Como resultado de este crimen cometido por el Estado de Guatemala, 41 niñas murieron y algunas personas nos negamos a olvidarlas, porque su muerte nos conmocionó de una forma que no nos dejará ser las mismas personas que fuimos. Desde Sororidad Guatemala, decidimos mantener vivo el recuerdo de estas 41 niñas de una manera bastante particular: tejiendo por ellas.
En octubre se realizará en Argentina el 34º Encuentro Nacional de Mujeres, y la colectiva Tejiendo Feminismos está organizándose para que durante este evento haya una bandera feminista con los nombres de víctimas de femicidio. Fue aquí que vimos otra oportunidad, tan necesaria, para recordar lo que sucedió hace más de dos años y a todas las niñas que murieron en ese suceso. Fue así que convocamos desde la página de Sororidad Guatemala a quienes quisieran ayudarnos tejiendo un cuadro de 20 x 20 cm con el nombre de cada una de las niñas y así empezó la magia: en menos de 39 horas ya habíamos asignado todos los nombres. Nos escribieron personas de cinco departamentos distintos (Ciudad de Guatemala, Alta y Baja Verapaz, Jalapa y Sacatepéquez) quienes querían mantener viva la memoria de las niñas, apoyando con este tejido.
Aunque yo no sabía tejer y nunca antes lo había hecho, supe que si iba a hacerlo por primera vez quería que fuera por una de las niñas. Y así fue que aprendí a tejer, haciendo un cuadro de crochet con el nombre de Wendy Anahí, la última niña que falleció. Acompañándome de su foto en la pantalla de mi computadora mientras escuchaba “Llora el cielo” de Rebeca Lane era imposible no llorar por momentos. Muchas de las personas que tejieron nos compartían su experiencia, coincidiendo en que había sido algo muy profundo e importante, que les había movido muchas cosas dentro.
Ese era precisamente el objetivo de tejer por las niñas, no sólo recordarlas sino conectarnos más allá con cada una de ellas. Fue un ejercicio de empatía, de memoria, de dignificación. A todas les solicitamos que entregaran sus tejidos en cierta fecha, y días después nos reunimos para unirlos en el Parque Central, justo donde está el altar y la placa para las niñas. Y porque los imposibles no existen para quien realmente quiere hacer algo, la unión de tejidos que hicimos en Guatemala ya está en Argentina.
En Guatemala olvidamos rápido, la falta de empatía y la indiferencia suelen ganar. Pareciera que estamos tan acostumbrados a las tragedias, que poco tiempo dura nuestra indignación. Es por esto que quiero agradecer a todas las personas que colaboraron para que esos cuadritos estén ahora en Argentina, pero sobre todo agradezco a mi amiga Ana Cristina, porque gracias a su iniciativa las niñas siguen presentes. Porque recordar duele y muchas veces sería más fácil olvidar, pero lo fácil no siempre es lo mejor.
No las olvidemos, fueron 41 niñas con sueños, con una vida que apenas empezaba. Lo menos que podemos hacer es mantener vivo su recuerdo y seguir exigiendo justicia. Por ustedes:
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Hashly Angely Rodriguez Hernandez, 15 años
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Milenie Eloísa Rac Hernández, 17 años
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Lilian Andrea Gómez Arceno, 13 años
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Rosa Julia Espino Tobar, 16 años
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Siona Hernández García, 17 años
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Jilma Sucely Carias López, 15 años
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Grindi Yasmin Carías López, 16 años
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Achly Gabriela Mendez Ramírez, 15 años
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Estefany Sucely Veliz Pablo, 16 años
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Rosalinda Victoria Ramírez Pérez, 15 años
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Indira Jarisa Pelicó Orellana, 17 años
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Celia María Samary López Aranda, 15 años
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Mayra Haydeé Chután Urias, 16 años
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Jaquelyn Paola Catinac Pérez, 15 años
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Candelaria Meléndrez Hernández, 17 años
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Madelyn Patricia Hernández Hernández, 14 años
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Silvia Milexi Rivera Sanchez, 17 años
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Luisa Fernanda Joj Gonzalez, 16 años
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Keila Rebeca López Salguero, 17 años
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Ana Roselia Pérez Junay, 14 años
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Grisna Yamilet Cú Uluan, 15 años
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Yusbelí Yubitza Merary Maquin Gómez, 14 años
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Nanci Paola Vela García, 15 años
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Skarleth Yajayra Pérez Jiménez, 15 años
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Yemmi Araceli Ramírez Siquín, 15 años
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Sarvia Isel Barrientos Reyes, 14 años
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Mirsa Rosmeri López Tojil, 16 años
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Yoselin Yamilet Barahona Beltrán, 15 años
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Ana Noemy Morales Galindo, 16 años
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Kimberly Mishel Palencia Ortíz, 17 años
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Daria Dalila López Meda, 16 años
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Daily Analí Domingo Martínez, 15 años
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Iris Yodenis León Pérez, 14 años
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Yohana Desire Cuy Urizar, 15 años
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Ana Rubidia Chocoj Chuta, 14 años
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Josselyn Marisela Garcia Flores, 16 años
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Yoselin Beatríz Ventura Pérez, 15 años
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Melani Yanira de León Palencia, 15 años
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Mari Carmen Ramírez Melgar, 14 años
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Sara Noemy Lima Ascón, 17 años
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Wendy Anahi Vividor Ramírez, 16 años
José Molina /
No quiero parecer para nada insensible y mucho menos machista, soy solidario y aplaudo la iniciativa pero al igual que sucede con los varones de las casas para jóvenes; entre estas niñas no había algunas, talvez las menos que habrían participado en extorsiones o incluso sicariato? Entonces, creo yo, la responsabilidad, además de este gobierno nefasto, es de los padres de familia, los papás que abandonan a una madre soltera que tiene que trabajar y a su vez, abandona a sus hijos que luego toman malos caminos. Insisto somos una sociedad enferma pero las causas son multifactoriales y estás niñas fueron víctimas del sistema. A dónde va Guatemala? Los hogares ahora ya son seguros? NO.
Ana Cristina /
Te amo, gracias por tejer memoria, gracias por negarte a olvidar.