¿Penetración o exploración?

Veo para abajo a medio acto sexual y reconozco ese semblante de satisfacción que ya he visto muchas veces en otras caras. Cierro los ojos e intento concentrarme y entrar en sintonía con mi pareja. -Tú también disfrútalo -, pienso. Luego siento cómo poco a poco la estimulación empieza a ser más efectiva hasta que un gemido me interrumpe, mi pareja acabó y el coito ha terminado. La eyaculación masculina siempre dicta el final. 

Cuando te masturbas, ¿solo tocas tu clítoris? ¿Alguna vez has tenido un orgasmo sin estimulación? ¿Tu pareja te ha llevado al clímax por medio de la penetración solamente? ¿Siempre acabas cuando tienes sexo? ¿Has fingido un orgasmo? ¿Te da más placer tu vibrador que el pene? 

Estas situaciones tan incómodas tienen muchas razones, empezando por la búsqueda del propio placer durante el coito sin tener la mínima intención de estar en armonía con tu pareja para que sea más placentero. Luego, está la falta de información debido a la nula educación sexual que recibimos y por último: el famoso orgasmo vaginal.

No nos engañemos el tan mencionado "orgasmo vaginal" no existe, no tenemos un clítoris interno en nuestra vulva, su único y correcto nombre es orgasmo femenino y para el hombre, orgasmo masculino.

Nuestro clítoris no tienen ninguna otra función que la de proporcionar placer. Esto quiere decir que nosotras las mujeres tenemos un órgano creado única y exclusivamente para  hacernos llegar al orgasmo y que está localizado en la parte externa de nuestra vulva.

Si bien la penetración vaginal y anal es placentera, no nos permite tener un orgasmo como tal si a su vez no se estimula el clítoris. Las mujeres tenemos la capacidad de tener múltiples orgasmos seguidos, los cuales se pueden generar por medio de actividades que no pertenecen precisamente al coito y que, sin embargo, permiten un ambiente  excitante en el acto sexual. Por ejemplo, el toqueteo, jugar con los pezones, los dedos, la lengua y los besos. Todo esto que permite que las mujeres alcancemos un orgasmo externo a la vulva.

La machista y opresora industria de la pornografía ha conducido a los hombres a una condición de ignorancia permanente, en cuanto al conocimiento del cuerpo de su pareja, haciéndoles creer que el hecho de que ellos acaben automáticamente nos lleva a acabar a nosotras. Ignoran que necesitamos, quizás no más, pero sí una estimulación diferente y extensa para poder encontrarnos en el camino que nos llevan hacia la deliciosa cumbre del clímax.

No tengamos miedo de experimentar más allá de lo que ya sabemos, tanto en las relaciones mujer con mujer o las relaciones heterosexuales. Necesitamos conocer primero nuestro propio cuerpo, y luego dedicarnos a conocer el de nuestras parejas. Una de las tácticas más efectivas para el orgasmo femenino es lo siguiente: imaginemos que tenemos el clítoris frente a nuestros ojos o nuestra boca. Veámoslo  como una brújula y coloquemos nuestros dedos en la dirección de cada punto cardinal, luego giremos nuestros dedos de manera circular. La intensidad puede ir incrementando, dependiendo de la respuesta sexualdel cuerpo de tu pareja.

La penetración es rica, pero sigue siendo un acto de denominación patriarcal por ser la que más se conoce y la que sigue prevaleciendo por los siglos de los siglos. Amigas, permitámonos experimentar con nuestras parejas, el sexo es tan natural, diverso y placentero que nunca lo dejaremos de descubrir. Démosle paso a la igualdad sexual y explotemos de placer.