Según María Coroy, actriz que interpreta a María en Ixcanul, hacer esa escena "era darle un sentimiento [al árbol], un amor tan grande y besarlo". Uno de los grandes aportes de la ópera prima de Jayro Bustamente es la carga erótica, algo que seguramente se discutirá cuando el filme se presente en Guatemala.
Otra de las situaciones abordadas es cómo la juventud confundida, desinformada y sin herramientas, está forzada a caminar hacia el peligro, inundada de misticismo inútil, obligada a continuar un camino que no nos ha llevado a nada.
María Telón, la otra protagonista del filme, es el pilar de la actuación. Su fuerte presencia recuerda mucho a su labor en Polvo (2012) de Julio Hernández. Su experiencia se ha basado en el Teatro de Calle, que funciona para visibilizar problemas sociales, el cual comenzó gracias a los talleres impartidos por Patricia Orantes y Marco Canale.
Los diálogos, casi enteramente en kaqchikel, fueron incorrectamente subtitulados al inglés y alemán para el festival. De la frondosidad y la fuerte conexión con la naturaleza de las lenguas mayas, se pierde la esencia frente a estas conversiones simplistas.
El filme rebasa este obstáculo, junto con todos los demás que conlleva hacer cine en Guatemala (escasos presupuestos, una incipiente industria cinematográfica y el nulo interés y apoyo del Estado), y ahora se encuentra en el mismo espacio que filmes revolucionarios como "Mala Sangre" (Leos Carax, 1986) y "La Ciénaga" (Lucrecia Martel, 2002) que recibieron el mismo Oso de Plata Alfred Bauer.
El otro filme guatemalteco en Berlín, "La casa más grande del mundo", fue rodado casi enteramente en mam. Presentado en la sección "Generation" es una coproducción mexicana de Ana V. Bojórquez y Lucía Carreras (de las pocas directoras presentes en el festival), basada en el guión de Edgar Sajcabún, quien para su segunda proyección en el Hebbel am Ufer 1 no fue incluido en el foro posterior a la proyección. Lamentable ya que Sajcabún incluye en sus historias la cosmovisión maya, algo que para ojos occidentales pasa desapercibido y por ende muchos de los símbolos vitales para comprender mejor la historia se desvanecen.
En su dirección, el filme se pierde, utiliza recursos notoriamente falsos, sumado con los bandazos en la música, pero mantiene algunos aciertos, como la interpretación de Gloria López con su autenticidad y capacidad de improvisación.
La participación guatemalteca (histórica) destaca por haber sido en mam y kaqchikel, dos de las lenguas y culturas que han sido marginadas continuamente. De esta boca que han tratado de silenciar, surge una voz que ahora recibe la ovación global, mientras el mismo sistema que se ha encargado de su exclusión se vanagloria por un crédito ajeno. Se ha escrito de que el premio a Ixcanul ayudará a la industria del cine nacional, lo cual es un espejismo (imitando la respuesta de Manuel Colom Argueta cuando le preguntan sobre "reconstruir" la Ciudad de Guatemala después del terremoto de 76), al ser incipiente y su taquilla y público continúan siendo incomprendidos. Necesitan una estructura que se acople a nuestro contexto y sociedad para que sea autosostenible.
El mercado es el componente más importante del festival de Cine de Berlín: miles de proyectos, filmes, distribuciones, coproducciones, surgen, se compran y venden en este espacio, de forma paralela a las proyecciones glamorosas. El logro de llegar a este tipo de festivales es saber conjugar la calidad cinematográfica y saber moverse en un mercado monstruoso. Citando un recuerdo de Christoph Waltz cuando era un joven actor visitando el estudio de una afamada productora de Broadway en Nueva York:
"De lejos pude ver que eres un actor fabuloso y ¿sabes qué? a nadie le importa una mierda. Lo único que importa es a quien conoces y a quien no conoces". (I can see right away that you´re a fabulous actor. But let me tell you this, nobody gives a shit. The only thing that matters is who do you know and who don´t you know).
La obra de Julio Hernández Cordón ha sido una base de considerable importancia, al ser un rompehielos en lo que parecía una inalcanzable estela de festivales de primer orden (San Sebastián, Locarno, Cannes, Venecia y Berlín).
La potencia con la que llegó Ixcanul, solo puede compararse a la erupción del volcán de Fuego el día de su estreno, tratando de avivar la llama en una tierra apática. Ahora depende de nosotros corresponder a estas obras temerarias al asistir a sus proyecciones, analizar, no quedarnos en primeras lecturas superficiales y apreciar.
Alex Mora /
Malditos alemanes que no dejaron subir al escenario al indígena de la película, más que todo cuando la película es sobre indígenas y esa cosmovision.