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Trecsa, haciendo del paisaje un botín

El paisaje es de lo último que nos va quedando para sentir cierto orgullo patrio y sentido de pertenencia. Todavía hay senderos poco transitados, montañas verdes, volcanes, ríos, árboles, bosques, fauna y nacimientos de agua, que nos permiten conectarnos con la madre, con el corazón de la tierra.

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Esta es una opinión

Los trabajadores talan en silencio para evitar que la comunidad se entere y defienda su territorio.

Foto: Luis Ochoa

Y preservarlos va más allá de la mera idea romántica nacionalista de que vivimos en el país más lindo del mundo. Tiene que ver con la conservación de los recursos naturales y con la defensa del territorio ante el voraz deseo de explotarlo, saquearlo y destruirlo en función de ganancias económicas que benefician a los mismos de siempre.  

Yo tengo la fortuna de vivir cerca de uno de esos tesoros. Sin embargo, así como las vallas publicitarias afean el paisaje y se instalan a mansalva con total desorden y descontrol, de la misma manera empiezan a proliferar en el entorno las torres de transmisión de energía eléctrica de Trecsa. 

En la montaña frente a mi casa, en silencio, casi desde la clandestinidad, esta compañía de capital colombiano colocó una tercera torre en este sector en menos de seis meses, la última este fin de semana. Las instalaron discretamente para que nadie note su presencia y que, cuando alcemos la vista, ellas simplemente ya estén ahí. 

 

El impacto de las torres de Trecsa en el paisaje es evidente.

A Trecsa parece importarle poco, no solo que la Corte de Constitucionalidad haya dejado en suspenso el acuerdo gubernativo avalado por el gobierno de Otto Pérez Molina para que las torres fueran colocadas en calidad de urgencia nacional, sino también las resoluciones de las distintas municipalidades por donde pasa el proyecto, que han prohibido la construcción de las mismas porque en la mayoría de casos carecen de licencias de construcción, permisos municipales y estudios de impacto ambiental. 

La compañía desafía descaradamente la Ley, pero como sabe además que las torres generan inconformidades y rechazo entre las poblaciones donde se construyen, su estrategia ha sido la de trabajar en silencio, sin hacerse notar. Las instalan y después, si se las piden, dan explicaciones. 

Muchas veces han trabajado de noche, y como tienen que limpiar el trazo por donde posteriormente pasarán los cables de alta tensión, destruyen absolutamente todo lo que esté a 30 metros a lo ancho de las torres, sin importar que sean árboles centenarios o nacimientos de agua. 

Y cuando se les cuestiona, la táctica de sus representantes es la de navegar con bandera de pendejos: enarbolan el quemado discurso de que están contribuyendo con el desarrollo energético del país, que generan empleos y que acompañan a las comunidades con acciones de responsabilidad social empresarial. En realidad lo único que le importa a Trecsa es que el proyecto continúe su curso aun contra lo resuelto por la máxima corte nacional, la autonomía municipal y el rechazo popular. 

Lo peor es que el proyecto le deja prácticamente nada al país. Las torres que se instalan a costa de lo que sea sirven para transportar fluido eléctrico de México a Colombia. Guatemala genera suficiente energía para su consumo, al punto que exporta sus excedentes a los países vecinos.

A quién sí beneficia es a las grandes compañías extractivas, como la planta cementera instalada en San Juan Sacatepéquez; la Compañía Guatemalteca de Níquel, en El Estor, Izabal, y los proyectos asentados en el área del Polochic, en Alta Verapaz. En todos los casos, dichos proyectos extractivos son generadores de una seria conflictividad, despojo y criminalización en sus respectivos territorios. 

 

Las zonas dónde está trabajando Trecsa el proyecto de interconexión coinciden con áreas donde se encuentran proyectos extractores.

Eso, sin contar los daños a la salud pública ocasionados por la radiación que generan las torres, una vez estén funcionando. Su campo de influencia se extiende al menos a cuatro kilómetros a la redonda, pero la compañía se encarga oficiosamente de negar este extremo. 

Si algo positivo ha dejado Trecsa ha sido la organización comunitaria surgida para evitar que sus torres atraviesen las poblaciones. Inspiradores son los logros que los vecinos han obtenido en La Antigua Guatemala, Santiago Sacatepéquez y Santo Tomás Milpas Altas en Sacatepéquez, y en San Raymundo en Guatemala. 

Lamentablemente, el escenario a futuro no es favorable, pues el gobierno entrante claramente ha manifestado su respaldo a este tipo de proyectos. 

Alejandro Giammattei ha designado como futuro ministro de Energía y Minas a Alberto Pimentel Mata, quien apoyó la campaña del partido político VAMOS a través de apoyos financieros canalizados por la empresa FERSA, misma que tiene un contrato con el Estado por Q24 millones para la construcción de obras de tendido eléctrico que forman parte del Plan de Expansión del Sistema de Transporte de Energía Eléctrica en los lotes A (Quiché y San Marcos), B (Quiché, Quetzaltenango, San Marcos y Suchitepéquez) y E (Alta Verapaz, Baja Verapaz e Izabal , que justamente desarrolla la compañía colombiana. 

A criterio de la Coordinadora de Comunidades Afectadas por Trecsa, este nombramiento puede propiciar no solo mayores beneficios para este tipo de empresas familiares, sino también un impulso a los proyectos de generación y transporte de energía eléctrica. Y si Pimentel tendrá decisión sobre la aprobación de licencias mineras, petroleras y la instalación de nuevas generadoras hidroeléctricas, ya sabemos qué esperar.

Solo en Guatemala las empresas que actúan al margen de la ley se les valora y consiguen el apoyo de los gobiernos. 

Por lo pronto, la construcción de las torres frente a mi montaña está detenida. La jueza de Asuntos Municipales de Santa Lucía Milpas Altas les advirtió a los trabajadores que, si se presentaban al día siguiente a continuar con sus labores, serían detenidos por no cumplir con una resolución municipal. Se fueron asustados y acongojados, aunque claramente ellos no tienen la culpa. 

Y no. No se trata de que denunciar esta situación significa oponerse al desarrollo. Las comunidades piden respeto a su dignidad, al derecho a preservar sus recursos naturales; a que no los engañen con mentiras y a que no se les criminalice más por defender lo que les pertenece.

Es tiempo de dejar de ver al paisaje como un botín.


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COMENTARIOS

RESPUESTAS

    Javier Gálvez /

    23/04/2020 8:28 PM

    Se nota la falta de conocimiento en cuanto al tema que una línea de transmisión eléctrica genera "radiacion". Si se refiere al campo magnético pues la ignorancia es afirmarlo y más en un medio que se supone debe informar y no desinformar.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Lucas Aguilar /

    28/12/2019 11:25 PM

    Para aquellos que solo ven sus intereses en cuanto a que "la tecnología lleva desarrollo"; solo ven eso (subrayado). Con esa visión tan miope, jamás comprenderán el valor de la naturaleza.
    Debería de haber un mejor control, un mejor equilibrio, no solo ver los intereses de los poderosos; al final lo que yo veo frente a mis ojos, en una parte que conozco, es que este "trabajo" solo lleva beneficio única y exclusivamente para la cementera. Aun así tienen el descaro de decir que llevan desarrollo para "todos"...

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Chapin Real /

    30/11/2019 4:51 PM

    Lástima los que creen que hacen justicia con la pluma sin conocer verdaderamente lo que ese proyecto realiza. Ojo también deben de entender un poco de leyes antes hablar de resoluciones de la corte, pues al parecer repite únicamente lo que le contaron (y mal) pues la corte nunca mandó a suspender obras. Y bueno si no quiere progreso, vea con con que escribe pues, su Mac book usa energía eléctrica al igual que su iPhone

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Ricardo E. Schaeuffler /

    07/11/2019 5:22 PM

    Creo que debería de haber elyes, normas y reglamentos, para que cualquier pendejo, ignorante, no pueda hacer uso de los medios de comunicación, y confundir a la ciudadanía, con mensajes apócrifos, faltos de verdad, y oportunistas, afortunadamente creo que la empresa TRECSA no estará comprando a este señor Barillas, para que no escriba esas mentiras, ellas por si solas se verificaran, y para muestra un botón, el proyecto PET, entiendo que tiene un avance del 80% en todo el País, y sigue adelante, solo hay un grupo, como el Sr, Barillas, que viven de mensajes pendejos, que confunden al ciudadano común y corriente que trabaja de sol a sol, para poder subsistir, y la energía eléctrica cuando llegue a su comunidad, le hara mas fácil las labores cotidianas en su quehacer diario, y tendrá luz en su casa y posiblemente ya no queme leña en su cocina, sino use energía, para preservar los bosques, que eso si es una destruccion total de los mismos, usarlos de leña.

    ¡Ay no!

    1

    ¡Nítido!

    Hector coy /

    06/11/2019 11:57 AM

    Deforestan pero no reforestan, ahi si no se pronuncia el ladronaso del jimmy morales, y el ministro de gobernación no encarsela a esos empresarios y a una persona particular lo lleva directo al juzgado por unas ramillas y lo peor es que el juzgado lo sanciona, está fregada la justicia en Guatemala!!!!

    ¡Ay no!

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    Lucas /

    05/11/2019 2:38 PM

    Fernando. Este tema si se escapa de tus conocimientos. Un estudio de campos electricos puede demostrar que la influencia llega a una distancia de 3.10 metros para lineas de 230kV. Si fuese cierta tu afirmacion (4 km) el voltaje en tu casa asumiendo 120V afectaria a toda persona a 2.08 metros de cualquier alambre o toma corriente y las lineas de distribucion de 13.8 kV que inundan las ciudades tendrian una afectacion a 240 metros a la redonda, lo cual significa que deberiamos de huir de cualquier centro urbano si es que logramos salir vivos. Ojo que las mentiras en estos tiempos ya no pegan

    ¡Ay no!

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      Manuel Ortiz /

      06/11/2019 10:37 AM

      Excelente

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    jose contreras /

    05/11/2019 12:51 PM

    Genial, que corten la luz en todo el país, no queremos energía barata! Que entierren todo el cableado asi sale carisimo. Despues nos quejaremos porque no hay energia y no tenemos como cargar la compu para meternos a leer nomada. Pero eso será despues. Por el momento quejemonos porque quieren electrificar el país.

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    Myke T. /

    05/11/2019 12:41 PM

    Desde 2010, hicimos un estudio en las montañas de Santiago y Santa Maria, los científicos e ingenieros agrónomos advertían de un megaproyecto que se avecinaba y que afectaría los recursos directos de Santiago y Santa Maria Cauque, creo que Santa Maria se durmió en sus laureles a pesar del anuncio anticipado, 2 años mas tarde la municipalidad, precidida por el flamante alcalde Manuel Navas autorizo las licencias sin consulta a la poblacion, ahora estamos frente a un gran mounstro a vencer, TODOS ESTAMOS EN CONTRA DE TRECSA, no queremos mas explotacion de nuestros recursos naturales. por nuestro presente y por nuestro futuro, !NO MAS TRECSA¡

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    Rafael /

    05/11/2019 11:57 AM

    Pues, muy buen articulo, toda empresa necesitaría remitirse al marco legal y jurídico en este tipo de proyectos, la única muesca que le veo, es que no está evidenciado que la radiación no ionizantes (osea no nuclear) tenga efectos en la salud. Sino pues, a tirar todos nuestros teléfonos, quemar torres de telefonía, quitar el radio del carro y clausurar las radiofrecuencias, comunicarnos todos de nuevo con carta y dar empleo por medio de mensajería a caballo, por que la radiación de calor, es más dañina que la de un celular, torre o tendido eléctrico.

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    Gerardo /

    05/11/2019 11:14 AM

    Muy buen articulo. Nosotros estamos en la lucha por evitar que pase trecsa por santa maria cauque. Saludos.

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    ¡Nítido!



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