Otto

Gloria argumenta como señora del mercado cuando la municipalidad le notifica que le han quitado su puesto de trabajo. Además de esa vehemencia no tiene nada que aportar.
El argumento de Martín por otro lado tiene contexto y refleja la realidad nacional. Se aplaude que surjan esas figuras. Gloria importa los argumentos de textos que poco o nada tienen que ver con nuestra realidad. Ese es un problema generalizado en Latinoamérica. Hemos sido pensados a partir del occidente, progreso es ser como ellos, namely, progreso es ser proveedores de materias primas y en 500 años no ha habido progreso en Latinoamérica a causa de élites acostumbradas a vivir de las ganancias fáciles del modelo agroexportador. Ni siquiera se ha podido crear una nación, porque una nación requiere de un estado y Gloria perpetua el argumento contra el estado, la estructura social subyacente depende del individuo y es sólo él quién cambia su destino pfff. Antes de Gloria hubo otros, ella es una herramienta más de un sistema interesado en que no cambien las cosas, y trágica nuestra historia pero sospecho que si no se cambia la educación universitaria, cambiarán las caras pero mantendrán el mismo argumento. Si nos piensan desde fuera, nos condenan a perpetuar el colonialismo.