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Sus seguidores le gritan al FCN: ¡tiempo! ¡tiempo!

Son las 12:15 de la noche. Pasó medio día entre las vivas de los votantes y los ánimos en la sede del partido FCN-Nación, en la Avenida Centroamérica en una esquina un tanto abandonada del centro histórico capitalino. Los miembros del partido anuncian que Jimmy Morales se encuentra en camino. “No lo querían soltar allá (en el centro de cómputo), pero con nosotros se va a quedar más tiempo”, dice Alex de Venezuela, conocido como “El imitador de Juan Gabriel” y anfitrión de la noche. Abajo, en la calle, sus seguidores que ya exclaman “¡Tiempo!”, por la tardanza del presidente electo.

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Un votante de Jimmy, William González, le recordó que será fiscalizado.

Foto: Evelyn de León / Soy502.com

Nadie sabe el horario del candidato sorpresa. A las 10.30 se le esperaba para votar y llegó a las 12.30. A las 7 de la noche se le esperaba en el centro de cómputo y llegó a las 10.30 a un lugar improvisado para una conferencia de prensa. A pesar de los intentos de los periodistas, Morales no responde a la pregunta sobre la revelación de su patrimonio, que en la mañana aseguró “serán apenas unos Q5 millones” ($640,000). Y tomó el micrófono para anunciar sus primeras acciones. Todos esperaban decisiones de su próximo gobierno.

Pero no. Eran las obvias. Presentar a su equipo de transición, a sus encargados de economía y finanzas para analizar el presupuesto y escoger a su gabinete.

Lejos del centro de cómputo y las entrevistas a medios, en la Avenida Centroamérica Cristóbal Cruz, de Sololá, dice que luego de votar salió para la Ciudad de Guatemala. Lleva seis horas esperando junto a su esposa, y una bebé, que duerme en el regazo de ella. “Nos dijeron que venía a las 7:30 de la noche, pero nunca vino”.  El show montado para celebrar la victoria de uno de los protagonistas de Un presidente de a sombrero no basta para los asistentes. Se quejan por la ausencia de Morales y la baja calidad del espectáculo. Desde las bocinas, la voz del anfitrión insiste en pedir paciencia para “continuar con el protocolo”.

La dinámica del evento se asemeja a la de un culto religioso. Pero el público, entre oraciones y agradecimientos, no se comporta como si estuviera en una iglesia. Abuchean a quienes sostienen el micrófono. Y algunos de los seguidores comienzan a resongar: “mejor nos vamos”.

Cuando a las 12:50 de la  madrugada, por fin, se anuncia su llegada, una madre lucha por mantener despierta a su hija, una niña de tres años. “No te durmás, ya va a salir Jimmy”, le dice a la pequeña que no logra mantener la cabeza levantada del hombro de su papá. El presentador exclama los nombres del binomio presidencial, y aparecen Jaffeth Cabrera y Jimmy Morales, junto a sus respectivas esposas. Saludan al equipo y luego comienza el “acto protocolario”, con unas palabras del coronel Edgar Ovalle, probable jefe de bancada de FCN en el Congreso.

Pero la impaciencia no termina allí. Quienes llegaron a la calle, unas mil personas, parece que no quieren escuchar al equipo de Jimmy Morales. “Tiempo, tiempo”, vuelven a exclamar como si estuvieran en un campo de futbol y quisieran que el árbitro pitara el final del partido. Ellos esperan al personaje, no a otros. Razón por la cual los cánticos se repite cuando el vicepresidente de Morales toma la palabra. Cabrera es igual de rechazado que Ovalle.

Es el turno del comediante convertido en presidente electo. Jimmy Morales comienza su discurso. Agradece a Dios, luego a su equipo y, por último, a Guatemala. Hace referencia a los migrantes. Se presenta a sí mismo como “un hombre común, que no tiene superpoderes”. Asegura que los jóvenes fueron su publicidad, que son los mismos que protestaron en la Plaza Central durante tantos sábados, y que ellos son los responsables de su victoria. Ellos conforman el 67.43 % que obtuvo Jimmy Morales sobre el 32.57 % de Sandra Torres.

Morales habla de la felicidad que le provoca haber ganado la elección. Luego de su breve intervención, se despide del público y, aunque el anfitrión llama a los asistentes a seguir en la fiesta, ellos comienzan a retirarse. En el escenario aparecen representantes del llamado grupo “Los amigos pluriculturales de Jimmy”. Después de felicitar al presidente electo, le hacen entrega de una silla de madera, que él recibe y, proclama que será “la silla del pueblo”, que estará ubicada en el despacho presidencial.

Se comienza a vaciar la Avenida Centroamérica, lugar en el que se ubica la sede del Partido FCN. Un lugar pequeño y sencillo, por el que Jimmy asegura pagan Q100 de renta al mes. “Y algunos meses ni nos alcanzaba para pagarlo”, relata desde la tarima mientras lo graban dos drones manejados a control remoto.

La gente se dispersa, y solo quedan la basura y los carritos de comida. La niña de tres años, a la que su madre intentó despertar para ver al nuevo presidente, ahora duerme.  La pequeña amanecerá en el futuro, junto con el resto de guatemaltecos que han preferido un candidato desconocido que se presenta como “ni corrupto ni ladrón”.

2.7 millones de votos de 7.5 millones de votos posibles. 43% no fue a votar.

El grito de “¡tiempo!, ¡tiempo!” parece que estará presente desde el minuto 5 de su gobierno. Ayer empezó a circular en redes sociales la convocatoria para la primera manifestación de #JusticiaYa de advertencia para su gobierno. El 14 de enero a las 3 de la tarde, una hora después de que Jimmy Morales haya tomado posesión como Presidente de la República. #EstoApenasEmpieza


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COMENTARIOS

RESPUESTAS

    anonimo /

    27/10/2015 11:29 AM

    Ya tengo lista mi bandera y mi cinta con la frase "queremos resultados"; estoy comenzando a convocar a amigos y familiares para el 14 de enero y asistir junto a muchos a entregar el primer mensaje. ESTO NO ES NINGÚN CHISTE.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!



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