La práctica del sexo seguro es un signo de inteligencia emocional y amor propio. Comencemos con ua pregunta: ¿sabés realmente con quien estas teniendo sexo? Si dudas si quiera un poquito sugiero que sigas leyendo. Y si no, también.
No se acepta un ‘estoy sano, aunque no uso preservativo, porque me relaciono con gente que se ve sana y me siento bien’. ¿Es en serio? Basar la creencia de que no te vas a contagiar de ninguna enfermedad de transmisión sexual porque las personas con las que te acostás sin protección se ven bien es una idea bastante ridícula.
Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) no discriminan a guapos o feos, ni sexo ni raza, religión o estatus social. En muchos casos son asintomáticas. Y en otros, cuando aparecen los síntomas ya transcurrió suficiente tiempo como para haber contagiado a muchas personas. Desde aquí hago un llamamiento a la cordura y al sentido común.
El analfabetismo a nivel sexual que existe en pleno siglo 21, la era de la información, es alarmante. Las ETS existen, aunque no las tengas y no sepas de alguien que las tenga. No podés seguir por el camino que lleva a ignorarlas; todos somos susceptibles al contagio.
No hace mucho apareció el SIDA y se convirtió en una ETS mortal, hizo estragos en todo el mundo, su contagio se esparció la pólvora en la década de los 80. Hoy en día, ya dejó de aumentar a la misma velocidad, pero todavía falta para erradicarla. Si hubiésemos estado informados y hubiésemos practicado sexo seguro las cifras serían mucho menores. A mí personalmente nunca me hablaron del SIDA, ni en mi casa, ni en el colegio.
Llevamos siglos olvidando la historia que nos precede. No entiendo si olvidamos, perdemos el miedo o simplemente no apreciamos nuestras vidas. Además, constantemente surgen nuevas enfermedades o reaparecen algunas que dábamos por extintas, por ejemplo, el ébola y el zika. Y el zika puede contagiarse por la vía sexual.
Aquí lanzo unas preguntas para quien quiera reflexionar un poco sobre lo que podemos desconocer en los que vivimos y para cuestionar como estamos decidiendo sobre nuestra sexualidad:
- ¿En qué basaste la decisión del método anticonceptivo que usás? ¿Pensando en ti? ¿Con todas las consecuencias?
- ¿Tuviste en cuenta tus necesidades personales y los pros y contras cuando elegiste tu método anticonceptivo?
- ¿Sabés realmente el impacto que tienen en tu cuerpo los anticonceptivos hormonales?
- ¿Qué harías si tu método anticonceptivo habitual falla?
- ¿Sabías que existen más de 15 distintos métodos anticonceptivos? (Aquí, una lista de 19 que ofrece Planned Parenthood, en español.)
Si no sabes las respuestas, tenés tarea pendiente. ¡Ponete las pilas!
Y aclaremos que la píldora del día después no es, ni será nunca un método anticonceptivo. Es un método anticonceptivo de emergencia. Según Pparenthood, “tomar la píldora del día después más de una vez no te hará daño. Pero no es buena idea usar la píldora del día después como tu método anticonceptivo principal y habitual. la píldora del día después no evita el embarazo con tanta eficacia como otros métodos anticonceptivos, por ejemplo, el DIU, el implante, la inyección, la píldora, el parche o el anillo.
Tomar la píldora del día después varias veces es más costoso que tener un método anticonceptivo habitual. Y la píldora del día después puede causar efectos secundarios temporales que son inofensivos, pero molestos (por ejemplo, sangrado entre periodos menstruales o náuseas)”.
Pensamos que la información sexual está en todos lados, que en Internet están todas las respuestas, que no es necesario una educación sexual porque quién quiera saber se informará de una o de otra manera. La realidad es que lo que más se ve sobre “sexualidad” en internet, es porno. Un estudio citado por LoveMatters cifra en 84% el número de hombres y mujeres que mira porno. 97% de los hombres. Y si esa es su fuente de educación sexual es triste, porque las dudas y consecuencias del desconocimiento se disiparían con información básica.
En el 99% de los casos, si algo va mal, somos las mujeres las alarmadas, las que tardíamente intentamos obtener la información que tendríamos que haber concebido de antemano. Todas y cada una, en estos casos, tenemos en común una pareja en la que “confiamos” y un desconocimiento absoluto de sexualidad básica. Cosa que nos lleva a ser imprudentes con nosotras mismas.
En el caso de los hombres, el “sacarlo antes de”, “terminar fuera”, parece ser lo único que necesitan saber y hacer. Desconocen los riesgos del líquido pre seminal y como puede influir el período fértil de su pareja. Además, las ETS son un riesgo inminente.
Cuando alguien con quien tengás sexo te diga que “se controla” y que “confiés”, hacé todo lo contrario, si así lo querés, por supuesto. Decidí cuidar tu cuerpo y buscar protección anticonceptiva y del tipo que te apetezca si quieren acostarse contigo. ¿Quién es más importante? ¿Tú o la persona que acabas de conocer y de quien no sabés nada?
Gozar de tu cuerpo y tu sexualidad no pelea con que sea de manera sana, sin poner en riesgo tu integridad ni comprometer tu salud. Los embarazos no deseados y las ETS se pueden prevenir y controlar, si sabés de las circunstancias que los provocan. Desconfiá de quien no respete tus decisiones y alejate de quien te presione para hacer algo que no querés. Valórate ante todo y todos porque los acostones de una noche se gozan y desaparecen, pero los problemas que deriven de eso se quedarán contigo toda la vida.
Sí, me encantaría tener sexo contigo, pero seguro.
Daniel P. /
Buena columna, absolutamente necesaria (lo cual dice mucho de nuestra sociedad medieval… pues debería ser material educativo básico en todas los colegios y escuelas del país).
Ahora bien, me llamó mucho la atención que la palabra 'condón' no haya aparecido ni una sola vez en la nota. Por qué?! jaja Es como el proverbial 'elefante en la habitación': es el método anticonceptivo más antiguo, el más conocido, y a la vez el más incómodo y controvertido a la hora de los encuentros casuales.
Hay que hablar del condón.
Una cosa son los embarazos no deseados y otra son las ETS. Aquí se habla de varios métodos anticonceptivos para mujeres. En mi opinión, toda mujer sexualmente activa debería utilizar alguno de ellos, totalmente de acuerdo. Pero para prevenir las ETS el condón sigue siendo (lamentablemente) el único método viable. Yo hubiera concluido la nota argumentando que aunque las mujeres utilicen un método anticonceptivo de manera regular, sigue siendo imprescindible que en cualquier encuentro casual entre hombres y mujeres el hombre también use condón para prevenir la transmisión de ETS. (En encuentros entre hombres es lo mismo, obviamente).
Soy el primero en admitir que es 'una hueva' ponerse el 'guayo'. Todos sabemos que no se siente igual. Pero si somos serios, sabemos que sigue siendo la única manera realista de prevenir el contagio de enfermedades, desde el virus del papiloma (imperceptible pero potencialmente devastador para las mujeres) hasta el herpes, la hepatitis y el VIH.
Finalmente, me parece más justo que si la responsabilidad de usar anticonceptivos sistémicos recae en las mujeres, los hombres por lo menos asumamos la responsabilidad de usar condón (y las mujeres lo exijan).
A coger sanos y felices, pues!
HOYPORHOY /
Excelente artículo. Te felicito. "los acostones de una noche se gozan y desaparecen, pero los problemas que deriven de eso se quedarán contigo toda la vida." Más claro imposible.
César A. /
Es igual de irresponsable la acción que describe de tener sexo con cualquiera sin casi conocerle. ¿después es de las personas que exige que a las mujeres no se les trate como un pedazo de carne? Entonces digaselo primero al espejo, con unas pareja estable no requiere estar preocupado por situaciones como estas, la promiscuidad no es libertad, es irresponsabilidad y deje de culpar a la sociedad, las decisiones son suyas.
José López /
Como hombre, soy el primero en reconocer la obligación de protegerse al momento del fornicio. Sin embargo, como cosa curiosa, me he topado en los últimos años con una gran cántidad de mujeres jóvenes bastante descuidadas en ese aspecto. Aduciendo que "es más cómodo" o que "les lastima menos" el sexo sin condón, algunas de mis exparejas me han pedido 'hacerles el amor' sin protección, confiando en quién sabe qué cosa aparte de la Virgen María y el Espíritu Santo (las cachurecas no fallan). Quizás tengan razón, pero el miedo a algún exnovio infiel o algún problema viral de su sistema me obliga siempre a insistirles en el tema. Me alegra que una mujer joven se tome la molestia de hacerlo ver en forma mediática.