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10 herramientas innovadoras para que el gobierno ofrezca mejores soluciones

El inicio de un año suele generar expectativas. El inicio de un nuevo gobierno también. Justo en esta etapa, en la que las páginas aún están en blanco, es útil reflexionar sobre nuestra realidad democrática y sobre las herramientas que tiene a su disposición este gobierno para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

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¿Cómo reparamos el carro mientras avanzamos hacia el futuro que merecemos?

Ilustración: Diego Orellana

Primera parte: Reemplazando el parabrisas (aprovechar los datos para ver mejor)

Segunda parte: llenando el tanque de gasolina (fiscalizar el gasto y recaudar mejor)

Tercera parte: cambiando la llanta pinchada (combatir la corrupción)

Cuarta parte: cambiando el clutch (un gobierno más dinámico)

 


Uno de los retos más grandes que tenemos es el peso conceptual y psicológico que le damos a la figura del Presidente. Cada cuatro años buscamos un nuevo “piloto” para llevarnos a dónde queremos ir, como si manejar un país fuera igual a manejar un carro. 

El carro, sin embargo, tiene el parabrisas rajado, el tanque sin gasolina, la llanta pinchada y el clutch demasiado duro para cambiar velocidades. Pedirle al Presidente que nos lleve a donde queremos ir es como pedirle al piloto que arregle todos esos desperfectos, sin parar, mientras maneja a 80 km/h en una carretera de terracería empinada y con muchas curvas a la orilla de un barranco. 

No existe un “Superman” que pueda hacer tal hazaña. Lo que más se aproxima es un equipo de buenos mecánicos y pilotos trabajando de forma coordinada para lograr reparar y conducir el vehículo. Esta tarea se hace aún más compleja tomando en cuenta los grandes cambios sistémicos que se están dando a nivel global a raíz de la transformación digital.  

El destino de este vehículo es una meta que otros cruzaron hace décadas—ellos ya subieron de categoría y concursan en otras carreras donde sólo se puede participar con carros eléctricos de último modelo-.  Esto suma otro reto al equipo de gobierno, el de ir reemplazando pieza por pieza el vehículo hasta que se convierta en un carro eléctrico que pueda concursar en las grandes ligas.  

El equipo de gobierno presentó un Plan Nacional de Innovación y Desarrollo, y siendo la innovación un tema en el que trabajo bastante, quisiera compartir algunos ideas de cómo reparar el carro mientras vamos manejando, e ir reemplazando las piezas necesarias para transicionar el país hacia un mundo digital. A la vez, compartiré experiencias locales e internacionales de cómo aprovechar la transformación digital para facilitar esta transición.

Primera parte: Reemplazando el parabrisas (aprovechar los datos para ver mejor)

Sin una buena vista hacia el frente, cuesta mucho saber a dónde ir.  En un gobierno, una parte clave para gobernar es tener información. Gracias al Censo 2018, tenemos mucha información útil de la que podemos sacar provecho.

Sabemos, por ejemplo, que 858 mil hogares no tienen sistema de agua—ni siquiera un chorro en el terreno; que 1.4 millones de hogares no tienen inodoros; que 844 mil hogares tienen piso de tierra; y que 1.7 millones de hogares siguen cocinando con leña.  

No sólo sabemos las estadísticas generales, sino exactamente dónde están esos hogares.  

Sabemos, por ejemplo, que hay cuatro municipios donde el 99% de los hogares cocinan con leña—Santa Bárbara, Huehuetenango, San Gaspar Ixchil, Huehuetenango, Chajul, Quiché, y San Mateo Ixtatán, Huehuetenango. 

1. Data geolocalizada para ampliar cobertura

Hay varios factores que contribuyen a que tantos hogares cocinen con leña pero uno de ellos es la falta de puntos de venta de gas propano en la cercanía del hogar.  Este problema se repite en muchos países, y un equipo en India se puso las pilas para resolverlo.  

Desarrollaron un app para recolectar data masivamente, y lograron que en un mes 17,000 distribuidores de gas bajaran el app y marcaran los puntos de venta que tenían en un mapa geolocalizado. Luego hicieron un análisis e identificaron 10,000 puntos de venta nuevos que hacían falta para aumentar la cobertura en el país. Trabajando en conjunto con la empresas de gas abrieron esos puntos de venta. El impacto fue migrar a millones de hogares a cocinar con gas en apenas unos cuantos años.

 

2. Data geolocalizada para mejorar la productividad

Otra área que se beneficiaría significativamente de data geolocalizada es la agricultura.  Existen un sin fin de herramientas que permiten monitorear cultivos, la salud de éstos, el clima histórico, etc, y con un poco de análisis se puede predecir el potencial productivo de un terreno.

Tal vez están sembrando café, cuando deberían de estar sembrando aguacate, especias, o plantas para aceites esenciales. Hoy por hoy, un gobierno efectivo tiene muchas herramientas a su disposición para apoyar a sus ciudadanos a tomar mejores decisiones productivas.  

En la universidad tuve la oportunidad de conocer al ex-presidente de México, Carlos Salinas.  Nunca me olvidaré la historia que contó alrededor de la firma de NAFTA. Cuando vieron que millones de mexicanos dependían del maíz, y que firmar NAFTA iba a afectar su habilidad de ganarse la vida produciendo maíz, hicieron un mapeo satelital de todos los cultivos de maíz, y visitaron a cada productor para explicarles qué iba a pasar con la firma del tratado. Además les ofrecieron acompañamiento técnico para cambiar su cultivo a algo más diferenciado y rentable. 

Guatemala tiene muchísimo potencial en agroindustria, pero requiere una estrategia bien pensada y coordinada—y lo bueno es que hoy hay muchas herramientas que facilitan lograr esto.

 

 

3. Gobierno predictivo

Hay muchas tecnologías emergentes que habilitan un “gobierno predictivo”.  Se usan para predecir el flujo de tráfico humano, reducir la cantidad inspecciones (aduanas, registros, auditorias de alimentos, etc.), prepararse mejor para desastres naturales, prevenir accidentes, y prevenir crímenes. 

Un área que puede beneficiarse de herramientas de gobierno predictivo es la seguridad. La combinación de cámaras de seguridad y herramientas de alerta abiertas a la población facilitan la generación de perímetros seguros. Un buen ejemplo de esto en Guatemala es el sistema de TuPista.gt, que permite a los ciudadanos denunciar de forma anónima actos de crimen, y permiten a la policía a movilizarse más efectivamente alrededor de los incidentes para prevenirlos.  Estas herramientas son poderosas, pero requieren que los ciudadanos se involucren, que las usen activamente, y que el gobierno mantenga una conversación permanente con su ciudadanía alrededor de temas prioritarios.

Segunda parte: llenando el tanque de gasolina (fiscalizar el gasto y recaudar mejor)

El reto de mantener el tanque lleno es que el tanque tiene hoyos.  Se ha avanzado bastante en que los procesos de contratación sean transparentes con herramientas como Guatecompras, pero hace falta poder visualizar mejor por dónde fluye el dinero.

Un ejemplo de esto es el gobierno de Queensland en Australia que desarrolló un visualizador interactivo de ingresos y gastos. Con herramientas como esta el nuevo gobierno podrá ser más efectivo en la medida en que la población pueda visualizar mejor para qué se usa el dinero. A la vez, al población podrá fiscalizar mejor el gasto público.

 

Ilustración: Diego Orellana

4. Ampliando la base tributaria (una experiencia electrónica para el contribuyente)

El verdadero reto, sin embargo, es no sólo evitar que se escape la gasolina por los hoyos en el tanque, sino mantener el tanque lleno. Esto implica mejorar la recaudación fiscal, que a su vez implica formalizar a un porcentaje altísimo de nuestra economía.

Esto no es un problema de quién está a cargo de la SAT, sino un problema estructural.  Hay muchos factores que contribuyen a que el sistema esté como esté. Enumero dos:

1. El que no se puede usar una factura de pequeño contribuyente para compensar el IVA implica que los contribuyentes normales no tienen incentivos para exigir una factura de sus proveedores pequeños.  

2. El que el techo de pequeño contribuyente esté en Q150,000 al año implica que muchos pequeños negocios no facturan todo lo que venden para no pasarse del límite, porque pasarse a contribuyentes normales implica una tasa impositiva prohibitiva para su modelo de negocios. 

La realidad de que muchos pequeños negocios y contribuyentes tienen ingresos tan intermitentes (les entra dinero de vez en cuando, no de forma regular) que para ellos es difícil mantener una contabilidad y presentar informes todos los meses a la SAT. Por lo tanto acumulan omisos y multas mientras la sabiduría en la calle les dice que es mejor no registrarse como contribuyente para evitar quedar en el sistema para toda la vida.  Iniciativas como la Factura Electrónica en Línea (FEL) van a ayudar mucho a agilizar la información fiscal y la recaudación fiscal, pero un gobierno que quiere dejar un legado positivo en mantener el tanque lleno de gasolina va a tener que profundizar sobre las raíces sistémicas de los retos fiscales, y diseñar un sistema que se adapte a la realidad de la mayoría de la población.  

5. Priorizando proyectos con los ciudadanos

Una excusa que se escucha una y otra vez es que los ciudadanos no quieren pagar impuestos porque no quieren alimentar el monstruo de la corrupción, y que su contribución de impuestos sólo se malgastara.  Parte de la solución de este dilema podría estar en cerrar la brecha entre pagar impuestos al gobierno y recibir beneficios de éste. Si el ciudadano eligiera qué proyectos de infraestructura se priorizan, sentiría que su aporte está sirviendo para algo.  Han habido muchos experimentos a nivel de gobierno local para lograr esto, incluyendo un juego en línea que desarrollaron en Seattle para que los ciudadanos pudieran priorizar el presupuesto. El efecto es una población más dispuesta a pagar impuestos porque se sienten partícipes de las decisiones que se están tomando con el dinero que ellos contribuyen.

 

 

6. Ampliando el financiamiento con los ciudadanos

Las alianzas público privadas, por ejemplo, generan una gran oportunidad de crear infraestructura de calidad superior. Apoyándonos en el dinero de otros, podemos llenar más el tanque y por ende, avanzar más lejos en la carretera.  Una de las innovaciones más trascendentales que no se logró materializar en el gobierno pasado era permitir a los ciudadanos invertir en infraestructura a través de Capital Social Participativo. La Alianza Público Privada de la carretera Escuintla-Puerto Quetzal que el Congreso no aprobó, contemplaba invitar a los guatemaltecos a ser accionistas en la carretera, obteniendo los mismos retornos que las empresas grandes.  Dejar un legado de infraestructura es posible para este gobierno entrante, pero tienen que apalancarse más en tecnología y en aliados, e involucrar más a la ciudadanía en la priorización de proyectos y el financiamiento de ellos.

 

 

Tercera parte: cambiando la llanta pinchada (combatir la corrupción)

Por muchas buenas intenciones que haya en el equipo de gobierno, es difícil lograr lo que se quiere lograr si la llanta está pinchada.  En nuestro caso la llanta se pincha con la corrupción.  

El problema es que hemos visto a la corrupción como un mal que hay que castigar, no como un hábito que hay que cambiar.  La solución sistémica a la corrupción no es necesariamente meter más corruptos a la cárcel, sino cambiar las condiciones que permiten la corrupción. La llanta no se pincha sola, tiene que toparse con un hoyo, un clavo o algo que la pinche. 

La corrupción no es sólo la culpa de los funcionarios públicos corruptos, también es de los ciudadanos que se aprovechan de la corrupción para sacar ventaja.  

 

Ilustración: Diego Orellana

 

7. Digitalizando procesos de gobierno (simplificar procesos para evitar la corrupción)

Parte de la solución es eliminar los procesos que fomentan el comportamiento corrupto.  La corrupción tiende a proliferar, por ejemplo, cuando la decisión de si algo se autoriza o no, se permite o no, sale de aduana o no, etc. recae sobre una persona.  

En la medida en que estas decisiones se puedan sistematizar para que no requieran intervención humana, menos probabilidad hay de que la decisión sea influida por acuerdos económicos tras bambalinas.  

Dinamarca y Estonia son países que han logrado digitalizar la gran mayoría de sus procesos administrativos de gobierno. En el caso de Estonia, 99% de los servicios públicos y trámites están disponibles en línea 24/7. El resultado es una experiencia de ciudadano en la cual prácticamente nunca hay que ir a una oficina de gobierno para hacer un trámite. De esta manera se logra no solo un gobierno mucho más eficiente, sino también un gobierno mucho menos corrupto, ya que son mínimas las oportunidades para dictaminar a favor o en contra de un trámite a cambio de dinero por debajo de la mesa.

 

 

8. La identidad digital

Esfuerzos como GuatemalaVisible han logrado transparentar y eficientizar procesos clave en nuestra democracia.  Esfuerzos como Así Se Hace orientan a los ciudadanos a cómo navegar la mayoría de trámites que se pueden hacer en línea. Pero un gobierno que quiere dejar un legado, y cambiar la llanta pinchada, debe implementar una estrategia agresiva de digitalización de todos los procesos de gobierno. 

Esto arranca en un área muy específica, el Registro Nacional de Personas. Tuve la oportunidad de hablar con el expresidente de Estonia en un evento, y me comentaba que toda su estrategia de gobierno electrónico comenzó a partir de establecer una identidad digital.  El gobierno necesita poder comprobar que el ciudadano que está haciendo el trámite realmente es quién dice que es—y tener una especie de DPI digital—una identidad electrónica, se vuelve el cimiento sobre el cual se puede construir el resto de la estrategia. 

 

 

Cuarta parte: cambiando el clutch (un gobierno más dinámico)

Una de las razones por las que cuesta tanto gobernar efectivamente es que la velocidad a la que cambia el mundo es mucho más rápida que la velocidad a la que pueden cambiar las instituciones de gobierno.  Por ello muchos gobiernos han cambiado por completo su estrategia de gestión para poder ser más dinámicos.  

Esfuerzos para dinamizar la velocidad de cambio vienen en muchos sabores, e incluyen concursos; aceleradoras de innovación y diseño con ciudadanos y empresas; estrategias de “empuje” para cambiar de comportamiento de la ciudadanía; y areneros legislativos.

 

Ilustración: Diego Orellana

9. Aceleradoras de innovación gubernamentales

Más de 42 países laboratorios o aceleradoras de innovación gubernamental, trabajan en diseñar, en conjunto con la ciudadanía y empresas del país, soluciones a los retos más importantes.  En algunos casos hacen concursos de innovación para abordar retos específicos, en otros buscan soluciones existentes y tratan de apoyarlas para escalar el impacto que pueden tener en su país, en otros casos convocan a “hackatones”—eventos de varios días en los que ciudadanos que saben construir soluciones tecnológicas desarrollan apps o plataformas para mejorar la experiencia ciudadana. 

La gran ventaja de esta forma de hacer gobierno es que la ciudadanía participa activamente en co-diseñar las soluciones, y se genera un momentum alrededor del cambio.  

En muchos casos, las mejores soluciones vienen de los ciudadanos, no del gobierno.  Este ejemplo de rediseño de rótulos de parqueo se ha implementado ya en 8 ciudades, facilitando significativamente la experiencia de ciudadanos buscando parqueo en la calle.  Un gobierno que quiere dejar un legado se beneficiaría mucho de involucrar a la ciudadanía en procesos de innovación para diseñar las soluciones que queremos como país.

 

 

10. Estrategias de cambio de comportamiento

Otras iniciativas muy exitosas son conocidas como “nudge strategies” o estrategias de empuje.  Estas son estrategias que logran que los ciudadanos cambien su comportamiento haciendo pequeños cambios en la forma en que toman decisiones.  

Por ejemplo, pintar las gradas con información que indica cuántas calorías van a quemar si las suben en vez de usar las gradas eléctricas. Pintar los asientos para adultos mayores de colores ridículos para que si alguien que no es adulto mayor se sienta ahí, se note mucho y les dé vergüenza, implementar loterías que incentivan a los ciudadanos enfermos a tomar sus medicamentos, o impulsar programas de ahorro automático para empleados, implementar recordatorios por mensajito de texto para aumentar el comportamiento deseado—incluyendo para recordar cuánto deben de impuestos, y mandar cuadros comparativos de cuánta agua o energía consume su hogar a comparación de los vecinos para incentivar el consumo responsable, entre otros. 

Más de 200 entidades públicas a nivel nacional y local están implementando estas iniciativas de empuje, y ha sido una manera muy efectiva de motivar a la población a ser ciudadanos más responsables.  Un gobierno que quiere dejar un legado puede apalancarse en tecnologías para facilitar el comportamiento responsable de la ciudadanía entejas críticos como el medio ambiente, la tributación, hábitos saludables que previenen la desnutrición crónica infantil, e inclusive comportamientos profesionales, responsables y éticos entre funcionarios públicos.

 

 

Para puntos extra (11): Areneros legislativos

Para finalizar, una guinda en el pastel dedicada a nuestros legisladores y reguladores. Los areneros legislativos son una forma crítica de legislar en situaciones con mucha incertidumbre.  Se usan principalmente en contextos de tecnologías emergentes (drones, inteligencia artificial, big data, criptomonedas, etc.) y sistemas financieros emergentes (instrumentos financieros innovadores, tecnologías financieras como pagos móviles, etc.), pero para un país como Guatemala este concepto legislativo quedaría como anillo al dedo para describir la polarización y la falta de avances en el Congreso.

La forma en que funciona es que se crea una legislación temporal y acotada a la “zona experimental” que puede ser un área geográfica, un grupo de empresas, una población específica, y se deja que los participantes en el experimento se rijan bajo las reglas de la regulación experimental.  

Esto genera evidencia de qué funciona y qué no funciona, y en base a esa evidencia se ajusta la regulación. Cuando ya esté claro el panorama del mejor diseño regulatorio para ese tema emergente con las evidencias de la vida real, se implementa la regulación de forma más permanente y con alcance nacional.  

Un gobierno que quiere facilitar la transición del país hacia el futuro, pero que está tan encadenado a un pasado sin resolver, se beneficiaría mucho de crear areneros legislativos y regulatorios que permitan la creación de realidades experimentales, y que teniendo la evidencia de qué pasa realmente en ese contexto regulatorio, ayuden diseñar regulación que realmente beneficia al país sin caer en sabotajes políticos alimentados por el miedo de cambiar el sistema que hoy tenemos.

Esperemos que el capítulo que escribe este nuevo gobierno en la historia de nuestra democracia nos deje con un país con más participación ciudadana en el diseño de soluciones, más decisiones tomadas en base a data, y más bienestar ciudadano habilitado por un gobierno digital.

 

Benjamín Sywulka
/

Experto en Innovación con una trayectoria en innovación corporativa, innovación social, e innovación de país. Es fundador de Hapi, una empresa que busca resolver problemas sistémicos a través de la colaboración estratégica y la innovación disruptiva.


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COMENTARIOS

RESPUESTAS

    Chanchavac /

    30/01/2020 7:23 PM

    "Es como pedirle al piloto que arregle todos esos desperfectos, sin parar, mientras maneja a 80 km/h en una carretera de terracería empinada y con muchas curvas a la orilla de un barranco." Como se ve que nunca ha viajado en los buses del altiplano, que hacen estas y más hazañas y a cien por hora. Claro, una sola persona no puede desarrollar un país, pero si que tiene el poder de llevarlo hacia atrás, como nos acaba de suceder los cuatro años pasados.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!



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