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La lucha contra Monsanto apenas empieza

Hace algún tiempo, en junio de 2014, una ley había sido aprobada por el Congreso de Guatemala a las espaldas de la población. Se trataba del decreto 19-2014, mejor conocido como la Ley Monsanto. Esta era una ley para la protección de obtenciones de vegetales que le otorgaría mucho poder a la multinacional de origen estadounidense.

Cotidianidad Opinión P369
Esta es una opinión

Flickr / Olesya Manevich

Monsanto es una multinacional líder en ingeniería genética de semillas y en la producción de herbicidas, como el glifosato, que procura tener el control sobre las semillas y el sector agrícola mundial en general. Actualmente, un 90% de los cultivos modificados genéticamente cuentan con los rasgos biotecnológicos de Monsanto, y el 26% de la comercialización de semillas está bajo su control.

Tener casi un monopolio sobre las semillas, le da poder sobre las decisiones sobre qué se cultiva y cómo. En varios países, Monsanto ha enfrentado protestas por parte de la sociedad civil. Esto porque se ha comprobado por medio de estudios hechos por el medio online estadounidense EcoWatch y la organización alemana Foodwatch que muchos de sus productos son dañinos tanto para las personas como para el medio ambiente.

Guatemala y la lucha contra la multinacional

En Guatemala la economía aún depende grandemente de la producción y las exportaciones del sector agrícola. Sin embargo, los actores políticos de entonces no quisieron abrir una discusión sobre el tema con los campesinos. Esto a pesar de que la ley amenazaba con privatizar y poner bajo las manos de empresas como de Monsanto –ahora propiedad de la multinacional alemana BAYER– las semillas de, por ejemplo, el maíz criollo, el frijol y otros. Se temía por el riesgo de que las patentes dejaran de ser propiedad de los agricultores. Esto a su vez permitiría que entraran al mercado más semillas genéticamente modificadas, de las cuales aun no se sabe si podrían resultar dañinas para el organismo humano o para el ecosistema.

Fue hasta que diferentes grupos de la sociedad civil, organizaciones campesinas, colectivos y otras asociaciones demostraron activamente su rechazo ante tal decreto por medio de tomas pacíficas de carreteras, asambleas y comunicados, que en septiembre el ex presidente Otto Pérez Molina junto al gobierno derogaron la ley.

La presión de la población tuvo peso sobre la decisión política y se pudo experimentar una democracia viva; que servía y escuchaba a su demos. La soberanía nacional sobre las semillas no fue violada y entregada a capital extranjero.

Una iniciativa empoderadora

A pesar de que en Guatemala la ley no fue aprobada, Monsanto ha logrado acumular mucho poder en el sector alimentario y al parecer no hay gobierno que le pueda poner un alto a la multinacional. Sin embargo, la sociedad civil se ha vuelto a poner de pie. Entre el 14 y 16 de octubre de este año se llevó a cabo una simulación de un proceso en La Haya, Países Bajos. La ciudad juega un papel importante para la política internacional, pues en ella se encuentra la Corte Internacional de Justicia, la Corte Penal Internacional y muchas otras organizaciones que ponen su empeño en la defensa de los derechos humanos y otras causas.

La idea de hacer una simulación de un proceso penal en contra de Monsanto ha sido de diferentes organizaciones que defienden la biodiversidad y abogan por la protección del medio ambiente y de los derechos humanos. Estas simulaciones son frecuentes en la región anglosajona, donde su objetivo es preparar a los abogados ante posibles procesos penales. Los llamados “mock trials” tienen una función pedagógica, y esta vez su función también ha sido mostrar que vías nos ofrecen las leyes actuales para tratar temas referentes a la seguridad alimentaria y del ecosistema. Estos grupos quieren lograr que Monsanto tome la responsabilidad de sus actos y las violaciones que han cometido a lo largo de los años no queden en impunidad. El proceso contó con la participación de víctimas que dieron sus testimonios ante varios jueces, los cuales emitieron luego su opinión consultativa, siguiendo los procedimientos de la Corte Penal Internacional de Justicia y argumentando cuáles podrían ser las consecuencias para la multinacional.

Paralelamente, se llevó a cabo una Asamblea Popular, la cual sirvió de lugar de encuentro para muchas organizaciones que están esparcidas alrededor del mundo. Si bien el tribunal, por ser ficticio, no logró dictar una sentencia real en contra de Monsanto, sí fue un lugar de encuentro para la sociedad civil, la cual se siente ahora mucho más empoderada y unida para luchar por lo que creen: la soberanía sobre las semillas como fuente de vida y la protección del medio ambiente y los derechos humanos, priorizando estos antes de las ganancias económicas.

La lucha por la soberanía alimentaria apenas empieza.

Claudia Pinzón
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Vivo del otro lado del Atlántico por el deseo de cambiar de perspectiva. Escribo para mantener viva la curiosidad y asombrarme. Creo que nuestra realidad es una construcción que puede ser cambiada, si tan solo tomamos conscientemente esa responsabilidad.


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COMENTARIOS

RESPUESTAS

    Victor Pinzon /

    26/11/2016 11:09 AM

    Y la sociedad militar, cual seria su posicion en esto? Seria bueno que tambien se manifestara y no solamente la sociedad civil. Tambien las manifestaciones pacificas de los campesinos. Serian pacificas? Recuerdo que limitaron la libre locomocion de otros habitantes. La invesstigacion y el desarollo no se puede detener pero si es bueno privilegiar la genetica natural, creo que el planeta y sus habitantes se lo merecen.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Shibumi /

    24/11/2016 6:13 PM

    "Sin embargo, los actores políticos de entonces no quisieron abrir una discusión sobre el tema con los campesinos." Es más correcto decir que no quisieron discutir con los manejadores de los campesinos; quienes en definitiva no son campesinos pero si "intelectuales" progresistas que viven de ese y otros conflictos

    ¡Ay no!

    1

    ¡Nítido!

    P. Choy /

    23/11/2016 9:39 PM

    A la autora del artículo que haga una investigación de lo que ha comido desde los 2 años hasta la fecha, o que investigue de donde nació el maíz y como una plantita de menos de un metro llego a ser una planta de 2 metros o más de altura en Guatemala con ingertos y como los antiguos mayas seleccionaron las plantas y las inceminaron y mejoraron las milpas que ahora llamamos "milpas altas" como lo hicieron ellos????

    Quisiera que me explique, parece cosa ideológica y no histórica..... igual el arroz de la china e india, igual el trigo de hace 10,000 años de antigüedad, las vacas, las ovejas, los perros y sus razas antiguas, y demás....

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Peter Lim /

    22/11/2016 8:52 AM

    Una cosa es el modelo de negocios de las multinacionales y como estos modelos generan un gran poder y control sobre bienes tan vitales como las semillas y por tanto de la seguridad alimentaria; y otra cosa es la la ingeniería genética. En torno a lo de Monsanto (Ahora propiedad de BAYER) existen muchos mitos y sobre todo, reacciones más ideológicas que científicas y lamentablemente un 99% se va por posicionamientos ideológicos y en contra del modelo de negocios de la multinacional. Además; por un lado está la ingeniería genética dentro del proceso de las semillas y por otro el proceso de aplicación de agroquímicos.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    luis ramirez /

    21/11/2016 7:26 PM

    monsanto ahora lo absorvio bayer alemania, la biotecnologia imparable igualmente los transgenicos

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!



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