Cómo las petroleras usan las zonas francas para retrasar el pago de impuestos

Para la Asociación de Exportadores (Agexport), que incluye a la Asoci­ación de Zonas Francas, es una actividad fundamental, como lo ha dejado claro en sus columnas Fanny de Estrada, su directora. Para Hugo Maúl, del Centro de Investigaciones Económicas Nacional (CIEN), quien matiza que no es un experto en las zonas francas, considera que es un sector pequeño y especializado, sin mayor relevancia en la economía.

Tal vez ninguno de los dos esté cerca de la verdad. El objetivo de las zonas francas, creadas en 1989, era dar beneficios fiscales para que se crearan industrias que lograran exportar sus productos. En la realidad esto ha quedado desvirtuado. Buena parte de las empresas no son industrias, sino comercializadoras (y empresas de servicios) que usan los beneficios para importar y reexportar al resto de Centroamérica. Así pagan menos impuestos que si lo hicieran directamente a esos países.

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Ese es el caso de las grandes importadores de diesel: Puma y Petrolatin. De 2002 a 2012 las importaciones y exportaciones de diesel en las zonas francas habían sido mínimas. Del total de las exportaciones, el diesel no había pasado más del 0.3%. Nada. Y las importaciones llegaron a 11%.

Desde 2013 las cosas cambiaron. Hasta agosto de 2014, el diesel constituyó casi un tercio de las importaciones en Zona Francas. Y si se suman las importaciones de diesel, gasolina, y otros derivados del pertróleo, el aumento es aún más fuerte: el 78% del total de las importaciones que se realizan de Estados Unidos, que concentra el 61% de todas las importaciones que se hacen en Zonas Francas.

«El caso del diesel me sorprende. Pero no es nuevo», afirma Abelardo Medina del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi). «Lo que probablemente estén haciendo es diferir impuestos. Importan el combustible, lo mantienen un tiempo para retrasar el pago de impuestos, luego ingresan una parte (pagando en IVA de importación), y el resto lo exportan a otros países», sugiere Medina.

El  vocero de la Shell, Fausto Velásquez, coincide en el problema. «Hace diez años hubo datos similares. Había una mala utilización de las Zonas Francas. Simulaban reexportación pero en realidad estaban ingresando la gasolina por contrabando. La SAT ayudó a perseguir el caso. No sé si eso es lo que pasa ahora». Shell utiliza Zonas Francas solamente para importar lubricantes, el resto lo hace a través de importaciones sin beneficios fiscales.

Ni Petrolatin ni Puma quisieron dar declaraciones a Nómada cuando se les cuestionó sobre el repentino aumento en las importaciones y exportaciones que realizan de diesel. Luego de hablar por teléfono con ambos, dijeron que tenían que confirmar datos. A la siguiente llamada estaban en reuniones que simplemente no terminaron.

El caso parece indicar que las Zonas Franca perdieron el objetivo por el que se establecieron. ¿Qué dice el resto de datos sobre Zonas Francas?

Lo que sigue es una radiografía, con números, de esas zonas francas.