Nuch Upam Ri Q’ij (El estómago del Sol está chiquito)
El mundo occidental ha perdido la vinculación con la madre tierra, con el cosmos, con la vida. Se vive para consumir.
Los pueblos originarios vivimos ligados a la naturaleza y para ello observamos los astros: la luna, las estrellas y especialmente al Abuelo Sol. Su fuerza es la que genera la vida.
21 de diciembre: Solsticio de Invierno. Los abuelos dicen que este es el espacio en el que el sol está descansando. El sol está pequeño y es cuando el frío nos hace tener mejores relaciones familiares, porque uno está más unido a la vida y a la familia. A los seres queridos. Además la tierra descansa. En los días posteriores y que el Sol empieza a crecer se comenzará preparar a la “madre tierra” para el próximo ciclo en que genera la vida.
Por eso los mayas respetamos y observamos los ciclos y es sumamente importante la observación astronómica. De esta manera se tiene garantizada la cosecha que mantendrá viva a la comunidad.
Solsticio de Invierno, el inicio del año solar
Los pueblos originarios sabían que cerca del Solsticio de Invierno se celebra el inicio de la vida. Para nuestro hemisferio, realmente sería el inicio del año solar ya que de este espacio el sol comienza crecer hasta llegar a su plenitud el 21 de junio. Para luego volver a descansar y completar el ciclo. Es decir, el sol que nace y llega su plenitud, para volver a descansar en diciembre.
El Popol Wuj nos narra como el Xukulem o ceremonia maya tiene que ver directamente con el nacimiento del sol:
Lloraron de felicidad cuando les amaneció, quemaron su incienso, su preciado incienso. Luego lloraron porque todavía no habían visto, no habían contemplado el nacimiento del sol. Enseguida nació el Sol (Sam Colop, 2011: 140).
Muchas de las tradiciones mantienen la velación de materiales la noche del 20, con los diversos materiales que van hacer quemados según las necesidades familiares, comunitarias y los problemas. Así, a la hora de ser ofrendados llevan su mensaje al Corazón del Cielo por medio de humo. Es también la fecha para agradecer por la existencia del ciclo que esta terminando. Y durante todo el 21 los Tabales -Altares mayas- estarán llenos de los Ajq’ijab (guías espirituales) para realizar las ceremonias de agradecimiento a la vida por medio del Sol. Se danzará, se ofrendará y se dispondrá el corazón y el cuerpo para el nuevo ciclo.
Buen solsticio de invierno y para cada una y uno.
Larga vida y útil existencia.
Carlos Contreras /
Me parece que esta vision cosmica y religiosa no contribuye al adelanto de los pueblos indigenas. Se puede demostrar que cuando se adora la naturaleza, la tierra o los astros, el hombre (incluyendo en este término la mujer como lo permite el castellano)queda imposibilitado de explorar la naturaleza, mucho menos dominarla para su bienestar. Si yo creo que la tierra es sagrada o que las vacas son dioses, no me ocupare de mejorar la agricultura ni de aprovechar inteligentemente la naturaleza. Hace muchos siglos en Europa surgio el pensamiento cientifico que dio vida al progreso de esas naciones. Si ese movimiento no se hubiera dado, Francia seria como India y Alemania como un pais africano lleno de demonios, temores a la naturaleza y negacion de la razon. ¿Eso quiere para Guatemala este señor? No lo creo porque maneja el telefono, usa Internet y seguramente no cree que el sol sea un dios...