Por ejemplo, ayer Estados Unidos dio otra muestra sutil de su fuerza diplomática en una conferencia de prensa donde se anunció la colaboración del Departamento de Estado para reestructurar la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT). Claro, un acto que podría ser insignificante pesó por su simbolismo: observamos a Todd Robbinson dar declaraciones en el podio principal, en el salón de los espejos. Mientras, Otto Pérez Molina se agarra las manos, mira hacia abajo, completamente emasculado. La dominación simbólica, y real, del embajador sobre el presidente pesa.
Sin embargo, por mucha antipatía que me cause Pérez Molina, esa dominación simbólica y real es seña de algo más perturbador. Yo no sé ustedes, pero me preocupa y asusta el hecho de que la Embajada sea el principal actor político en este momento.
Como universitario me preocupa porque no observo el peso que tiene la ciudadanía, y nosotros como estudiantes organizados, en la toma de decisiones políticas. Podremos marchar y realizar plantones como hemos hecho las últimas semanas, pero es necesario también actuar y definir estrategias que constituyan una presión real sobre el sistema político.
Independientemente de la abismal diferencia en términos de fuerza geopolítica, lo que aflige es que no seamos los ciudadanos los principales promotores o causantes de la toma de decisiones de los actores políticos. No sería tan iluso como para utilizar el argumento soberanista, tan triste y débil, con el que se deslegitima a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG). El problema no es de soberanía sino de influencia.
¿Qué hacer para que esto cambie? En primer lugar, organizarnos.
Dentro de los eventos más importantes de las últimas semanas fue el nacimiento de la Coordinadora Estudiantil Universitaria de Guatemala (CEUG), el 14 y 15 de mayo. Este acontecimiento, sin precedentes en la historia de Guatemala, constituye un intento interuniversitario de unificación estudiantil con el fin de “ser la plataforma organizada que promueva la acción social y política informada, consciente y responsable de todas y todos las estudiantes universitarios guatemaltecos”. Es un fin ambicioso, lo sé, pero necesario al fin y al cabo. No puede desatenderse la opinión de un movimiento organizado que represente a los estudiantes guatemaltecos.
La CEUG, así como las demás organizaciones de la sociedad civil, las universidades, las organizaciones campesinas y los ciudadanos individuales, tienen que ser el contrapeso al poder político de la embajada estadounidense y del poder económico tradicional. La población estudiantil empoderada resulta un aliado valioso para los movimientos campesinos del interior.
En la segunda asamblea popular en la Universidad de San Carlos se tendieron lazos entre universitarios y movimientos campesinos. Una alianza que puede resultar provechosa para ejercer presión al sistema político. Es más difícil criminalizar la protesta social cuando se alían grupos urbanos, como los estudiantes de diversas clases sociales, y se legitiman las demandas campesinas por un grupo importante de la población urbana.
Esta alianza es valiosa, pero ¿cómo presionamos conjuntamente al sistema político? Yo propondría la disrupción de mítines en el interior del país para presionar a los diputados en sus distritos. Esta no tiene que consistir en actos aislados y focalizados, sino acciones sistemáticas no violentas que también busquen transmitir demandas ciudadanas a los partidos. Esta opción tiene la ventaja de aprovechar los mecanismos legales vigentes para exigir representación y participación en el sistema político. Sería mal visto que los partidos intentaran deslegitimar estas acciones porque provienen de un amplio espectro de la sociedad, son legales y políticamente legítimas.
Esta alianza de estudiantes y campesinos, con las acciones detalladas, son un primer paso para lograr un bloque ciudadano activo y crítico. De concretarse durante la época electoral, podríamos ejercer presión para que se aprueben las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos antes del 6 de septiembre o de la segunda vuelta.
Sin embargo, aún debemos superar las dificultades organizativas, culturales y logísticas a las que estaría sujeta un movimiento de este tipo. No creo que sea utópico ni irreal pensar en un bloque unido de estudiantes y campesinos. ¿Lo lograremos?
dbillyx /
Sigo pensando que TODO en parte inicio con el TrianguloNorte, luego que el viceusa por una segudna o tercerva vez al pais pero no tan oficial la visita, venir a dar ciertas ordenes en ciertos sectores, solicitando que la cicig siga en el pais... sorpresivamente empiezan a irse los aliados del presidente... de repente el embajador toma el control del podio y empiezan manifestaciones en honduras (otro del triangulonorte) donde tambien piden la renuncia del presidente, pero esta vez solicitando una institucion como la cicig en ese pais, algo que no existe aun pero seguro que por el triangulonorte existira en poco tiempo....
Esto es un notición (sobre como USA empieza a ganar terreno dentro de la SAT) y no veo que la gente le ponga tanta importancia, ademas te fuiste por otros lados a la mitad de la nota, en fin.
Ahora lo que me parece genial diplomáticamente, el embajador hablando detrás del escudo nuestro (Chapin). Señores en unos cuantos años evadir la SAT va ha estar jodido, jajajaja ahora si van a querer que vuelvan los corruptos.