El acceso no es sencillo, tómenlo en cuenta. Primero porque el parqueo es pequeño. Por suerte nosotros agarramos uno de los últimos espacios disponibles pero sería una pena llegar y tener que buscar otro lugar por falta de espacio. El segundo punto a tener presente es que sólo se puede subir a través de unas gradas angostas.
Por suerte una vez arriba, un hostes muy agradable nos recibió y nos solicitó que esperáramos en la barra mientras se liberaba una mesa. Era un día caluroso y el menú tenía buenas opciones para el momento. No sabíamos si escoger la michelada con jugo asado o el jugo de miltomate (40Q), ambos hechos en casa.
También estaba la opción de un Coco Loco o el Aperol Spritz (60Q) que terminó convenciéndonos. Preparado a base de aperol y terminado con una mineral espumeante, esta bebida gana en la lista de opciones refrescantes.
No fue necesario que nos consiguieran una mesa. La barra es cómoda y los bartenders dan tan buena atención que no hay inconveniente en quedarse allí. Queriendo probar un poco de todo pedimos los Benedictinos (55Q), en los que destacaba cierto toque diferente caracterizado por un delicioso pulled pork abajo y una sala muy bien preparada.
El toque de San Román radica en que los huevos son preparados sous vide, es decir que se cuecen en agua a temperatura controlada por un tiempo más prologados. El resultado, son unos huevos más firmes y una textura que me encanta.
Ahora bien, esta no es la opción si a ustedes les gustan los huevos ponchados, que se corren fácilmente para poder humedecer el pan con la yema,
Después de los huevos vino un cevichito de camarón preparado a la manera tradicional guatemalteca, coronado con aguacate. Digamos que el plato estaba “bien” porque la porción era pqueña y el sabor pudo ser más distintivo. Nada fuera de lo normal, era el ceviche de siempre.
Por el contrario, si algo me gustó fueron las tostadas del día (35Q). Tenían una mezcla de hongos y pimientos asados sobre aguacate y queso muy bien sazonado. Estaban acompañadas de una ensalada de arrúgula con pepitoria. Un muy buen pequeño plato para complementar la comida o bien, para aquel que no come mucho. Simplemente me encantaron.
Yo espero volver pronto y ver qué cambios le han hecho al menú ya que tengo enteneido que lo cambian bastante seguido. Si van, allí me cuentan qué tal les va.
San Román se encuentra en la 12 calle 4-15, zona 14. Acá les dejo su Facebook y su Instagram.
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