grito de rechazo a la injusticia social en la que vivimos, no pude quedarme callado porque no quiero ser cómplice.
– La escultura recuerda el grito de miles de ciudadanos que llegaron a esta misma Plaza en 2015 y 2017 a rechazar la corrupción. ¿Creés que así lo sintió la gente?
– El espectador tiene la posibilidad de generar sus propias conclusiones, como expresar ese sentir de injusticia, de dolor y de todo lo que nos está pasando en este contexto, no es necesario quedarse callado y de ahí el atrevimiento de tratar de congelar ese gesto de protesta y que es en homenaje a las personas que vinieron a esta Plaza y uniendo sus voces en grito, repudio y rechazo lograron hacer algo bueno. Pero lejos de eso bueno ¿qué venía después? Ya no hubo otro grito igual. De ahí el asunto de querer sensibilizar a los guatemaltecos para que no nos quedemos callados.
– Este no es el único homenaje que hay en la plaza, el Grito lo ponés cerca del homenaje a las 56 niñas del Hogar Seguro.
– El lugar se presta para que se presenten distintas manifestaciones y expresar ese sentir de inconformidad con lo que están haciendo las autoridades para que las cosas cambien pero que al contrario se jactan de hacer bien su trabajo y eso no es así, es como una forma burlesca de tratar a los guatemaltecos al creer que somos ignorantes.
– ¿Cuánto tiempo te tomó hacer esta escultura?
– La idea se empieza a gestar desde 2015, el proceso de elaboración tomó ocho meses.
– ¿Qué te parece la interacción de la gente al ver tu escultura?
– Es interesante ver cómo la gente tiene una reacción distinta, es bueno ver que sí genera una especie de reflexión, la escultura es pesada pero no molesta a la vista y te invita a pensar. El hecho que sea traslúcida es buscar la transparencia en cada uno; si somos más honestos, lograremos mejores resultados y es una manera de interiorizarse y encontrar tus propias reflexiones.

Mientras se gestiona un espacio oportuno, la escultura fue trasladada a la Escuela de Arte.
DEViANCE /
Con esa obra de arte se compuso Guatemala gracias por tanto Nomada.
Eylin /
Magnífica la representación, es una pena que la hayan trasladado, gracias por darla a conocer, vale la pena el arte y ese sentimiento de manifestación que no debemos perder.
Manuel Miranda /
Correcta la forma de expresarse y permite dar la oportunidad de pensar y meditar sin ningun tipo de manipulacion.
Ileana Gonzalez /
Excelente trabajo, Nómada.
ernesto garay /
buenísima escultura, que arte viejo
Quirio Catanho /
Mi humilde reconocimiento al atrevido artista. Esa es la labor del intelectual/artista en una sociedad: desafiar al poder y quienes lo representan. Desafortunadamente en países como Guatemala, hay poca gente talentosa comprometida con el cambio, pues es mucho más cómodo escribir versitos y publicarlos en las redes sociales, o dibujar paisajitos y exponerlos en galerías-súpermercados.
Gracias también a uds por publicar esta historia. Siempre he creído que en Guatemala no es posible una revolución porque quien tiene sesos no tiene "huevos" (u ovarios) y quien tiene estos, no tiene los primeros. Quizás estoy equivocado después de todo.