Villavicencio falleció por coronavirus la noche del 20 de julio de 2020 en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Roosevelt, a donde fue trasladado desde la cárcel ubicada dentro de la base militar Mariscal Zavala.
Un juzgado emitió una orden de captura contra el exfuncionario el 18 de enero de 2019 y fue capturado el 23 de abril, acusado por los delitos de abuso de autoridad y peculado por sustracción en forma continuada, por supuestas irregularidades en la firma del Pacto Colectivo de Salud en 2012. En una audiencia, el 5 de mayo, fue beneficiado con arresto domiciliario con fianza de Q25 mil por la juez Judith Secaida
Después de seis meses, el 22 de octubre, la jueza Secaida declaró rebelde al exministro de Salud, por encontrarse prófugo y no presentarse a las audiencias. Para entonces ya se había presentado un nuevo caso de corrupción contra el exfuncionario; el 19 de julio de 2019 se le acusó por supuestamente haber estado al frente de una estructura de funcionarios, diputados y empresarios que defraudaron al estado por US$7 millones, que debían haber sido invertidos en la construcción y mejora de hospitales públicos.
Con los antecedentes de la fuga, Villavicencio no fue beneficiado con arresto domiciliario en la solicitud que hizo a la jueza Ericka Aifán. El 6 de julio, sin embargo, recibió un permiso judicial para obtener un tratamiento médico en su residencia, luego de dar positivo por Covid mientras se encontraba en Mariscal Zavala.
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Jorge Villavicencio, en su paso por la cartera de Salud. Foto: Prensa Libre
Presidios y la crisis sanitaria
Luis Escobar, director del Sistema Penitenciario, reconoce que el sistema carcelario, con 26 mil personas privadas de libertad, se encuentra en una situación complicada en el marco de la pandemia del Covid-19.
Según Presidios, hasta el 21 de julio, se contaban 203 positivos de Covid-19 entre la población carcelaria; ahí se incluían 70 casos activos, 18 fallecidos, y 115 recuperados.
Escobar apunta que una de las principales complicaciones para atender la pandemia es la falta de personal sanitario. En el Sistema Penitenciario solo hay 10 médicos y 30 enfermeros trabajando para atender a todas las personas privadas de libertad.
La falta de personal sanitario complica el cumplimiento de las normas mínimas, nacionales e internacionales, para el tratamiento de los reclusos. Escobar dice que la convocatoria para contratar médicos y enfermeros está abierta permanentemente, pero es difícil en el contexto de la pandemia: “La gente, pese a que los salarios no son tan bajos, pues no quieren ir a trabajar al Sistema penitenciario”.
El Sistema Penitenciario habilitó la cárcel Fraijanes II para tratar a los privados de libertad con Covid-19 con cuadros moderados y leves, pero no se puede considerar un hospital ni un consultorio:
“El centro de Fraijanes II se había desalojado para hacer un remozamiento para convertirla en una cárcel de máxima seguridad. Pero con la situación de COVID buscamos los espacios que teníamos disponible y encontramos que esta era lo más viable para no tener un gasto tan grande”.
Según las autoridades el presupuesto del Sistema Penitenciario, de Q552 millones, apenas alcanza para el funcionamiento ordinario de las cárceles y ahora, con el COVID-19, se hace más difícil comprar insumos y medicamentos.
Ahora el Sistema Penitenciario realiza procesos de compra para adquirir mascarillas, trajes de protección y otros insumos para atender a las personas privadas de libertad, pero el director insiste en que Debe trabajar coordinadamente para los casos más críticos reciban atención especializada.
En torno a la muerte de Jorge Villavicencio hay una discusión sobre qué persona o institución es la responsable de su muerte por causa del Covid-19. Por su rechazo a otorgar una medida sustitutiva, la defensa del exfuncionario dice que es responsabilidad de la jueza Aifán. La contraparte argumenta que Villavicencio no era apto para beneficiarse de una medida sustitutiva, debido a su antecedente de fuga.
Puedes leer: Qué pasa en las cárceles con el coronavirus (donde el distanciamiento social no existe)
MC /
...tambien Barreda y Camargo tienen COVID...existe la Justicia Divina. A Barreda veremos si su mama lo salva esta vez también. Claro, no le deseo la muerte a nadie.