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Enfoque: Cuando algo apesta a corrupción...

Todo el mundo preocupado por la pandemia, mientras en el Gobierno continúan los negocios que, como sea vean, destacan por su falta de transparencia, con fuerte pestilencia a corrupción.

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Esta es una opinión

La compra de galletas en la picota...

Galletas

Dicen que cuando un animal camina como pato, caga como pato, tiene plumas y hace cuac-cuac… ¡es pato! Me parece que esto se puede aplicar en muchas cosas que pasan en nuestros días, sobre todo con aquello que apesta a corrupción.  Veamos el primer ejemplo sobre el que vale la pena poner toda la atención y que debe ser seguido hasta su futuro desenlace.

El Fondo de Desarrollo Social (Fodes), camina de manera extraña para hacer un negocio; decide comprar, horas antes de que se levante el estado de Calamidad, hace una compra exprés de 11.1 millones de galletas nutritivas para repartir entre niños.  En menos de cinco horas levanta el negocio en Guatecompras y lo adjudican a la empresa que presenta la cotización más cara.  La que presenta una más barata, es descalificada.

Es una analogía interesante.  Camina mal, la caga, las características son las plumas y la voz es cuac-cuac. Si esta compra no es corrupción, la han hecho aparecer exactamente eso: un negocio sucio y a todas luces mal ejecutado.  ¿Qué dirá la famosa Comisión Anticorrupción?, porque no se trata de una compra transparente y normal.

En primer lugar, se hace evidente la forma en que muchas compras se han realizado aprovechando las condiciones que permitía el estado de Calamidad.  No son pocas las voces que han denunciado y advertido que bajo el pretexto de combate al covid-19, se han realizado muchas compras que apestan como la presente.  Municipalidades, hospitales, ministerios y otras dependencias, han abusado de la crisis sanitaria para hacer negocitos más que dudosos.

Son once millones de galletas y dicen que serán entregadas a niños que se vean afectados por covid-19.  Expertos nutricionistas, consultados por elPeriódico, destacan que, de acuerdo a la ficha nutricional con la que se levantó el negocio, no se mira como algo que verdaderamente tenga sentido nutricional, si no se acompaña de buena alimentación.

La sensación que produce este negocio es el de duda.  La pestilencia es tan grande y la falta de transparencia tan notoria, que hay que pensar mal.  No se trata de un negocio cualquier.  Son Q14.6 millones que, bien utilizados, bien podrían servir, eficientemente, en la atención de los graves problemas sociales que vive el país, entre ellos, la desnutrición infantil crónica.

Es impresionante la cantidad de negocios turbios que se denuncian en la prensa independiente, principalmente por parte de elPeriódico.  Pero impresiona también el poco interés que se le pone a las noticias que se publican.  El Gobierno debiera aclarar cada una de ellas, si es que quiere mostrar que hay un afán auténtico por ser transparente y combatir la corrupción.

Otro caso patético, que reúne todas las condiciones para que sea un negocio tipo pato, es el que se publicó también en este medio hace varios días, en donde queda al descubierto la forma en que se entregan obras en Covial, cuyo director, Mario Gustavo Aguilar Alemán, hace negocios millonarios con empresas de su familia y otros amigos o allegados.  Lo peor es que, en algunos casos, se trata de supuestas empresas distintas que, sin embargo, tienen como sede la misma dirección. Esto permite aseverar que son empresas de fachada, para cotizar y hacer parecer como una competencia limpia la licitación, cuando en realidad no lo es.  A veces gana una, a veces otra, pero el beneficio llega siempre a la misma bolsa.

Solo por el hecho de falta de transparencia, habría que remover a este funcionario.  Pero eso no ocurre.  Pero ojo, el primer caso era de apenas Q14 millones, mientras que en Covial los contratos otorgados de esta manera suman Q219 millones. La Comisión Anticorrupción no dice ni pío, y siguen rompiendo la piñata.

Hacer señalamientos no es fácil.  La prensa los documenta, pero si las instancias fiscalizadoras dentro del Estado no hacen nada, entonces el mensaje para el resto de funcionarios de la administración pública es nefasto: el silencio y la pasividad –aló MP, comisión anticorrupción y Contraloría– le dicen a los corruptos, ¡adelante!, y la bola de nieve crece.  Hay que poner atención en todos los negocios tipo pato, como los citados.

 

Gonzalo Marroquín Godoy
/

Soy amante del periodismo y por eso he defendido la libertad de prensa en todo el continente. Desde los 19 años abracé esta profesión, que me ha abierto las puertas para dirigir varios medios y así poder conocer la Guatemala sufrida, la Guatemala que lucha, la Guatemala que necesita cambiar. No creo en la verdad absoluta ni en la perfección, pero son dos cualidades a las que debemos aspirar en nuestra labor informativa.


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COMENTARIOS

RESPUESTAS

    no /

    13/10/2020 7:50 PM

    '>Ya le pagaron a las tántricas?

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Roberto Dorian Lek /

    12/10/2020 1:03 PM

    Y porque Nomada no coloca la denuncia en el MP?, si tiene las pruebas puede hacerlo, si la excusa es que no le afecta directamente, lo hace como querellante adhesivo.

    O sera que no denuncian porque estan igual de salpicados?, ya pagaron las prestaciones a los trabajadores despedidos?, que paso con las denuncias en contra del masajista tantrico Pellecer?, con solo "separarlo" del puesto no hacen mas que "taparle el ojo al macho", hay que ser congruentes y consecuentes con lo que se dice y hace.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    guillermo menegazzo /

    08/10/2020 3:46 PM

    Excelente Lic. Marroquín, de plano es un pato cagon, lastima que estas denuncias no sirvan absolutamente para nada y cuando destruyan a la fesi menos.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!



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